relatos despertar tras 50 años

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CUADERNO RELATOS DESPERTAR TRAS 50 Aテ前S DBH 1A

Txorierri institutua 2012-201


¿DONDE ESTOY? Me desperté, me dolía la cabeza, no fue en la cama, como todas las mañana, estaba en una montaña, debajo de un árbol. Pensé que había pasado la noche ahí. No me quería ni imaginar la bronca que me iba a echar mi novio. Miré mi reloj pero no funcionaba y estaba viejo y roñoso. Algún gamberro me lo habría robado! Porque el mío era muy bonito y nuevo.

Decidí volver a casa, pero no había nadie. Entonces fui a casa de mi madre como solía hacer todos martes. En la casa no había nadie así que fui al cementerio a ver a mi padre fallecido y a dejarle unas flores. Por el camino la gente llevaba ropas raras, distintas a las mías. Cuando llegué al cementerio... Estaban todos ahí! No me lo podía creer! Mi novio, mi madre... y además ponía que habían muerto en el 2012... Pero si era el 1975! ¿Qué ocurrió? ¿ En qué año estábamos en realidad? Un escalofrío me recorrió toda la espalda.

Libe

RELATO


Cuando me desperté, me dolía muchísimo la cabeza y no sabía dónde estaba. Me puse de pie, y comencé a andar, vi que no era una niña de doce años, y cuando me acerqué a un cercano lago y miré mi reflejo vi que era una señora que rondaba los 60 años. ¿Qué había pasado? Empecé a buscar el camino de vuelta a casa y con un dolor impresionante en la espalda llegué a mi pueblo donde todo el mundo me observaba. Todo era muy distinto a lo que yo recordaba, y la gente vestía con diferente ropa a la que yo llevaba, la mía era vieja, y estaba muy gastada. Al ir a mi casa, me encontré con que había una familia que no era la mía viviendo en ella. Rápidamente fui a una cabina de teléfono y llamé a mi hermana, pero nadie contestó. Entonces me di cuenta de que habían pasado muchos años desde que me quedé dormida. Comencé a andar y vi a una señora a la que se parecía bastante a una de mis amigas. Me acerqué a ella y sí, Maite era una señora de 60 años que me reconoció rápidamente. Me preguntó dónde había estado todo este tiempo y yo le contesté que no lo sabía, y entonces me ofreció a ir a su casa a tomar un café y a conocer a su familia. Ella tenía marido, hijos... Cuando le pregunté a ver si había visto a mi familia me dijo que mis padres ya no vivían aquí y mis hermanos se habían ido a Estados Unidos por falta de trabajo. Entonces Maite me ofreció quedarme a vivir con ella porque no había muchas casas que se vendieran y yo no tenía ni una pizca de dinero, la verdad.

Gabriela


50 días en el bosque

Hoy me he despertado en un bosque, no sé qué hacía allí. Sólo recuerdo que mis amigas y yo estuvimos cogiendo fruta de los árboles. Me levanté y me fui a mi casa, mientras me dirigía a casa veía un montón de casas viejas y a mucha gente con ropa rara y que yo no conocía. La gente miraba como diciendo quién es éste, pero yo seguía mi camino. Al llegar, vi que en mi casa vivía una familia que no era la mía. -¿Qué hacéis vosotros en mi casa? - Les pregunté un tanto aturdido. -Una familia que vivía antes aquí nos la vendió. Yo no sabía qué hacer y les pregunté cuánto tiempo llevaban allí y me respondieron que más de 50 años. Me di la media vuelta y salí de la casa anonadado. Me quedé dos días observando a la gente que entraba en esa casa, para ver si se me hacían familiares. Había caras que me resultaban conocidas, pero no sabía si era mi mente la que me estaba jugando una mala pasada. Les pregunté si les sonaba de algo, pero me tomaban por loca, así que desistí, y me marché pensando en alguna otra solución para saber de dónde provenía o porqué no conocía a nadie, pero... ¿Cómo? Esa era la pregunta que me hacía: Si nadie me conocía, !Cómo iba a saber quién era! Algo complicado, pero tampoco podía dejarlo así; nunca llegué a saber qué pasó aunque sí conseguí mezclarme entre ellos como uno más. Mis miedos y dudas siempre permanecieron en mí...

Maialen


MI VIDA DESPUÉS 50 AÑOS Hoy me he despertado en un

lugar extraño y con un aspecto diferente, mis rasgos no eran los de un chaval de doce años, sino que era más alto y más fuerte, como un hombre adulto. Mi cara también era diferente, tenía barba y el pelo de mi cabeza se había vuelto un poco blanco. Al principio, pensé que era un sueño, pero a medida de que pasaba el tiempo me iba dando cuenta de que no, que era real... Miré a mi alrededor y solo vi paredes húmedas y oscuras, parecía una cueva. Salí de aquel lugar y a lo lejos reconocí mi pueblo y me dirigí hacia allí. Cuando llegué al pueblo, la gente me miraba como si fuera de otro mundo, las ropas que ellos llevaban eran diferentes; la mía estaba vieja y rota me quedaba corta y estrecha. Yo también les miraba extrañado a ellos (ya que no se parecían a lo que yo recordaba)... Cuando me acercaba a lo que creía ser mi casa, me crucé con dos ancianos, muy curiosos al verme. De repente, uno de estos me dice: -No me suena el haberte visto por aquí, ¿de dónde eres? -A lo que yo contesté. - Yo juraría que soy de aquí. -¿y cuál es tú nombre y tus dos primeros apellidos? Cuando se lo dije y entre ellos se pusieron a susurrar: -¿Y si él fuera nuestro hijo desaparecido? -Puede ser, puede ser. Tiene los mismos apellidos que nosotros...


Cuando se aseguraron de que era su hijo y me convencieron a mi también, fuimos a su casa, entramos y la reconocí (aunque había algunos cambios, como no). Me contaron como fui al bosque a dar un paseo y no volví...

Mikel


RELATO

Egunon. Hoy me despierto con un fuerte dolor de cabeza, y es que no sé realmente dónde estoy. He abierto los ojos, y sí, veo una cama, es mi cama. Puedo ver unos pocos rayos de sol entrando por mi amplia ventana. Pero algo no cuadra, todo está diferente a cuando ayer me dormí. Todo, o casi todo. No están ni mi mochila, ni mis libros sobre la mesa, ni la ropa para hoy, ni siquiera la ropa, o las sábanas que recuerdo que llevaba. Nada es igual. No será mi casa, pienso, pero es como si lo fuera. Necesito saber qué pasa, dónde estoy, qué ha pasado en mi habitación. Me levanto suavemente, poco a poco, y algo asustada, con lo que me pueda llegar a encontrar cuando abra la puerta de aquella extraña habitación. Apoyo las piernas sobre el suelo, pero están totalmente débiles. Sí, ayer tenía una fuerte gripe, mucho dolor de cabeza, pero ¿las piernas? No, no lo entiendo. Noto que mi cuerpo está inmóvil, como si fuese la primera vez que se levanta, o algo así. Por fin, consigo ponerme en pie y abrir la puerta. Sí, es mi pasillo, pero eso también está cambiado. La banqueta que siempre estaba ahí, ya no está, y un cuadro grande lo sustituye. Cruzo el pasillo, casi arrastrándome por el suelo, ya que mis piernas, están


totalmente debilitadas, y no me permiten andar bien. Llego al salón, y todo está cambiado. No sé qué ha pasado esta noche, ¿me habré vuelto loca? Los sofás son distintos y la tele, y la mesa es negra y no la que ayer estaba! ¡Qué cosas más raras! Consigo llegar hasta la puerta principal, con la cabeza llena de dolor, y las piernas aún más. Con un cuerpo, muerto. El portal está en silencio, tranquilo. Los cambios ahí son menores. Antes de llegar a la puerta del portal, me imagino que estará mi vecino Antonio, observando el paisaje y el buen día, como cada mañana, sentado en el banco. Los niños jugando en la amplia plaza, todos felices. Pero sin embargo, nadie se encuentra allí. Ni Antonio, ni el banco, ni ningún niño. Nadie. Sólo un pájaro rebuscando algo. Una plaza muerta, unas baldosas grises que nunca habían estado. Levanto la mirada y veo un bloque que jamás había visto. De detrás de mí, de la puerta de mi portal, sale un hombre, más bien un joven mirándome extrañamente. Me quedo mirándolo mientras se aleja. Su vestimenta me asombra. Son como del futuro. Se gira, y le veo la cara. Una cara conocida. Caigo en la cuenta, de que ese chaval, es mi vecino Jorge o quizás un hermano mayor suyo con su misma cara. Era con el que regresé hace una semana después del instituto charlando, pero 20 años mayor. Me he vuelto loca, definitivamente. Oigo una voz de mujer gritando mi nombre. Me giro, y veo a mi hermana con un niño en brazos. Sí, es ella, pero mucho más mayor. Se va acercando a mí corriendo. En ese instante caigo en la cuenta de que me he pasado media vida dormida, en coma, tal vez. Silvia


EXPRESIÓN Hoy me he despertado en la copa de un árbol. Me sentía asustado y confuso, la noche anterior me había bebido un botecito de licor y caí borracho, y aquí estoy, sigo sentado porque me da miedo levantarme. Todo ha cambiado, ha cambiado la estación de año... me han robado la escopeta y me la han cambiado por otra vieja. Me acabo de levantar y me voy para mi casa. Temo lo que me vaya a decir mi señora. En el camino he llamado varias veces a mi perro, pero no aparecía. No reconozco a nadie, y parece como si las modas hubieran cambiado... Todo el mundo me mira a la barbilla, como si tuviera algo de otra época. Termino por tocarme la barbilla y de repente siento una inmensa barba que me llega hasta la cintura. Miro hacia mi casa y... ¿qué ha pasado? la casa está derrumbada y al lado hay un perro. ¡Se parece a Wolf! Le gritó por su nombre pero gruñe, como si no me conociera... Txaber


AL DESPERTAR

Cuando me desperté me sentí muy débil, era una tarde de lluvia, el cielo estaba gris como el humo. Estaba en una chabola en lo alto de la montaña, no sabía qué hacía allí. No recordaba nada, ni siquiera dónde estaba. Cuando me fijé completamente en aquella chabola había bichos, ratas todo estaba muy sucio, todo estaba muy descuidado . Empecé a buscar entre algunos baúles que había allí y encontré un espejo. No me atrevía a mirarme, porque no sabía que vería en aquel reflejo. Cuando me vi en el espejo entendí que habían pasado muchos años y que ya no era la misma. Pero no entendía nada. Empecé a recordar que según mi mente hace unos días, apenas tenía 19 años. Entonces me fijé que al lado de donde me quedé dormida había un bolso. Rebusqué durante un rato dentro de él y encontré ahí un carnet de identidad y me di cuenta de que aproximadamente habían pasado unos 50 años. No me lo podía creer, pero lo asumí con rapidez. Quería saber dónde estaba mi familia así que descendí de aquella montaña con mucha cautela y me dirigí a Sondika. Cuando llegué estaba muy cansada. Me dirigí a donde yo vivía. Cuando llegué el portal estaba casi destruido y no había nadie. Una chica que iba por la calle me reconoció y me dijo que mis padres se habían ido a vivir a otro sitio. También me contó que mis hermanos estaban casados y tenían hijos. Cuando me lo dijo me alegré mucho por mis hermanos, pero tenía miedo. Me pregunté a mí misma: ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está mi familia? ¿Se habrán olvidado de mí?

Soraia


Estar dormido 50 años Al despertarme, llamé varias veces, pero era inútil, no venía. Entonces seguí el camino para llegar a mi casa pero todo el camino estaba cubierto de zarzas, entonces cogí un palo y empecé a abrirme el camino, al final llegué pero todas las casas eran nuevas, intenté buscar mi casa pero no la encontré. Le pedí ayuda a un campesino pero no me conocía, le pregunté a otro campesino pero tampoco me conocía, nadie de este pueblo me conocía, entonces fui a dar una vuelta y en los campos de arroz vi una señora que se parecía mucho a mi madre me acerqué le llame por su nombre y vino corriendo a donde mí a darme un buen abrazo y desde entonces viví con mi madre.

Alatz


50 años dormida Me desperté. Ya no era esa niña de 13 años con el pelo castaño, no, ahora soy una mujer con el pelo canoso y con 63 años. Lo supe porque llevaba un bolso y dentro estaba mi carnet de identidad, entonces empecé a hacer cálculos y … 63, ¡63 años exactos! Mi hermana no es la misma ahora es casi una anciana y mis padres son unos pobres ancianos. Mis amigos y más familiares han cambiado mucho y mis aitites ya no están, ni mi tortuga Zuri. Mi casa está vieja, y los muebles casi rotos. Mi hermana y mis padres cuando me vieron regresar a casa empezaron a llamar a la policía pero yo les decía que era yo, Nagore, pero no me creían. Lo que más me sorprendió es el pueblo donde vivo, todo ha cambiado completamente, casi toda la gente estaba antes ya no están y las tiendas y algunas casas ya no están y hay otros pisos nuevos y diferentes. Yo no quiero que esto sea así yo quiero que todo vuelva a ser como antes. Yo, una niña de 13 años con toda la vida por delante y mis amigos de toda la vida, y los del instituto...! Quiero que todo cambie, no he disfrutado la vida y tambien quiero que mis padres y mi hermana y mis familiares sean como antes! Porque... Esta vida sin infancia no me gusta! Nagore


Cuando me desperté Un día cualquiera me desperté. Tenía dolor de espalda. Recordé que estaba jugando con mis amigos en una caseta, en el árbol del bosque de “Irati”. Mis amigos se fueron y yo me quedé un poco más. Encontré una pequeño frasco encima de una mesa y aunque no sabía lo que era, en la etiqueta ponía “Elixir de adormidera”. Seguía sin saber lo que era, bebí un poquito y me gustó. Seguí bebiendo hasta terminar el frasco y vi que debajo del nombre ponía “Precaución no beber mucho”. Entonces me dormí. Dejé de recordar porque me daba dolor de cabeza. Me bajé de la casa del árbol y salí del bosque. Por el camino vi unos rascacielos a lo lejos y me acerqué. Veía coches voladores y gente con una moda extraña. Me metí en un bar moderno. Pregunté a alguien en qué año vivíamos y me dijeron “en el 2029”. Entonces me dije “He dormido 16 años!” Iñaki


Mi primer día al despertar El primer día que me desperté pensé en cuánto tiempo había dormido. Estuve buscando el camino de vuelta a casa, pero no lo encontré. Al final, vi un cartel que ponía “LEZAMA”. Entonces fui para ahí. Lezama estaba muy cambiado. Fui a buscar a mis padres. La gente me miraba con cara de miedo porque yo tenía una ropa muy vieja y ellos ropa moderna. Encontré a mis padres pero no estaban como la última vez que les vi, estaban más viejos, con más arrugas... Después de unas horas me miré al espejo y yo también era más mayor. Markel


EXPRESIÓN Cuando me desperté sólo recordaba que estaba viendo la tele y entró una persona con una botella en mano y cuando me desperté estaba en una montaña que no conocía. Cuando llegué a casa todos estaban preocupados y a la vez cabreados conmigo. Mi familia me trataba mal porque creían que me había escapado, pero no era así. Me sorprendió que me tratasen mal porque soy su hijo al fin y al cabo. Cuando me trataban mal me sentí triste y solo sin nadie, como desaparecido de la vida. Xabier

EL DESPERTAR Cuando me desperté en aquella cabaña destrozada, sentí que me había quedado allí a dormir toda la noche porque unas amigas me llevaron de excursión al monte.


Lo único que recordaba fue que nos estábamos contando historias, que estuvimos en un parque natural y que estuvimos sacando fotos a unas ardillas. Yo intenté buscar cómo volver a mi casa, pero no podía, aunque luego empecé a andar por un camino y al final encontré un pueblo y pensé que era el mío. Al llegar al pueblo todos me miraban raro y yo me sentía mal porque toda la gente que pasaba por allí me miraban raro. Luego una señora me hizo un gesto sobre mis cejas. Me toqué las cejas y......! LAS CEJAS ME LLEGABAN HASTA LA NARIZ ! Yo pensé: -Si solo he estado una noche dormida, ¿Qué habrá pasado?

Sofía


RELATO El día 27 de febrero 2012 fue un día clave en mi vida puesto que desperté de un coma supuestamente irreversible. Cuando vinieron los médicos a la habitación no se lo podían creer, me dijeron que llevaba 50 años dormida tras un accidente de coche. Llamaron a mi familia y cuando llegaron yo me quedé sin palabras, todos habían envejecido mucho. Me costó poder reconocer a todos, me imagino que es lo más normal, los años no pasan para nadie. Mi familia y unos amigos que vinieron, tambien me abrazaron y besaron. Para mí fue muy extraño el volver a sentir. Solo digo que tengo que dar gracias a este milagro que así fue como los médicos lo llamaron.

Aitziber


50 años después Ayer me desperté con una barba que me llegaba hasta el suelo. Tenía mucho hambre y la ropa me quedaba pequeña. No sabia ni donde estaba ni qué hacía ni nada. Al no saber dónde estaba eché a andar hacia un pueblo y a medida que me acercaba la gente me miraba más raro. Las casas del pueblo era muy modernas y la gente tenía aparatos que se ponía en la oreja para hablar. Eran como televisiones pequeñas con pantalla. Los carruajes no tenían caballos y en muchos carruajes el cochero no tenía una fusta siquiera para arrear el motor. Había fuentes que pulsando un botón y salía agua. También había farolas que no necesitaban gas y usaban unas pelotas de cristal para dar luz. Cuando llegué a mi casa encontré una ruina y mogollón de chatarra alrededor. Al entrar en mi casa vi cómo los niños jugaban dentro de ella. Al de un rato vino un hombre trajeado y con un maletín diciéndome que esa casa no era la mía y que la habían vendido a ese hombre. Yo le decía que


no, pero al final vinieron dos policĂ­as y me echaron de ella.

Asier


EN EL BOSQUE

Me desperté una maravillosa mañana en un bosque. Alrededor mío había árboles, montañas y muchos animales. Me acordé que estuve cazando animales y esa noche me caí seco al suelo.Empecé a buscar el camino a casa, pero no lo encontraba. Empecé a andar y de repente sentí que las personas que me miraban raro, yo también les miraba raro porque no les conocía. La gente se echaba las manos a los pantalones. En un instante reconocí que no tenía pantalones, estaba en calzoncillos. Le pregunté a una persona a ver si me podía dar algún pantalón. No entendía mi idioma y con las señales que le hice yo me dio unos pantalones. Me quedaban muy pequeños, pero algo es algo. Al final de tanto esfuerzo y tantos años encontré mi pueblo. La gente era igual pero las casas eran de chocolate. Me puse tan contento que comi todo.

Lander


Expresión Hoy me he despertado con dolor de cabeza. No sabía dónde estaba y me he dirigido hacia donde creía que estaba mi casa. En el camino no conocía a nadie y la gente me miraba, tenían un atuendo raro. Me sentí como si fuera un desconocido. Sentí miedo porque no sabía donde estaba y a la vez curiosidad porque quería saber lo que pasaba. Cuando llegué a casa, ésta estaba rara, por decir algo. Al entrar un perro me vino a morder. Sit! Se oyó y el perro paró. Era una niña que fue corriendo a llamar a su madre nada más verme. Su madre se parecía a mi hija, pero con más años. Me preguntó el nombre y cuando se lo dije palideció, su padre también se llamaba así. Entonces empezamos a hablar y de repente salió el tema de cómo se llamaban los familiares y todos coincidían. Entonces me di cuenta de que ella era mi hija y yo era su padre. ¡Había pasado 50 eternos años dormido en el bosque!

Joseba


50 AÑOS DORMIDO Un día me desperté debajo del futbolín después de haber jugado la noche anterior a baloncesto. De repente miré al balón y estaba sucio y desinflado y el futbolín estaba roto y podrido. Me levanté y vi a una mujer que parecía mi prima, pero no podía ser ella porque mi prima tiene 8 años y esa mujer tendría unos 58 años aproximadamente. Entonces pensé cómo habría entrado esta mujer a mi casa. En el suelo vi un bote de pastillas para dormir. Entonces intenté recordar la noche anterior pero en mí mente no aparecía ningún bote. En ese momento la mujer me miró y se empezó a reír de mí. Yo me pregunté porqué se reiría. Me miré en un espejo y de repente, tenía barba y arrugas y también era más alto que antes. En ese momento pensé que había pasado más tiempo que una noche dormido. Le pregunté a la mujer por su nombre y ella me dijo que se llamaba Gorane. Era mi prima entonces me puse feliz y seguí viviendo mi tranquila vida en mi caserío

Jon ¡Me desperté!


Miré a mi alrededor, vi la luz del sol cómo resplandecía e iluminaba el cielo azul de la mañana. Miré a las nubes y vi las formas de mi mujer y mi gato. Recordé lo que pasó la noche anterior: no volví a casa. Llamé a mi gato con un ronroneo y no vino. Fui a la carretera para ir a casa y vi muchísimos automóviles de un modelo muy distinto al que conocía y que además eran rapidísimos. Me costó mucho encontrar el camino a casa, donde había caseríos ahora había edificios enormes. Le pregunté a un señor el camino y él me dijo, que esa casa ya no estaba. Yo pensé que me estaba tomando el pelo. Intenté ir a donde yo creía que estaba mi casa y la encontré. En lugar de mi casa había un chalet . Ni por asomo se parecía a mi casa. Llamé a la puerta y el dueño salió; yo le empecé a preguntar cosas y él se llevó la mano a la barbilla para pensar y yo también. Entonces me noté una barba larga y poblada. Le pregunté qué año era y si esta era la casa de los Walter. Me dijo que eso era historia; y que estábamos en el año 2013. Yo me llevé una gran sorpresa, calculé y encontré la respuesta a todas mis preguntas: la ropa distinta, los automóviles, la gente, .

..pasaron 50 años desde ese momento.

De repente el señor de la casa empezó a llorar. Yo le pregunté:-¿Por qué llora? Él me respondió:


-Hoy hace 50 años mi padre desapareció y mi madre 2 años después murió Yo le dije: -¡Hijo soy tu padre, dame un abrazo! Mi hijo no me creyó y me cerró la puerta en las narices . Yo empecé a llorar de pena y me fui al parque donde me había despertado. Mi hijo me siguió y me hizo unas preguntas de la familia que sólo sabíamos nosotros . Al final me creyó y vivimos felices para siempre

Peio


CUANDO ME DESPERTÉ Cuando me desperté ya era de día. Me preguntaba dónde estaba. Era un lugar muy bonito. Justo enfrente mío había un lago muy grande, donde unos caballos bebían agua. Alrededor había unas montañas pequeñas. Para encontrar el camino a casa me subí a una de las montañas para ver un poco dónde estaba. La verdad es que no me sirvió de mucho porque no conocía aquel sitio. Bajé de la montaña hacia el lado opuesto al lago. Cuando llegué abajo del todo me encontré en una carretera muy extraña por donde pasaban unas máquinas muy raras, parecidas a los coches, pero mucho más modernas. De repente caí en la cuenta: mi madre me iba a matar. Llevaba una noche fuera de casa. Entonces intenté recordar lo sucedido anoche pero fue en vano. No recordaba nada. Tras andar un largo tiempo vi a varias personas. Llevaban una ropa muy elegante y moderna. Una de ellas se me acercó y me dijo a ver si me había perdido, yo le dije que sí, pero al decírselo mi voz sonaba rara, como si fuera una anciana. Me dijo si quería que me llevase a casa y yo le dije que sí. Nos montamos en uno de esos coches raros. Yo le dije que vivía en Sondika y tras pasar 20 minutos, llegamos. Me dejó delante de un supermercado. No lo reconocía y me resultaba muy raro. Luego intenté llegar hasta casa andando, pero me cansé muy rápido.¡Qué raro! yo nunca me suelo cansar así de rápido, pensé. Me senté en un banco. Miré hacia delante y en el cristal de una tienda se veía mi reflejo. ¡Era una anciana! Seguí andando hasta que encontré mi casa. Esa casa sí que la reconocía.


Miré para arriba, hacia el balcón y vi a gente en mi casa. Me quedé sorprendida. ¿La habrían vendido? ¿Se habrían mudado? Pensé y pensé y al final me di cuenta.¡Llevaba dormida muchos años! Maite



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