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“LE TENÍA ODIO A MIS PADRES...”

Tenía mucho odio en contra de mis padres. Delante de la gente era una joven alegre y fuerte, pero cuando estaba sola, la realidad golpeaba a mi puerta.

La tristeza que tenía era tan profunda que sentía un vacío en mi corazón, llegué al extremo de pensar que la muerte era la única solución para todos mis problemas.

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Así me encontraba cuando conocí el trabajo de la Iglesia Universal.

Perseverando en las reuniones fui libre del odio, y de los deseos de muerte, también aprendí que tenía que perdonar a mis padres.

El vacío que había en mi alma fue llenado cuando recibí el Espíritu Santo.

De esa manera fue como logré obtener paz, la verdadera alegría y fuerza espiritual.

Hoy, puedo decir que realmente soy feliz, porque encontré el amor de Dios, que era lo que le hacía falta a mi vida.

En la Iglesia Universal fue donde logré encontrar las fuerzas para poder seguir viviendo y seguir disfrutando la vida junto con mis seres queridos.

••• Srta. Roxy