salud natural
1.- La alimentación macrobiótica aporta menos calorías que la manera de alimentarse en los países industrializados. - Desaconsejamos el azúcar, los dulces, los alimentos y bebidas dulcificadas. Las frutas, muy ricas en azúcares, se consumen con menos frecuencia y en pequeñas cantidades. - La Macrobiótica se compone de pocas materias grasas, sobre todo de origen animal, limitando su ingesta a una cucharada sopera de aceite por día. - También evitamos la leche y sus derivados. Por ejemplo, muchos quesos se componen a menudo de 50 % de materia grasa. - Preconizamos no consumir carnes rojas y charcuterías, ambas muy ricas en materias grasas. - Desaconsejamos las bebidas alcoholizadas - Masticamos cuidadosamente cada bocado de comida, lo que nos hace comer menos. Como lo afirmaba el maestro Georges Ohsawa: “La cantidad mata la calidad”.
Es fácil comprobar que la manera macrobiótica de alimentarse se asimila ampliamente al sistema de Okinawa, garantizando longevidad y salud. Aquí entendemos bien el sub-título que Georges Ohsawa le puso a su obra fundamental “El Zen Macrobiótico”….”El Arte del rejuvenecimiento y de la longevidad”
Por lo tanto les deseo una… ¡Larga vida con la Macrobiótica!
2.- La dieta macrobiótica proporciona todos los nutrientes necesarios a nuestro organismo, de manera más completa y duradera que la alimentación moderna refinada e industrializada. - Aconsejamos el uso de cereales integrales, que contienen todas sus vitaminas, minerales, oligoelementos y fibra, al contrario de los cereales blanqueados o refinados. - Consumimos verduras y hortalizas frescas, no industrializadas. - Muchas de éstas últimas no se pelan, ya que son de cultivo ecológico, y no contienen materiales químicos en sus pieles o cortezas. - Las leguminosas nos aportan las proteínas vegetales, sin los inconvenientes de las proteínas animales. - Consumimos ciertas algas, muy ricas en micronutrientes (oligoelementos) - También utilizamos en pequeñas cantidades la sal marina sin refinar, - Algunos de nuestros condimentos se componen de soja fermentada (Miso, tamari, tempeh, etc…) fuente de proteínas vegetales y otros nutrientes de gran calidad. - La dieta macrobiótica amplia resulta perfectamente equilibrada en cuanto a sus proporciones entre hidratos de carbono, proteínas y lípidos, pero igualmente a nivel energético entre sus alimentos contractivos - calentándores y dilatadores – refrescantes.
Carmelo Ruiz Román Instructor y Asesor Macrobiótico de “La Biotika” consultas@labiotika.es
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