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Editor: Felipe Saldivia
from UN 240223
Eduardo Fernández
Los venezolanos tenemos derecho a contar con servicios públicos modernos y eficientes. El primero de esos servicios públicos es el agua. Hoy, la mayoría de los venezolanos no cuenta con un servicio de agua moderno y eficiente. Son una gran mayoría de las familias venezolanas las que carecen de agua y de agua potable. El agua es vida, pero el agua contaminada es fuente de enfermedad y de muerte. Los niños venezolanos necesitan contar con agua potable. En la mayoría de las escuelas en Venezuela no hay agua potable para nuestros hijos.
Se puede dejar de comer por varios días. Incluso por varias semanas. Lo que no se puede es vivir sin agua. Prioridad de un próximo gobierno democrático es garantizar suministro de agua de calidad de producirse un conflicto nuclear, estos países: Rusia, Estados Unidos, China, Francia, Inglaterra, Pakistán, La India, Israel y Corea del Norte, serán los primeros en recibir su dosis. No puede quedar viva una nación que tenga en su arsenal armas nucleares. Debe ser aplastada. para todos los ciudadanos. En segundo lugar, tenemos la energía eléctrica. Los venezolanos tenemos derecho a contar con un servicio de energía eléctrica todos los días del año. Energía eléctrica para uso doméstico, pero también energía eléctrica para el desarrollo económico e industrial. Garantizar un servicio moderno y eficiente para todas las familias y para todas las ciudades de Venezuela debe ser un compromiso del próximo gobierno. Los venezolanos tenemos derecho a contar con un servicio de salud moderno y eficiente para todos los ciudadanos. Gracias al socialismo del siglo XXI la salud pública está en el suelo. En la Venezuela socialista enfermarse es un lujo. Para enfermarse hay que ser rico. Los hospitales públicos en Venezuela son una desgracia. Debemos estar en condiciones de suministrar a todos los ciudadanos, ricos y pobres, jóvenes o viejos servicios de salud, de hospitalización, de cirugía y de maternidad al alcance de todos los bolsillos. Es una deuda que tenemos con nuestra gente.
Lo que no se dice es que, según los expertos, el arsenal nuclear mundial es de 12.700 ojivas, según la Federación de Científicos Estadounidenses, suficiente para destruir el planeta unas siete veces.
La preocupación del Big Brother es que tiene, a 2022, 5.428 armas nucleares, frente a Rusia que tiene 5.977. Las otras mil armas nucleares se la reparten los restantes 7 países.
Fue la primera respuesta contundente que le dio Rusia a la Otan desde el inicio del conflicto con Ucrania; y al mismo tiempo, el gobierno de Putin pareciera estar entrando en una nueva etapa, como es el involucramiento de todo el pueblo ruso al conflicto: actos públicos, discursos, conciertos, campañas televisivas, programas de radio, sumado a la invencibilidad de la Madre Patria y la exaltación de la historia, la cultura y las victorias antiguas, frente a los nazis y a Napoleón Bonaparte. No sé si después que ocurra una aberración como un conflicto de esa magnitud quede algo que pueda llamarse civilización. Creo que sería el mate al rey.
Venezuela y los venezolanos tenemos derecho a contar con un servicio moderno y eficiente de seguridad pública. Seguridad de nuestras personas y de nuestros bienes. La erradicación de la delincuencia y de la inseguridad tiene que formar parte de la agenda del próximo gobierno democrático.
Contar con servicios públicos modernos y eficientes para mejorar la calidad de vida de la familia venezolana es un objetivo perfectamente alcanzable. Hay recursos en los institutos financieros internacionales que pueden y deben colaborar con ese propósito. Seguiremos conversando.
Jesús A Rondón
De la escuela política que vengo, se dice que el éxito de lo que te propongas depende en mayor medida de la preparación. Es así como se invierte mucho tiempo antes de los hechos en sí, para generar las condiciones necesarias que provocarán que los procesos deriven en los términos que se proponen y disminuir el margen de incertidumbre.
Esta fase previa permite calibrar los medios y hacer los ajustes necesarios para que todo funcione óptimamente donde tiene que funcionar. Es por naturaleza un espacio conflictivo, pues sin esta cualidad la mejora está comprometida.
En esta perspectiva las próximas elecciones para elegir a nuestro presidente están a la vuelta de la esquina, utilizando una expresión popular. En nuestra acera, no hay otro candidato que el camarada Nicolás Maduro Moros, lo que representa una ventaja, en el sentido de que hay una importante cohesión en la militancia de la Revolución Bolivariana en torno a su figura.
Ahora bien, necesario es tener un buen candidato, que de hecho lo tenemos, pero las elecciones se ganan en la calle y se traducen en las urnas. Es así como resaltó dos aspectos de los muchos existentes, el primero de ellos es la organización del partido y las organizaciones populares que respaldan la Revolución Bolivariana, en las cuales se debe profundizar en la participación y en la resolución satisfactoria de los conflictos, para que cuando toque movilizar, sean menos los lastres.
En segunda instancia, reforzar las respuestas que desde el Estado nuestro Gobierno bolivariano da a las condiciones de vida y trabajo de los venezolanos y las venezolanas; en este sentido, la resolución del asunto del salario luce como clave, lo que necesariamente está asociado con el control de la paridad de nuestra moneda nacional con la estadounidense que sigue siendo una de las armas más efectivas en la guerra contra nuestro pueblo.
Las próximas elecciones son una coyuntura necesaria para lograr mantener nuestra Revolución Bolivariana en el gobierno y desde allí disputar más espacios de poder, que necesariamente debe reflejarse en la vida de cada ciudadano y ciudadana de este país, de allí que debemos ir con todo, lo que significa exigirse políticamente y sumar a cada uno de los compañeros y compañeras, no solo al voto sino a la participación consciente.