Re-pensando el Campus desde el paisaje Miriam García García Grado en paisajismo
En un mundo globalizado y en constante crecimiento la toma de conciencia
Y es que esta relación renovada entre sociedad y entorno, entre lo natural
de nuestro entorno es una cuestión fundamental para combinar las
y cultural, no es otra cosa más que la construcción de nuevos paisajes.
dinámicas naturales con los procesos relacionados con el uso del territorio
“En efecto, el paisaje puede interpretarse como un producto social, como
y la urbanización. Por eso este año hemos querido trabajar en el Campus
el resultado de una transformación colectiva de la naturaleza y como la
de la Universidad en Villafranca. Y desde allí iniciar un proceso de
proyección cultural de una sociedad en un espacio determinado. Las
investigación a través del diseño que nos llevara desde la escala de la
sociedades humanas han transformado a lo largo de la historia los originales
política a la del jardín, a través de la creatividad ecológica inscrita en el
paisajes naturales en paisajes culturales, caracterizados no sólo por una
lugar. Esto nos ha permitido identificar un gradiente de estrategias, planes
determinada materialidad (formas de construcción, tipos de cultivos), sino
y proyectos que van desde la definición de una agenda ecológica para el
también por los valores y sentimientos plasmados en el mismo. En ese
Campus hasta el diseño de un juego: okupakampus. Las propuestas, a la
sentido, los paisajes están llenos de lugares que encarnan la experiencia
vez estratégicas y tácticas, se han llevado a cabo desde la perspectiva del
y las aspiraciones de los seres humanos. Estos lugares se transforman en
paisaje como infraestructura remediadora de las relaciones ecológicas y
centros de significados y en símbolos que expresan pensamientos, ideas
regeneradora del espacio público. Porque el paisaje mismo es el medio por
y emociones de muy diversos tipos. El paisaje, por lo tanto, no sólo nos
el que deben pasar todas las transacciones socio-ecológicas. Los proyectos
muestra cómo es el mundo, sino que es también una construcción, una
persiguen intervenir en los sistemas (sociales y ecológicos) facilitando su
composición de este mundo, una forma de verlo” (Nogué, 2007, 12).
recuperación autónoma y su capacidad de auto-organización, dotándolos así de una mayor funcionalidad y resiliencia. Todo ello incluso asumiendo resultados inesperados o no planificados. Y al mismo tiempo, manteniendo las cuestiones culturales, fenomenológicas y botánicas como elementos identitarios de una disciplina: el paisaje, que se reconoce capaz de afrontar los retos de la sociedad contemporánea.
Nogué. (2007). El paisaje como constructo social. In Joan Nogué (Ed.), La construcción social del paisaje (pp. 11–24). Madrid: Paisaje y Teoría. Biblioteca Nueva.
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