Llora el rio Pamplonita Nanita vivía en una hermosa ciudad de grandes edificios, gente acogedora, alegre y clima agradable, llamada Cúcuta. Nanita muy feliz contaba a sus primos las bellezas de su ciudad, al llegar al Malecón sitio muy reconocido y visitado por los turistas, se entristeció y dejó correr las lágrimas por sus mejillas, Sus primos preguntaban preocupados: - ¿por qué lloras Nanita? Nanita entre sollozos contestó: “me hubiera gustado mostrarles lo mejor que tenía mi ciudad.”
las launchas, la tierra era fértil en su ladera, habían cultivos, estaba cercado por ceibas, alisos y caña brava, donde anidaban muchas aves, también habitaban micos y nutrias, pero lo más hermoso, era ver el río como un espejo, sus aguas cristalinas, solo en invierno se veían turbias. Mi abuelo me contaba que los indios navegaban por el Río, cuando San Luís era asentamiento de la tribu, se pueden imaginar lo caudaloso que era el río Pamplonita, sus aguas bramaban, cuentan que allí se hicieron los primeros intercambios comerciales en la época de la colonia. Las familias programaban paseos al río los fines de semana, el sancocho y el baño en el río eran la felicidad de grandes y chicos, no necesitaban piscinas.
Los primos preguntaron: ¿qué era lo mejor? Nanita respondió: “mi adorado Río Pamplonita”. Todos corrieron hasta la orilla del río, y como Nanita sus primos se entristecieron. Ahora comprenden ¿porqué mi angustia?
¿porqué
mi
tristeza?,
Sus primos corearon cabizbajos: “sí Nanita, ahora entendemos, debió ser un río muy hermoso.”
El Río Pamplonita fue inspiración de poetas y compositores, como el maestro Elías Mauricio Soto. Comento Marinita: “el maestro Soto, fue quien compuso la música de la canción Brisas del Pamplonita.” Pepe agrego: “sí, sí, y la letra la escribió Roberto Irving.” Nanita dijo: “sí, esa canción es un himno.”
Nanita dijo: “si, les voy a contar la historia de mi Río Pamplonita.” El Río Pamplonita nace en el Cerro de Alto Grande, ubicado en el Páramo de Fontibón, cerca de Pamplona, desciende por el Valle del Cariongo, pasa por el Boquerón de Pamplona y continúa su recorrido hacia el noroeste, hasta la altura de Chinácota. El río con sus brazos abiertos recibe agua de las quebradas, Chichirá, Tencalá, Cucalina, Testua, La Donjuana, Iscalá, La Garita, Juana Paula, Don Pedro, La Honda y San Faustino, y baja al Valle de Cúcuta algo cansado por tan arduo recorrido, de aquí se escapa para juntarse con el Rio Táchira, y desemboca en el caudaloso Río Zulia, y juntos llegan al Lago de Maracaibo. En el Río Pamplonita vivían peces como los conocidos panches, las guabinas, las guartinajas y
Ya, ya!, refunfuño Pepe, ansioso de seguir escuchando la interesante historia del río. Bueno Nanita, y todo eso tan hermoso que nos estas describiendo donde esta? Y Nanita irrumpió en llanto. No llores Nanita, por favor, no llores más, decían los primos de Nanita, sentados cerca de un viejo y seco árbol, que había a la orilla del río. Secando el llanto con su vestidito, Nanita continúo su relato. ¿Ven el río? parece callado, no se siente, esta como muerto, sus aguas ya no sirven de espejo a las hermosas nortesantandereanas, las garzas no encuentran su alimento aquí, los árboles a su vera se secaron, nadie cultiva en sus laderas, la tierra se ha secado.
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