• En la vía indirecta, subléxica o fonológica la codificación visual no implica un paso directo a la comprensión, ya que no se reconoce la palabra al verla. Es necesario realizar una conversión que permita acceder a la pronunciación de la palabra y al almacén lexical (significado) en el caso de que se conozca en su forma oral. Es decir, al menos en los sistemas de lectura alfabética en los que la unidad de lectura sea tan pequeña como la letra, esta segunda vía implica reconocer cada una de estas unidades mínimas o grafemas, aplicar las reglas de conversión grafema-fonema e integrar estos fonemas en la palabra leída. Una vez transformada en palabra oral podrá ser reconocida por el lector siempre que esté almacenada en su memoria o léxico interno y los logogens auditivos la reconozcan como tal. En caso contrario podrá igualmente ser leída en voz alta aunque sin acceder a su significado. La vía fonológica es necesaria especialmente en las primeras etapas del aprendizaje de la lectura y posteriormente la lectura se realiza mayoritariamente por la vía léxica que es mucho más rápida. O lo que es lo mismo, los mecanismos fonológicos son los primeros. Constituyen el motor de la lectura al posibilitar leer todas las palabras. Es más, según Alegría (2006) la descodificación fonológica funciona según un modelo de autoaprendizaje. Es decir, como un mecanismo autónomo de aprendizaje que permite al lector ir adquiriendo las representaciones ortográficas que permitirán reconocer visualmente las palabras de manera rápida y eficiente (por vía léxica/automática). Con sus propias palabras «el niño aprende a leer leyendo» y, añade irónico, «leyendo él solo, ¡que no se enteren los profesores!» (Alegría 2006, 99). Es importante aclarar que no hay una oposición entre los dos mecanismos de lectura. Lo cierto es que ambas vías, léxica y fonológica, son igualmente necesarias para un buen lector y que su mal funcionamiento dará lugar a diferentes problemáticas: • Los problemas en lectura por vía léxica se manifiestan especialmente en que los niños son mucho más lentos en la lectura de palabras familiares. Vacilan, rectifican con más frecuencia que los normolectores y, en muchos casos, silabean. Tienen poca idea del aspecto visual de la palabra, por lo que suelen confundir las palabras homófonas (p. ej., ola/hola) al depender de la vía fonológica. • Los problemas en la vía fonológica se caracterizan por grandes dificultades y errores en la lectura de sílabas sin sentido, pseudopalabras y palabras desconocidas o poco familiares. Son frecuentes las sustituciones, omisiones, adiciones, inversiones, rotaciones y todo tipo de errores por uso deficiente de las reglas de conversión grafema-fonema. En algunos casos, suelen compensarlo con un uso excesivo de la ruta léxica que se manifiesta por diferentes tipos de errores, como lexicalizaciones (leer mesa por mosa), errores derivativos (panadero por panecillo), de desciframiento (montaña por montador) o errores visuales/analógicos (luna por duna).
M.ª Jesús Presentación Herrero, Rebeca Siegenthaler Hierro, Jessica Mercader Ruiz ISBN: 978-84-17429-29-4
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Dificultades de Aprendizaje en la Educación Infantil - UJI DOI: http://dx.doi.org/10.6035/Sapientia141