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EL HERALDO Dominical
BARRANQUILLA, 17 DE DICIEMBi<E DE 1c;75
Reencuentro con la dignidad extraviada Por HOMERO MERCADO CARDONA Profesor emerita Universidad del Atlantico
uren, en la Costa Atlantica, no conoce la historia de Bocachica. de Bachue, de Chia? l Ouien no escucho o leyo lecciones en que se narran las bravas acetones de la cacica Gaitana? lOuien, junto con el asombro de Ruben Dario, no ha narrado las ,historias que se han urdido alrededor del salto del Tequendama? lOuien, coma maestro de escuela, en cualquier rincon caribe, no estaba obligado a ensenar, en los alias 50, coma debia cultivarse la papa y corno debian ser los sombrios protectores de las cafetales? lOuien no ha estudiado la literatura colombiana que nos habla de cientificos, ge6grafos, escritores, politicos, poetas, filosofos. filologos. oradores y periodistas? lOuien, en fin, no· comprertde· que iuuchas de.. esas cosas, por no decir todas. leidas. estudiadas u oldas no tienen ning1Jn significado cultural para el hombre de la Costa Atlantica, porque le son ex1ralias. distantes. advenlicias a ajenas a su naturaleza cultural, a su idiosincrasia? 1. El sacerdote jesuita Jose Nunez Segura es autor de una bien promocionada Uteratura colombiana. En este libro. de conformidad con lo expresado inicialmente, se estudia la vida y obras de escritores de la mas '!eterogenea actividao: geografos (Caldas); historiadores (Arciniegas); cuentistas (Adel Lopez Gomez); novetistas. (Manuel Mejia Vallejo); oradores (Laureano Gomez, Jorge Eliecer Gaitan); dramaturgos (Luis Enrique Osorio); radiodramaturgos (Guillermo Zuluaga Azuero (a) Montecristo); reriodistas. periocicos y revistas (Alfredo Vasquez Carrizosa. Fidel Cano. Eduardo Santos, Alberto Lleras Camargo, Jose De la Vega, Berta Hernandez de Ospina, Fernando Gomez Martinez, Alvaro H. Caicedo; El Tiempo. El Siglo, El Espectador. El Colombiano, La Republica. Occidente; Semana. Cromos. Revista de la Universidad Javeriana, Repertorio Boyacense. Mita. Arco, Eco. etc). Tambien, en los capitulos correspondientes a humanistas, filologos, tilosofos, sccteloqos, economistas, politicos, ensayistas. criticos de Arte. hace una relacion de escritores, entre los cuales cabe mencionar a Marco Fidel Suarez, Carlos Arturo Torres, Salvador Camacho Roldan, Luis L6pez de Meza. P. Felix Restrepo. Todos estos autores citados, como es facil deducir, son nacidos en el interior del pais. Par el peso de su grandeza historica o por sus excelsas condiciones intelectuales y morales, y cuya omisi6n hubiese sido un desproposito o merecido censura del mundo cultural, se cnan algunos costelios del Caribe: Rafael Tovar Ariza, Rafael Nunez. Miguel Rash Isla. Leopoldo De la Rosa, de quien se enfatiza que era un panarneno radicado en Barranquilla, cuya creaci6n se enmarcaba dentro del mas asombroso desorden; Luis Carlos Lopez. Hector Rojas Herazo, Candelario Obeso y Jorge Artel en el acapite correspondiente a la poesia Negra; Gabriel Garcia Marquez, cuya obra cumbre -Cien Anos de Soledad. solo mereci6 estas lineas: "Le ha traido etoqios, distinciones y premios a granel. Ha triunfaoo en su ambicionada profesion: escritor de novela y cuento": Joaquin Posada Gulierrez, Jose Fernandez ·Madrid, Manuel Zapata Olivella. Meira Delmar (para el autor
no existen poetisas en el pais, dada la mezquina relaci6n de nombres que presenta sin mayores comentarios), Julio H. Palacio, Benigno Acosta Polo (es periodista y nada mas). Si naci6n es un territorio con identidad cultural, racial, ling(Hsticay determinado grade de civiflzacion, se entiende. perfectamenle, que nosotros, los nacidos en la Costa Caribe, en nada nos parecemos a los habitantes del resto del pais, regi6n que suelo denominar la verdadera Colombia. Por lo tanto, nuestras cosas, nuestras obras y nuestro modo de ser tienen que ser diferentes de las que se producen alla, en esos gelidos medios. Es cierto que el hombre costeno del Attantico tiene un concepto amable de la vida, un "savoir vivre" no aslmilable facilmente por quienes son impermeables a ese sentir. Formamos un pueblo que jarnas hiere con una bien escondida gumia eh el momento de los besamanos. Por eso, no somos violentos. Los nombres de Sucre, Uribe Uribe, Gaitan, Galan, Jaramillo, Pizarro, Antequera, Pardo Leal, Cepeda, cada uno en su tiempo y en sus circunstancias sociales o politicas, nos dicen algo. La memoria que de ellos tenemos, recorre limpiamente todos nuestros ambitos, sin que nos cause sonrojos o verguenzas. Nuestras expresiones. a pesar de su singularidad, tienen connotaciones ecumenlcas que facilmente son comprendidas y asimiladas por quienes tienen una vision universal de la vida. Podriamos hablar de la musica. Pero. en este caso, no interesa. Alla en la cima, en media de soles enruanados. se nos desconoce sistematlcarnente, persistentemente,con ·e1 innegable ammo de estimular y petrificar la maf!l!nalidad ·en que nos desenvolvemos. Los beneficiaries son, obvia-
mente, quienes se pregonan duenos y senores de la verdad. la vida y la cultura. Todo se nos ha negado. Deseo demostrar con unos cuantos ejemplos irrefutables la ruerza rle ,nis aseveraclones: el arbol nacional es la palmera del Quindio: la flor nacional, la orquidea; la Univeresidad Nacional tie,ie sub-sedes en Medellin, Manizales y Pereira: tos terrocarriles nacionafes jadean epilepticarnente par Ins montaiias andinas; la cadena cultural de la Tefevisora Nacional se sintoniza unicamente en el vanidosarnente uarnado tri(ngulo de oro; el Banco Popular, en tiempos de la seucodescentralizacion, establecio su sede principal en Cali: las lanchas rapidas para la pesca en las aguas de San Andres, se construyeron en Bogota (?). Por contera, cuando en estas regiones ocurre un censurable acto delictuoso o un hecho que vaya en desrnecro de la adrninistracion publica, los grandes rotativos de Bogota, Cali y Medellin se dan fiesta con sus comentarios sarcasticos, dicaces, poniendo en la picota pubuca las ct-alidades humanas del costeiio caribe. Para ellos, el rooo del Guavio es cosa de poca monta; el saqueo a las areas del Departamento de Caldas, simple boberia: la interr,inable construcci6n de la carretera Bogota-Medellin y c.et trayecto Villavicencio-Bogota, necesidades prioritarias. rr edulares; el Metro de Medellin, una urgencia para la capiral de la Republica de Antioquia. Y cuando los antloquenos hablan de !a Republica de Antioquia ese hecho merece sonrisas y reconoclrnlentos a la raza montaiiera. Pero en el momenta en que un costenc caribe mencione la Republica del Caribe. llueven anaterms y maldiciones. patrioticas para ouienes suqiererr desrnembrar el territorio nacional.