Ancoallu o Hancohuallu jefe de los chancas, que después de haber amenazado el Cusco se retira derrotado por las montañas de Bombón y de Huánuco hacia Chachapoyas y Moyobamba. Poniendo por delante a sus mujeres e hijos marchó por el valle del río Mayo, y fue a instalarse a orillas de la pequeña laguna Suchiche cerca a Tarapoto; hoy sólo queda el nombre de Suchiche. Este grupo humano se asentó y creció, ocupando las zonas de los ríos Shilcayo y Choclina, conocido como la zona de Izanguypampa. Se alimentó principalmente de la caza y la pesca que eran abundantes pero, con el devenir del tiempo, la fauna silvestre empezó a agotarse en esta zona, por lo tanto, estos moradores se vieron obligados a desplazarse a otras zonas en busca de animales para cazar. ? Primera expedición. Por información recogida por los autores de
los pobladores más antiguos del distrito de Sauce, se conoce que dos habitantes del núcleo humano de Izanguypampa, de las familias de Puro Sangama y Amasifuén Sangama, descendientes de los chancas, tenían conocimiento de la existencia y abundancia de especies de animales silvestres para la caza, en la margen derecha del río Huallaga. Entonces deciden organizar una cacería de varios días en esta zona. Armados con sus respectivas escopetas, machetes y un perro de caza cada uno, se desplazan hacia las orillas del río Huallaga; lo atraviesan en precarias canoas cerca de la desembocadura del río Mayo, así pasan a la margen derecha del Huallaga. Continúan su marcha por esta orilla aguas arriba hasta encontrar las minas de sal, muy cerca del caserío Machungo, aquí se aprovisionan de esta sustancia que les va servir para comer, y el proceso de conservación de las carnes (salado, secado o ahumado), producto de la cacería. Aquí obtienen información de la existencia de abundantes animales para cazar en la zona de las alturas de la margen derecha del río Huallaga. Estos cazadores siguen el curso aguas arriba de la quebrada de Maray, que desemboca en el río Huallaga, inician el ascenso del
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