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La mayoría tiene claro que vapear es igual o más dañino que fumar
from UN090723
el Estado venezolano restringió, a partir del 1 de junio de 2023, la fabricación, importación, exportación, distribución, comercialización, uso, publicidad y promoción de los vapeadores o “vapers”, dispositivos utilizados para aspirar sustancias vaporizadas simulando el acto de fumar, así como los “consumibles” asociados a esta acción. Según una resolución del Ministerio de Salud publicada la Gaceta Oficial número 42.641 del 1 de junio de 2023, está prohibida su venta a menores de edad y mujeres embarazadas, entre otras regulaciones. La razón es que se ha comprobado que vapear puede afectar gravemente la salud. De hecho, existe una enfermedad que tiene que ver directamente con el uso de vapeadores: Evali, siglas en inglés para “lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o al vapeo”.
El 26 de junio el presidente Nicolás Maduro comentó esto durante su programa de televisión:
“La primera resolución es un primer paso, pero falta todavía. Yo les diría a los equipos médicos y científicos nuestros que estudien la posibilidad de prohibir la venta en territorio nacional de estos aparatos nocivos para la salud, que enferman los pulmones, enferman los bronquios, crean graves problemas, la enfermedad del Evali”.
Durante los últimos años ha proliferado el uso de vapeadores. Algunas personas dicen que lo usan como un sustituto del cigarrillo convencional, e incluso como método para dejar de fumar. Es posible comprobar con simple observación que la idea de que vapear sería “más sano” que fumar cigarrillos es tomada como un hecho por algunas personas.
Ante este escenario, en Datos ÚN nos propusimos explorar entre nuestra audiencia el hábito del vapeo y la idea que tienen las personas acerca del daño que este puede causar en la salud. Publicamos una encuesta digital en nuestro portal web y redes sociales y entre el lunes 3 y el jueves 6 de julio participaron 330 personas. Filtramos las respuestas por sexo y grupos etarios y a los resultados les aplicamos un factor de ponderación de acuerdo a las proporciones demográficas arrojadas por el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2011. Los resultados son los siguientes.
Un hábito entre los jóvenes. Lo primero que preguntamos a los participantes fue si acostumbran usar vapeadores, para medir la extensión general del hábito. Obtuvimos que 13,27% afirmó vapear habitualmente.
Sin embargo, no se trata de un hábito uniforme. La distribución de esta cifra se ve más claramente al separar los resultados por grupos de edades y sexo. En el primer caso, vemos claramente que los vapeadores son más frecuentes entre los más jóvenes: 25% de los participantes entre 15 y 30 años vapea y en el grupo de 31 a 45 años la frecuencia es de 9,33%. Las respuestas positivas entre los mayores de 45 años fueron poco significativas.
Cuando separamos hombres de mujeres, observamos que la cantidad de vapeadores masculinos (15,72%) es más del doble de las femeninas (7,16%).
Cuando les preguntamos a todos, vapeadores y no vapeadores, si alguna persona de su hogar tiene este hábito, las respuestas nos arrojaron que 13,96% convive con un vapeador. Es interesante notar que esta frecuencia aumenta bastante en el caso de los que vapean, llegando a 23,72%. Esto quiere decir que en más de 1 de cada 5 casos donde hay un vapeador, es probable que haya al menos otro. Como es común escuchar que muchos vapeadores lo hacen porque así intentan dejar el cigarrillo, preguntamos a los participantes de nuestra encuesta que afirmaron vapear habitualmente si además fuman actualmente. 45,38% respondió que hace las dos cosas.

Nota: Te invitamos a leer este reportaje de Datos ÚN completo, con más gráficos interactivos, en ultimasnoticias.com.ve. l

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Werther Sandoval