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Concepción, Miércoles 13 de abril de 2016
El Penquista Ilustrado | 9 Daniella Latorre Beltrán
Por Daniella Latorre Beltrán
L
ípidos mediante el fitoplancton para estudiar los cambios climáticos y de vegetación a lo largo del tiempo en un centenar de lagos de la zona centro y sur del país, es lo que realiza Sergio Contreras Quintana, quien fue parte de la primera generación de Biología Marina de la Ucsc; se transformó en docente y 4 años más tarde comenzó a estudiar un doctorado en Oceanografía en la UdeC. Fue justamente en la tesis de este doctorado, donde el profesor. Donde el profesor empezó a trabajar con sedimentos y lípidos del mar frente a la costa de Perú. “Siempre quise estudiar la naturaleza, pero biología marina no era lo que pensaba, creía que se podía ser más libre en el mar y no… pasaba más tiempo en un laboratorio haciendo informes”, dijo el profesor Sergio Contreras. Producto de esta tesis, en 2008, el investigador fue becado por la Sociedad Max Planck de Alemania para realizar estudios e investigaciones relacionando los cambios oceanográficos con bacterias. “Lo encontraba súper difícil, porque son procesos que ocurren a diferente escala, ya que lo que queda en el sedimento es algo del pasado, y las bacterias están vivas”. Fue, entonces, cuando comenzó con el proyecto de extracción de material orgánico para analizar su estructura, componentes, reacciones y variantes, entre otros. En enero de 2011, el académico viajó a Estados Unidos para realizar un proyecto de extracción y análisis de lípidos -compuestos orgánicos insolubles en agua- de más de 600 años. Después de 3 años regresó a Chile a implementar y ejecutar todo lo que había aprendido. La Ucsc fue de gran ayuda para ello, ya que le habilitó un laboratorio, en el cual se pueden hacer los estudios necesarios para el correcto funcionamiento de la investigación. Ésta consiste, básicamente, en estudiar los lípidos que se forman al contacto de los carbonos de la atmósfera con el fitoplancton -organismos vegetales que se encuentran en el mar.-, según explica. Este estudio tiene una gran particularidad, ya que los lípidos son parte fundamental de un organismo. Algunos se preservan en reservorios, y cuando el cuerpo celular muere, parte de su membrana queda almacenada en los sedimentos marinos o en los lacustres (lagos) y entregan información de cuando el organismo vivía; esto puede ser de muchos siglos anteriores, ya que se ha reportado vida en edad geológica gracias a estudios de lípidos. “El sedimento es como un libro… la primera página es lo más reciente en la historia que
׀׀El profesor extrae lipidos que forman parte de la membrana del fitoplancton; éstos le dan rigidez a los organismos ayudando a que no pierdan agua o componentes esenciales para la vida.
Sergio Contreras Quintana
Cambios climáticos en 100 lagos de Chile investiga profesor de la Ucsc •
Sólo cinco personas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción se adjudicaron el proyecto Fondecyt, que destina alrededor de 60 millones para la investigación.
“LAS MUESTRAS SON MUY CARAS” Cada una cuesta al rededor de 300 dólares (203 mil 400 pesos), desde que se extrae el compuesto, hasta que se envía a analizar al extranjero.
estás contando…y la última es lo más antiguo”, ilustra el investigador. Para este proyecto, debe estudiar los lagos y la superficie del lugar un año antes de comenzar el análisis propiamente tal, ya que debe observar los cambios que se producen en temperatura, vegetación y clima. Todos estos factores, entre otros, harán del resultado final, algo más cercano a la realidad. “Si se logra calibrar el proyecto, se podrá sacar una muestra del fitoplancton; convertirlo en lípidos y después analizar
cómo fueron los lagos en el pasado”, explica. Esta investigación está en vías de desarrollo, ya que en 2015 el profesor Sergio Contreras Quintana la postuló al Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico y se la adjudicó. Fondecyt financiará gran parte del proyecto ($60 millones) que durará tres años. “Estos estudios nunca se han realizado en el país”, destacó el profesor Contreras, ya que es un análisis caro: una muestra, desde que se toma hasta que se saca un compuesto, cuesta
100 dólares en EE.UU (67 mil 800 pesos) pero en Chile implica 300 dólares por muestra (203 mil 400 pesos). Sergio Contreras (42), trabaja con alumnos de pregrado, quienes realizan la parte metodológica de los estudios. La primera alumna que se graduó con el profesor es su asistente de investigación y también colabora una tesista, un estudiante de magister en Medio Ambiente, dos investigadoras anexas a la universidad y científicos de Estados Unidos, quienes analizan las muestras enviadas.