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Stijl
Una nueva forma de ver
Las vanguardias artísticas de inicios del siglo XX son un referente cuando se reflexiona acerca del cambio en la representación de la forma en el mundo moderno, postmoderno y contemporáneo. Su aparición no es casual, es el resultado de una serie de eventos que conforman el entorno adecuado para su desarrollo.
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Durante la primera mitad del siglo XIX la Revolución Industrial en Europa modifica sustancialmente la dinámica social, desplaza a la gente del campo a los centros urbanos. La producción manual cede espacios a la producción en serie.
Las máquinas acelera la vida de manera sin precedentes. Ejemplo de ello, es la locomotora de vapor que reduce considerablemente el tiempo de traslado de las personas y por consiguiente de las ideas, que encuentran en las revistas y gacetas el contenedor perfecto para difundirse, gracias al perfeccionamiento de la imprenta con linotipia que se traduce en la reducción de costos y tiempo de producción.
En el campo de la representación de la imagen podemos mencionar la “popularización” de la fotografía que libera a la pintura de su labor de reflejar al mundo de manera figurativa y muy cercana al realismo. Así mismo, la influencia ejercida por la gráfica japonesa que llega a Europa a través de la Exposición Universal de Londres en 1851 y particularmente en 1862 donde se incluyen las xilografías japonesas conocidas como ukiyo-e caracterizadas por la asimetría en las composiciones, zonas pintadas con colores lisos, figuras planas y elementos distribuidos en ejes diagonales.
Naniwaya Okita; de Kitagawa Utamaro (s/f)
Reflexiones acerca de la Teoría de la forma y la configuración en el diseño editorial
Estos cambios también modifican en el mundo del arte, en la pintura surge un movimiento denominado impresionismo, quienes realizan una representación abstracta de las figuras, descomponiendo la forma en puntos o pinceladas. Rompe con la representación figurativa tradicional y abordando temas cotidianos que son rechazados por los academicistas. De este movimiento destacan, entre otros, Claude Monet, Edgar Degas y Pierre-Auguste Renoir.
Algunos autores consideran al Impresionismo como la primera vanguardia artística, por modificar la representación de la forma, sintetizando algunos de sus elementos y por plasmar la manera en que la luz y la sombra alteran la percepción de la forma. Más allá de si es o no la primera vanguardia, podemos valorar su transcendencia por sentar las bases de la abstracción de la forma que se desarrolla a plenitud en los inicios del siglo XX.

Impresión, sol naciente; Claude Monet (1872)
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Así mismo, se debe ponderar la impacto que tiene en los artistas europeos la exposición de la obra del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright en Berlín en el año 1910, quien emplea formas geométricas, creando planos rectilíneos que rompen con las formas orgánicas del art nouveau. Para algunos autores esta exposición es la precursora del modernismo, el referente de su obra es la “Robie House” construida en Chicago.
Es necesario observar estos cambios de manera fenoménica, ya que la vanguardias y sus artistas no son hechos aislados o secuenciales, por el contrario, se desarrollan en un mismo espacio temporal. Es el intercambio de ideas y la experimentación constante lo que nutre a cada vanguardia, siendo un hecho común que un artista participe en varios movimientos.
Es posible identificar la fuerte influencia que tienen el cubismo y el futurismo en la representación de las formas, recurriendo a la geometrización y los planos múltiples para plasmar el tiempo, así como el movimiento de las máquinas.

Robie House; Frank Lloyd Wright (1910)
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En Rusia se vive una de las primeras revoluciones del siglo XX, junto con el cambio político se instaura un rompimiento la representación pictórica, Kazimir Malevich es la punta de lanza. Su producción artística refleja el camino hacía la abstracción de la forma, transitando por una fase cubista y futurista de la cual surge el suprematismo, nombre que él mismo le asigna. Caracterizado por el uso de el cuadrado, el círculo y la cruz alejándose de las representaciones figurativas.

Cuadrado negro; Kazimir Malevich (1915)
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La búsqueda de la verdad esencial
Al igual que otros pintores de la época Piet Mondrian recorre un camino que lo lleva desde la representación figurativa a la abstracción, así podemos notar su primera etapa naturalista, en la que predominan paisajes con los colores característicos de los Países Bajos, al mismo tiempo que realiza representaciones de objetos individuales como molinos de viento y torres de iglesias.
Aparentemente Mondrian asigna desde esta etapa, un significado un vinculado con la dirección de las líneas, así en un primer momento relaciona lo horizontal con la naturaleza y los espacios artificiales o creados por el hombre con las formas verticales. En este mismo sentido, las representaciones del árbol que es base de su estudio de la abstracción pueden simbolizar la integración de los trazos horizontales y verticales.
Si bien desde su natal Países Bajos ya tiene un primer acercamiento con la abstracción de la forma a través del Impresionismo y el Fauvismo, hay dos hechos potencian esta transición. El primero es el fallecimiento de su madre, que lo lleva a una desestabilización emocional que remediará a través de su acercamiento a la Sociedad Teosófica de Ámsterdam y su viaje París, donde conoce de primera mano los trabajos de Picasso, Juan Gris y George Braque.
En 1909 pinta para la Sociedad Teosófica un tríptico denominado Evolución, esta pieza plasma de manera simbólica la toma de conciencia de las personas a través del desarrollo espiritual. La obra tiene un grado de abstracción medio y se destaca por emplear los colores primarios que serán parte del sello del Stijl, aunque no se puede afirmar que este allá sido el único referente.
Farm scene with the St. Jakob´s Church; Piet Mondrian (1899)

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Tríptico de la evolución; Piet Mondrian (1911)
Específicamente en este tríptico el cuerpo se representa a través de una paleta de tonos azules en las dos primeras piezas el personaje femenino tiene los ojos cerrados. En el panel izquierdo la figura se acompaña en la parte superior por unas flores rojas que algunos interpretan como el orgullo, la avaricia, el miedo y la sensualidad; en el segundo panel, a la derecha del conjunto, se aprecian unas estrellas en color amarillo para simbolizar el amor y la devoción. En el panel central la figura aparece con los ojos abiertos e implementa los círculos y triángulos a la altura de la cabeza en color blanco para representar la toma de conciencia.
En su estancia en París tiene un gran acercamiento a la obra de Picasso y Gris, esto impacta no solo en la paleta de colores que utiliza Mondrian, cambiando los colores luminosos por tonos obscuros y delimitando los planos mediante contornos muy bien definidos en color negro; también afecta la representación de las formas acentuando la deconstrucción de las figuras a través del empleo de los múltiples perspectivas y puntos de luz, característica del cubismo.
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1: Manzano (1908-1909); 2: Árbol rojo (1909) ; 3: Manzano en flor (1912); 4: Árbol A (1913) Piet Mondrian
El estudio que realiza Mondrian con la figura del árbol muestra claramente como transita desde el naturalismo, atravesando por el expresionismo abstracto y el simbolismo hacia el cubismo sintético, estilo que se caracteriza por evitar la representación figurativa del objeto, utilizando en su lugar figuras geométricas y en algunos casos se prescinde la perspectiva.
El proceso de Mondrian es visto por algunos autores como una abstracción literal, ya que va quitando elementos de sus representaciones y en consecuencia va restando la individualidad del objeto, es decir, lo convierte en una forma universal que debe ser percibida a través de su esencia o experiencia estética.
En 1914 Mondrian regresa a los Países Bajos, algunos especulan que el motivo es para visitar a su padre y otros argumentan que es para buscar refugio durante la primera guerra mundial, aprovechando la neutralidad de su país natal. Ubica su residencia en Laren, en donde comienza a escribir textos teóricos reflexionando de acerca de su obra y del arte en general, allí conoce a Theo Van Doesburg quien también realiza crítica de arte.
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Primer número de la revista Stijl (1917) La figura del crítico o teórico del arte, emerge casi de manera natural en este contexto histórico considerando la complejidad formal de las obras y que algunas piezas encuentran su valía en el discurso y no en la realización material de pieza. Los textos escritos por ellos buscan explicar el sentido de la obra y cuales son sus motivaciones.
Algunos autores dicen que es Van Doesburg quien convence a Mondrian de integrar un grupo de Stijl, para publicar y teorizar su obra, no se puede saber a ciencia cierta; lo indudable es que Mondrian y Van Doesburg son los referentes de este vanguardia de artistas, arquitectos y diseñadores fundada en 1917.
El nombre de esta vanguardia significa “estilo” en neerlandés. Propone que sus elementos pictóricos deben estar separados completamente de las referencias a la naturaleza, manifiestan que los deseos individualistas de los pintores deben quedar al margen de la realización de las obras, privilegiando la búsqueda de un lenguaje universal emanado de las formas abstractas.
El Stijl está limitado geográficamente a los Países Bajos, a diferencia de otros movimientos procura una dinámica grupal sustentada en una visión filosófica que se difunde mediante su revista homónima, en dónde dan a conocer sus manifiestos, proclamas y obras. Particularmente Van Doesburg propone encontrar el equilibrio entre conceptos como la naturaleza y el espíritu, lo masculino y lo femenino, lo estático y lo positivo. Esto se ve traducido al lenguaje formal por ejemplo aludir al hombre con la línea recta vertical, la mujer con la línea recta horizontal; la profundidad mediante la línea diagonal y el movimiento a través de la asimetría.
En cuanto al uso de las formas básicas pintadas con los colores básicos y los no colores, hay algunas autores que sostienen que el primero en utilizarlas es Bart Van der Leck, quién realiza una exposición en Laren en 1916 dónde ya recurre a esa paleta de color y estilo de representación formal. Aparentemente ese mismo año conoce a Mondrian consolidando una firme amistad. Por sugerencia de Mondrian se integra al Stijl, pero el paso de Van der Leck por esta vanguardia es efímero, decide no firmar el primer manifiesto y tampoco hay coincidencia respecto a la implementación de la pintura no figurativa y la rigidez geométrica de la pintura neoplástica.
Reflexiones acerca de la Teoría de la forma y la configuración en el diseño editorial
Esta vanguardia tiene un fuerte vínculo con la Teosofía, de la cuál Mondrian era miembro oficial desde 1909, su origen se esta en Rusia con su fundadora Helena Blavastsky, quien hace una interpretación de la filosofía oriental Zen. Se dice que el objetivo de esta secta intelectual es alcanzar la verdad esencial desvinculándose de lo material, así como sucede en el Stijl, que elimina los rastros figurativos y busca llevar al espectador a experiencia espiritual. Tal vez sea este paralelismo lo que motiva a Mondrian y Van Doesburg a enlazar los conceptos de ambos campos, así como Vasili Kandinski en su libro Lo espiritual del arte.
Este movimiento también es conocido como Neoplasticismo, término que surge en 1919, con el regreso de Mondrian a París y la publicación del texto “El neoplasticismo: principio general la equivalencia plástica”. Mondrian permanece allí hasta 1938. Es durante esta etapa que él consolida el uso de las formas y colores emblemáticos del Stijl, es decir las plastas de colores básicos delimitados por cintas negras y espacios en blanco, de los cuales ya no se apartaría nunca.

Reinterpretación basada en el la vanguardia constructivista; elaboración propia (2022)
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Mondrian en sus pinturas busca reproducir el espacio perceptivo frontal a través del mínimo de elementos. El espacio se representa por la intensidad de los colores y el contraste con las líneas negras y las áreas blancas, la aplicación de lo que algunos llaman los “no colores”; también se sustentan en la separación de las áreas ocupadas y vacías; así como por la estructura que divide al plano generando composiciones asimétricas que parten de un nodo o punto focal. Su apego a la líneas horizontales y verticales es tal, que el prefiere girar el lienzo antes que trazar diagonales en sus piezas.
Por su parte Van Doesburg se enfoca en difundir los conceptos teóricos y formales del Stijl, por ello es el principal editor de la revista, así mismo, realiza reuniones, organiza exposiciones y también busca su aplicación a otras áreas como el diseño de mobiliario y artes decorativas. Uno de los ejemplos más claros de estas colaboraciones son los vitrales que desarrolla junto a los arquitectos. Esta difusión lo lleva a viajar a Berlín en 1921 e intentar integrarse como docente dentro de la Bauhaus, pero no es aceptado, por lo cual realiza un curso externo para profesores y alumnos de esa escuela.
Theo Van Doesburg permanece abierto al empleo de la diagonal para representar el volumen y movimiento en sus obras, como podemos observar en su obra “Contra composición V” algunos autores sostienen que estás diferencias creativas son la razón del rompimiento con Mondrian, aparentemente también influye las personalidades opuestas de ambos. Mondrian decide abandonar el grupo original de Stijl en 1924, mientras que Van Doesburg proclama el surgimiento del Elementarismo en ese mismo año; una muestra palpable de esta corriente es el desarrollo del Café L’Aubette en donde colabora con Hans Jean Arp y Sophie Taeuber-Arp en el que se integran tanto el diseño de interiores como el mobiliario.

Postal del edificio de la Bauhaus con intervención manual de Van Doesburg (1921)

Contra composición V; Theo Van Doesburg (1921)
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Café Aubette; Hans Jean Arp, Sophie Taeuber-Arp, Theo Van Doesburg (1924)
Mientras que Mondrian concentra su producción en la pintura, Van Doesburg se permite experimentar en la arquitectura, la escultura y la tipografía. Dentro de su búsqueda se acerca al Dadaísmo y colabora con Kurt Schwitters, incursionando en la creación de poesía dadaísta. Su experimentación tipográfica le lleva a crear un alfabeto decorativo y ponderar el uso de la tipografía sans serif para la composición de los interiores de la revista y los anuncios de las exposiciones.
A pesar de la separación entre Mondrian y Van Doesburg la revista Stijl continúa publicándose hasta 1931, año en que muere Van Doesburg. El último número se edita en enero de 1932 como un homenaje bajo la supervisión de Nelly Van Doesburg la viuda de Theo, quien invita a colaborar a todos los que han sido parte de la vanguardia. La influencia del Stijl permea en el diseño editorial más allá de su propia revista, podemos observar que la revista i10 editada por Laszlo Moholy-Nagy tiende a disponer los elementos de la página en unidades rectangulares vinculadas a través de líneas que dividen el plano de manera asimétrica.

Alfabeto decorativo, Theo Van Doesburg (1919)
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De este movimiento también destacan las creaciones arquitectónicas y mobiliario por parte de Gerrit Rietveld. En 1924 realiza la construcción de la Casa Schröder, en la que se integra tanto el diseño arquitectónico como el diseño de interiores, ambos apegados al Stijl.
De sus diseños de mobiliario destaca el aparador diseñado en 1919 que se basa en una mesa del arquitecto F. L. Wright de 1914, este mueble será representado por Mondrian en una de sus pinturas. Convirtiéndose en un icono del movimiento Stijl. También sobresale la silla Red and blue, que es un icono de esta vanguardia al estar conformada por planos en los que se aplican los colores básicos y los no colores, se dice que el diseño se planifica en 1918 y los colores se le aplican hasta 1924.
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1 y 2: Casa Schröder (1924); 3: Aparador (1919); 4: Silla roja y azul (1923); Gerrit Rietveld
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En arquitectura podemos citar a J. J. P. Oud, quien a pesar de su breve estancia en el grupo Stijl aplica con gran destreza los principios del neoplasticismo, destacan el diseño de la Oficina del Superintendente en Oud-Mathenesse en el año 1923 y el diseño arquitectónico de la fachada para el café De Unie en 1925.

Oficina del Superintendente en Oud-Mathenesse; J. J. P. Oud (1923) Proyecto de fachada para el café De Unie; J. J. P. Oud (1925)
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Si bien esta vanguardia incursiona en múltiples campos como lo son la pintura, la arquitectura, el diseño de mobiliario y el diseño gráfico, no son los iniciadores de este concepto de diseño aplicado, es la Bauhaus quien lo hace, reinterpretando la Escuela de Glasgow.
Con la muerte de Van Doesburg el Stijl se debilita como movimiento, pero no por ello marca su final, podemos identificar dos claros senderos. Por una parte, Nelly Van Doesburg artista multidisciplinaria y viuda de Theo, toma la gráfica Stijl bajo su ala y la populariza a través de sus contactos, consigue que las pinturas de su esposo formen parte de las mejores colecciones de arte moderno y organiza múltiples exposiciones respaldada constantemente por Peggy Guggenheim, con quien tiene una fuerte amistad. Por otra parte, Mondrian continua con el estilo de neoplasticismo tanto en su estancia en Londres como en su residencia final en Nueva York hasta mediados de los años cuarenta.
Victory Boogie Woogie; Piet Mondrian (1942-1944)

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Actualmente podemos encontrar la aplicación los planos de color característicos del neoplasticismo, desde objetos personalizados hasta el mundo de la marcas internacionales. Ejemplo de ello son la línea de vestidos diseñados por Yves Saint Laurent en 1966; la línea de cosméticos de la casa L’Oreal Studio en los ochenta; el equipo ciclista francés “La Vie Claire” utiliza en 1984 una camiseta de competencia inspirada en el Stijl; y la marca de bicicletas Look con su isologo basado en la gráfica de esta vanguardia


Isologo (1983); fábrica de bicicletas Look
Vestido en homenaje a Piet Mondrian; Yves Saint Laurent (1966)
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