Revista Tus Idolos Edición Nº 2

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javier webber llego en 2006 a bolivar para reemplazar a daniel castellani. su contrato vence en el 2014.

Bolivar juega de local en el estadio republica de venezuela. la idea es hacer la cancha en el complejo Jose domenio.

seis jugadores del campeon integran el plantel de la seleccion dirigida tambien por webber: Spajic, meana, filardi, garcia, pereira y arroyo.

puerta del estadio llega casi a las dos cuadras. El marco para la gran final está dado. Una vez abiertas las puertas, el público copa las tribunas. Del techo penden carteles con los títulos conquistados por Bolívar. Al mejor estilo NBA. En una punta, arriba, el palco alfombrado y con sillones estilo cine, donde Tinelli vive cada definición, está vacío. Es que el empresario y conductor televisivo había viajado a España para hacerle una nota a Lionel Messi para su programa. Fue la primera vez que Bolívar ganó una Liga sin Marcelo Hugo en la cancha, aunque brindó su apoyo por teléfono un rato antes del partido. Habló con Javier Webber, el entrenador que heredó el timón de Daniel Castellani, y que se metió en el corazón de todos los bolivarenses rápidamente. De estilo reservado, el también técnico de la Selección es un emblema del club y su contrato fue extendido hasta 2014. Los equipos salen a la cancha y la gente explota. Uno a uno desfilan los jugadores 58

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de Bolívar en la presentación. Todos son ovacionados: Alejandro Spajic, Gabriel Arroyo, Federico Pereyra, Pablo Meana, William, Wallace, Badá, Guillermo García. Para éste último es el primer puesto del aplausómetro, tal vez por los 300 partidos que lo convierten en el jugador con más presencias en el equipo. Para los de UPCN, nada de insultos, apenas una importante silbatina para Leo Patti, un ex Bolívar que pasó de idolatrado a odiado. Cambiar de camiseta, en el voley, también es traición. Cuando un remate de Arroyo decreta el 3-0 final (2522, 25-19 y 26-24), rubrica la superioridad de Bolívar en la serie y confirma el favoritismo con el que el equipo comenzó la temporada, el República de Venezuela explota. Un título más y toda la alegría. La gente salta a la cancha para abrazarse con sus ídolos. Wallace, pieza clave en el equipo, le regala casi todo a los hinchas: zapatillas, medias, camiseta… Le falta el pantalón: “Se va complicar un

poquito si también entrego el short, jaja”, cuenta el pelado, antes de correr a abrazarse con su mujer. “Trabajamos con mucha humildad. Bolívar tiene una historia y por eso arrancamos como favoritos a ganar la Liga. Pero había que demostrarlo en la cancha”, explica el brasileño. Los papelitos blancos y celestes vuelan por todos lados y adornan la entrega del trofeo. Los jugadores se suben a la tarima que hizo las veces de podio y delante se ubican seis preciosas modelos que llegaron sobre la hora del partido. No podía faltar el toque de glamour… Claro que las chicas poco entendían de voley y rogaban para que el partido terminara temprano… Copa en mano, arranca la vuelta olímpica, de la que participan cientos de hinchas: “Tenemos un gran sentido de pertenencia con la gente. Fue un título muy difícil porque los rivales se reforzaron bien. Pero tuvimos un gran plantel y al mejor cuerpo técnico del país”, jura el líbero Meana.

Los festejos continúan con la caravana desde el estadio hasta el restaurante Zoom, lugar elegido para el festejo. La columna la encabeza el Plusmar ploteado con el Aguila que identifica al club y unos 20 autos lo siguen con las bocinas a full. Esta vez no hay celebración en la plaza Alsina. El plantel de Bolívar, con sus familiares, come en un salón reservado en el fondo del boliche, mientras en una larga mesa ubicada en la parte de adelante mastican comida y bronca los muchachos de UPCN. Afuera, ni el frío ni que muchos hablen de final de un ciclo, desalienta a los hinchas, a Los Roldán y a todo un pueblo que canta: “Palo palo palo bonito palo es / somos campeones otra vez...”. Nadie puede quitarles a los bolivarenses la enorme alegría de otra coronación. Una vez más Bolívar es el dueño del voley argentino. Los Celestes, no los de Jaime Roos, sino los de Marcelo Tinelli, no les dejaron nada a los rivales...

tus idolos - mayo de 2010

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