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del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. El objetivo del consumo y la producción sostenibles es hacer más y mejores cosas con menos recursos. En las fechas navideñas que se avecinan, inevitablemente ligadas a mayor consumo, es un buen momento para que, desde nuestro rol de consumidores, abordemos el consumo responsable. Para ello tendremos que hacernos algunas preguntas que nos ayudarán a tomar decisiones en este camino; la primera y fundamental es peguntarnos si realmente necesitamos lo que vamos a comprar. Después necesitaremos saber cómo se ha producido, ¿sabemos de dónde viene, quién lo ha fabricado o en qué condiciones?. Y también necesitaremos saber qué haremos cuando se estropee, ¿lo podremos arreglar?, ¿está fabricado con materiales reciclables? Y finalmente, ¿hay alguna opción más sostenible para este producto?. Como consumidores institucionales, desde los colegios profesionales, por ejemplo, podemos
poner el acento en cuestiones como el tipo de papel que compramos, ¿es reciclado? y el uso que hacemos de él, ¿optimizamos su uso?, ¿lo reciclamos?; el tipo de electricidad que tenemos contratada, ¿es renovable?; los productos de limpieza que utilizamos, ¿son ecológicos?; cómo hacemos la gestión de los residuos, ¿separamos y reciclamos adecuadamente?; cómo reducir los plásticos de un solo uso buscando soluciones en productos reutilizables y lavables (botellas de agua, vasos de café, cubiertos, vajilla…), reducir los viajes, especialmente en avión implantando sistemas de videoconferencia o reuniones on-line... No debemos olvidar que, como consumidores individuales o institucionales, podemos convertir nuestra capacidad de compra en un importante instrumento de presión. Tenemos en nuestra mano la posibilidad de premiar a los mejores y rechazar a los peores, cumpliendo y fomentando que nuestro entorno avance hacia el cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030.
Ejemplo de Buena práctica
La Dirección General de Protección de Consumidores y Usuarios del Gobierno de Aragón, junto con ECODES han elaborado una Guía de Buenas Prácticas frente al Desperdicio Alimentario que ofrece algunas claves para frenar el alto porcentaje de alimentos que no llegamos a consumir. Esta Guía aporta datos y cambios de hábitos que pueden ayudarnos a aprovechar mejor la comida que compramos. La planificación en la compra, consejos sobre cómo almacenar y conservar, formas de cocinar y propuestas de formación y activismo son las líneas sobre las que se articulan las propuestas. El porcentaje de desperdicio alimentario en nuestros hogares llega al 42% es el más elevado de toda la cadena alimentaria, y con esta Guía se quiere ayudar a conseguir el reto de disminuirlo. Acceso a la Guía
nº 182 g noviembre-diciembre 2019
Profesiones g 15