En Río Ceballos, la inundación llegó hasta los dos metros de altura. Arrancó árboles de gran porte, destruyó viviendas, pasarelas, calzadas y muros costaneros
contribuyó el desmonte de bosque nativo. Según estimaciones de investigadores del ISEA, en siete años se perdieron dos 2000 hectáreas de bosque en esta zona. Como el agua tiene pocos obstáculos en su recorrido, los mayores riesgos de inundación recaen sobre las ciudades. Lo opuesto sucede en los espacios de mayor cobertura vegetal.
Villa Allende, la salida del agua En las horas pico de la inundación del 15 de febrero, las calles centrales de Villa Allende se convirtieron en ríos. Esto tiene relación con la geografía de la región: la “puerta” de salida del agua de toda la cuenca es la ciudad de Villa Allende.
Un tobogán
El trabajo científico se titula “Evaluación posterior al desastre: impacto de las inundaciones ocurridas el día 15 de febrero de 2015 en la cuenca del Río Ceballos – Saldán”. Forma parte del proyecto “Efectos de los cambios de cobertura y uso de la tierra en cuencas hídricas en la provincia de Córdoba: impactos y riesgos socio-ambientales”, que cuenta con el aval de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC (2014-2015). Fue realizado por Alicia Barchuk y miembros del Equipo de Ordenamiento Territorial del Instituto Superior de Estudios Ambientales de la UNC, que vienen trabajando en la temática de cuencas.
Los especialistas denominan “pendiente” a la inclinación del terreno en relación con un plano horizontal. Por ejemplo, si en una zona hay 10% de pendiente, significa que el suelo se eleva 10 metros cada 100 metros. La cuenca estudiada es una región de altísima pendiente. Ello se puede observar en el mapa que registra esta variable, donde se identifican miles de hectáreas con niveles de pendiente de entre el 18% y el 60%. De esta forma, la zona de las Sierras Chicas se presenta como una especie de “tobogán” por el que se desliza el agua de las lluvias, lo que se potencia por la escasa cobertura boscosa y la gran presencia de piedras y superficie urbanizada que facilitan el escurrimiento del agua. En las zonas de baja pendiente, ubicadas mayormente en las ciudades, el agua tiende a estancarse.
141 El tercer planeta