supone que si los costes de la empresa son bajos, los beneficios podrán ser mayores, lo que permitirá un margen para llevar a cabo una buena política de precios. Para llevar a cabo esta estrategia la empresa deberá alcanzar costes de producción y distribución más bajos que los de la competencia, de manera que esto le permita bajar sus precios y aumentar, a la vez, su cuota de mercado, es decir, aumentar las ventas de sus productos. Aplicar esta estrategia supondrá conseguir una estructura de costes lo más reducida, sencilla y ligera posible en una empresa, lo que en ocasiones puede llevar a una reconfiguración de la forma de desarrollar todas sus actividades que permita soportar estos costes reducidos. Por tanto, para conseguir aplicar esta estrategia con éxito, la empresa deberá ser buena en ingeniería, compras, fabricación y distribución, ya que estos son los principales campos en los que puede conseguir la reducción de costes. La curva de experiencia de la propia empresa en la fabricación y las economías de escala también pueden contribuir en gran manera a la perseguida disminución de costes, así como la fabricación de productos estándar para facilitar la producción, tener una cartera de productos relacionados de forma que los costes se distribuyan entre ellos, atender a grandes segmentos del mercado para generar grandes volúmenes de ventas, lograr la implantación de una cultura de reducción de costes entre el personal de la empresa, reducir costes en ventas, marketing y publicidad, etc. El liderazgo en precios puede llevar a la empresa a obtener una mayor participación en el mercado, incrementando sus ventas. Llegados a esta situación, si algún competidor opta por entrar en una guerra de precios, la empresa siempre estará en mejor disposición para salir victoriosa de la misma. Esta estrategia puede ser la adecuada para situaciones en las que no haya una gran diferencia entre las diversas opciones disponibles en el mercado o cuando el consumidor presente una elevada sensibilidad hacia el factor precio. Un riesgo de poner en práctica una estrategia de costes es que en un momento determinado, el precio puede dejar de ser el único factor o el más importante por el cual se rige el consumidor, optando por otras características del producto diferentes al precio. Algunos ejemplos de esta estrategia los vemos en empresas como Max Descuento o Zailand en mobiliario y decoración para el hogar; El Corte Chino en bazar; Media Markt en electrodomésticos y electrónica; Aldi, Dia o Lidl en alimentación; Ryanair o Easy Jet en aerolíneas...
8.5.3. Diferenciación Como se ha dicho, las ventajas competitivas externas pueden conducir a una estrategia de diferenciación mediante la cual la empresa comercialice un producto que sea percibido por los consumidores como único, especial o superior gracias a
Teresa Vallet-Bellmunt (coord.) - ISBN: 978-84-697-1552-9
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Principios de marketing estratégico - UJI - DOI: http://dx.doi.org/10.6035/Sapientia98