16 | El Penquista Ilustrado / Deportes
Concepción, Miércoles 8 de julio de 2015
Graciela Delgado Contreras, seleccionada nacional:
“Trato de superarme a mí misma” •
En 2012, luego de enterarse de la reapertura de Pedagogía en Educación Física en la Ucsc, convenció a sus padres e ingresó a dicha carrera, tras haber estudiado un año Nutrición y Dietética en la UdeC y dos en Ingeniería Comercial de la USS. La obtención de la beca deportiva reafirmó su decisión de convertirse en profesora.
Matías Lagos D.
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oce horas de diferencia existe entre el huso horario de Chile con Corea del Sur. Al sudoeste del país asiático se encuentra la ciudad de Gwangju: el escenario de los Juegos Olímpicos Universitarios 2015 que comenzaron el 3 de julio y finalizan el 14 donde compite como integrante de la Selección Nacional de Voleibol femenino, la estudiante de cuarto año de Pedagogía en Educación Física de la Ucsc, Graciela Delgado Contreras, de 24 años. Esforzada y sacrificada, puesto que entrena los fines de semanas en Santiago, Graciela Del Pilar, es la única representante de la región que está en el plantel femenino de vóley, compitiendo en Gwangju 2015. Dice amar el voleibol, pero también es cauta al considerar la escasa atención mediática a la disciplina que ella practica. En esta ocasión, conversó con el semanario de su casa estudiantil, El Penquista Ilustrado. “No soy de buscar referentes, trato de superarme por mí misma”, admitió la joven deportista, desestimando esa idea y, valorando, por sobre todo, su trabajo. -¿Por qué sus padres no querían que estudiara su actual carrera? -Por los típicos prejuicios que hay con las carreras de Pedagogía, en especial con la de Educación Física. Por lo general es poco valorada, se ganan pocas lucas y el esfuerzo es mucho. Picoteas por aquí y por allá en varios trabajos. Por eso, mis papás querían que tuviera una mejor calidad de vida, pero se dio la oportunidad en 2012, cuando se reabrió la carrera en la Ucsc. Me dieron una beca deportiva, y ahí mis padres me dijeron que hiciera lo que yo quisiera, y que dependía de mí hacer bien las cosas. -¿Cómo financia los gastos de los viajes cuando va a sus entrenamientos? -Para este proceso de selección, la universidad me postuló. Eligieron a 22 jugadoras y quedé. Tuve que viajar todos los fines de semana a Santiago; la universidad me pagó los pasajes y el Instituto Nacional de Deportes (IND) el alojamiento y la alimentación. No tuve que gastar nada. Viajaba los sába-
dos muy temprano; entrenaba en la tarde, los domingos lo hacía en la mañana y en la noche volvía a Concepción. -¿Se siente referente de la región con en este deporte? -Sí. Me siento abanderada por los voleibolistas de la región. Con esta oportunidad espero representarlos en el esfuerzo que hacen todas las personas de regiones-al ingresar a los deportes colectivos- para entrenar en Santiago. Además me ha ido bien en la universidad y mucha gente me ha entregado su apoyo, deportistas de otras disciplinas incluso. Me siento orgullosa de representar a Concepción. -¿Cómo se ha adaptado a compartir con compañeras de equipo que, en su mayoría, son de Santiago? -Hay otra niña que es de Talca. Todo el resto estudia y vive en Santiago. No hay ningún problema porque el grupo es unido. Todas nos llevamos bien. No hay rivalidades y siempre la competencia fue sana en cancha. Obviamente tratamos que sea lo más objetiva posible desde la mirada del entrenador. Santiago es Chile, es la realidad, pero siempre hay gente en otras partes que se esfuerza, se destaca y puede salir adelante. -¿Cuál es su referente en este deporte? -Ni chileno ni internacional tengo. No soy de buscar referentes, trato de superarme a mí misma solamente. -¿Ha cumplido sus sueños de infancia? -Nunca he tenido un sueño fijo. Comencé jugando en el Colegio Chileno-Árabe de Chiguayante y después me cambié al Colegio Concepción de la misma comuna. Practicaba varios deportes. Mis padres me dijeron que tenía que escoger uno y elegí el vóley. No he pensado en ser la mejor jugadora de Chile o salir campeona. Todo lo que me ha sucedido han sido oportunidades que he sabido aprovechar y que me han pillado bien preparada. -¿Cómo recuerda su debut? -Tengo vagos recuerdos. Mi primer partido tuvo que haber sido por la Asociación Deportiva Cultural integrada de colegios Particulares de la Región del Bío Bío (Adicpa), en 2003
ó 2004, cerca de mis 14 años. De esa época todo era “bacán”. -¿Cuáles son sus expectativas de los Juegos Olímpicos Universitarios? -Obviamente todo esto es enriquecedor. Espero sumar experiencia, tanto deportiva como personal. Estar en otro país, al otro lado del mundo; otra cultura, otro idioma, me sirve en mi vida. -¿Cómo controla la ansiedad antes de un partido? -Los nervios y la ansiedad siempre van a estar antes de un partido. Me preparo sicológicamente para lo que se viene y trato de motivarme, reflexionando el por qué estoy jugando. También escucho música, y al entrar a la cancha, grito y celebro. Todas esas cosas me ayudan a mantener cierto control de la ansiedad y del estrés. -¿Cómo ve el voleibol en Chile? -El voleibol en Chile ha aumentado su nivel. En el beach volley tenemos la dupla de los primos Grimalt que representan muy bien al país en el extranjero. Además los equipos masculinos han log rado clasificar a mundiales.
-Después del voleibol, ¿qué viene para usted? -Ahora que juego vóley playa (beach volley) le tomé más gusto porque siento que uno puede plantearse más objetivos alcanzables, a diferencia del voleibol de piso. Quiero entrenar el beach para jugarlo en el próximo verano de manera competitiva. Cuando regrese a Chile, estaré de nuevo en el voleibol universitario.