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La Mente Luminosa

Curiosamente, al interpretar el significado de garbha, las tradiciones Budista Tibetana y China fueron en direcciones opuestas. El término Tibetano snying po significa claramente el núcleo interior o la parte más esencial de algo. El Chino ts'ang significa útero o recinto, lo que indica algo que incluye o impregna, que más tarde incluso culminó en la noción de que la naturaleza de Buda impregna todo lo animado y lo inanimado. Por último, cabe señalar que traducciones como “el embrión de Tathagata” o “el potencial de Tathagata” son muy engañosas. Porque, como explican una y otra vez todas las enseñanzas y ejemplos de la naturaleza de Buda, el punto es que está completamente sin cambios, y mucho menos cualquier crecimiento o desarrollo, a través de todas las fases de los seres sintientes, Bodhisatvas y Budas.

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La Mente Luminosa

Finalmente, echemos un vistazo al tema principal del Dharmadhātustava de que la “mente naturalmente luminosa” (prakṛtiprabhāsvaraṃ cittam) estando contaminada y luego liberada de las manchas adventicias (āgantukamala). En todas las fuentes Budistas en las que aparece esta noción, la palabra prabhāsvara- (que significa claro, brillante, resplandeciente) a menudo alterna y/o se equipara con términos como (pari-, vi-) śuddha y vimala, entendiéndose así como “puro” o “inmaculado”. Por lo tanto, la traducción “luminosa” no se refiere ‒al menos no principalmente‒ a alguna noción de luz, sino a la pureza intrínseca de la mente, incluso si parece estar manchada por contaminaciones extrínsecas temporales. Esto también lo confirma el maestro Kagyu y Ñingma contemporáneo Dzogchen Ponlop Rinpoche, quien afirma que la noción de la naturaleza de Buda se refiere principalmente a la pureza natural de la mente. En cuanto a las “manchas adventicias”, āgantuka significa “cualquier cosa añadida o adherida”, “incidental”, “accidental” y también “recién llegada”, “extraña” o “invitada”. Por lo tanto, estas manchas no están “en la casa” en la naturaleza de Buda, ni pertenecen allí, sino que son más bien niños nuevos y extraños en el edificio o huéspedes no deseados. Los sutras también dicen que “adventicia” se refiere a fenómenos que pueden purificarse o eliminarse. Más fundamentalmente, sin embargo, “adventicia” indica que estas manchas son completamente irreales, meras ficciones de las conciencias dualísticamente erróneas de los seres ordinarios. Esto significa que, de hecho, no hay nada que eliminar. “Eliminar” o “purificar” indica que es suficiente darse cuenta de que nada de lo que nos parece tan sólido y real en este momento está realmente ahí o sucediendo. Esto es similar a darse cuenta, al confundir una manguera de jardín con una serpiente, que no hay ni nunca hubo una serpiente como esa manguera, aparte de que nosotros la confundiéramos con una serpiente y luego entramos en pánico. Obviamente, el proceso de darse cuenta de lo mismo con respecto a la naturaleza de Buda y sus manchas adventicias ‒también conocido como sufrimiento saṃsarico‒ no es tan fácil y rápido como simplemente darle a