Febrero 2014
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84 años de lucha consecuente Keyla Quesquén Responsable Nac. de Juventudes del PCP
La Juventud Comunista Peruana está cumpliendo 84 años de existencia. ¿Qué le propone la Juventud Comunista al mundo juvenil hoy? ¿Qué es ser un joven comunista en estos tiempos? ¿Qué papel debemos cumplir en el partido? Son varias preguntas que debemos responder en los siguientes meses con los eventos nacionales que tenemos. Aquí tenemos algunos trazos al respecto, en una discusión que tiene que hacerse en todos los organismos de la JCP y de manera transparente hacia la juventud en general. Uno de los espacios juveniles donde el neoliberalismo ha impactado más es el mundo universitario y en la educación superior en conjunto. Pero no como creen muchos despolitizando a los jóvenes. Un estudio de la UNFPA del 2013 muestran que un 47% de los jóvenes tienen interés en la política. Y de acuerdo a la Encuesta Nacional de Juventudes del INEI el 75% de los jóvenes viven en zonas urbanas, conectándose el 7 de cada 10 a internet. Entonces no es falta de interés en la política, sino que no encontramos canales para participar adecuadamente. Una causa importante puede ser la forma en que actúan muchos gremios estudiantiles y en general como se desarrolla la política en la universidad, que es igual o peor que la política tradicional en el país. Por un lado en varias universidades públicas - luego de la intervención - se fueron asentando grupos de poder que han devenido en literalmente grupos mafiosos que financian las campañas de los colectivos estudiantiles en las facultades a cambio de colocar ellos los delegados estudiantiles en las Asambleas Universitarias y Consejos Universitarios. Con ese poder luego negocian con sus equivalentes docentes y el resultado es el que vemos. Universidades Públicas tomadas por estos grupos que utilizan mal los recursos públicos y se sostienen con redes clientelistas. Sacrificando en el camino, la calidad académica, la investigación y la gestión de recursos en conjunto. Su mayor triunfo ha sido instalar en la mentalidad de nuestros compañeros con inquietudes de participar en la vida gremial, que la única forma posible es cerrando los ojos y trabajando con uno u otro grupo mafioso. Atrás quedaron los grandes debates del tipo de universidad que el país se necesita, de lo que debe ser un verdadero cogobierno universitario, y del servicio al país
y a las regiones. El sentido de que todo se compra y todo se vende es una de las perversas herencias del neoliberalismo y la intervención fujimorista. Y los comunistas no hemos sido capaces de enfrentarnos a eso en realidad. No podemos excusarnos los que hoy tenemos 19, 22 o 26 años, que eso sucedió antes o que no estábamos aquí cuando todo pasó. Somos la Juventud Comunista Peruana, y por lo tanto una continuidad que asumimos pero que necesita quiebres. La izquierda (cualquiera que haya sido su denominación) ha estado al frente de los gremios estudiantiles la mayor parte de estos últimos 50 años (Desde fines de los 60s del siglo pasado cuando derrotamos al APRA en la FUSM de la UNMSM). Y si bien eso ha cambiado estos años recientes con la aparición de estas redes clientelares, eso no quita el grado de responsabilidad de la situación que vivimos en la vida estudiantil. Esto debe ser sostenido con una sólida dedicación a nuestra vida académica, que está por encima de solo asistir a clases aceptando - en los casos que se da - una formación mediocre o limitada. Necesitamos promover una activa mejora de la calidad académica que combine las iniciativas personales y colectivas con reformas estructurales en nuestras universidades e institutos. Nada de esto es sencillo porque además como jóvenes todo cambia a nuestro alrededor. Crecer es complicado por lo cambios personales que experimentamos. Es una etapa de ajuste social, familiar y emocional en una época donde nada parece seguro. Para quienes entramos a la actividad política la cosa se complica aún más. Nos quita tiempo y en muchas ocasiones nos agotan los discursos de los políticos (de derecha o izquierda seamos sinceros) que tienen poco que ver con lo que hacen en realidad. ¿De dónde sacamos fuerzas para seguir? ¿En quién podemos confiar?. Les mentiría si les dijera que la Juventud Comunista Peruana tiene respuestas a todas estas dudas. Solo puedo afirmar honestamente que creo firmemente que las cosas serían aún peores si dejamos de participar y organizarnos. Y esto se tiene que hacer al mismo tiempo y como parte de un proceso donde crecemos y nos hacemos mejores personas. Un joven comunista tiene que ser un buen estudiante y
un buen luchador. Se nos ha repetido muchas veces la frase de González Prada “Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra” y casi es una moda en ciertos compañeros de izquierda (dicho fraternalmente) que la renovación es un asunto de edad. Que los jóvenes somos los que vamos a “hacer una política distinta porque no estamos contaminados”. Los jóvenes comunistas pensamos que así como estaba errado Gonzales Prada lo están ahora los compañeros que dicen lo mismo con otras palabras. José Carlos Mariátegui escribía en 1930 “Está muy bien... Pero, ¿de qué viejos y de qué jóvenes se trata? Porque yo he visto marchar a los jóvenes fascistas romanos al can to de la “Giovinezza”; hay muchos jóvenes que llevan los signos de la decrepitud en la frente. Y el viejo Jean Jaurés era el espíritu más joven de Francia” (NR: Jean Jaures fue un valiente socialista de 55 años que se opuso a la guerra y fue asesinado en 1914). No nos debe importar si tienen 15, 20, 30 50 o 70 años (o más) sino si quieren mejorar las cosas y que dejemos de una vez por todas los viejos estilos y prácticas que tanto daño han hecho a toda la izquierda (Y de lo que nadie se libra). Y esto incluye a los que se llaman de izquierda pero que proponen las mismas cosas que los neoliberales como la privatización de los servicios públicos junto con sus intolerantes gestos anticomunistas. Una cosa que no debemos desaprovechar como jóvenes comunistas es que tenemos una historia de más de 8 décadas. Y podemos y debemos aprender de las cosas positivas y de todas las metidas de pata que hemos tenidos estos años. Si No aprendemos de nuestros errores simplemente los repetiremos con toda seguridad. Y recordemos en estos días a A Jorge del Prado, a Isidoro Gamarra, a Rafael Basantez, a Eduardo Valdivia Salas y a tantos más que dirigieron la Juventud Comunista Peruana. A ellos recordemoslos con el afecto que se le debe a quienes dieron sus mejores años a construir el partido en el que hoy militamos. Y seguramente con errores pero con la sincera intención de que pudiéramos tener en el Perú que como decía Mariátegui una revolución que no será ni calco ni copia sino creación heroica.