KCULTURA Los árboles, un recurso natural en descenso En todas las ciudades, en todos los pueblos, podemos disfrutar de espacios repletos de árboles a los que no les damos la importancia que realmente se merecen. No somos conscientes de lo que ellos nos aportan y la necesidad imperiosa que existe de hacerles un seguimiento y un mantenimiento para asegurar su buen estado. Araceli M. Villegas En los últimos años hemos podido observar como el número de árboles de nuestro entorno ha ido descendiendo. Las causas son muy diversas: el clima, la topografía, las características del suelo..., pero no cabe duda de que el factor humano es uno de los factores más importantes. Thomas Crowther, investigador de la Universidad de Yale (EE. UU.), publicaba su investigación en la revista Nature y aseguraba que la cantidad de árboles del planeta se ha visto reducida en un 46 % desde el inicio de la civilización hasta nuestros días. Actualmente, y según el reciente recuento realizado por este mismo estudio, la cifra es de tres billones, 442 árboles por persona. Esta cantidad varía dependiendo del país y de la zona geowww.freeimages.com gráfica en la que nos encontremos; en España, por ejemplo, nos corresponden alrededor de 245 por ciudadano. Anualmente, las actividades desarrolladas por el hombre provocan la pérdida de 15.000 millones de árboles; a pesar de las reforestaciones que se realizan, esta cantidad nunca es inferior a los 10.000 millones. «Si no cambiamos nuestras actitudes sobre el medioambiente www.freeimages.com en trescientos años, unas doce generaciones humanas, los árboles habrán desaparecido del planeta», afirma Thomas Crowther. Una de las medidas más evidentes es la de mantener en condiciones óptimas los árboles de los que disfrutamos en nuestros países. En España tenemos un gran número de árboles que han sido catalogados como «singulares», y el problema es que muchos de ellos son muy viejos y no están recibiendo el mantenimiento adecuado. Precisamente, por esta escasa conservación se produce con más frecuencia la caída de estos árboles, muchos de ellos centenarios, lo que no solo pone en riesgo la vida de los ciudadanos, sino que también hace que se pierda una parte de nuestra historia forestal y de los beneficios que repornº 157 g septiembre-octubre 2015
tan a la sociedad. Justamente, por la importancia que tienen los árboles en las personas, distintas organizaciones se encargan de proteger y promover los valores de la naturaleza. Un ejemplo de ello es Bosques Sin Fronteras, una organización sin ánimo de lucro cuyo propósito, además de salvaguardar, conservar y divulgar los árboles y los bosques del planeta, es realizar programas de viajes en los que el objetivo principal es disfrutar de la naturaleza, aprender a conservarla y aprovechar los recursos positivos que en ella se encuentran. A estos recursos alude el libro publicado por Matthew Silverstone, Blinded by Science. En él se afirma que abrazar un árbol no solo es beneficioso para nuestro bienestar, sino que para el de la naturaleza también. Estar cerca de los árboles no solo mejora la salud general, sino que también tiene efectos concretos sobre enfermedades metales como el trastorno de hiperactividad por déficit atencional, los niveles de concentración, el tiempo de reacción, la depresión e incluso su capacidad de aliviar los dolores de cabeza. Este estudio Museo forestal, Coca, Segovia. demuestra que los niños tienen mejor capacidad cognitiva y emocional en entornos verdes, así como mayores dotes creativas en estas áreas. Museo Forestal Según publicaba El norte de Castilla el Museo Nacional Forestal fue inaugurado el pasado mes de junio en la localidad de Coca, Segovia, como reflejo de lo que el sector forestal ha influido en el desarrollo económico del medio rural. Para ello, alberga distintas especies forestales, vehículos, maquinaria, equipos, uniformes, paneles que explican los medios humanos, las superficies repobladas y los montes gestionados en las distintas épocas por la administración forestal repercutiendo en beneficio de los bosques situados en el territorio español. El museo está situado en una antigua nave que fue usada como almacén de semillas, las distintas celdas que conforman las instalaciones han servido para dividirlo en secciones en las que una parte está dedicada a los árboles forestales y otras a la resina, a las fábricas y laboratorios resineros, semillas, pesca continental, plagas forestales, fauna ibérica, hongos, otras plantas y la administración forestal. Profesiones g 43