En 1984, el príncipe Henrik y la reina Margarita estuvieron esquiando con sus hijos Federico y Joaquín.
Henrik siempre ha sido más afectuoso con Marie, la esposa de su hijo Joaquín, que con Mary, la de su hijo Federico. Y la rivalidad entre ellas es “al rojo vivo”
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La reina Margarita y el príncipe Henrik en el 2002. Ella siempre quiso que su esposo se sintiera bien dentro de la corte.
as os pr ncesas e na arca: Mary Donaldson y Marie Cavallier.
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cés tra aja a como ip omático, y fue un coup de foudre sensacional. Compartían sus intereses culturales (él por la literatura y ella por la pintura, ya que es una pintora muy celebrada) y se casaron en 1967. Pronto tuvieron a sus dos únicos hijos: Federico, nacido en 1968, y Joaquín, en 1969. A lo largo de su matrimonio, cada vez que su marido se enfadaba por sentirse “relegado”, la reina Margarita iba a Francia o a su finca de verano en el palacio de Grasten, en Dinamarca, para calmarlo, mimarlo “como a un niño pequeño” y traerlo de regreso a Copenhague. Ella continuó exhibiendo sus pinturas y haciendo ilustraciones de libros (como la edición danesa de
ARRIBA Y ABAJO: GETTY IMAGES (2). AL CENTRO: AP.
¿Y qué es lo de “las dos Marías”? Pues que Henrik siempre se ha mostrado encantado y mucho más cariñoso con su compatriota, la simpática y natural francesita Marie Cavallier, casada con su hijo, el príncipe Joaquín, y no oculta que su relación con Mary Donaldson, princesa heredera y esposa de su hijo Federico, es fría y poco cercana. Ello ha creado un problema muy grande, y Federico está cansado de que Mary (quien tiene fama de carecer de sentido del humor y de ser excesivamente rígida de carácter) le dé continuas quejas sobre la forma como Henrik la trata. Las dos Marías mantienen entre sí una rivalidad “al rojo vivo”, que tratan de disimular en público, pero todos en Dinamarca la conocen. Y en encuestas populares los daneses han hecho saber que la mayoría prefiere más a Marie Cavallier que a Mary Donaldson. Margarita II, de 76 años, es la reina desde 1972, cuando sucedió
a su padre Federico IX. Es la primera soberana en Dinamarca desde los años 1400. Dicen que es muy lista y que disfruta la rivalidad que hay entre sus nueras, porque así las dos “hacen siempre todo lo mejor para que el país quede bien representado”. Sin embargo, tuvo un disgusto cuando se enteró de que Alexandra Manley, la primera esposa del príncipe Joaquín y madre de sus hijos Nicolás y Félix, acaba de vender por 4 millones de dólares la casa que ella le había regalado. Margarita conoció a Henri de Laborde de Monpezat en Londres, cuando ella era estudiante universitaria y el guapo conde fran-