PALABRAS PARA LUCHO

HONORIS CAUSA

DE LA UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

Hoy, más que nunca, siento la torpeza de un niño que poco a poco está aprendiendo a hablar, o la ignorancia del hablante en transición que poco o nada conoce de su lengua, pues, con toda seguridad, las voces o términos que emplee en estas breves líneas, quedarán totalmente opacadas por la realidad. Y no solo me subyuga la falta de destreza, sino esencialmente la inmensa tristeza que me embarga al tener que separarnos por las vueltas que da este mundo, por el paso inexorable del tiempo, por las disposiciones que emanan de normas tan humanas. Usted ha respondido: “pero si nos vamos a ver”, y le respondo que no será lo mismo, no sabe cómo voy a extrañar sus brazos abiertos cada mañana, cada tarde o noche, recepcionándonos a todos los que tuvimos la suerte de conformar su equipo de trabajo, con esa alegría que nos daba la energía para la jornada diaria. Cómo voy a extrañar esa frase “tranquila, no te estreses”; o, “no te preocupes, yo voy a hacer ese documento; las veces que contestó el teléfono sin hacer alarde de su investidura, aquellas otras en que nos llevó a casa a pesar de sentirse cansado. Qué cercano está usted del humilde ejemplo que nos dio Jesús en la Tierra, quien vino a servir y no a ser servido.

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