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Martes 91 de deAbril agosto de 2011 Viernes 2011
Gancho al Hígado Sustancias prohibidas y boxeo Por José Sulaimán Chagnón Presidente de Consejo Mundial de Boxeo
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staba mi hijo Mauricio de pequeñito en el hospital, con un serio problema bronquial, cuando fui nombrado, ya como secretario general del CMB, para mi segunda representación en el extranjero para una pelea de título mundial de peso mosca entre el campeón Erbito Salavarría, de Filipinas, y el venezolano Betulio González. Esa pelea fue un verdadero drama, pues los representantes de Erbito exigían el pago antes de la pelea al que llegó a ser uno de los mejores promotores latinoamericanos en toda la historia, Rafito Cedeño, a quien con el tiempo llegué a tener en mi más alta estima y a quien mando mi afecto allá en el cielo, donde seguro está. Llegaba Rafito corriendo cada hora con todo y su corpachón de una tonelada, portando bolsas con dinero, hasta que se arreglaron y pudo hacerse la pelea que fue en su entorno toda una novela; hubo gritos desde que terminó el primer round que alertaban de un botecito, que usaba la esquina del campeón, conteniendo un líquido amarillo, que a mitad de la pelea les fue confiscado. Era 1971 y no había entonces ningún reglamento antidopaje, pero permanecí en Maracaibo 10 días al no permitírseme volver a México hasta que se tuviera el resultado del laboratorio, escondiéndonos de un grupo numeroso de periodistas locos tras la noticia. Cuando le comuniqué al equipo filipino los resultados era de noche; se trataba de una botellita con miel de abeja y un alto contenido de anfetaminas. Sus ojos me indicaron claramente, sin palabras, que Erbito no lo sabía, y yo hace 40 años sólo sabía que se vendía bajo receta médica en farmacias.
Recuerdo cuando le informé por teléfono a mi amigo, el ya fallecido Jim Deskin, comisionado de Nevada y del Consejo Mundial de Boxeo, él gritó: “¿Qué? ¿piensas recomendar el desconocimiento de un campeón porque tomó miel con unas pastillas?”. Esto se convirtió en uno de los más grandes escándalos del que yo tengo memoria hasta la fecha, cuando el campeón fue desconocido, al grado de que se hicieron manifestaciones frente a la Embajada mexicana, con toda clase de cartelones agresivos contra mí, cuando ni siquiera voté y hasta Deskin me mandó “al carajo”. Ahí empezó mi profundo interés por saber qué drogas había en el boxeo e inicié un programa tendiente a establecer reglamentos y una política sobre qué sustancias o medicinas se podrían aceptar y cuáles no, de manera que cuando fui elegido por primera vez en 1975 presidente del CMB, cuatro años después del incidente, fue uno de los primeros acuerdos en Túnez, que pusimos a consideración del Consejo Médico del CMB, al que se le dio validez para el estudio de las drogas. Eran años donde sólo el COI tenía su reglamento, pero no así FIFA, MLB, NFL, NHL, etc. Y el CMB decidió, por consejo de nuestros médicos, prohibir el uso de cualquier tipo de estimulantes, sin meternos en lo absoluto en otro tipo de drogas. Y es que cada deporte es diferente, especialmente el de aficionados, que ha encontrado incontables métodos para lograr romper récords deportivos hasta que se les descubre, y otra cosa es el boxeo profesional, en donde se pelea por dinero, con el boxeo siendo tan sui géneris que tiene muchas otras consideraciones de las que el deporte amateur carece.
En nuestros tiempos no pensábamos que los esteroides tuvieran ningún efecto para crear diferencias en el boxeo, porque el esteroide promueve el aumento de masa muscular, y eso los hace pasar a otra división donde se enfrentarán a un boxeador con su mismo peso sin crear o existir diferencias; sin embargo, el CMB creó ese reglamento en respeto al COI, que sí lo implementó. Pero, en el CMB continúan las dudas, porque cada boxeador es libre de tratar de pelear en su peso natural; pero no es así, porque en cuestión de pesajes hay muchos que en lugar de aumentar tratan de disminuirlo. ¿Cuántos hay que cometen sacrificios hasta inhumanos para bajar y dar el peso de su división? Por lo que concluyo que es mucho más peligroso someterse a los daños físicos a los que sus entrenadores los obligan, porque ello los conduce a muy serias etapas de deshidratación, que es el más peligroso enemigo de un deportista. Al boxeo, y en especial al CMB, le interesa evitar el consumo de estimulantes, porque éstos pueden cambiar la mentalidad de un boxeador hasta más allá de los límites de la resistencia humana; también nos interesa prohibir como medio de protección física o mental, cualquier otra droga que les provoque a nuestros boxeadores un mal que los dañe para el resto de su vida. También es nuestra obligación determinar mínimos permitidos de las drogas prohibidas, pues el simple hecho de estar en un lugar don-
de se esté fumando marihuana, hará que una persona que respira ese aire, arroje en pruebas de laboratorio un bajo nivel de esa droga, como le ocurrió al ya fallecido y extraordinario boxeador Gilberto Román, cuyas pruebas después de una pelea contenían un muy bajo nivel de eso. Como filosofía en las drogas, el CMB concede, por ser dignos de consideración, el darle a los púgiles todas las oportunidades habidas y por haber, para que demuestren su inocencia. También debe existir un protocolo para que se les dé audiencia en la demostración de la intención, como por ejemplo los cinco grandes futbolistas que comieron carne y que coincidieron con una sustancia que sí puede contener la carne, por ello felicito a la Federación Mexicana de Futbol que, de seguro, comprobó la alta posibilidad de la inocencia de los deportistas y finalmente los liberó. El CMB seguirá estudiando la absoluta relación de estimulantes que deben ser totalmente prohibidos, pero bajo el consejo de nuestro asesor de antidopaje desde hace ya varias décadas, el Dr. Donald Catlin, de UCLA, uno de los expertos más reconocidos en el mundo sobre dopaje en el deporte, para establecer aquellas que realmente influyan en el deporte del boxeo. En el pugilismo no hay inyección de sangre, ni nada por el estilo; quizá sea el deporte más violento, pero es también el de los más pobres, cuyo interés, además de la gloria, es ganar.
Palco Deportivo ¿Y la salsa?... Por Alfredo Domínguez Muro aldomuro@aol.com
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umpliendo con las expectativas el ChivasPumas resultó ser un buen partido de futbol con jugadas para los dos lados, una gran actuación del “Pikolín” portero y de Luis Michel también. Sin embargo y como dicen en mi restaurante de carnitas favorito: “No hay buen taco sin salsa” y de esta manera al Chivas-Pumas le faltó eso precisamente, el gol que definiera o que permitiera más anotaciones de los dos equipos, de hecho el entradón que hubo en el Omnilife se quedó con el nudo en la garganta y por eso quizá al final se escucharon silbidos y hasta abucheos. Y por otra parte… ¿QUÉ PASA CON CHRISTIAN BENÍTEZ? El ecuatoriano que en Santos y en la selección de Ecuador se comía la lumbre a puños, aquí en el América se está acostumbrando peligrosamente a esta chocante costumbre de fallar muchas, y que no nos salga el “Maistro” Reino-
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so con aquello de que hubo oportunidades, me gustó el equipo pero no entraron, a Benítez lo trajeron precisamente para meter los goles que ni Vicente Matías Vuoso, ni Vicente Sánchez, ni el corrido Esqueda hicieron para la causa americanista en los últimos tiempos. Algo pasa con el América que estos jugadorsotes se vuelven chiquilines al momento bueno, aquí era la gran oportunidad para mostrarse justamente ante el Barcelona. NO SOLO HAY QUE APEDREAR EL RANCHO Toluca se cansó de llegar una y otra vez, pero fallaron mucho y esto del futbol, hay que recordarlo, se gana con goles, así que los abucheos y silbidos en la Bombonera son más de frustración por lo que no se hizo que por lo que sí hicieron… !Así de fácil!.
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