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“CUANDO DIOS OPERA NO DEJA CICATRICES”

Hace casi dos años el agente portuario Antonio Cortes Santos, de 8 años se despertó con un problema aparentemente simple

Le nació una espinilla dentro de la nariz, al inicio no le prestó mucha atención, pero de igual manera fue al médico.

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“Fui al otorrino y él que era solo una espinilla, me envió medicamentos para que se me curara. El tiempo fue pasando y el problema fue empeorando. El médico que me atendió dijo que había dejado pasar mucho tiempo y que mi problema solo se resolvería con una cirugía”, relata.

Fe Pr Ctica

Antonio ya frecuentaba la Iglesia Universal. “Empecé a haciendo mis cadenas por mi sanidad. Coloqué mi situación en las manos de Dios y me dije a mí mismo: no me voy a desesperar.”

La situación de Antonio solo empeoraba. “El médico dijo, voy a ser sincero, usted tiene cáncer; le dijo también a mi esposa que yo podría morir, que tenía que sacarme el ojo por lo hinchado que estaba, y si sobrevivía tendría que alimentarme por el resto de mi vida a través de una sonda.

Usando mi fe, le dije a mi esposa que yo no moriría, ya que Dios no dejaría que eso suceda, porque ya entregué mi vida en sus manos”.

Al llegar la fecha de la operación, esta no se llevó a cabo porque el médico dijo que el cáncer estaba muy cerca de una vena del cerebro y era muy peligroso.

Fui al sector de oncología, allí la doctora me dijo que el cáncer era maligno y progresivo, mi esposa le preguntó si habría cura, ella le dijo que como no había aumentado de tamaño se podría realizar 35 sesiones de radioterapia y 3 quimioterapias para intentar combatir el mal.

Dios, seguí participando de las reuniones de sanidad, haciendo todo lo que me enseñaban, también seguí con los tratamientos médicos, me realicé 5 radioterapias y 1 quimioterapia, un día mientras estaba en mi casa me dio ganas de vomitar y boté todo lo que estaba alojado en mi nariz, desde ahí el milagro empezó a hacerse visible, tiempo después fui al médico y pudieron constatar que estaba curado.

Dios me operó, Él extirpó el cáncer que había en mí, gracias a Dios estoy curado.

C Ncer En La Cavidad Nasal

Es una enfermedad bastante rara, existen algunas señales que ayudan a identificarla, como por ejemplo dificultad para respirar por la nariz, pérdida del olfato, presencia de sangramiento por la nariz, congestionamiento nasal, hinchazón y dolores en la cara, heridas o lesiones en la parte superior de la boca después de semanas, dificultades para abrir la boca. Esos síntomas no necesariamente representan la presencia de un cáncer y pueden ser síntomas de otras dolencias o cuadros clínicos que deben ser verificados.

“¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor; y la oración de fe restaurará al enfermo...” Santiago 5: 14

¡Es posible superar la depresión!

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