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Tradiciones Semana Santa se saborea entre pescados y postres

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El cuajao y el majarete serán los reyes de la mesa esta temporada| equipo de correSponSaleS

majarete, cuajao de pescado, pastel de chucho, buñuelos de yuca, dulce de icacos y pare de contar, son las delicias que se sirven en la mesa de los venezolanos en esta temporada de Semana Santa, donde los frutos marinos tienen su lugar especial por aquello de “guardar el ayuno”.

Cada región tiene su preferencia. Algunas se dedican a la dulcería y otras zonas, especialmente de la costa, arman sus menúes a base de pescado. Monagas. La tradición en el estado Monagas es el majarete de coco y, por supuesto, el pescado. El monaguense disfruta preparar el majarete, una especie de flan hecho con leche de coco, harina de maíz y papelón. Se sirve con un toque de canela para darle el gusto final. El coco y la leche condensada se unen en infinidad de postres. Así que si tiene coco puede hacer arroz con coco, solo necesita leche de coco, leche entera, cáscara de limón, azúcar, canela molida y por supuesto arroz.

El famoso bacalao se puede decir que es el pescado protagonista de la Semana Santa en Monagas. Se prepara en buñuelos, croquetas y tortillitas. Sin olvidar el riquísimo “chucho” que es un pescado grande y largo, que permite que este plato sea abundante para compartir en estas fechas.

Anzoátegui. Se distingue por el llamado cuajao de pescado, cuya preparación indígena se remonta al año 1779. Es el plato típico para la Semana Santa en el Oriente venezolano. Su prepa- ración varía de región en región y de fogón en fogón.

Juan José Hassan, directivo de la Asociación Culinaria de Venezuela, afirma que el antecesor del cuajao “llegó en los barcos que cruzaban hasta tierras americanas”. Alina Torribilla, historiadora gastronómica y chef radicada en Anzoátegui, afirma que según datos bibliográficos, “como buen plato que se come en las festividades, siempre está enmarcado en una tradición religiosa que adoptamos de lo que fue la cultura colonizadora”. Algunas casas le colocan mapuey, en otras papas, por lo que el cuajao “siempre va a tener un toque característico de cada familia”, pero los ingredientes fijos son el pescado y los huevos batidos.

Los dulces son infaltables: el majarete y el bienmesabe, “ambos hechos a base de coco con una historia ancestral maravillosa, genuina y hermosa porque son platos que realmente nacieron en las cocinas de las abuelas y que se mantienen”, indica la experta.

Zulia. Los zulianos no se pelan esta temporada con su famoso dulce de icacos. Fruto de esta época que abunda en el oriente del país y en el Zulia.

Consideran que es uno de los más exquisitos postres, además de caro, que no falta en esta temporada. Usualmente es acompañado con manjar blanco, queso crema o trozos de queso blanco blando.

Sucre. Es la temporada de la Feria de Las Pepitonas, una de las tradiciones de Cumaná, desde 1984. El epicentro de esta feria es la comunidad pesquera Las Pepitonas de Caigüire, donde participan las 450 familias que ofrecen a sus visitantes los mejores platos donde la pepitona es el principal ingrediente. La variedad que ofrecen van desde cuajados de pepitonas, cazón, empanadas de pepitonas, mariscos, coctelitos con moluscos, pepitonas sancochadas en latas y también crudas en sacos. Los famosos frascos rompecolchón que contienen trocitos de pepitona, caracol, mejillón, tripa e’ perla, pulpo y camarón, ligados con cebolla, ají, ajo, pimentón y vinagre, son uno de los más solicitados por los turistas.

El pastel de chucho, una mezcla de dulce y salado.

Mérida. Es más dulcera, aunque en la Semana Mayor se preparan los Siete Potajes, de los cuales los comensales disfrutan arroz, pescado salado en salsa, ensaladas, arvejas criollas; además de los dulces, que ocupan un lugar especial en la mesa de los merideños. La dulcería varía, va desde el dulce de lechosa con sus variaciones de piña, coco y zapallo; los higos, el arroz con leche, la torta de maduro o envueltos, yoyo o torpedos, son algunos de los postres, aunque el majarete es uno de los más solicitados.

Debora Lucinda Altuve, oriunda de La Azulita, ha elaborado por más de 40 años este tradicional manjar de maíz pelado, “lo aprendí de mi madrina Flor”, recordó mientras preparaba los ingredientes para cocinar.

Trujillo. La gastronomía en el estado Trujillo es muy variada para esta temporada de Semana Santa, el arte culinario se une a la religión en estos días.

No falta la sopa de pan, el pescado salado o fresco, la ensalada cocida, pasticho de atún o sardina, empanadas de pescado, hallacas de queso en hojas de piñuela, sopa de garbanzo, envueltos, carabinas y los tradicionales dulces.

La sopa de pan se hace con leche, cebolla, cilantro, huevo, queso picado, papas picadas en cuadritos y pan salado y es acompañada con mojo de pescado seco, arroz blanco, ensalada cocida de papa, zanahoria, remolacha, aguacate, huevo sancochado y lechuga y jugo panela con limón.

Hay quienes preparan plátanos horneados, pescado fresco frito, tortillas de plátano maduro y pasta. Boconó también incluye el envuelto, que se prepara con huevo, harina de trigo y papa, con sopa de arvejas o garbanzos, mojo de pescado seco y arroz blanco.

Los dulces son otras de las delicias gastronómicas que no puede faltar en la mesa de los trujillanos, como el de lechosa, cabello de ángel (zapallo), apio con piña o con coco, majarete, higos en almíbar, delicada de piña o parchita, natilla, arroz con leche y coco, piña con zanahoria, buñuelos de yuca, cocadas, quesillo y el de chayota.

Yaracuy. Esta región tiene como tradición el buñuelo, siendo uno de los postres más conocidos, que preparan con yuca y es tanto, que hasta su propia feria tiene en esos días santos.

Este postre, elaborado a base de yuca y papelón, como ingredientes base, también se le puede agregar harina de maíz, queso, avena o pan rallado, según los gustos propios de cada quien. l

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