Especial 15º Congreso del PCV

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XV CONGRESO NACIONAL del PARTIDO COMUNISTA de VENEZUELA - PCV

CONTENIDO CONTENIDO CONTENIDO LLAMAMIENTO al COMBATIVO y REBELDE PUEBLO VENEZOLANO............................................................................. 3

DOCUMENTOS de

DISCUSIÓN PROYECTO de LÍNEA POLÍTICA del PCV I.- MARCO PROGRAMÁTICO ................................................... 17

PROYECTO de REFORMA ESTATUTARIA TÍTULO I: DEL PARTIDO Y SUS FINES ...................................... 5 TÍTULO II: DE LA VIDA INTERNA DEL PARTIDO .................... 5 TÍTULO III: DE LAS Y LOS MIEMBROS ..................................... 6 Capítulo I: DE LAS Y LOS CANDIDATOS A MILITANTE ......... 6 Capítulo II: DE LAS Y LOS MILITANTES .................................. 7 TÍTULO IV: DE LA ORGANIZACIÓN, FUNCIONAMIENTO Y ESTRUCTURA LENINISTA DEL PARTIDO ................................ 8 Capítulo I: DEL SISTEMA DE ORGANIZACIÓN Y SUBORDINACIÓN ...................................................................... 8 Capítulo II: DE LA CÉLULA ........................................................ 9 Capítulo III: DEL COMITÉ LOCAL ............................................ 10 Capítulo IV: DEL COMITÉ REGIONAL ..................................... 10 Capítulo V: DEL COMITÉ CENTRAL ......................................... 11 Capítulo VI: DE LAS COMISIONES AUXILIARES DEL COMITÉ CENTRAL Y LAS FRACCIONES DE MASAS ................. 13 Capítulo VII: DE LA CONFERENCIA NACIONAL .................... 13 Capítulo VIII: DEL CONGRESO NACIONAL DEL PCV ............ 14 TÍTULO V: DEL RÉGIMEN DE SANCIONES Y DE APELACIONES Capítulo I: DE LAS FALTAS Y LAS SANCIONES ....................... 14 Capítulo II: DE LAS APELACIONES .......................................... 15 TÍTULO VI: DE LAS ELECCIONES .............................................. 15 TÍTULO VII: DE LAS FINANZAS ................................................. 15 TÍTULO VIII: DE LA JUVENTUD COMUNISTA ......................... 16 TÍTULO IX: DE LOS SÍMBOLOS DEL PARTIDO ........................ 16 TÍTULO X: DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES ........... 16 TÍTULO XI: DE LAS REFORMAS DE LOS ESTATUTOS ............ 16 TÍTULO XII: DISPOSICIONES FINALES ..................................... 16

II.- REFERENCIAS A LA LÍNEA POLÍTICA DEL XIV CONGRESO DEL PCV ................................................................. 17 III.- CONTEXTO GENERAL EN EL CUAL DESARROLLAMOS EL XV CONGRESO ...................................................................... 20 A. Marco internacional .................................................................. 20 Crisis general del sistema capitalista mundial en su fase imperialista .................................................................................. 20 Las contradicciones interimperialistas ....................................... 20 El curso previsible de los procesos progresistas reformistas latinoamericanos ......................................................................... 20 Cambios en el escenario Latinoamericano-Caribeño ................. 21 B. Contexto nacional ...................................................................... 21 Crisis imperialista y colapso del modelo capitalista dependiente .................................................................................. 22 Acerca de la economía nacional ................................................... 22 IV.- EL DESARROLLO DE LA LUCHA DE CLASES Y LA SITUACIÓN DE LAS MASAS ..................................................... 24 El estado de ánimo de las masas populares y la correlación de fuerzas .............................................................. 24 Cuadro actual de la correlación de fuerzas en el movimiento obrero y sindical venezolano .......................................................... 25 El trabajo de las y los comunistas en los frentes de masas ............ 26 La Fuerza Armada Nacional Bolivariana en el contexto de la lucha de clases ........................................................................ 28 V.- LA XIII CONFERENCIA NACIONAL DE ORGANIZACIÓN Y MASAS «PEDRO ORTEGA DÍAZ» DEL PCV Y LA LÍNEA POLÍTICA ................................................................ 29 VI. A CONSTRUIR LA UNIDAD REVOLUCIONARIA OBRERO-CAMPESINA Y POPULAR PARA AVANZAR EN LA AMPLIA ALIANZA ANTIMPERIALISTA, CONQUISTAR LA LIBERACIÓN NACIONAL Y LA REVOLUCIÓN PROLETARIA ............................................. 30 VII.- PLAN ALTERNATIVO PARA UN GOBIERNO DEMOCRÁTICO-POPULAR REVOLUCIONARIO ................ 30

XV CONGRESO NACIONAL del PCV Órgano del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela

Fundado el 17 de FEBRERO de 1948

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- DOCUMENTOS de DISCUSIÓN

LLAMAMIENTO al COMBATIVO y REBELDE PUEBLO VENEZOLANO

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la clase obrera y al pueblo trabajador de la ciudad y el campo; Al movimiento popular revolucionario y sus corrientes obreras, campesinas, comuneras e indígenas, de mujeres y jóvenes, de intelectuales y profesionales, de civiles y militares patriotas, a la diversidad de nuestro pueblo; A la militancia del Partido Comunista de Venezuela y de la Juventud Comunista de Venezuela: El Partido Comunista de Venezuela (PCV), por mandato del XXXV Pleno de su Comité Central y en correspondencia con los principios organizativos y normas estatutarias que rigen nuestra vida interna, inicia las labores que nos llevarán a la exitosa realización del XV CONGRESO NACIONAL DEL PCV. Desarrollamos este Congreso en el marco de una profunda y prolongada crisis del sistema capitalista mundial en su fase imperialista y del agotamiento del modelo rentista de acumulación capitalista dependiente venezolano. Su resolución no es posible en el marco caduco del modo de producción capitalista y sus relaciones sociales de explotación de la fuerza de trabajo asalariada, de máxima depredación de la naturaleza y su creciente tendencia a la concentración y acumulación monopólica de toda la vida económica, social, política y cultural de la humanidad, que agudiza las contradicciones de clase y relieva el papel histórico de la clase obrera como única y verdadera fuerza dirigente de los procesos de cambios revolucionarios en la presente época de tránsito del capitalismo al socialismo, ampliando el campo de las alianzas populares frente a un enemigo común representado en las fuerzas del capital monopólico transnacional –encabezado por su fracción financiera especulativa– que descargan sobre los hombros

de los pueblos el peso de la crisis que genera el propio sistema de explotación. En este escenario, se potencian las confrontaciones capitalistas e interimperialistas que crean las condiciones objetivas para elevar las guerras y conflictos locales –generadas en la disputa por la hegemonía global– a la categoría de conflagración mundial, colocando a la humanidad y a todas las formas de vida en la tierra, al borde de la extinción, lo cual convierte en un imperativo de los pueblos la lucha por el desarme y la paz. A estos intereses imperialistas están uncidos, en condiciones de servil subordinación y lacayuna dependencia, la parasitaria oligarquía venezolana –la de viejo y nuevo cuño– y los partidos agrupados en la llamada “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD) que le sirven de expresión política y quienes, en connivencia con las corrientes socialdemócratas y entreguistas del proceso bolivariano, avanzan en una línea de desmontaje de las conquistas sociales, políticas y culturales alcanzadas en los primeros 14 años de la denominada “revolución bolivariana”, para recomponer una alianza económica y sociopolítica bipartidista que tiende a expresarse en un nuevo pacto de élites a nivel nacional con su correspondiente correlato de exclusión, segregación, persecuciones y reforzamiento de la dependencia y debilitamiento de la soberanía nacional. Esta política, que sirve a los objetivos de recomposición de la dominación hegemónica del imperialismo mundial, particularmente el norteamericano-europeo, en el continente latinoamericano-caribeño, es facilitada por el limitado calado de las transformaciones socioeconómicas y políticas, de contenido y forma profundamente reformista, adelantadas por los gobiernos progresistas que en los últimos tres lustros han encabezado importantes países de la región, incluida Venezuela, en correspondencia con el carácter pequeño-

burgués de las clases dirigentes de tales procesos. El techo del reformismo progresista –que confunde a las masas con su fraseología “socialista”, cuando en esencia no ha hecho más que administrar el modelo capitalista dependiente latinoamericano–, es condición consustancial a la crisis que afecta tales experiencias, las cuales no han roto los mecanismos de dominación y subordinación impuestos por el sistema mundial del imperialismo en el contexto de la división internacional del trabajo, pese a los loables esfuerzos y resistencia antiimperialista que, particularmente con el liderazgo del presidente Hugo Chávez, se impulsó en la dirección de construir una nueva correlación de fuerzas mundial y crear espacios concretos de soberanía y unidad latinoamericana-caribeña. En este contexto, de avance de las corrientes neofascistas de ultraderecha y de acuerdo entre las tendencias entreguistas, liquidacionistas y reformistas de la socialdemocracia opositora y oficial, nacional e internacional –ambas, independientemente de su retórica, al servicio del gran capital transnacional–, están seriamente amenazados los principios fundamentales de soberanía e independencia nacional, así como los de participación y protagonismo popular, con su correlato en el control social obrero y popular. Transitamos por un complejo cuadro de agudización de la lucha de clases y de confrontación por el poder político en Venezuela. Fracciones de la burguesía monopólica transnacionalizada y de la pequeña burguesía devenida en nuevos grupos económicos, además de sectores enriquecidos por la corrupción, ejercen el protagonismo en la disputa del aparato del gobierno y del Estado, como medio para ejercer control y acceso al usufructo de la renta

petrolera y demás ingentes riquezas naturales que subyacen en el territorio nacional, a cuyo efecto construyen alianzas estratégicas con grandes monopolios mundiales, mientras al grueso de la clase obrera y demás capas explotadas de la sociedad venezolana se le pretende subordinar a estos grupos que expresan los intereses de clase del capital. He ahí la esencia de la llamada “guerra económica”, en la cual ejerce incidencia directa, determinante, la principal potencia imperialista mundial brindando apoyo a los sectores que le garantizan mayor subordinación y explotación del país, mientras tiende puentes al reformismo socialdemócrata y democristiano que, a fin de cuentas, son parte de sus fuerzas estratégicas al no proponerse liquidar la formación económico-social

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capitalista ni construir el verdadero socialismo, que debe regirse por la teoría y la práctica del socialismo científico. Esta realidad nos obliga a realizar un inmenso esfuerzo de reflexión común y colectiva a quienes asumimos la liberación nacional de nuestro pueblo y la conquista del poder para la emancipación de la clase trabajadora, como una razón consustancial a nuestra existencia, como un proyecto de vida dedicado a alcanzar el socialismo en la perspectiva de la sociedad comunista. Necesario es recomponer la más amplia y férrea unidad popular antiimperialista y antioligárquica, para hacerle frente al plan neofascista y neoliberal de la derecha pro-imperialista; pero también, para enfrentar y derrotar las tendencias entreguistas y corruptas de quienes, atrincherados en instancias del Estado venezolano con poses seudo-revolucionarias, conspiran contra la legítima aspiración de la clase obrera y el pueblo trabajador de convertirse en vanguardia revolucionaria, utilizando sus posiciones de gobierno e influencia de masas para intentar manipular y embaucar al pueblo. El XV Congreso del PCV, con todo su proceso previo de análisis de la realidad nacional e internacional, de debates y elaboración colectiva de la política, lo desarrollaremos en el fragor de las luchas obreras, campesinas y populares en general, y nos proponemos convertirlo en momento y espacio propicio para contribuir a crear las mejores condiciones para la construcción y profundización de la línea de unidad popular revolucionaria, de una más acabada formulación y creación del Bloque Popular Revolucionario (BPR), como referente ideológico, social y político en la conformación de

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una nueva correlación de fuerzas que le permita a la clase obrera y al pueblo trabajador del campo y la ciudad convertirse en vanguardia consciente y dirigente de los cambios revolucionarios que, objetivamente, han madurado en la sociedad venezolana y demandan una genuina y consecuente referencia dirigente de contenido clasista, única garantía de triunfo frente al plan de dominio imperialista y frente al reformismo entreguista. En el marco del XV Congreso Nacional de las y los comunistas venezolanos,

les invitamos a construir colectivamente, en unidad popular revolucionaria, una científica, correcta y acertada Línea Política de carácter y contenido patriótico y revolucionario, antioligárquica, antimonopólica, antiimperialista, democrática y popular, que se sustente en el principio del internacionalismo proletario y se nutra del bolivarianismo consecuente. El XXXV Pleno del Comité Central del PCV, ante los retos que nos impone el estado actual de la lucha de clases y los complejos horizontes que se visualizan a nivel nacional

tro Partido como instrumento de dirección colectiva, ideológica y política de la clase obrera y del pueblo trabajador; impulsemos los combates del proletariado y de las masas populares en general elevando su conciencia de clase, dotándolos de la teoría del socialismo científico, para avanzar victoriosamente contra la oligarquía interna y el imperialismo, hasta conquistar el poder para el triunfo de una genuina Revolución Socialista. En este momento histórico –como también lo ha sido a lo largo de más de 85 años–, la clase obrera y el pueblo trabajador cuentan con su Partido Comunista de Venezuela, irreductible destacamento de lucha que ha enfrentado dictaduras y falsas democracias, que ha superado las más difíciles condiciones de persecución, encarcelamiento, torturas, desapariciones, asesinatos políticos, ilegalización, destierro e intentos de liquidación, sin ser doblegado jamás ¡y jamás nos doblegarán!

Contra el fascismo, el entreguismo y la corrupción ¡Todo el poder al pueblo trabajador! invitamos a todas las fuerzas que nos hermanamos en el combate por la emancipación de la clase obrera y demás capas sociales explotadas, contra la dominación capitalista y por la construcción del socialismo; a todas las corrientes patrióticas y revolucionarias, civiles y militares del pueblo, que nos encontramos en Bolívar, en lucha por defender a la patria frente al imperialismo y la oligarquía y avanzar consecuentemente hacia su definitiva independencia; a todos los que defendemos la naturaleza frente a la depredación del capital y que reivindicamos el control social obrero y popular como contrapoder frente al Estado burgués existente,

e internacional, insta a todos los organismos y la militancia comunista a sostener la ofensiva ideológica, política, de masas, máximo impulso orgánico y despliegue internacional que, junto a la orientación de «Confrontar, deslindar y acumular fuerzas para avanzar», debe conducirnos hacia un exitoso XV Congreso. En momentos en que se acrecienta la confrontación ideológica contra los opresores y los enemigos del pueblo, vamos a empinarnos frente a todas las dificultades y adversidades que nos depara el fragor de la lucha revolucionaria por la destrucción de la sociedad capitalista; fortalezcamos nues-

¡Unidad popular revolucionaria para defender y profundizar las conquistas del pueblo! ¡Ni pacto ni conciliación, nuestra opción es la revolución!

XXXV Pleno del Comité Central PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA Caracas, 26 de noviembre de 2016.


- DOCUMENTOS de DISCUSIÓN

PROYECTO de REFORMA ESTATUTARIA TÍTULO I DEL PARTIDO Y SUS FINES Artículo 1. El Partido Comunista de Venezuela; fundado el 5 de marzo de 1931, es el Partido Político de la clase obrera, su vanguardia, su forma superior de organización, que defiende consecuente y tenazmente sus intereses y los del pueblo trabajador de la ciudad y el campo, que se funden con los de la nación venezolana. Es la unión voluntaria y organizada de las y los comunistas basada en los intereses y la misión histórica de la clase obrera. Se guía por la concepción científica del marxismo-leninismo, el ideal emancipador, antiimperialista e integracionista de Simón Bolívar y por los principios del internacionalismo proletario, la solidaridad internacional con los pueblos que luchan por su liberación nacional, por la democracia popular, el Socialismo y el Comunismo, en correspondencia con las condiciones objetivas y subjetivas de cada país. El PCV es una suma de organismos que constituyen un instrumento fundamental para educar, organizar, movilizar y dirigir a la clase obrera y al pueblo trabajador de la ciudad y el campo, en alianza con el campesinado y el movimiento popular, hacia la conquista del poder político, la

derrota de la burguesía y su sistema capitalista, la ruptura de la dominación imperialista y la construcción de la nueva sociedad: el Socialismo y el Comunismo. En ese camino, el PCV lucha por la unidad ideológica, política y orgánica de la clase obrera y en general del movimiento de las y los trabajadores de la ciudad y el campo, en función de construir la alianza más amplia con el campesinado, las capas medias y demás sectores patrióticos, democráticos y revolucionarios, dispuestos a contribuir para llevar a cabo las tareas de la revolución venezolana y hacer a nuestra patria realmente libre, democrática, prospera y soberana. TÍTULO II DE LA VIDA INTERNA DEL PARTIDO Artículo 2. El Partido Comunista de Venezuela se rige por el principio leninista del CentralismoDemocrático, fundamento y garantía de la democracia interna del Partido, estrechamente unido a la responsabilidad individual y se complementa con ella. Este principio contempla: 1. Dirección Colectiva: es el ejercicio del debate amplio democrático y participativo de todas y todos los integrantes de un organismo en la toma de decisiones.

El individualismo y el culto a la personalidad son contrarios a este concepto. Sobre la base de esta definición, todos los organismos del Partido, particularmente el Comité Central, velarán por que: a. Todas y todos los camaradas participen con igual derecho en la elaboración, aplicación y difusión de la Línea Política del Partido. En consecuencia, todos los organismos dirigentes del Partido tienen la obligación de recabar constantemente la opinión de los organismos de base, estudiar su experiencia y las de las masas donde actúan y tomarlas en cuenta para la elaboración de la Línea Política y las decisiones que se adopten. b. Ningún dirigente concentre en la práctica tanto poder de decisión que de hecho le coloque por encima de la dirección colectiva y del Partido. c. Las reuniones de los organismos del Partido sean presididas en forma rotatoria, y que igual norma se aplique en la presentación de informes o ponencias, salvo excepciones justificadas. d. Sólo se adopten decisiones individuales en casos de emergencia, debiendo dicha decisión, para que sea definitiva, ser aprobada posteriormente por la mayoría de los militantes del organismo. Toda decisión colectiva anula cualquier decisión individual en el nivel respectivo.

e. Tanto pública como internamente y en todos sus actos, la representación de la Dirección del Partido sea un fiel reflejo del principio de la dirección colectiva. f. El comportamiento de dirigentes y militantes exprese, por sus cualidades, la moral y la ética comunista y contribuya a fortalecer el prestigio del Partido en el seno de las masas. 2. Acatamiento por la minoría de las decisiones de la mayoría, manteniendo el o la militante su derecho a sostener sus opiniones en el seno del organismo en que milite, sin entorpecer la decisión adoptada, y cumpliéndola en todas sus partes y contenidos. Este principio garantiza la unidad de voluntades y de acción del Partido en el logro de los objetivos que se plantee. Es contraria a la vida interna del Partido la existencia de grupos fraccionales en su seno y, en consecuencia, su existencia será sancionada según los Estatutos. 3. Sujeción de los organismos. Es obligatorio para militantes y candidatos o candidatas el acatamiento de los acuerdos y resoluciones de los organismos superiores de dirección sobre los organismos inferiores, con el objeto de garantizar la cohesión y coherencia política, orgánica e ideológica del Partido.

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4. Elección y remoción de todos los organismos de dirección del Partido de abajo hacia arriba. Todos los organismos del Partido serán electos democráticamente, ya sea por el voto directo de los militantes en la organización de base o por el voto de sus delegadas y delegados en las demás instancias del Partido. En todo evento, cada delegada o delegado tendrá derecho a presentar y objetar candidatas y candidatos al organismo a elegir, procediéndose después de cerrada a conceder un tiempo prudencial para discutir en el seno del organismo, las cualidades y méritos de las y los postulados o hacerles observaciones y críticas, dirigidas a mejorar su conducta o actividad en el Partido y entre las masas, pasando posteriormente a la elección. El Comité Central aprobará un Reglamento sobre elecciones de los organismos de Dirección en el seno del Partido.

sobre la marcha del trabajo de cualquier secretario u organismo, sea de base o de dirección, así como a formular críticas y sugerencias para mejorar el trabajo. Este principio contempla: 1. Rendición de cuentas, es obligación de los organismos dirigentes planificar y desarrollar sistemas de seguimiento, control y evaluación, así como rendir cuentas de manera periódica a todos los niveles de la estructura orgánica del Partido. 2. Ejercicio de una permanente vigilancia revolucionaria por parte de los organismos del Partido, que permita la cabal aplicación y respeto de los principios, métodos y disciplina comunistas, a fin de identificar y sancionar las infiltraciones del enemigo de clase, y detectar los problemas que amenacen la estructura y unidad del Partido, para impedir que se creen y se desarrollen situaciones

Queda a salvo lo establecido en el Parágrafo Tres del Artículo 19 y Artículo 64 de los presentes Estatutos. Artículo 3. La crítica y la autocrítica constituyen procesos normales y necesarios en la vida interna y trabajo del Partido. Son procesos de análisis, evaluación y estudio de las actividades y la conducta política del Partido, de sus organismos, dirigentes y militantes. Están dirigidos a superar las fallas, deficiencias, omisiones y errores del organismo o del militante. Son medios probados para desarrollar al Partido y fortalecer su disciplina. Todo militante del Partido tiene derecho a opinar en su organismo

que puedan descomponer al Partido. El Comité Central está en la obligación de informar oportunamente sobre la vida interna del Partido cuando en un momento determinado, se presente una situación que amenace la unidad del mismo, y tomará las medidas para garantizar que esta información llegue a todos los organismos de base. Artículo 4. Las y los secretarios de los organismos del Partido en los diferentes niveles, actuarán sobre la base de las decisiones colectivas de los organismos correspondientes, responderán por la buena marcha o fallas de sus actividades, y rendirán cuentas periódicamente ante ellos.

Artículo 5. Todas las materias de carácter internacional, y aquellas nacionales para las cuales se requiere decisión única, serán resueltas por los órganos de dirección nacional y así sucesivamente a nivel regional y local, en beneficio de la coherencia y cohesión del Partido, para garantizar su unidad de voluntad y de acción. Artículo 6. Los organismos del Partido pueden efectuar una discusión libre sobre todas las materias de la política y pueden presentar sus propuestas a los organismos superiores. Una vez que el organismo emite una resolución, se hace de obligatorio cumplimiento. Si el organismo considera que la decisión no corresponde a la situación real de su zona o región, puede solicitar su modificación ante el organismo de dirección nacional, regional o local según corresponda. Mientras tanto, la resolución queda plenamente vigente y debe ser cumplida. Si el organismo superior ratifica su decisión, ésta debe ser llevada a la práctica disciplinadamente. Artículo 7. El Partido desarrollará su actividad haciendo uso de los métodos de planificación a corto, mediano y largo plazo, lo cual implica que, tomando como base el Programa y la Línea Política, precisará objetivos y metas, establecerá prioridades, jerarquizará regiones y frentes de trabajo, asignará recursos materiales y equipo humano, y establecerá mecanismos de seguimiento, control, evaluación y reajuste. Esta metodología se implementará a todos los niveles e instancias de la organización. TÍTULO III DE LAS Y LOS MIEMBROS Artículo 8. Podrá ser miembro del Partido Comunista de Venezuela, toda persona mayor de 18 años, de conducta proba, que exprese su voluntad de serlo, que sea aceptada como tal y que acate y aplique el Programa, la Línea Política y los Estatutos. Es condición imprescindible para ser miembro del Partido, militar en una Célula, cumplir las tareas que se le asignen y cotizar puntualmente. Todo militante de la Juventud Comunista de Venezuela que pase al Partido, lo hará directamente a una Célula en calidad de militante.

CAPÍTULO I DE LAS Y LOS CANDIDATOS A MILITANTE Artículo 9. Toda persona que desee ingresar al Partido Comunista de Venezuela, lo hará en forma individual y bajo la condición de candidato o candidata a militante, una vez que haya formalizado su solicitud de inscripción, avalada por uno de los militantes del Partido y aprobada por la Célula, que informará de inmediato al organismo superior correspondiente. La condición de candidato o candidata a militante corresponde al período de preparación ideológica, política y organizativa básica, de estudio del Programa, la Línea Política y los Estatutos, y de comprobación de su disposición militante. El lapso de duración de la condición de candidato o candidata será como mínimo de un (1) año, durante el cual la Célula evaluará periódicamente el progreso del aspirante; al final del lapso, el organismo decidirá sobre su promoción. Artículo 10. Las y los candidatos a militante tendrán los siguientes derechos: a. Ser asignado a una Célula o núcleo de candidatos o candidatas. b. Recibir Cursos de Formación organizados por el Partido para estudiar la doctrina marxistaleninista, el Programa, la Línea Política, los Estatutos y demás aspectos fundamentales de la organización. c. Participar en las reuniones de la Célula a las cuales sea convocado y expresar sus opiniones sobre los temas tratados. d. Ser dotada o dotado del Carnet de candidato o candidata a militante. El Comité Central reglamentará todo lo referente a las características y uso del Carnet. e. Formar parte de los núcleos de candidatos o candidatas que se conforman para su mejor atención y desarrollo. Parágrafo Único: Las y los candidatos no pueden votar, ni ser electas o electos a cargos de dirección. Artículo 11. Las y los candidatos a militante tendrán los siguientes deberes mínimos:


PROYECTO de REFORMA ESTATUTARIA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN a. Aplicar y promover la política del Partido. b. Asistir a las reuniones para las cuales se les convoque. c. Difundir la propaganda, las consignas, prensa y literatura del Partido; vender Tribuna Popular. d. Cumplir las tareas que acuerden los organismos. e. Asistir a los Cursos de Formación organizados por el Partido. f. Cumplir puntualmente con la cotización establecida y demás contribuciones financieras. Comprar y pagar Tribuna Popular y demás publicaciones del Partido. Artículo 12. Las y los candidatos a militante que al finalizar el período estatutario no sean promovidos a la condición de militante por no haber cumplido lo establecido en los Artículos 9 y 11, podrán mantenerse durante un nuevo período en tal condición si la Célula, previa evaluación, lo decide así. En ese caso, el organismo deberá continuar el trabajo ideológico y político. Artículo 13. Cuando se trate de personas que hayan estado separadas o al margen del Partido y deseen reincorporarse, la Célula recibirá y evaluará la solicitud, la cual incluirá una comunicación explicativa de la condición y actividades del solicitante durante el período de su desincorporación. La Célula remitirá un informe con su opinión sobre el caso al organismo inmediato superior, el cual decidirá, previa consulta con las instancias del Partido que sean pertinentes. Cuando se trate de personas que hayan ejercido responsabilidades de dirección local o regional en el PCV, la decisión será tomada por el organismo inmediato superior a aquel del que haya formado parte el solicitante. El ingreso de personas que hayan sido dirigentes nacionales o regionales de otros partidos, será resuelto directamente por el Comité Central. Cuando se trate de dirigentes locales o de base de otros partidos, la decisión será tomada por el Comité Regional correspondiente. Parágrafo Único: En todos los casos, el solicitante se incorporará con la condición de candidato o candidata a militante.

Artículo 14. Cualquier candidato o candidata a militante, cuya promoción le haya sido negada, tiene derecho a solicitar la reconsideración de su caso por el organismo de dirección inmediato superior. CAPÍTULO II DE LAS Y LOS MILITANTES Artículo 15. Toda y todo militante del Partido Comunista de Venezuela tiene un conjunto de deberes y derechos, que forman un sistema integral de obligaciones y responsabilidades en el desarrollo de la vida individual, social y partidaria, consustanciadas con la doctrina marxista-leninista de la cual se desprenden los objetivos históricos del PCV. Parágrafo Único: Los deberes y derechos son iguales para todas y todos los militantes del Partido. Artículo 16. Toda y todo militante del Partido tiene los siguientes deberes: a. Militar activamente en una Célula del PCV. b. Elevar continuamente su nivel ideológico y político, así como profundizar en el conocimiento de la realidad local, regional, nacional e internacional, mediante el estudio colectivo e individual, esforzándose para que todo el Partido asimile los fundamentos del marxismo-leninismo y desarrolle la teoría de la Revolución Venezolana. c. Cumplir y aplicar los principios del Centralismo-Democrático. d. Divulgar y defender la política del Partido, su ideología, prensa, literatura, publicaciones y vender Tribuna Popular. e. Cumplir puntualmente con la cotización establecida y demás contribuciones financieras. Comprar y pagar Tribuna Popular y demás publicaciones del Partido. f. Fundir nuestra práctica política con los intereses de las masas, preocuparse continua y oportunamente de sus problemas y necesidades, conocer sus aspiraciones e inquietudes, aprender de ellas y luchar con ellas por sus reivindicaciones inmediatas y mediatas; explicarles ampliamente el sentido de la política y de las resoluciones del Partido, contribuyendo al desarrollo de su combatividad y su conciencia revolucionaria, procurando con esta actividad el avance de la revolución y captar nuevos can-

didatos o candidatas a militante para el Partido. g. Practicar la disciplina consciente, que es igual para todos los militantes del Partido independientemente de sus méritos y responsabilidades; debiendo cumplir las tareas fijadas por el organismo en que milita y

detallado de lo sucedido al organismo en que milita, el cual lo remitirá al organismo de dirección correspondiente. k. Practicar el principio del internacionalismo proletario, que incluye el ejercicio de la solidaridad con las luchas

por los organismos de dirección del Partido. h. Aplicar y desarrollar en los organismos de base y de dirección la crítica y la autocrítica, de conformidad con lo establecido en el Artículo 3. El cumplimiento de este deber no debe ni puede ser impedido. i. Cumplir con la moral y la ética comunista, que incluye valores tales como: la fraternidad, la solidaridad, la honestidad, la sinceridad y la lealtad que es condición de firmeza en la defensa de los principios frente a los enemigos de clase. Ser ejemplo para la familia, el Partido y el pueblo trabajador. j. Ejercer la vigilancia revolucionaria y guardar secreto sobre las cuestiones que estime conveniente el Partido. Todo militante o candidato o candidata que haya sido detenido, está obligado a presentar de inmediato un informe

por la defensa de los intereses de la clase obrera y el pueblo en todos los países, y con quienes sufren persecución, prisión y exilio a consecuencia de las mismas. l. Velar para que en la designación de cargos de dirección del Partido se cumpla fielmente con las normas relativas a la acertada selección de los cuadros, de acuerdo a su desarrollo teóricopráctico, su abnegación y sacrificio, su moral revolucionaria, así como el conocimiento y consecuente aplicación del Programa, la Línea Política, los Estatutos y su fidelidad al Partido y a la clase obrera. m. Pertenecer y hacer vida activa en su respectivo sindicato o en la organización de masas que guarde relación con su trabajo o actividad, según lo decidido por el organismo de dirección pertinente. Crear o participar en la fracción de las y los comunistas, en la organización

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XV CONGRESO NACIONAL del PARTIDO COMUNISTA de VENEZUELA - PCV de masas correspondiente, esforzándose por imprimirle una correcta orientación en defensa de los intereses de la clase obrera y el pueblo. Trabajar por crear las organizaciones sindicales y de masas donde no las haya. n. En caso de cambiar de residencia, solicitar y obtener el pase correspondiente, indispensable para reincorporarse al Partido en la nue-

va ubicación. El Secretario Político o el Secretariado de la Célula será responsable del otorgamiento del pase, el cual deberá firmar el primero y conformar el Secretario de Organización del Comité Local, si el traslado fuese dentro de la misma entidad, o el Secretario de Organización Regional, si el traslado fuese para otra región. Si no se cumpliera este requisito la Célula a la cual ha sido trasladado el militante deberá exigir el pase a través del organismo superior. Artículo 17. Toda y todo Militante del Partido tiene los siguientes derechos sin que puedan ser coartados: a. Expresar en su organismo respectivo, sus opiniones sobre las cuestiones del Partido. b. Elegir y ser elegido para los organismos dirigentes del Partido con base en las condiciones que establecen los presentes Estatutos. c. Estar presente en las reuniones de los organismos correspondientes en todos aquellos casos en que se adopten decisiones sobre su actuación o conducta, salvo cuando ello ponga en peligro la seguridad del Partido, o cuando el o la militante haya abandonado su responsabilidad en el organismo respectivo. d. Ejercer la crítica y la autocrítica en los organismos correspondientes

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del Partido, sin merecer por ello cuestionamiento alguno. e. Participar en la construcción del Programa, la Línea Política y los Estatutos del Partido en los organismos correspondientes, aportando las experiencias acumuladas en su aplicación práctica y su desarrollo teórico, particularmente durante el proceso de realización de cada Congreso, desde la fecha de la publicación de su convocatoria hasta su culminación. f. Apelar al organismo inmediato superior de las decisiones con las cuales no esté de acuerdo, pudiendo hacer llegar sucesivamente su apelación hasta el Comité Central, la Conferencia Nacional y el Congreso. Sin embargo, durante el trámite que siga a la apelación, quien impugna debe cumplir la decisión tomada, garantizándosele el respeto y la consideración debida. g. Cuando la apelación se refiera a un tema de carácter nacional, solicitar al organismo correspondiente y al Comité Central, que considere difundir sus opiniones en el seno del colectivo partidista al nivel correspondiente, a través de los canales regulares del Partido, debiendo recibir respuesta oportuna al respecto. h. Ser dotada o dotado del Carnet de militante, con la regularidad establecida. El Comité Central reglamentará todo lo referente a las características y uso del carnet. TÍTULO IV DE LA ORGANIZACIÓN, FUNCIONAMIENTO Y ESTRUCTURA LENINISTA DEL PARTIDO CAPÍTULO I DEL SISTEMA DE ORGANIZACIÓN Y SUBORDINACIÓN Artículo 18. El sistema leninista de organización dialécticamente ascendente y descendente del Partido Comunista de Venezuela es el siguiente: a. Las instancias máximas de dirección para todo el país: el Congreso Nacional y la Conferencia Nacional. Los organismos regulares de dirección para todo el país: el Comité Central y el Buró Político. b. La instancia máxima de dirección en cada región: la Conferencia Regional. El orga-

nismo regular de dirección en cada región: el Comité Regional. c. La instancia máxima de dirección en cada localidad: la Conferencia Local. El organismo regular de dirección en cada localidad: el Comité Local. d. La instancia máxima de dirección en la base: la Conferencia de Célula. El organismo regular de dirección en la base: la Célula. Artículo 19. El sistema de subordinación, de responsabilidad y de apelación de las decisiones del Partido de abajo hacia arriba es el siguiente: Célula, Conferencia de Célula, Comité Local, Conferencia Local, Comité Regional, Conferencia Regional, Buró Político, Comité Central, Conferencia Nacional y Congreso Nacional. Parágrafo Uno: Aquellos organismos regulares de dirección que posean siete (7) o más integrantes, elegirán de su seno un Secretariado Operativo encabezado por la Secretaría Política, a los fines de organizar las reuniones del organismo regular e impulsar las tareas acordadas por éste. El Secretariado no podrá constituir mayoría en relación a los integrantes del organismo, ni sustituirlo. Parágrafo Dos: En todos los organismos regulares, la Secretaría Política ejercerá la coordinación del trabajo, bajo la dirección colectiva del organismo respectivo. Parágrafo Tres: La creación de nuevas organizaciones del Partido, la intervención o la disolución de algunas de las existentes, deben efectuarse por decisión del organismo inmediato superior. En el caso de intervenciones o disoluciones de organismos, la decisión debe ser sometida a consideración

del organismo superior al que toma la decisión, quien la ratificará o no. Artículo 20. El PCV se organizará en general tomando en cuenta el ordenamiento político-territorial del país. En los Estados, Municipios o Parroquias, de acuerdo a la necesidad del Partido, podrán funcionar uno o más organismos del mismo nivel. En aquellos centros laborales de alta concentración poblacional, podrán constituirse organismos específicos de dirección. Artículo 21. Para impulsar el desarrollo y fortalecimiento del Partido entre la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo; y en aquellas áreas que por su extensión e importancia así lo requieran, se podrán crear organismos de dirección a los niveles local y regional, independientemente del ordenamiento político-territorial, previo estudio de su necesidad, pertinencia, factibilidad, y demarcación territorial. En todos los casos la decisión será adoptada por el Comité Central, a propuesta de algún organismo intermedio o de base o por propia iniciativa. En dicha resolución se precisará el organismo del cual dependerá el recién creado. En lo sucesivo los organismos así creados, serán electos por las Conferencias respectivas. El Comité Central podrá pasar el control organizativo de localidades de una entidad federal al Comité Regional de otra entidad federal siempre que esto contribuya a mejorar el funcionamiento del Partido. En todo caso la medida será tomada en consulta con los organismos de dirección de las zonas involucradas. De igual manera, cuando lo exijan necesidades organizativas concre-


PROYECTO de REFORMA ESTATUTARIA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN tas, los Comités Regionales podrán autorizar a los Comités Locales para crear en su jurisdicción Comités de Radio que atiendan a grupos determinados de Células. A tales efectos, el Comité Central aprobará el reglamento correspondiente. CAPÍTULO II DE LA CÉLULA Artículo 22. La Célula es el organismo fundamental y regular de militancia política de las y los comunistas. Tiene la tarea de vincular estrechamente al Partido con la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo. La Célula como organismo regular de dirección política de base del Partido Comunista de Venezuela, puede constituirse en el sitio de trabajo, estudio o residencia de las y los militantes, o puede conformarse para cumplir tareas especiales. Para el cumplimiento de su papel dirigente, ésta debe aplicar la Línea Política del Partido en su ámbito de trabajo, generando un plan integral, en correspondencia con la planificación estratégica de los organismos superiores. A los fines de la ejecución, seguimiento y evaluación del trabajo, la Célula debe reunirse con una periodicidad no mayor de quince (15) días. La decisión sobre el tipo y carácter de Célula a constituir depende de las condiciones políticas existentes, del medio donde se desenvuelve su militancia y de los intereses del Partido, siendo determinada por el organismo inmediato superior. Por su importancia estratégica, las Células de empresa o centros de trabajo, tanto en el sector público o privado, requieren una atención especial por parte de los organismos de dirección. Estas se constituyen en los sitios de trabajo y a ellas deben incorporarse todos los militantes del Partido que laboren allí. Cuando el organismo superior lo considere conveniente, podrá designar cuadros para que, conjuntamente con los camaradas que laboran en un centro de trabajo, formen una Célula de empresa, o, de ya existir ésta, para que refuercen su trabajo. También pueden constituirse Células inter-empresas. En caso de que los organismos de dirección lo estimen conveniente,

pueden crearse Células de naturaleza especial a fin de atender determinado tipo de tareas o en consideración al lugar donde realizan el trabajo sus integrantes. En tales casos dichas Células se regirán en principio por las normas de funcionamiento regular cuando le sean aplicables y por Reglamento especial a dictar por el Comité Central. Las Células de las grandes fábricas y otras que a juicio de los organismos de dirección merezcan una atención especial para el desarrollo eficiente de su labor o por las características que éstas cumplen, podrán depender directamente del Comité Regional o Comité Central, según

jo, chequear el cumplimiento de las tareas cotidianas del Partido, la venta y distribución de la prensa y la literatura, y el pago puntual de las cotizaciones, aportes especiales y día de salario. Las Células elegirán delegadas y delegados al Congreso de acuerdo con el Reglamento que a los efectos apruebe el Comité Central para la realización de Congreso Nacional. Las Células de empresa de la industria básica y de producción de bienes y servicios de sectores estratégicos de la economía, con un mínimo de cinco (5) militantes elegirán una o un delegado directo al Congreso Nacional.

decisión del respectivo órgano de dirección. La dirección de la Célula será elegida por sus militantes en Conferencia de Célula una vez al año, o antes, cuando las circunstancias lo ameriten. En todas las Células, la Secretaría Política ejercerá la coordinación del trabajo, bajo la dirección colectiva del organismo. Toda Célula contará como mínimo con las siguientes Secretarias: Política, Organización, Finanzas, Ideología, Masas y Propaganda. Pudiendo designar tantas Secretarías como las características y necesidades requiera la Célula. La Secretaría Política de la Célula conjuntamente con el Secretariado, donde exista, es responsable de convocar las reuniones, dirigir políticamente el traba-

Para ser Miembro de cualquier organismo de dirección en todos los niveles e instancias del Partido o para pertenecer a la dirección de sus órganos de propaganda, es condición obligatoria ser militante de una Célula, excepto en situación de emergencia. Parágrafo Único: el Comité Central elaborará y aprobará la normativa de funcionamiento de las diferentes Secretarías de los organismos celulares. Artículo 23. Son tareas de la Célula: a. Aplicar en el movimiento de masas el Programa y la Línea Política del Partido, realizando labores de agitación, propaganda, organización, información y finanzas. b. Difundir la prensa y la literatura partidista y elaborar su propia propaganda sobre problemas específicos.

c. Realizar una permanente denuncia sobre el sistema capitalista en general y sobre el imperialismo en particular, destacando la misión histórica de la clase trabajadora y la necesidad de luchar por el socialismo. d. Captar sistemáticamente de forma planificada, dirigida y selectiva nuevas y nuevos candidatos a militante para el Partido, educarles política e ideológicamente y en el combate directo con el enemigo de clase. e. Dirigir y controlar la actividad de las y los miembros en las organizaciones de masas en las cuales activen. f. Plantear las reivindicaciones de las trabajadoras, los trabajadores y de la población del lugar en que actúan, ayudándoles a organizar la lucha por el logro de ellas y ligándolas a la lucha general del movimiento obrero y del pueblo por la liberación nacional, el socialismo y el comunismo. g. Mantener una activa vigilancia para evitar la infiltración de provocadores y observar siempre una actitud intransigente ante las debilidades que se tengan frente al enemigo. h. Propiciar, a través de la crítica y la autocrítica, la corrección de los errores y fallas, garantizando el cumplimiento de los deberes y el ejercicio de los derechos de cada militante. i. Recoger el pensamiento, el sentir, las experiencias y la voluntad de las masas, fuente principal de la política del Partido, y transmitirlos a los organismos de dirección, no conformándose con realizar las tareas específicas, sino participando activamente en la elaboración de la política del Partido. j. Con base al principio del internacionalismo proletario, estimular la solidaridad nacional e internacional con los pueblos que luchan por su liberación y autodeterminación, contra el imperialismo, el fascismo, el racismo, la discriminación; con los presos y perseguidos políticos del movimiento comunista internacional, democráticos y revolucionarios y para con sus familiares. k. Realizar frecuentemente reuniones amplias y abiertas con simpatizantes y amigos que permitan divulgar entre éstos la política y objetivos del Partido y recoger sus aportes. Estas asam-

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XV CONGRESO NACIONAL del PARTIDO COMUNISTA de VENEZUELA - PCV bleas revolucionarias deben realizarse por lo menos una vez al mes, a fin de estimular la expansión y el desarrollo de nuestra política en el seno de las masas. l. Elaborar un diagnóstico integral de su área de influencia que sirva para la formulación de los planes de trabajo por secretaría para su discusión y aprobación con las modificaciones que se hagan en la reunión de Célula, con el objetivo de consolidar el organismo de base. m. Establecer reuniones de balance y chequeo del cumplimiento de los objetivos y metas establecidos en los planes, a fin de adoptar los correctivos necesarios para su cumplimiento. CAPÍTULO III DEL COMITÉ LOCAL Artículo 24. El Comité Local es el organismo de dirección política entre una Conferencia Local y otra. Pudiera corresponder geográficamente a: Parroquia (s), Municipio (s) o ejes territoriales. Este organismo de dirección estará conformado por no menos de cinco Células y su dirección integrada por un mínimo de cinco (5) Miembros, en los cuales recaerá la responsabilidad en el desempeño de las principales Secretarías: Política, Organización, Finanzas, Ideología, Sindical y de Masas, y de otras Secretarías que dependan del número de integrantes y se correspondan con las necesidades del organismo y Línea Política del Partido. Para ser Miembro del Comité Local se requiere ser militante del PCV durante tres (3) años continuos durante los cuales debe haber recibido cursos básicos de máximo-leninismo bajo la dirección del Partido y haber demostrado compromiso con la clase obrera, con el PCV, con el Programa y Línea Política. Artículo 25. El organismo superior de dirección del Partido en cada localidad es la Conferencia Local en el proceso de Conferencia, y el Comité Local en el funcionamiento orgánico regular y todos los dirigentes a ese nivel deberán ser electos y electos por las delegadas y los delegados asistentes a dicha Conferencia. Artículo 26. Las Conferencias Locales estarán integradas por las delegadas y delegados electos en

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las Conferencias de Células y los Miembros principales y suplentes del organismo. Parágrafo Uno: Todo integrante del Comité Local del Partido, debe tener un mínimo de cincuen-

bros acordados por la Conferencia. En ningún caso resultaran electos quienes obtengan menos del treinta por ciento (30%) de los votos. Durarán en sus funciones hasta la próxima Conferencia que

ta por ciento (50%) de asistencia a su organismo de dirección y a su correspondiente Célula, para mantener su condición de delegado o delegada nato a la respectiva Conferencia o Congreso del PCV, según sea el caso. Parágrafo Dos: Son atribuciones de las Conferencias Locales discutir y pronunciarse sobre: a. Los materiales del Congreso del Partido. b. El Informe del Comité Regional, Comité Local y de las Células. c. La elección del Comité Local. Artículo 27. Las y los Miembros de los Comités Locales serán electos por la Conferencia respectiva, mediante la elección nominal por parte de los delegados y las delegadas asistentes a éstas. Según los votos obtenidos, se seleccionarán hasta completar el número de los Miem-

incorpore en el orden del día la elección del Comité Local y podrán ser reelectas o reelectos. La elección de principales y suplentes se hará por separado, procediéndose a elegir primero los principales y en otra vuelta a los suplentes. Artículo 28. Luego de su elección por la Conferencia Local, el organismo procederá a reunirse y elegir de su seno, mediante votación nominal de sus integrantes, las diferentes Secretarías, correspondiendo la dirección política del mismo al o la camarada que resulte electa o electo para ejercer la Secretaría Política Local. Parágrafo Único: En caso de producirse vacantes absolutas sin que existan suplentes para cubrirlas, el organismo superior inmediato las llenará provisionalmente y convocara la

Conferencia respectiva para la elección correspondiente. Artículo 29. El Comité Local del Partido que tenga siete (7) o más Miembros, designará un Secretariado, el cual tendrá la función de atender la labor diaria del Partido, impulsar las resoluciones del organismo local, chequear las comisiones de trabajo y elaborar el proyecto de orden del día para las reuniones del correspondiente organismo, ante el cual rendirán informe. Artículo 30. Funciones del Comité Local: a. Reunirse con periodicidad, por lo menos cada quince (15) días. b. Garantizar el trabajo de dirección colectiva. c. Designar las principales Secretarías. d. Atender periódicamente a los organismos Celulares. e. Mantener constante comunicación e intercambio sobre la aplicación de la Línea Política del Partido y otros temas, con su organismo inmediato superior e impulsar su aplicación en los organismos celulares. f. Garantizar el cumplimiento de las cotizaciones ordinarias y extraordinarias, venta y cancelación oportuna de Tribuna Popular y otras publicaciones del Partido. g. Articular con la Dirección Regional y los organismos de base, la atención del trabajo político ideológico. h. Desarrollar la Línea Política del Partido a nivel interno y con los organismos de masas entre la clase obrera, el movimiento sindical, el movimiento campesino, las capas medias y movimiento popular comunitario, así como entre los trabajadores, trabajadoras y pueblo en general; priorizando en la clase obrera. i. Elaborar un Plan Integral estratégico en correspondencia con la planificación del órgano superior contextualizado con su propia realidad, que permita al organismo hacer seguimiento, control y evaluación periódica del trabajo en la aplicación de la Línea Política del Partido. j. Cumplir con el Reglamento Interno que a tal efecto elaborará el Comité Central. CAPÍTULO IV DEL COMITÉ REGIONAL Artículo 31. El Comité Regional es el organismo de dirección políti-


PROYECTO de REFORMA ESTATUTARIA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN ca entre una Conferencia Regional y otra, que corresponde geográficamente a un Estado o Región. Este Organismo de Dirección estará integrado por no menos de cinco Miembros, en los cuales recaerá la responsabilidad en el desempeño de las principales Secretarías:

Política, Organización, Finanzas, Ideología, Sindical y de Masas, y de otras Secretarías que dependan del número de integrantes y se correspondan con las necesidades del organismo y Línea Política del Partido. Para ser Miembro del Comité Regional se requiere ser militante del PCV durante cinco (5) años continuos, refrendado por su organismo celular, haber recibido cursos de marxismo-leninismo, certificados por el Partido, haber demostrado compromiso con la clase obrera, con el PCV y con el Programa y Línea Política. Artículo 32. El organismo superior de dirección del Partido en cada región es la Conferencia Regional, en el proceso de Conferencia, y el Comité Regional en el funcionamiento orgánico regular y todos los dirigentes a ese nivel deberán ser electas y electos por las delegadas y los delegados asistentes a dicha Conferencia. Parágrafo Uno: Las Conferencias Regionales estarán integradas por las delegadas y delegados electos en las Conferencias de Célula y por los Miembros principales y suplentes del organismo. Todo integrante de los órganos de dirección del Partido, debe tener un mínimo de sesenta por ciento (60%) de asistencia a su organismo

de dirección y a su correspondiente Célula, para mantener su condición de delegada o delegado directo a la respectiva Conferencia o Congreso del PCV, según sea el caso. Parágrafo Dos: Son atribuciones de las Conferencias Regionales discutir y pronunciarse sobre: a. Los materiales del Congreso del Partido. b. El Informe del Comité Regional, Comité Local y de las Células. c. Elegir las delegadas y/o delegados entre las Células que no tienen representación directa al Congreso. d. La elección del Comité Regional. Artículo 33. Las y los Miembros de los Comités Regionales serán electos por la Conferencia respectiva, mediante la elección nominal por parte de los delegados y las delegadas asistentes a ésta. Según los votos obtenidos, se seleccionarán hasta completar el número de los Miembros acordados por la Conferencia. En ningún caso resultarán electos quienes obtengan menos del treinta por ciento (30%) de los votos. Durarán en sus funciones hasta la próxima Conferencia que incorpore la elección del Comité Regional en el orden del día y podrán ser reelectas o reelectos. La elección de principales y suplentes se hará por separado, procediéndose a elegir primero los principales y en otra vuelta a los suplentes. Artículo 34. Luego de su elección por la Conferencia Regional, el organismo procederá a reunirse y elegir de su seno, mediante votación nominal de sus integrantes, las diferentes Secretarías de acuerdo a la votación obtenida. Parágrafo Único: En caso de producirse vacantes absolutas sin que existan suplentes para cubrirlas, el organismo superior inmediato las llenará provisionalmente y convocará la Conferencia respectiva para la elección correspondiente. Artículo 35. El Comité Regional del Partido que tenga 7 o más Miembros designará un Secretariado, con la función de atender la labor diaria del Partido, impulsar las resoluciones del organismo respectivo, coordinar las comisiones de trabajo y elaborar el proyecto de orden del día para las reuniones del organismo, ante el cual rendirán informe. No podrá ser mayo-

ría con respecto al Comité Regional. Artículo 36. Funciones del Comité Regional: a. Reunirse con periodicidad, por lo menos cada 15 días. b. Garantizar el trabajo de dirección colectiva. c. Elegir las principales Secretarías. d. Atender periódicamente a los organismos Locales y Celulares. e. Mantener constante y fluida comunicación e intercambio con la Dirección Nacional sobre la aplicación de la Línea Política del Partido, además de otros temas y garantizar la aplicación de la Línea Política en los Comités Locales y organismos celulares. f. Garantizar el cumplimiento de las cotizaciones ordinarias y extraordinarias, venta y cancelación oportuna de Tribuna Popular y otras publicaciones del Partido.

lítica del Partido y de los Principios Leninistas. j. Cumplir con el Reglamento Interno que a tal efecto elaborará el Comité Central. k. Designará la Comisión de Disciplina y Control de Cuadros Regional e informará al Buró Político y a la Comisión Nacional.

g. Articular con la Dirección Nacional, Comité Local y los organismos de base, la atención del trabajo político-ideológico. h. Desarrollar la Línea Política del Partido a nivel interno y con los organismos de masas entre la clase obrera, el movimiento sindical, el movimiento campesino, las capas medias y movimiento popular comunitario, así como entre los trabajadores, trabajadoras y pueblo en general; priorizando en la clase obrera. i. Elaborar el Plan Integral estratégico en correspondencia con la planificación del órgano superior contextualizado con su propia realidad, que permita al organismo hacer seguimiento, control y evaluación periódica del trabajo en la aplicación de la Línea Po-

a. Dirigir las relaciones con otras organizaciones en el ámbito nacional e internacional. b. Dirigir el trabajo político y organizativo del Partido y enviar cuadros dirigentes del Partido, oportuna y regularmente, a las regiones y localidades que necesiten o requieran su ayuda. c. Organizar y controlar las diversas Secretarías, Comisiones y demás organismos auxiliares del Comité Central, eligiendo las y los responsables por Secretarías, y miembros de las Comisiones y organismos auxiliares. d. Elegir, organizar, y controlar los Departamentos del Partido aprobados por el Comité Central. e. Nombrar y remover a los directores de los órganos de prensa del Partido. f. Vigilar, controlar y administrar las finanzas y los bienes del Partido.

CAPÍTULO V DEL COMITÉ CENTRAL Artículo 37. El Comité Central es el máximo organismo de dirección política del Partido en el territorio nacional e internacional entre un Congreso y otro, el cual se reunirá periódicamente cada tres meses, salvo situaciones especiales en que se prorrogue previa consulta con los Miembros del Comité Central. Artículo 38. El Comité Central representa y dirige a todo el Partido y entre sus atribuciones cuentan:

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XV CONGRESO NACIONAL del PARTIDO COMUNISTA de VENEZUELA - PCV g. Orientar y dirigir el trabajo de todos aquellos camaradas que ejerzan cargos públicos, sean de elección popular (legisladores concejales alcaldes y gobernadores) o de designación ejecutiva a través del Buró Político, los Comités Regionales y los Comités Locales. h. Elegir al Buró Político y al Secretario General. i. Convocar los Congresos, las Conferencias Nacionales y Regionales y autorizar la realización de cualquier otra Conferencia. Para todos estos efectos, el Comité Central elaborará y aprobará un Reglamento que bajará oportunamente a los organismos del Partido para su conocimiento y aplicación. j. Elegir con el voto de las 2/3 partes de sus Miembros principales y suplentes, un Comité Central de Emergencia, con el número de Miembros que se considere más adecuado. Establecerá las normas generales de su funcionamiento y no se podrá hacer cooptaciones mientras haya principales o suplentes del Comité Central, que puedan ser llamados a incorporarse. Trazará las orientaciones para que los Comités Regionales, Locales y Células adopten idéntica decisión, cuando el CC lo considere oportuno. k. El Comité Central a través de la Comisión de Disciplina y Control de Cuadros establecerá un Sistema de Seguimiento y Control de sus Miembros a los fines de garantizar la vigilancia revolucionaria, formación y actividad teórica y práctica del dirigente. l. Aplicar medidas disciplinarias a los Miembros del Comité Central que incurran en faltas que así lo ameriten, según lo establecido en el Artículo 65 de los presentes Estatutos, y del mismo modo a cualquier militante de

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la organización cuando existan fundados indicios de amenaza a la seguridad de organismos o cuadros del Partido. m. Elaborar los reglamentos de funcionamiento de los distintos organismos del Partido. Artículo 39. Para tomar decisiones válidas, es necesario que en el Pleno del Comité Central esté presente la mayoría absoluta de sus Miembros, entre principales o suplentes. Se entiende por mayoría absoluta, la mitad del número par inmediato inferior al número de miembros principales del Comité Central más uno de sus integrantes principales o suplentes en caso de estar sustituyendo en forma temporal o permanente a un principal. Los Miembros suplentes asistirán a las reuniones del Comité Central, teniendo sólo derecho a voz, excepto cuando actúen en calidad de principales. El Comité Central suplirá sus vacantes con los suplentes que fueron electos por el Congreso, siguiendo el orden de su elección. Parágrafo Único: Las ausencias temporales o definitivas de los Miembros de este organismo, se llenarán con los suplentes respectivos. Se entiende por ausencia temporal la no asistencia a una reunión. Artículo 40. Cuando actúe el Comité Central de Emergencia, el quórum será de 2/3 partes de los Miembros de ese organismo. Las ausencias temporales y vacantes absolutas, conforme al Parágrafo Único del Artículo 39, que se produzcan en el Comité Central de Emergencia serán llenadas de conformidad con el literal j. del Artículo 38. Artículo 41. El Comité Central fija el número de Miembros principales y suplentes del Buró Político. Los elige de su seno por votación no-

minal, a excepción del Secretario General que ya fue electo y que es miembro nato del Buró Político, resultando electos aquellos que obtengan por lo menos el treinta por ciento (30%) de los votos válidos. Artículo 42. El Buró Político ejerce la dirección política del Partido entre una y otra reunión del Comité Central, de acuerdo con las resoluciones adoptadas por los plenos de éste. Es el órgano ejecutivo del Comité Central, por lo cual, todo lo referente al mismo es de su competencia. Cuando un Pleno del Comité Central tenga que suspenderse sin haber concluido los puntos a tratar, el Comité Central podrá autorizar al Buró Político, dependiendo de la o las materias, a tratar para su conclusión. El Buró Político convoca las reuniones plenarias o ampliadas del Comité Central y tiene autoridad para convocar y dirigir las reuniones y plenos amplios de cualquier frente o comisión auxiliar del CC, sobre cuyas instancias ejerce dirección mientras no esté reunido el Comité Central. En caso de considerarlo necesario el Buró Político designará de su seno un Secretariado Administrativo. Artículo 43. La Secretaría General del Comité Central es la instancia coordinadora de la actividad dirigente colectiva del Partido. Re-

presenta a la Dirección Nacional, cuando ésta no esté reunida. En actos públicos, puede delegar su representación en otros miembros de la Dirección Nacional. Debe rendir cuenta de su gestión ante el Comité Central en el primer pleno del Comité Central del año siguiente. Artículo 44. El Comité Central, por mayoría de votos, puede declarar abierta una amplia discusión sobre la política general del Partido, en todos los organismos, cuando: a. No exista suficiente unidad en algún aspecto o aplicación de la Línea Política del Partido. b. Crea conveniente, a pesar de considerar justa la Línea Política del Partido, comprobar esa justeza a través de una discusión en todos los niveles e instancias, a los fines de alcanzar coherencia y cohesión programática y política. c. La solicite la tercera parte de los Comités Regionales. d. En el período preparatorio de un Congreso o una Conferencia Nacional. En todos estos casos, al decidirse sobre la discusión, el CC deberá reglamentar la manera como ésta debe realizarse. Artículo 45. El Comité Central organizará el funcionamiento de la dirección nacional del Partido. Al efecto, dictará los Reglamentos y disposiciones necesarias de conformidad con los Estatutos.


PROYECTO de REFORMA ESTATUTARIA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN

CAPÍTULO VI DE LAS COMISIONES AUXILIARES DEL COMITÉ CENTRAL Y LAS FRACCIONES DE MASAS Artículo 46. El Comité Central elegirá de su seno la Comisión Contralora del Partido, la cual durará cuatro (4) años en sus funciones y tendrá por finalidad velar por el cumplimiento de las disposiciones que sobre administración y finanzas establecen los Estatutos, con autoridad sobre todas las instancias y niveles organizativos del PCV. Todo lo referente al funcionamiento de la Comisión Contralora será reglamentado por el Comité Central. De igual manera, los Comités Regionales constituirán las Comisiones Contraloras Regionales. Esta Comisión presentará informe anualmente al Comité Central sobre su funcionamiento y actuaciones. Artículo 47. El Comité Central fijará el número de integrantes a elegir para crear de su seno la Comisión Nacional de Orientación y Evaluación de Cuadros para atender a los cuadros del PCV y la JCV. La Comisión Nacional de Orientación y Evaluación de Cuadros, con el objeto de conocer en profundidad los requerimientos, necesidades y actuación política, profesional, formación ideológica, personal y de salud del activo co-

munista, tanto del PCV como de la JCV, propondrá al Comité Central las medidas dirigidas a orientar y contribuir al desarrollo políticoideológico de sus cualidades dirigentes. Artículo 48. El Comité Central fijará el número de integrantes a elegir para crear de su seno la Comisión Nacional de Disciplina y Control de Cuadros, la cual tendrá las siguientes atribuciones: a. Elaborar los expedientes de los Miembros del Comité Central que hayan incurrido en algunas de las faltas por iniciativa propia o por los organismos correspondientes, de acuerdo a lo previsto en los presentes Estatutos y propondrá al organismo de dirección correspondiente las sanciones que juzgue convenientes. En general, garantizará el cumplimiento de lo pautado en el literal l. del Artículo 38 de los presentes Estatutos y realizará todas las gestiones necesarias a la averiguación de la verdad. El informe correspondiente debe ser presentado ante el Comité Central en un lapso no mayor de tres meses del inicio de la averiguación. b. En el caso de las apelaciones que sean presentadas ante la Dirección Nacional contra las decisiones de los organismos correspondientes del Partido, la Dirección Nacional remitirá, de considerarlo necesario, dicha apelación a la Comisión de Disciplina y Control de Cuadros, la cual analizará el planteamiento recibido y luego llevará al Comité Central las proposiciones que juzgue convenientes, ya sea de la ratificación o rectificación de lo resuelto por el organismo de dirección que tomó la decisión. c. Cuando un organismo del Partido manifieste reiteradamente negligencia para conocer y resolver casos de infracción a la disciplina y las normas estatutarias por parte de sus Miembros, el Comité Central pasará el caso individual y al organismo infractor a la Comisión de Disciplina y Control de Cuadros, para que elabore el expediente respectivo y presente el informe correspondiente en el lapso previsto en los presentes Estatutos. d. Supervisar las sanciones disciplinarias aplicadas por los organismos del Partido, para lo cual éstos deben informar oportunamente a la Comisión Nacional de Disci-

plina y Control de Cuadros. Si la Comisión considera inadecuada, insuficiente o injusta la sanción aplicada, recomendará la revisión al nivel correspondiente. En caso de no corregirse la decisión en referencia, adoptará directamente una resolución que presentará a la consideración y decisión del Comité Central. Artículo 49. En las organizaciones de masas donde militan más de dos camaradas se constituirán fracciones del Partido. El control, dirección y reglamentación del funcionamiento de estas fracciones lo ejercerá el organismo de dirección del Partido, ya sea nacional, regional o local, estos organismos jerarquizarán la atención de la organización de masas, en función del ámbito territorial que ocupa o el lugar donde esté ubicada. Las fracciones no son organismos regulares del Partido sino formas auxiliares para el trabajo de masas que impulsen la difusión y práctica de la Línea Política del Partido y se emplean para contribuir al trabajo general y al éxito de la línea del Partido en un frente de masas determinado, por consiguiente, la fracción no sustituye la función de la Célula y la vida celular a que está obligado toda y todo miembro del Partido. La coordinación operativa de las fracciones de masas estará a cargo de la Comisión Auxiliar que atienda el respectivo frente y haya sido designada por el organismo de dirección respectivo. En la actividad de las fracciones de masas podrán participar personas afiliadas o amigas del Partido.

Artículo 50. Las Secretarías de Masas impulsarán la constitución de frentes amplios, como instrumentos políticos organizativos para difundir, desarrollar y aplicar el Programa y la Línea Política del Partido entre sectores específicos de las masas. Los frentes de masas no sustituyen la función de la Célula y la vida celular a que está obligado toda y todo miembro del Partido. En la actividad de los frentes de masas podrán participar además de los militantes, los candidatos y candidatas a militantes y amigos del Partido. Artículo 51. Todos los organismos regulares del Partido designarán Comisiones Auxiliares de Trabajo para el mejor desempeño de sus funciones. CAPÍTULO VII DE LA CONFERENCIA NACIONAL Artículo 52. El Comité Central podrá convocar Conferencias Nacionales del Partido con las siguientes atribuciones: a. Estudiar y resolver cuestiones fundamentales del trabajo organizativo y de masas. b. Definir políticas por frentes de trabajo. c. Escoger candidato o candidata a la Presidencia de la República, por los organismos de base del Partido. d. Otras que acuerde el Comité Central y que no sean de la exclusiva competencia del Congreso. La Conferencia Nacional se integrará con los Miembros principales y suplentes del Comité Central, los Secretarios Políticos de los Comités Regionales y/o de las Comisiones Reorganizadoras Regionales y una representación de cada uno de los estados, proporcional al número de militantes, los cuales serán electos en los organismos de base. El Comité Central, al hacer la convocatoria, determinará el orden del día de la Conferencia, fijará la base de representación y la fecha de instalación de la Conferencia. En cada oportunidad el Comité Central elaborará un Reglamento para el Proceso de convocatoria y realización de la Conferencia Nacional. Parágrafo Único: el proceso de convocatoria y desarrollo de la Conferencia Nacional estará bajo la dirección del Comité Central.

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XV CONGRESO NACIONAL del PARTIDO COMUNISTA de VENEZUELA - PCV

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CAPÍTULO VIII DEL CONGRESO NACIONAL DEL PCV Artículo 53. La máxima autoridad del Partido Comunista de Venezuela es su Congreso Nacional, cuyas decisiones son definitivas y, no pueden ser derogadas sino por otro Congreso. El Congreso debe convocarse cada 4 años, pero el Comité Central podrá prorrogar su realización por un año más con una votación de 2/3 partes de sus Miembros principales. En caso de que el Partido estuviere en la clandestinidad, el Comité Central podrá postergar su convocatoria hasta que las condiciones lo permitan y adoptará las medidas necesarias para su pronta realización. Artículo 54. El Congreso del Partido estará integrado por: a. Las delegadas y delegados electos directamente por las Células. En concordancia con el Artículo 22. b. Las delegadas y delegados electos directamente por las Conferencias Regionales. En concordancia con el Parágrafo Uno y el literal c. del Artículo 32.

cusión del Congreso, los cuales serán enviados a las Células con tres (3) meses de antelación a la fecha fijada por el Comité Central para la instalación del Congreso. Parágrafo Uno: Una vez discutidos los materiales en las Células del Partido, a más tardar el tercer día de haber finalizado la Conferencia éstas enviarán sus proposiciones a las Comisiones Preparatorias de las Conferencias Local y Regional, así como a la Comisión Nacional Preparatoria del Congreso, con la finalidad de enriquecer y profundizar el debate, para entregarlas a las y los delegados a las respectivas Conferencias y al Congreso, para su información y discusión. De igual manera actuarán las Conferencias Locales y Regionales. Parágrafo Dos: Los miembros del Comité Central que asistan al Congreso deberán contar con un mínimo de ochenta por ciento (80%) de participación en dicho organismo y en su respectiva Célula; cumplir disciplinadamente sus decisiones y estar al día en sus cotiza-

c. Los Miembros principales y suplentes del Comité Central. d. La delegación que designe el Consejo Central de la Juventud Comunista, en un número que fijará el Comité Central y que debe ser aprobada por la Dirección Nacional del Partido. El Comité Central al emitir la convocatoria, fijará en el Reglamento del Congreso la base de representación de las Células y la Juventud Comunista, y elaborará los documentos que sirvan de base a la dis-

ciones y demás compromisos financieros para con el Partido en todos sus niveles. Artículo 55. Todos los organismos regulares del Partido al iniciarse la discusión de los asuntos contenidos en el Orden del Día tienen el derecho y la obligación de adoptar los acuerdos y resoluciones, así como pronunciarse sobre los documentos preparados por el Comité Central, Comités Regionales y Comités Locales. De acuerdo al Reglamento que fijará el Comité Central.

Artículo 56. Son atribuciones del Congreso: a. Discutir y pronunciarse sobre los informes del Comité Central. b. Actualizar y modificar el Programa, la Línea Política, los Estatutos y cualquier otro documento fundamental del Partido. c. Elegir al Comité Central. Artículo 57. El Congreso del Partido fija el número de Miembros principales y suplentes del Comité Central y los elige en forma nominal, resultando electos aquellos candidatos y candidatas que obtengan cuando mínimo el treinta por ciento (30%) de los votos válidos. Se seleccionarán según los votos obtenidos, hasta completar el número acordado. Durarán en sus funciones hasta el próximo Congreso que establezca en el orden del día la elección del Comité Central y podrán ser reelectos. La elección de principales y suplentes se hará por separado, procediéndose a elegir primero los principales y en otra vuelta a los suplentes. Artículo 58. Para ser Miembro principal o suplente del Comité Central se requiere: a. Ser militante activo del Partido por lo menos durante seis (6) años continuos. b. Demostrada preparación política e ideológica y haber participado en el proceso formativo que promueva el Partido. c. Haber aplicado en forma consecuente el Programa, la Línea Política y Estatutos del Partido, demostrando disciplina, capacidad organizativa, de dirección y de trabajo con las masas. d. Militar en su organismo celular y de dirección, con un mínimo del ochenta por ciento (80%) de participación en los mismos, cumplir disciplinadamente sus decisiones y estar al día en sus cotizaciones, y demás compromisos financieros para con el Partido en todos sus niveles. Artículo 59. El Comité Central podrá convocar al Congreso del PCV en forma extraordinaria por razones de emergencia o gravedad, cuando no corresponda estatutariamente realizar el Congreso Ordinario. El Congreso Extraordinario podrá conocer cualquiera de los aspectos que correspondan al Congreso Ordinario. Los lapsos de discusión en

los organismos a diversos niveles, estarán en correspondencia con la emergencia, pudiendo obviarse la realización de las Conferencias Locales. Artículo 60. Los organismos podrán invitar delegados fraternales o invitados especiales para sus respectivas Conferencias con voz, pero sin voto. TÍTULO V DEL RÉGIMEN DE SANCIONES Y DE APELACIONES CAPÍTULO I DE LAS FALTAS Y LAS SANCIONES Artículo 61. En caso de violación del Programa, la Línea Política o los Estatutos por un organismo del Partido, el organismo superior inmediato deberá intervenir para regularizar su actuación y su vida interna. Artículo 62. Serán motivo de medidas disciplinarias: a. La traición comprobada a los principios del marxismo-leninismo que rigen la vida orgánica del Partido. b. Las debilidades ante el enemigo y los compromisos que se realicen con éste. c. La realización de trabajo fraccional o divisionista contra la unidad del Partido. d. Actos contrarios a la moral comunista. e. Las irregularidades que se cometan con las finanzas, fondos o bienes del Partido. f. Los actos de corrupción u otras irregularidades disciplinarias que se cometan en funciones públicas de gobierno, en cargos de elección popular y/o en dirección de organizaciones de masas. g. La violación del Programa, la Línea Política y/o los Estatutos. h. El abandono injustificado de las responsabilidades militantes y dirigentes. i. El no acatamiento a la reglamentación establecida por el Comité Central en lo referente a los sueldos de funcionarios de elección popular y de funcionarios designados. j. La no cancelación oportuna de los compromisos financieros adquiridos con el Partido sobre las cotizaciones ordinarias y extraordinarias, venta y cancelación oportuna de Tribuna Popular y otras publicaciones del Partido.


PROYECTO de REFORMA ESTATUTARIA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN k. Los actos de aventurerismo o de provocación; las acciones de grupos aislados como métodos de reemplazo de la lucha de masas y, en general, las actuaciones que perjudiquen al Partido, a la clase obrera y al pueblo trabajador de la ciudad y el campo. Parágrafo Único: El incumplimiento y retraso del pago de estos rubros será motivo de sanción a militantes y organismos del Partido, de acuerdo con lo establecido en los presentes Estatutos en correspondencia con el literal e. del presente Artículo, pudiéndose entender, como acciones conscientes o inconscientes, destinadas a entorpecer u obstaculizar esta importante actividad reglamentada, político-ideológica del Partido Comunista en su desarrollo cotidiano. Artículo 63. El militante del Partido que incurra en falta debidamente comprobada, será sancionado de acuerdo con la gravedad de la misma. Las sanciones pueden ser: a. La crítica verbal en el organismo correspondiente cuando se traten de faltas leves. b. La Crítica por escrito, cuando se trate de faltas leves pero reiteradas. c. En caso de críticas reiteradas por una determinada conducta y la reincidencia continua del militante, será pasado a la Comisión de Disciplina y Control de Cuadros. d. La destitución de la responsabilidad y privación de ocupar cargos dentro de un período determinado, si incurre reiteradamente en lo previsto en los literales g. y/o h. del Artículo 62 de los Estatutos. e. Someter a régimen especial de militancia por un lapso no menor a un año cuando se trate de lo establecido en el literal c. del Artículo 62 de los Estatutos; debiendo ser evaluada su conducta en la Célula de militancia donde además de las tareas cotidianas, deberá cumplir las tareas asignadas por el organismo que aplica la sanción, como método correctivo de la falta cometida. f. La expulsión del Partido, cuando incurra en faltas graves que sean debidamente comprobadas, que afecten la vida, principios o bienes del Partido, de las tipifica-

das en los literales a., b., d., e. y f. del Artículo 62 de los presentes Estatutos. Artículo 64. Las infracciones a la disciplina, por parte de los organismos dirigentes a cualquier nivel, pueden ser sancionados con la remoción de sus integrantes, debiendo el organismo superior designar una Dirección transitoria y ordenar la realización de una Conferencia Organizativa. Artículo 65. Los Miembros principales y suplentes del Comité Central, sólo pueden ser sancionados por decisión de las 2/3 partes del Comité Central o por el Congreso. Su readmisión será igualmente decidida por las 2/3 partes del Comité Central o por el Congreso. Artículo 66. Las medidas disciplinarias, para ser válidas, deberán ser aprobadas por la mayoría absoluta de los votos de los participantes en la reunión del organismo al cual pertenezca el encausado. Esas medidas se pueden apelar ante la instancia inmediata superior. En todos los casos, la apelación puede llevarse hasta el Congreso del Partido. Queda a salvo lo dispuesto en el literal a. del Artículo 48 de los presentes Estatutos. CAPÍTULO II DE LAS APELACIONES Artículo 67. Las instancias correspondientes a las apelaciones de las decisiones del Partido, son las siguientes: Conferencia de Célula, Comité Local, Conferencia Local, Comité Regional, Conferencia Regional, Comité Central, Conferencia Nacional y Congreso Nacional.

Artículo 68. Las apelaciones se procesarán en la forma siguiente: a. Las que corresponden a los militantes u organismos, deberán interponerse por ante el organismo inmediato superior en un lapso de 15 días, contados a partir del día siguiente a aquel en que se notifique la medida o resolución objeto de la apelación, salvo los casos que tengan establecidos expresamente otros lapsos. b. El organismo que debe conocer la apelación, resolverá el asunto planteado en un lapso de 30 días hábiles, pudiendo prorrogarse 30 días más. c. Para los efectos del Comité Central y Congreso, en la reunión siguiente, siempre y cuando la apelación sea recibida oportunamente. La apelación ante la Conferencia Local, Regional y el Congreso deberá ser solicitada ante el Comité Local, Regional y el Comité Central y/o la respectiva Comisión Preparatoria (según sea el caso) para que pueda ser incorporada en un punto para su discusión. d. Decidida la apelación, se le notificará al apelante a los fines de que ejerza cualquier otro recurso al que tenga derecho en caso de que lo considere necesario según los presentes estatutos. El apelante siempre tendrá acceso al expediente que motive la apelación o recurso. TÍTULO VI DE LAS ELECCIONES Artículo 69. El Comité Central nombrará la Comisión Electoral Nacional y los Comités Regionales nombrarán las comisiones electo-

rales regionales del Partido, encargadas de organizar la selección de las y los candidatos de elección popular. En el Reglamento específico el CC les señalará sus atribuciones específicas. Artículo 70. Las y los candidatos del Partido postulados a cargos de elección popular serán pre-seleccionados por el voto directo en los organismos de base. La selección definitiva se realizará en los organismos de dirección con base en la política nacional del Partido y bajo la dirección del Comité Central. Los organismos de dirección inmediatos superiores de conformidad con la evaluación de los cuadros, se reservan el derecho, de considerarlo necesario, a postular en las correspondientes listas en puestos de máxima jerarquía, hasta un tercio (1/3) de los mismos. Parágrafo Único: Cuando se trate de alianzas electorales, la decisión final corresponderá al Comité Central en consulta previa con el Comité Regional correspondiente y en ese orden de prelación descendente, el Comité Regional al Comité Local y éste a su vez a la Célula. TÍTULO VII DE LAS FINANZAS Artículo 71. Las finanzas del Partido provienen de las cotizaciones de sus militantes, de las actividades financieras de los organismos de base y de dirección y de las contribuciones de amigos, y militantes. Todo militante y candidato o candidata a militante tiene el deber de aportar con puntualidad no menos del uno por ciento (1%) de su salario o ingreso regular mensual, en calidad de contribución ordinaria a las finanzas de la organización. Parágrafo Único: Cuando las circunstancias lo justifiquen, la Célula podrá autorizar a los miembros que lo requieran a cotizar una suma inferior a la establecida e informar al organismo inmediato superior. Artículo 72. El Comité Central aplicará el Reglamento de Finanzas, Cotizaciones, Cuotas y Bienes del PCV, que norma todo lo concerniente a la distribución de los recursos entre los organismos del Partido. Así mismo, el Reglamento establece los criterios, en concordancia con los presentes Estatutos,

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XV CONGRESO NACIONAL del PARTIDO COMUNISTA de VENEZUELA - PCV para la asignación de cuotas especiales permanentes y porcentuales, a cancelar por camaradas que ocupan cargos alcanzados por mediación de la organización. Artículo 73. Los ingresos por concepto de cargos de elección popular en fórmulas electorales presentadas o avaladas por el Partido, son recursos del Partido Comunista de Venezuela. Los organismos del Partido velarán por el cumplimiento del Reglamento, dirigido a garantizar que un esfuerzo colectivo de la organización sirva también a su desarrollo colectivo y no al beneficio individual de un militante.

Artículo 74. Son jornadas financieras permanentes: a. Día de salario con motivo del 5 de marzo, (fundación del Partido Comunista de Venezuela). b. Día de salario con motivo del 8 de agosto, en conmemoración del día nacional del PCV, (aniversario de nuestra primera Conferencia Nacional). c. Día de salario con motivo del aguinaldo rojo de fin de año. d. Cualquier otro aporte, aprobado por el Comité Central o Congreso Nacional. TÍTULO VIII DE LA JUVENTUD COMUNISTA Artículo 75. La Juventud Comunista de Venezuela es una organización política, combativa y de avanzada en el seno de los jóvenes, que desarrolla una amplia labor ideológica, política y social, con la misión fundamental de impulsar la organización y movilización de la juventud venezolana en la lucha por sus derechos y reivindicaciones, la de-

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mocracia, la liberación nacional, el internacionalismo proletario, la paz y la construcción del socialismo. La JCV realiza toda su actividad organizativa y educativa orientada por los principios del marxismo-leninismo y bajo la dirección política del PCV. Desarrolla con sus integrantes los principios de la moral comunista y las tradiciones patrióticas-revolucionarias del pueblo venezolano, inspirados en el legado de nuestros héroes indígenas, del libertador Simón Bolívar, de los patriotas de la gesta independentista latinoamericana e internacional, y de los fundadores y mártires del Partido, su Juventud Comunista y del movimiento comunista internacional. La JCV es autónoma orgánicamente y en cuanto a sus funciones específicas. Es la organización de reserva y continuidad de cuadros del Partido Comunista de Venezuela y principal auxiliar de este en la divulgación e impulso de su política entre los jóvenes, y como tal desarrolla su actividad tomando como guía y aplicando el Programa y la Línea Política del Partido, acompañando creadoramente las directrices emanadas de sus organismos dirigentes y manteniendo absoluta fidelidad a los intereses de la clase obrera y de todo el pueblo trabajador de la ciudad y el campo. La JCV, por ser una organización juvenil, utiliza métodos propios que corresponden al medio en el cual se desenvuelve, para llevar a cabo su actividad organizativa, educativa y política. Fomenta y estimula la realización de amplias actividades juveniles que respondan a las aspiraciones e inclinaciones de sus miembros. Artículo 76. Toda o todo militante de la Juventud Comunista de Venezuela mayor de 18 años que sea elegido o designado Secretario Político o Secretario de Organización a nivel de Comité Local, Comité Regional o Consejo Central de la JCV, será evaluado por la instancia correspondiente del Partido y la JCV, a objeto de promoverlo como militante en una Célula, condición que implica cumplir con todas las normas estatutarias vigentes. La doble militancia debe garantizar que el militante promovido continúe realizando el trabajo específico con la Juventud Comunista, en el campo juvenil. El cuadro que goce de la condición de doble militancia estará sometido

a las disposiciones estatutarias del Partido y de la JCV. Artículo 77. Las relaciones con el PCV se desarrollan cumpliendo el principio de la dirección política por parte del Partido y garantizando la actuación con base a lo que establecen los estatutos de la JCV y el PCV. Es obligación de los organismos de la JCV el cumplimiento de las normas que aseguren la guía y dirección del Partido. Los organismos de la JCV mantendrán relaciones fraternales con los organismos del PCV en sus diferentes niveles y viceversa. Cuando surjan discrepancias por cuestiones políticas entre el PCV y la JCV, estas serán resueltas mediante la discusión franca y fraternal entre los organismos del PCV y la JCV en sus diferentes niveles, agotada la discusión serán de obligatorio acatamiento para toda la militancia y organismos de la JCV las decisiones emanadas, según la Línea Política del Partido. Artículo 78. El PCV y todos sus organismos ayudarán al desarrollo de la JCV, a su organización y su fortalecimiento teórico, político, ideológico y numérico. En el trabajo permanente por garantizar el continuo fortalecimiento y desarrollo del PCV, la JCV, en su carácter de organismo auxiliar en el área del trabajo juvenil y reserva de cuadros, realizará promociones periódicas al Partido. Estas promociones estarán integradas tanto por militantes que realicen trabajo en el seno de la JCV desempeñando responsabilidades de Dirección como por quienes pasen a militar definitivamente de la JCV al PCV. Todos aquellos militantes de la JCV que integren las promociones, al igual que los militantes que pidan su pase al Partido de manera individual fuera de los lapsos previstos para las promociones, según lo establecen los estatutos de la JCV, deben contar con el aval de los organismos de dirección nacional del PCV y la JCV. Esto será requisito indispensable para garantizar el pase al Partido de los mejores y más capaces militantes de la JCV. Parágrafo Único: la JCV tiene derecho a elegir delegados y delegadas al Congreso del Partido, en un número que fijará el Comité Central en cada oportunidad, según el desarrollo de la organización de

los jóvenes comunistas venezolanos. TÍTULO IX DE LOS SÍMBOLOS DEL PARTIDO Artículo 79. Los símbolos del Partido Comunista de Venezuela son la Hoz y el Martillo entrelazados, la Estrella Roja de cinco puntas, el gallo rojo dentro de un círculo amarillo y la bandera roja. El símbolo electoral oficial del PCV es el gallo rojo dentro de un círculo amarillo. La insignia contiene el nombre completo y las letras iniciales: Partido Comunista de Venezuela (PCV). El himno del Partido Comunista de Venezuela es La Internacional. TÍTULO X DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES Artículo 80. El Partido Comunista de Venezuela, consecuente con los principios del internacionalismo proletario, mantendrá relaciones fraternales y de solidaridad con todos los partidos comunistas hermanos, revolucionarios y con el movimiento antiimperialista y revolucionario mundial, así como, con el movimiento obrero y con los pueblos que luchan por su libertad, soberanía, progreso y bienestar. TÍTULO XI DE LAS REFORMAS DE LOS ESTATUTOS Artículo 81. Los presentes Estatutos sólo podrán ser reformados por el Congreso ordinario o extraordinario del Partido. TÍTULO XII DISPOSICIONES FINALES Artículo 82. El Comité Central de Emergencia, mediante el voto favorable de las 2/3 partes de sus Miembros, puede adaptar los presentes Estatutos a las situaciones de emergencia que se susciten. Artículo 83. Lo no previsto en los presentes Estatutos será resuelto por el Comité Central del PCV. PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA - PCV


- DOCUMENTOS de DISCUSIÓN

PROYECTO de LÍNEA POLÍTICA del PCV Para la discusión interna en el marco del proceso hacia el XV Congreso Nacional del PCV «La experiencia de los gobiernos burgueses y terratenientes del mundo entero ha creado dos métodos para mantener la esclavización del pueblo. El primero es la violencia (…). Pero hay, además, otro método (...). Es el método del engaño, de la adulación, de las frases, de las promesas sin fin, de las míseras limosnas, de las concesiones en las cosas insignificantes para conservar la esencia». V.I. Lenin (Las tareas del proletariado en nuestra revolución. Petrogrado, 10 de abril de 1917) ¡Por la liberación nacional y el socialismo! ¡Unidad revolucionaria obrero-campesina y popular! I.- MARCO PROGRAMÁTICO 1. Por cuanto la Línea Política debe servir a los objetivos estratégicos contenidos en el Programa del Partido Comunista de Venezuela (VI Congreso - 1980), procedemos a citar algunos párrafos del “Capítulo V, La Revolución antimperialista, antimonopólica y la perspectiva socialista”, los cuales tienen plena vigencia y dicen así: 2. “Con las riquezas de Venezuela no se ha creado una economía desarrollada, fuerte y técnicamente capaz, que satisfaga las necesidades elementales de sus habitantes, debido a que han sido apropiadas por el imperialis-

mo y los grupos monopólicos aliados y dependientes de él. 3. “Está planteada en nuestro país una revolución que garantice un desarrollo independiente y termine con la influencia de los monopolios extranjeros, que democratice la economía y elimine los monopolios, que prepare las bases de las transformaciones socialistas, poniendo al sector estatal al servicio de la colectividad, ubicando apropiadamente en el conjunto de la economía a la pequeña y mediana propiedad, una revolución de verdadera independencia y democracia, antimperialista, antimonopólica y en marcha hacia el socialismo. 4. “La clase obrera es la fuerza principal de esta revolución por su papel fundamental en la producción, (…), por su combatividad y organización, y porque le corresponde históricamente impulsarla hacia las transformaciones socialistas. Unida a los campesinos, constituye la masa de trabajadores alrededor de la cual es posible unir a las capas medias: estudiantes, científicos, técnicos, trabajadores de la cultura, profesionales y artesanos, y pequeños y medianos propietarios. Estas clases y capas tienen interés en lograr los objetivos que hemos planteado. 5. “El enemigo principal de esta revolución es el imperialismo, especialmente norteamericano y los monopolios, asociados en condiciones de dependencia con dicho imperialismo. 6. “El Partido Comunista de Venezuela, como vanguardia organizada de la clase obrera, es un factor fundamen-

tal para la realización de la revolución. El PCV nació de los obreros petroleros, obreros y artesanos del Centro Oriente del país, así como de los estudiantes revolucionarios, que se incorporaron a los Partidos Comunistas hermanos en el exterior, y otros que conocieron el marxismo en las prisiones. 7. “(…) El PCV basa su actividad práctica en la clase obrera, en la alianza obrerocampesina y en la unidad popular. 8. “La Unidad Popular es para los comunistas una concepción estratégica. 9. “Pensamos que las clases y capas sociales que hemos señalado como oprimidas por el imperialismo y sus aliados locales pueden y deben unirse para conducir a Venezuela por una vía capaz de conquistar para el pueblo el progreso a que tiene derecho.” 10. “El PCV se esforzará porque las transformaciones antimperialistas, antimonopólicas, antioligárquicas, democráticas y populares, así como el tránsito de Venezuela al socialismo, ocurran con la menor cuota de sacrificios. Para ello nos apoyaremos en la organización de los trabajadores, sumando todas las fuerzas posibles para lograr que se exprese la voluntad de nuestro pueblo, reduciendo a la impotencia al enemigo, eludiendo provocaciones, pero no vacilaremos en utilizar las formas más elevadas de lucha en procura de la victoria para los trabajadores y el pueblo, para defender las conquistas sociales y políticas, si las clases dominantes utilizan el fraude, la violencia contrarrevolucionaria y fascista en sus egoístas intereses de violentar la voluntad popular.

11. “El PCV está consciente de que la sustitución del Estado burgués por un Estado de democracia socialista es una tarea de gran magnitud, pues no se trata del desplazamiento de un equipo de gobierno, sino la radical sustitución de las clases sociales reaccionarias por otras progresistas en las posiciones dirigentes de la sociedad. Ello significará liquidar la dominación que ejerce hoy en nuestro país la capa monopólica de la burguesía, absolutamente minoritaria, sobre la clase obrera y las otras clases y capas de la sociedad. La construcción de la sociedad socialista plantea la necesidad de poner en práctica, transitoriamente y en reemplazo de la dictadura de clase de la burguesía, la dictadura del proletariado, nueva y verdadera democracia, ya que está orientada a defender las conquistas y el poder del pueblo de las agresiones imperialistas y de la clase desplazada de las posiciones de mando del Estado. La dictadura del proletariado significa atar las manos criminales de los explotadores desesperados por la pérdida del poder y ampliar las libertades para el pueblo.” II.- REFERENCIAS A LA LÍNEA POLÍTICA DEL XIV CONGRESO DEL PCV 12. Correspondiendo el desarrollo de la táctica del PCV a los distintos momentos de la lucha de clases y con base a las condiciones objetivamente existentes, es pertinente considerar diversas formulaciones contenidas en la Línea Política

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XV CONGRESO NACIONAL del PARTIDO COMUNISTA de VENEZUELA - PCV

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aprobada en el XIV Congreso del PCV (04 al 07 de agosto 2011), a los fines de su apreciación en el contexto del devenir histórico del proceso sociopolítico venezolano en curso. Veamos lo que caracterizamos para ese momento: 13. “13) Una revolución de liberación nacional implica un proceso de ruptura de la dominación de los grandes poderes imperialistas sobre los países coloniales, semi-coloniales y dependientes en general; esta ruptura conlleva, entre otras conquistas, el rescate y fortalecimiento de la soberanía nacional, el establecimiento de un Estado nacional eficiente de carácter democrático-popular revolucionario, el desarrollo económico independiente, la industrialización con progresivo desarrollo científico-tecnológico autónomo y productividad creciente, el logro de la soberanía agroalimentaria, y el establecimiento de las bases para el desarrollo pleno de la identidad nacional. 14. “14) Indiscutiblemente, a lo largo de estos doce años se han producido en Venezuela cambios de importancia en varios de los aspectos mencionados. Ha habido, por ejemplo, un esfuerzo intenso, sostenido y razonablemente exitoso para modificar el patrón de distribución de la renta petrolera nacional, especialmente a través de las diversas Misiones sociales, lo que queda en evidencia en la evolución favorable de indicadores de desigualdad social tales como el “Índice Gini”. También se han impulsado políticas, proyectos y planes con el objetivo de establecer mecanismos que viabilicen un modelo de “democracia participativa y protagónica”, aunque con resultados aún insatisfactorios. Igualmente constatamos importantes cambios en determinados aspectos de la subjetividad colectiva, produciendo avances en la conciencia antiimperialista de amplias capas del pueblo venezolano. 15. “22) Pasemos ahora a evaluar la dimensión de estos cambios y sus perspectivas de desarrollo futuro. En materia económica, constatamos que sigue vigente, y en algunos sentidos hasta se está fortaleciendo, el modelo de capitalismo dependiente, rentista e improductivo que dominó en nuestro país durante la mayor parte del siglo XX. No hemos logrado avances en la diversificación de la economía, fundamentalmente petrolera, lo que nos obliga a seguir siendo un país monoproductor, multiimportador y con una alta dependencia tecnológica. Hoy dependemos más que antes de la renta petrolera y de la compra en el exterior de buena parte de lo que consumimos, incluyendo una porción significativa de nuestros alimentos. De hecho, desde el primer triunfo electoral del Presidente Chávez, el valor de nuestras exportaciones petroleras ha crecido un 250% y el de nuestras importaciones casi 200%, mientras que el de nuestras

exportaciones no petroleras se ha reducido cerca de 15%. 16. “23) Las diversas iniciativas colectivas emprendidas por el gobierno, tales como los “Saraos” y “Saraítos”, “Núcleos de Desarrollo Endógeno”, “Fundos Zamoranos” y las llamadas “Empresas de Producción Social”, han sido, al menos hasta ahora, muy poco exitosas, como también lo han sido la mayoría de las numerosas cooperativas constituidas en el marco de las Misiones “Vuelvan Caras” y “Che Guevara”, y muchas de las pequeñas y medianas industrias que el gobierno ha apoyado. Y una nación que no produce lo que come, o sea, que no ha logrado asegurar su soberanía agroalimentaria, no es verdaderamente dueña de su destino. Sin embargo, la reciente implementación de la Misión “Agro Venezuela” abre una perspectiva para el desarrollo de la producción agraria nacional, ya que incorpora a los verdaderos hombres y mujeres del campo en condiciones que podrían resultar favorables.

fenómeno de la corrupción administrativa, que sigue siendo un elemento habitual en la vida de la república, con grave perjuicio para el bienestar colectivo y para el avance hacia la liberación nacional. 18. “ 25) En general, la estructura orgánico-funcional del Estado sigue estando fundamentalmente orientada a responder a los intereses de la burguesía comercial importadora, cuya relación e intervención no sólo impacta tremendamente todos los ámbitos y niveles del aparato institucional, sino que tiene en éste la principal fuente de sus ingresos y acumulación de capitales, asociada a la corrupción y la cultura política clientelar. 19. “26) Lo que ha ocurrido, esencialmente, es que la burguesía asociada y subordinada a los monopolios imperialistas, especialmente estadounidenses, agrupada en Fedecámaras, Venamcham, Consecomercio y Conindustria, que ejercía el dominio del Estado y parasitaba de la renta petrolera, a través de los múl-

17. “24) Continuamos teniendo asimismo un severo déficit en cuanto al aparato institucional del Estado, no sólo en términos de su capacidad de proveer, con niveles razonables de eficiencia y calidad, los servicios a que está constitucionalmente obligado, sino incluso en términos de sus propios procesos internos de organización, planificación, administración y contraloría. El Estado venezolano sigue siendo altamente ineficiente, con graves niveles de desorden e improvisación, sin procedimientos claros y estables, sin planificación eficaz. En algunas áreas específicas, como la administración tributaria, servicios médicos preventivos y masificación de la educación, se está avanzando, pero en otros casos hemos retrocedido, como en materia de planificación y coordinación y en prestación de algunos servicios públicos básicos. El desorden generalizado en las instituciones del Estado contribuye a crear condiciones favorables para la intensificación del

tiples mecanismos creados por el régimen político “puntofijista”, ha sido desplazada del control estatal, pero en general no por las clases y capas realmente interesadas en un cambio revolucionario. Son otros segmentos de la burguesía, y fundamentalmente de la pequeña burguesía, asociados a ciertos grupos e individualidades civiles y militares, quienes, pese a la resistencia de factores progresistas y revolucionarios, ahora determinan la tendencia dominante en la dirección del Estado, no para transformarlo y crear un Estado Democrático-Popular Revolucionario, sino para administrar la renta petrolera bajo monopolio estatal, introduciendo reformas sociales y políticas, pero preservando el modelo económico rentista tradicional y el tipo de Estado burgués que corresponde a tal modelo, altamente burocratizado, elitesco, ineficiente, corrupto, populista y asistencialista. Como prueba de ello, la participación privada en el Producto Interno Bruto

del país ha aumentado desde 64% en 1999 a casi 67% en 2010, lo que indica que los principales beneficiarios de la gestión del actual gobierno han sido la burguesía, o al menos ciertos sectores de ella, y la pequeña burguesía. 20. “27) En síntesis, los cambios ocurridos en estos años son resultado, en gran medida, de una práctica socialreformista de tendencia patriótica y progresista, que debe ser superada mediante una nueva correlación de fuerzas populares y revolucionarias liderada por la clase obrera y trabajadora en general, a fin de garantizar la consolidación y profundización de la liberación nacional y crear condiciones para avanzar efectivamente en la perspectiva socialista. “b.- Perspectiva socialista 21. “28) Estamos obligados a definir con precisión en qué consiste el socialismo, cuáles son los rasgos que debería tener un proceso de perspectiva socialista, y si el actual gobierno ha dado hasta ahora señales concretas y objetivas de que efectivamente se orienta en esa dirección. 22. “29) Constatamos que algunos de los actores fundamentales del gobierno nacional, con el Presidente Chávez a la cabeza, han emitido fuertes y reiteradas señales de que están honestamente convencidos de estar construyendo el socialismo; sin embargo, a lo largo de estos años no se han producido suficientes realizaciones concretas que indiquen que se está efectivamente avanzando hacia esa perspectiva. 23. “30) En los documentos emanados del Taller Nacional Ideológico que realizamos en febrero de 2008 para tratar precisamente este asunto, ya advertíamos del desarrollo de tendencias contrarias a la perspectiva socialista en el propio seno del gobierno y de las fuerzas que lo apoyan, y señalábamos que: “a) en lo económico, el socialismo es transformación profunda del sistema económico para implantar la propiedad social de los medios fundamentales de producción, y el gobierno bolivariano ha logrado pocos avances en este sentido, y en general, sin el protagonismo de la clase obrera organizada; b) en lo político, el socialismo implica la aparición y desarrollo progresivo de formas colectivas de poder y dirección, y el gobierno bolivariano no ha logrado avances sustanciales hacia la abolición de las formas de gobierno presidencialistas tradicionales.” 24. “31) Tres años más tarde, se puede constatar que seguimos sin avances de importancia hacia esas dos metas que allí enunciábamos. Se han producido estatizaciones de empresas por la vía de la adquisición o la expropiación con indemnización, y se han rescatado tierras que estaban en condición de latifundios; nuestro Partido apoya esas iniciativas como avances frente a la propiedad privada monopólica sobre


PROYECTO de LÍNEA POLÍTICA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN los medios de producción, pero advierte que estas decisiones no alteran de manera significativa el orden económico dominante. Además, como ya señalábamos en 2008, esas estatizaciones han continuado haciéndose generalmente por un método burocrático y administrativo, sin el protagonismo de las y los trabajadores organizados, lo que las debilita como experiencias revolucionarias en ruta hacia la perspectiva socialista, puesto que las priva de la direccionalidad estratégica y el contenido clasista que sólo el control efectivo de la clase trabajadora podría darles, y priva asimismo a la propia clase de las experiencias y aprendizajes que obtendría en el curso de la lucha contra la clase capitalista. 25. “32) Esto también ha ocurrido en las nuevas empresas creadas por el gobierno: la participación de las y los trabajadores en la organización, gestión, administración, planificación y control ha sido nula o muy limitada. Sin la participación protagónica de las y los trabajadores organizados, el desarrollo de estas empresas de propiedad estatal apunta hacia un nuevo ciclo de “capitalismo de Estado”, y no hacia el advenimiento de la perspectiva socialista. No obstante, en Guayana hay en curso algunas experiencias de participación de las y los trabajadores que deben ser evaluadas con mayor cuidado; las y los comunistas saludamos y acompañamos estas experiencias, que pueden constituir embriones de un futuro control obrero si se fortalecen y desarrollan adecuadamente. 26. “33) Asimismo, ha faltado en esos esfuerzos, y en general en toda la gestión gubernamental, un componente fundamental de lo que debe ser la estructura económica socialista: la planificación central participativa. Este es precisamente uno de los rasgos distintivos del modo de producción socialista y una de sus características que lo hacen objetivamente superior al capitalismo, pues en este último se imponen los intereses y conveniencias propias de cada empresa individual, no las del conjunto social, y esto conduce a un uso menos racional y eficiente de los recursos y las capacidades productivas de la sociedad. El socialismo, en cambio, ordena y planifica la economía teniendo en cuenta el conjunto social, administrando y reorganizando las fuerzas productivas racionalmente y con visión de futuro, según lo demanden la satisfacción de las necesidades del colectivo y la sustentabilidad social y ambiental. 27. “34) Y en cuanto a los aspectos político-institucionales, continúa sin haber avances de importancia hacia la abolición de la institucionalidad burguesa en general que sigue caracterizando al Estado venezolano. No hay progreso hacia el establecimiento de instancias de dirección colectiva, ni

hay expresiones concretas de que esté en marcha un proceso de desmantelamiento de los fundamentos del Estado burgués, para sustituirlo por uno Democrático-Popular Revolucionario de transición al socialismo. Debe observarse que en los últimos años, por el contrario, ha ocurrido un fortalecimiento del presidencialismo, lo que pudiera conducir a una crisis en la gestión de gobierno, al concentrarse en la Presidencia de la República las respuestas fundamentales a las demandas sociales. 28. “35) Hay además graves dificultades emanadas del hecho de que entre los actores y figuras gubernamentales que parecen interesadas en avanzar hacia el socialismo, predomina una heterogénea mezcla de concepciones idealistas y pequeño-burguesas acerca de la nueva sociedad y las vías

fase del proceso histórico venezolano que todavía no hemos alcanzado. Lo que queremos señalar es que, tras varios años de insistentes discursos y reiterados “proyectos socialistas”, todavía no hay avances concretos que indiquen que efectivamente nos dirigimos hacia esa perspectiva estratégica. Por el contrario, son cada vez más notorias las pretensiones de “construir socialismo” sobre la base de valores y procedimientos que son propios del capitalismo. 30. “37) Esta brecha creciente tiene una explicación histórica concreta: por un lado, el sujeto social que hasta ahora ha dirigido el proceso, corresponde a un perfil clasista de sectores medios y pequeña burguesía, no de clase obrera, que es el verdadero sujeto social históricamente llamado a construir el socialismo; y por otro, la propia cla-

para avanzar hacia su construcción. Al no haber en los altos niveles de conducción política una concepción científica del socialismo, coherente y sólidamente fundamentada en los principios del materialismo histórico, el proceso de cambios carece de claridad en las definiciones claves para apalancar su avance en la dirección correcta. Y desde luego, la confusión reinante al respecto sirve magníficamente a los intereses de quienes, dentro y fuera del gobierno, no desean sinceramente la construcción del socialismo. 29. “36) La brecha entre el discurso “socialista” (subjetividad) de algunos actores gubernamentales y la práctica concreta del gobierno (objetividad) es ya inocultable, y la tensión que genera esa brecha creciente está alcanzando un punto crítico. Entiéndase bien, no estamos reclamando que Venezuela no esté todavía en transición al socialismo; antes, por el contrario, siempre hemos advertido contra las pretensiones voluntaristas de “decretar” el socialismo. Es necesario tener claro que la caracterización del socialismo que sirvió de base para nuestro documento del Taller de 2008, aunque es esencialmente correcta, corresponde a otra

se obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo en general, no han alcanzado todavía en nuestro país el nivel necesario de conciencia, organización, claridad programática y movilización que le permitiría imponer su hegemonía de clase y forzar el rumbo de los acontecimientos en la dirección correcta. Ello obliga a las fuerzas revolucionarias en general, y especialmente al PCV, a plantearse si es científicamente sostenible la afirmación de que el actual proceso político venezolano es un proceso con “perspectiva socialista”. “c.- Conclusión 31. “38) Por todo lo anterior, formulamos una re-caracterización del proceso en curso en nuestro país, producto de la reevaluación permanente que hace nuestro Partido de todas sus afirmaciones y propuestas a la luz de la experiencia concreta, por medio de nuestros mecanismos orgánicos de discusión y elaboración colectiva, y gracias al uso de las herramientas de análisis que nos proporciona la ciencia marxista-leninista. Es desde esta perspectiva que asumimos la siguiente caracterización del proceso actual, que recoge nuestras más recientes conclusiones:

32. “39) Desde 1999, nuestro pueblo protagoniza una nueva fase de su larga lucha revolucionaria antiimperialista en el contexto de la transición histórica mundial del capitalismo al socialismo. Esta fase está caracterizada por la existencia de: a) un gobierno democrático, progresista, de orientación patriótica, antioligárquica y antimonopólica, inscrito en un proceso de liberación nacional que se desarrolla pese a grandes dificultades, que promueve una distribución más equitativa de la riqueza, y que avanza en la ruptura de la dominación imperialista que todavía atenaza a nuestro país; b) condiciones propicias para abrir cauces a la perspectiva socialista en dependencia de que construyamos una nueva correlación de fuerzas favorable a la clase obrera y al pueblo trabajador en general.” 33. “66) La esencia del Estado burgués en nuestro país no ha sido alterada. Las modificaciones introducidas a partir de 1999, resultan intentos de democratizar el Estado, ensayos para corregir los vicios y excesos burocráticos de éste y mejorar sus niveles de eficiencia, propósitos que están enmarcados en un proyecto reformista. Esto se debe, en buena medida, a que las fuerzas motrices del proceso iniciado en 1999 corresponden a un perfil clasista de fracciones de la pequeña burguesía, en alianza con sectores medios vinculados al funcionariado estatal incluyendo el estamento militar, y con la intelectualidad radicalizada. Tal bloque de clases, a menos que sea modificado bajo el influjo de un cambio en la correlación de fuerzas, carecerá de la vocación y el empuje necesarios para avanzar mucho más, y puede llegar a retrogradar y degenerar poniendo en peligro los avances democráticos y progresistas de la última década. 34. “72) En tal sentido, existen en la Venezuela de hoy particularidades presentes en la agudización de las contradicciones capital-trabajo y Estado burgués-clase trabajadora, en el marco de una creciente conflictividad laboral. La clase obrera y trabajadora en general, además de enfrentar los efectos propios de la lógica de los capitalistas de obtener máxima ganancia al menor costo de la fuerza de trabajo, se enfrenta también, cada vez más, a la élite pequeño-burguesa que se aferra al control de instituciones y empresas del Estado contra la resistencia organizada de las y los trabajadores que se empeñan por preservar derechos laborales conquistados y por ejercer su derecho a la democracia participativa y protagónica a través de organizaciones independientes y autónomas, tanto en los sindicatos como en los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras.

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III.- CONTEXTO GENERAL EN EL CUAL DESARROLLAMOS EL XV CONGRESO A. Marco internacional Crisis general del sistema capitalista mundial en su fase imperialista 35. Desarrollamos nuestro XV Congreso Nacional en el contexto de una profunda y prolongada crisis del sistema capitalista mundial en su fase imperialista y de agotamiento del modelo rentista de acumulación capitalista dependiente venezolano. Su resolución no es posible en el marco caduco del modo de producción capitalista y sus relaciones sociales de explotación de la fuerza de trabajo asalariada, de máxima depredación de la naturaleza y su creciente tendencia a la concentración y acumulación monopólica de toda la vida social, económica, política y cultural de la humanidad, que agudiza las contradicciones de clase, a la vez que relieva y reivindica el papel histórico de la clase obrera como única y verdadera fuerza dirigente de los procesos de cambios revolucionarios en la presente época de tránsito del capitalismo al socialismo, y amplía el campo de las alianzas populares, frente a un enemigo común representado en las fuerzas del capital monopólico transnacional –encabezado por su fracción financiera especulativa– que descargan sobre los hombros de los pueblos el peso de la crisis que genera el propio sistema de explotación. 36. Desde el 2008 persiste la crisis del sistema capitalista. La más larga y profunda crisis de sobreproducción y sobreacumulación de capitales marcada por fuertes ciclos recesivos. Desde finales de 2014 se observa un débil crecimiento económico sustentado fundamentalmente en la drástica reducción de la capacidad adquisitiva de los salarios y en el bajo precio del petróleo y de las materias primas, que repercute en el deterioro de las condiciones de vida de los pueblos. 37. La reducción del precio de la fuerza de trabajo, la sobreexplotación, la destrucción de empleo y la reducción de derechos sociales y laborales, así como la privatización del sector público, son las principales políticas con las que un capitalismo agotado intenta resolver sus contradicciones. La posibilidad de un tercer ciclo recesivo continúa presente, atendiendo a las débiles bases sobre las que se asienta la estrategia del bloque dominante y al estancamiento o débil crecimiento principalmente de la Eurozona y de América Latina, y a las amenazas que se ciernen sobre las economías de Rusia y de China. 38. La exacerbada competencia y disputa entre las grandes alianzas monopolistas transnacionales, por el control de los avances científicotécnicos, de las riquezas naturales y fuentes de energías, de los mercados y rutas de comercialización, ha agudi-

zado exponencialmente en los últimos años las contradicciones no antagónicas entre las principales potencias capitalistas e imperialistas, lo que genera un grado muy alto de inestabilidad y grandes peligros (guerras, expolio, destrucción de la tierra, hambre,…) para la clase obrera mundial y la humanidad toda. 39. Esta agudización no es un hecho coyuntural: es un fenómeno propio del imperialismo, acelerado desde el triunfo temporal de la contrarrevolución en la Unión Soviética y en el campo socialista europeo. Hasta entonces, y durante buena parte del siglo XX, la existencia de un bloque socialista mundial hizo que las contradicciones en el seno del campo capitalista, generadores de dos guerras mundiales, se modularan y se subordinaran a la lucha contra el enemigo principal y común: el conjunto de países que construían el Socialismo, que representaban los intereses de la clase obrera mundial y que actuaban como fuerza de choque en la lucha contra el imperialismo. 40. Las crecientes dificultades que tienen las corporaciones capitalistas para proceder a la reproducción ampliada de capital genera una competencia creciente entre las potencias, que buscan favorecer a sus monopolios mediante dos vías principales: el incremento de la tasa de explotación de la clase obrera y el control de los recursos y de los mercados. 41. Se evidencia el agotamiento de la formación económico-social capitalista, reflejado en su creciente incapacidad para resolver los acuciantes problemas de la humanidad; y para poder mantenerse, recurre a la violencia de todo tipo, al terrorismo de Estado y/o corporativo, y a la guerra contra los pueblos y naciones, agudizando las contradicciones de clase, tanto en el plano internacional como en el nacional. 42. Millones de trabajadores y trabajadoras en el mundo hoy desenvuelven una vasta, diversificada y organizada acción de lucha en defensa de derechos fundamentales, como el derecho al trabajo, a un salario digno, a mejores condiciones laborales, en defensa de las obligaciones sociales del Estado, por el ejercicio de los derechos sindicales, de organización y contratación colectiva, y en general contra las políticas neoliberales. 43. En este escenario, es un imperativo del momento histórico y del desarrollo de la lucha de clases, alcanzar mayores niveles de coordinación y acción del movimiento comunista internacional, para lo cual es imprescindible desarrollar un profundo debate sobre los temas esenciales de la lucha revolucionaria mundial, que nos permita identificar puntos de coincidencia y de acción común, así como aspectos divergentes para continuar trabaján-

dolos de manera conjunta sobre la base de la teoría marxista-leninista. La celebración del Centenario de la Revolución Bolchevique, debe contribuir a tales objetivos. Las contradicciones interimperialistas 44. En este escenario se agudizan las confrontaciones capitalistas interimperialistas que crean las condiciones objetivas para elevar las guerras y conflictos locales, generadas en la disputa por la hegemonía global, a la categoría de conflagración mundial, colocando a la humanidad y a todas formas de vida en la tierra, al borde de la extinción, lo cual convierte en un imperativo de los pueblos la lucha por el desarme y la paz. 45. El imperialismo norteamericano-europeo, a través de su complejo financiero-industrial-militar, necesita mantener y fortalecer su hegemonía mundial. Las contradicciones interimperialistas que se expresan en guerras locales desarrolladas principalmente en Asia y el norte de África, para tratar de atenuar y solventar la crisis del sistema capitalista, se han agudizado política y militarmente sin lograr los objetivos planteados. 46. El imperialismo estadounidense-europeo ha desatado guerras de agresión y saqueo que han destruido, devastado, desmembrado y destrozado países como Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Sudán y Siria. Intenta cercar militarmente a Rusia, hundir su economía, hostiga militarmente a China. Se trata de la guerra de Estados Unidos y sus socios-aliados contra el resto del mundo, guerra no convencional, que combina una amplia variedad de métodos y formas, cuyo objetivo final es la transformación geopolítica mundial con Estados debilitados, fallidos, semi-estados, sociedades desarticuladas, caóticas e indefensas ante el saqueo desmesurado de las corporaciones transnacionales a cuyo servicio actúan las grandes potencias imperialistas. 47. En el caso de la Federación de Rusia, el Estado y en especial su componente industrial-científico-militar se ha venido recomponiendo después de la desintegración de la URSS, el núcleo de las élites dirigentes, convertido en gran burguesía gobernante, aprovechó el auge de las exportaciones energéticas y el desarrollo tecnológico obtenido en el período de la URSS para forjar aceleradamente un capitalismo monopolista de Estado desarrollado. 48. L a República Popular China se conforma como la segunda potencia económica del planeta y ahora se cuenta también entre las primeras en desarrollo científico-tecnológico. Según la National Science Foundation, entre 2009 y 2013, Estados Unidos incrementó en un 7 % sus gastos en

Investigación y Desarrollo, mientras que China lo hizo en un 78 %. En 2016 los Estados Unidos fue el país que más invirtió en Investigación y Desarrollo, el 27 % del total global, seguidos por China con el 20 %. Extrapolando esos ritmos, los especialistas prevén que, hacia mediados de la próxima década, China pasaría a ser la primera potencia científicotecnológica del planeta. El curso previsible de los procesos progresistas reformistas latinoamericanos 49. L os procesos progresistas reformistas en América Latina, en sus distintas expresiones, crearon una fuerte expectativa en nuestros pueblos con planteamientos de políticas antineoliberales, antiimperialistas y de liberación nacional. Algunos incorporaron en su repertorio discursivo una fraseología seudosocialista. Ya Marx y Engels nos prevenían en 1848, en el Manifiesto del Partido Comunista, sobre estos “socialismos”. Respecto al “socialismo pequeñoburgués”, señala: “… este socialismo es a la vez reaccionario y utópico.”, y del “socialismo conservador o burgués” dicen: “Los burgueses socialistas quieren perpetuar las condiciones de vida de la sociedad moderna, pero sin las luchas y los peligros que surgen fatalmente de ellas. Quieren perpetuar la sociedad actual, pero sin los elementos que la revolucionan y descomponen. Quieren la burguesía sin proletariado. (…). El socialismo burgués no alcanza su expresión adecuada sino cuando se convierte en simple figura retórica.” 50. E stas experiencias surgieron como respuesta a las criminales políticas de ajustes macroeconómicos y su correspondiente genocidio social, impuestas por la gran burguesía internacional y las oligarquías “nacionales” dominantes a través de gobiernos neoliberales (socialdemócratas, democristianos y liberales) predominantes en el continente. 51. Esta corriente del progresismo reformista se desarrollo bajo la dirección de fracciones burguesas y pequeñoburguesas de cierto contenido nacionalista y patriótico, que se propusieron procesos internos de acumulación capitalista con algún grado de autonomía frente a la dominación de las grandes corporaciones transnacionales imperialistas que amenazaban su propia existencia como burguesía, y en un contexto de debilidad del movimiento revolucionario y comunista, que se vio impactado por importantes derrotas en diversos países de la región y el mundo. 52. B ajo esos gobiernos, se lograron construir múltiples y estratégicos instrumentos de articulación y de integración latinoamericana y caribeña, que redujeron la in-


PROYECTO de LÍNEA POLÍTICA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN fluencia política del imperialismo norteamericano en la región, aun cuando no lograron romper la dependencia. 53. N o obstante, dichos procesos se vienen desgastando aceleradamente. El social-reformismo, consustancial a las corrientes burguesas de cortes nacionalista-patrióticas, civiles y militares, es una de sus principales limitaciones. No les ha permitido avanzar en los objetivos de la liberación nacional de nuestros pueblos y mucho menos en la perspectiva hacia el socialismo. No se produjeron revoluciones sino reformas más o menos audaces. 54. A partir de la profundización de la crisis global del sistema capitalista en 2008, sobre todo desde el 2014 cuando cayeron los precios de las materias primas y las guerras de agresiónsaqueo imperialista en otras regiones del planeta no le son totalmente exitosas, el imperialismo norteamericano profundiza sus políticas y planes intervencionistas hacia nuestro continente, desplegando diferentes iniciativas de agresión sistemática, sostenida y multifacética, que incluye el emplazamiento, proyección y potencial uso de fuerza militar en la región, para hacer presión y desplazar dichos gobiernos capitalistas de corte nacionalistapatriótico, que no se le subordinan incondicionalmente y que, además, vienen construyendo alianzas estratégicas con bloques de potencias emergentes que disputan la hegemonía mundial al imperialismo estadounidense. 55. En su arremetida, las corporaciones transnacionales que controlan la potencia imperialista norteamericana, cuentan con las históricas burguesías latinoamericanas que le son subordinadas y asociadas en condiciones de dependencia; las cuales, a su vez, han cooptado a importantes segmentos de las capas medias y sectores de la clase trabajadora, para

las posiciones proimperialistas. Este proceso es facilitado por la debilidad persistente desde hace décadas de los movimientos revolucionarios, incluidos los partidos comunistas, y del movimiento obrero y popular clasista; quienes no lograron, en los primeros tres lustros del siglo veintiuno en que se crearon condiciones favorables para la resistencia antimperialista, avanzar en su recomposición y en la acumulación revolucionaria de fuerzas obreras, campesinas y populares que les colocaran en condición de fuerza insurgente, con capacidad de disputar el poder a la burguesía progresista-reformista y a la gran burguesía proimperialista. 56. En consecuencia, podemos afirmar que en la actualidad hay un reflujo de los procesos progresistas-reformistas y antimperialistas en el continente; el imperialismo norteamericano ha logrado importantes avances estratégicos y tácticos al recomponer parte de la correlación de fuerzas a favor de sus políticas, con el cambio de gobierno en Argentina, el golpe de Estado en Honduras, los golpes parlamentarios en Paraguay y Brasil, la victoria de la derecha en las elecciones parlamentarias de Venezuela, el mantenimiento de bases militares en varios países de la región, la incorporación de Colombia a la OTAN, entre otros hechos relevantes. Cambios en el escenario Latinoamericano-Caribeño 57. El techo del progresismo reformista, que confunde a las masas con su fraseología “socialista”, cuando en esencia se ha ocupado es de gestionar el modelo capitalista dependiente latinoamericano, es condición consustancial a la crisis que afecta tales experiencias, las cuales no han roto los mecanismos de dominación y subordinación impuestos por el sistema mundial del imperialismo en el con-

texto de la división internacional del trabajo, pese a los esfuerzos y resistencias antiimperialista que, particularmente en vida del Presidente Hugo Chávez y con su liderazgo, se impulso en la dirección de construir una nueva correlación de fuerzas mundial y crear espacios concretos de soberanía y unidad latinoamericana-caribeña, enmarcados en el ideario emancipador del Libertador Simón Bolívar. 58. E n este contexto se inició el proceso de “normalización de las relaciones” Cuba-EEUU. El gobierno estadounidense no ha ocultado sus objetivos estratégicos, al señalar que dicho proceso solo representa un viraje en su táctica frente al gobierno revolucionario cubano, por no haber logrado los cambios que se ha planteado históricamente en la isla, y que no desistirá en su empeño por revertir la revolución. 59. En Colombia, la oligarquía y su gobierno continúan al servicio del imperialismo norteamericano, y su reciente ingreso a la OTAN, organización político-militar que expresa los intereses del imperialismo europeo aliado al estadounidense, representa una amenaza a la paz, a la estabilidad y a la soberanía en el continente latinoamericano y caribeño. 60. Asimismo, los recientes acuerdos alcanzados entre el gobierno colombiano y las FARC-EP, son producto de la realidad objetiva que se desarrolla en el seno de la sociedad colombiana, con más de medio siglo en guerra. El Acuerdo Final corresponde al estado actual de la lucha de clases en Colombia, y será el pueblo colombiano organizado y movilizado quien determine la posibilidad verdadera de una paz estable y duradera con justicia social, donde las FARCEP, el Partido Comunista Colombiano y demás destacamentos populares revolucionarios vanguardicen las luchas populares en la disputa del po-

der a la ancestral oligarquía pitiyanqui colombiana. 61. I gualmente, el imperialismo norteamericano-europeo promueve e instiga el escalamiento de las contradicciones, que se derivan de la controversia territorial por el Esequibo entre la República Cooperativa de Guyana y Venezuela, forjada deliberadamente en interés de la apropiación de las transnacionales de un territorio con grandes riquezas minerales y energéticas e introducir una cuña en los procesos de integración y unidad latinoamericana y caribeña, que contribuya a implosionar la construcción que se ha venido alcanzando y que se expresa en formas concretas como CELAC, UNASUR, ALBA, PETROCARIBE. El PCV llama a resolver la controversia a través de una solución negociada, política y diplomática en el marco del diálogo mutuo y la garantía de paz en la región. 62. En el escenario latinoamericano actual, el PCV llama a la clase obrera, a las trabajadoras y trabajadores, al movimiento popular y revolucionario del continente, a los partidos comunistas, progresistas y de izquierda, y a nuestros pueblos en general, a impulsar la conformación del Frente Antimperialista Continental, que permita acumular fuerzas en procura de derrotar al enemigo principal de nuestros pueblos: el imperialismo, principalmente el norteamericano, abriendo cauce a la liberación nacional y la perspectiva socialista. B. Contexto nacional 63. S uperado el cuadro de inestabilidad que predominó entre los años 2002 y 2005, con la derrota política transitoria de la derecha pro imperialista que incluyó la victoria popular en el referendo que reafirmó al Presidente Hugo Chávez en agosto 2004, en momentos de altos ingresos por exportación de crudo y ante la au-

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sencia de un plan estratégico para el desarrollo de la producción nacional, se utilizaron cuantiosos recursos en divisas para la importación masiva de bienes, en muchos casos fraudulenta, ocasionando desinversión productiva y el surgimiento de nuevos grupos económicos. 64. Esto ha reforzado, ampliado y profundizado la condición dependiente, rentista, improductiva y atrasada del capitalismo en Venezuela, donde los más altos beneficios se concentran en los sectores especulativos e improductivos, concretamente en la banca y el comercio importador. En consecuencia, se reduce la cuantía del proletariado industrial venezolano, quiebran o se empobrecen extremadamente los pequeños y medianos productores agrícolas e industriales, se incrementa el número de personas ocupadas en actividades no productivas y por cuenta propia, así como de las ocupadas en actividades ilícitas, con el resultado de un proceso sociológico y cultural de desproletarización y de creciente lumpenización de la sociedad, lo que se potencia por el auge del tráfico de drogas, la proliferación de mega bandas criminales y del llamado pranato, que incrementan su presencia y dominio en barriadas populares y zonas rurales, unas al servicio de la extrema derecha, otras que articulan con tendencias que tienen presencia en niveles gubernamentales, otras que actúan por su cuenta, pero todas en general prevalidas de la corrupción existente en cuerpos policiales y sectores de la FANB, particularmente la GNB. 65. Como es consustancial a su esencia, el sistema capitalista en crisis no se detiene en planes y buenas intenciones de gobiernos, apunta toda su batería contra los derechos del pueblo trabajador a fin de salvaguardar los intereses del capital. Pese a los esfuerzos que hagan sectores del gobierno nacional por poner paliativos, la crisis capitalista de forma inevitable se traga y destruye progresivamente las conquistas sociales logradas a lo largo del proceso bolivariano. En consecuencia, los efectos en nuestro país de la crisis del sistema capitalista a escala mundial y el colapso del modelo capitalista dependiente de acumulación rentista venezolano, a lo que se suman los límites estrechos del proyecto progresista-reformista liderado por la pequeña burguesía venezolana y el desarrollo del plan desestabilizador adelantado por las fuerzas económicas y políticas del imperialismo, ahondan las desigualdades, precarizan la vida de las mayorías y auspician una mayor lumpenización de la sociedad, cuyo origen es estructural y se potencia en las condiciones mencionadas. Al hablar de lumpenización de la sociedad, no solo nos referimos al incremento del lumpenproletariado, sino también a la existencia cada vez mayor de un sector

parasitario y corrompido de la pequeña burguesía y de la burguesía. Crisis imperialista y colapso del modelo capitalista dependiente 66. La parasitaria oligarquía venezolana –la de viejo y nuevo cuño– y los partidos agrupados en la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que le sirven de expresión política, históricamente está atada en condiciones de servil subordinación y dependencia a los intereses imperialistas. A ella se suman quienes, en connivencia con las corrientes socialdemócratas y entreguistas del proceso bolivariano, avanzan en una línea de desmontaje de las conquistas sociales, políticas y culturales alcanzadas durante el período de gobierno del Presidente Hugo Chávez, para recomponer una alianza económica y sociopolítica bipartidista que tiende a expresarse en un nuevo pacto de élites a nivel nacional con su correspondiente correlato de exclusión, segregación, persecuciones y reforzamiento de la dependencia y debilitamiento de la soberanía nacional.

67. Esta política, que sirve a los objetivos de recomposición de la dominación hegemónica del imperialismo, particularmente el norteamericanoeuropeo, en el continente latinoamericano y caribeño, es facilitada por el limitado calado de las transformaciones socioeconómicas, políticas y culturales, de contenido y forma profundamente reformista, adelantadas por los gobiernos progresistas que en los últimos tres lustros han gobernado importantes países de la región, incluida Venezuela, en correspondencia con el carácter burgués y pequeñoburgués de las clases dirigentes de tales procesos. 68. En Venezuela, transitamos por un complejo cuadro de agudización de la lucha de clases y de confrontación por el poder político. Fracciones de la burguesía monopólica transnacionalizada y de la pequeña burguesía devenida en nuevos grupos económicos, además de sectores enriquecidos por la corrupción, ejercen el protagonismo en la disputa del aparato del gobierno y del Estado, como medio para ejercer

control y acceso al usufructo de la renta petrolera y demás ingentes riquezas naturales que subyacen en el territorio nacional, a cuyo efecto construyen alianzas estratégicas con grandes corporaciones monopólicas mundiales, a la vez que subordinan importantes núcleos de trabajadores y otras capas explotadas de la sociedad venezolana a sus intereses. 69. He ahí la esencia de la llamada “guerra económica”, en la cual ejerce incidencia directa, determinante, la principal potencia imperialista mundial brindando apoyo a los sectores que le garantizan mayor subordinación y explotación del país, mientras tiende puentes al reformismo socialdemócrata, democristiano y seudosocialista en funciones de gobierno que, a fin de cuentas, son parte de sus fuerzas estratégicas al no proponerse la ruptura de la dependencia del imperialismo para transitar caminos de liberación nacional y, mucho menos, liquidar la formación económico-social capitalista y construir el verdadero socialismo, que debe regirse por la teoría y la práctica del socialismo científico. 70. L as conquistas populares del proceso bolivariano están seriamente amenazadas, especialmente las que garantizan el desarrollo de todas las demás: el principio de soberanía e independencia nacional, así como los de participación y protagonismo popular genuino con su correlato de control social obrero y popular. En el marco de esta dinámica de crisis creciente avanzan las corrientes de ultraderecha y las tendencias entreguistas, liquidacionistas y reformistas de la socialdemocracia opositora y oficial, nacional e internacional -ambas, independientemente de su retórica, al servicio del gran capital transnacional. Acerca de la economía nacional 71. D esde hace ya varios años, el PCV ha venido alertando acerca del desarrollo de ciertos fenómenos preocupantes y tendencias negativas, tanto en el estado general de la economía nacional como en la situación financiera de la República. Al menos desde 2009, y con especial fuerza desde nuestro XIV Congreso Nacional de 2011, hemos hecho reiterados llamados a atender esta materia e introducir los correctivos necesarios para evitar las dificultades que se avecinaban y para avanzar efectivamente hacia la liberación nacional, para la cual es imprescindible lograr la consolidación de la soberanía económica. 72. L os eventos observados en la esfera económica en el curso de los cinco años que han transcurrido desde ese Congreso, confirman la caracterización que hicimos entonces de la estructura de la economía nacional. Decíamos que: «…sigue vigente, y en algunos sentidos hasta se está forta-

leciendo, el modelo de capitalismo dependiente, rentista e improductivo que dominó en nuestro país durante la mayor parte del siglo XX. No hemos logrado avances en la diversificación de la economía, fundamentalmente petrolera, lo que nos obliga a seguir siendo un país monoproductor, multiimportador y con una alta dependencia tecnológica. Hoy dependemos más que antes de la renta petrolera y de la compra en el exterior de buena parte de lo que consumimos, incluyendo una porción significativa de nuestros alimentos» (XIV Congreso Nacional del PCV, Línea Política, § 22). 73. Esa situación es en principio resultado de la ubicación que, desde los tiempos del genocidio colonizador y la fase de acumulación originaria del capitalismo, tiene la economía venezolana en la división internacional del trabajo del mundo colonial y, posteriormente, bajo predominio del capital imperialista con el advenimiento de la era petrolera a principios del siglo XX. En ambos casos se mantiene la especificidad de la dominación: economía dependiente de la metrópolis y esencialmente proveedora de materia prima. Condición de muy larga data que produjo una deformación estructural de la economía nacional, que las clases y capas sociales dominantes en cada determinado período histórico del desarrollo nacional, por su génesis y carácter, no se propusieron –con contadas excepciones– superar consecuentemente. 74. También advertimos entonces y en diversas otras oportunidades, que tal panorama, lejos de corregirse o al menos atenuarse durante los años del proceso bolivariano, se estaba agravando. Ese agravamiento ha continuado y se ha acentuado más recientemente, en buena medida, debido a cuatro causas fundamentales: 1) la ausencia de un partido de la clase obrera y del pueblo trabajador de la ciudad y el campo, con una dirección colectiva revolucionaria, capaz de unir a las corrientes sociales y políticas más avanzadas de la sociedad, superar las concepciones utópicas e idealistas del desarrollo social que han impregnado y/o debilitado el proceso, y garantizar el curso consecuente de un plan de desarrollo nacional soberano e independiente, que consolidara el rumbo nacional liberador y verdaderamente le abriera perspectivas a la construcción del socialismo en Venezuela; 2) la sostenida acción de sabotaje, agresión sistemática y multifacética que, en contra de la economía nacional y todo el pueblo venezolano, adelantaron las capas oligárquicas de la burguesía monopólica local, asociadas en condiciones de dependencia y subordinación al imperialismo, particularmente al estadounidense, como son los sectores del capital bancario y financiero especulativo, del comercial


PROYECTO de LÍNEA POLÍTICA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN e industrial, mediático, agropecuario y agroindustrial “nacional” y transnacional, que se expresaron en paros desestabilizadores, cierres fraudulentos de empresas, desinversión y caídas programadas de la producción, financiamiento de conspiraciones y grupos paramilitares, promoción de la corrupción, acaparamiento-desabastecimiento-especulación con los productos básicos, manipulación cambiaria, entre muchas otras modalidades aplicadas; 3) vacilación y temprana descomposición de parte importante de la dirección del proceso bolivariano, quienes optaron por promover, aupar y facilitar la política de importación indiscriminada de productos extranjeros, propiciando o acompañando en la práctica el sabotaje de las iniciativas impulsadas por el Presidente Hugo Chávez para el desarrollo productivo

del país y golpeando/debilitando al pequeño y mediano capital nacional directamente vinculado a la producción interna, con el fin de enriquecerse aceleradamente con las importaciones en dólares, en cuya acción antinacional se asociaron y favorecieron sectores del gran capital oligárquico y transnacional; a dicha práctica se sumó la corrupción como mecanismo de acumulación capitalista. 4) la pronta desaparición física del líder del proceso bolivariano, Presidente Hugo Chávez Frías, cuya autoridad moral y política, pese a la existencia de concepciones eclécticas y enfoques utópicos e idealistas que impregnaban muchos de sus planteamientos míticoreligioso de conexión con las amplias masas populares, le permitía estar en condiciones de redefinir políticas y rumbos, realinear fuerzas y producir las rectificaciones críticas y autocríticas, que le abriesen cauce a las profundas transformaciones y depuraciones que demandaba y demanda el proceso económico, social, político y cultural venezolano. 75. Comprender en su complejidad y totalidad dialéctica, en sus contradicciones clasistas, el proceso sociopolítico venezolano, asumirlo desde la perspectiva de la dialéctica materialista, sin unilateralismo ni enfoques meramente económicos o técnicos, pero también con estos,

es fundamental para extraer las enseñanzas que nos ayuden a seguir avanzando por el sendero de la lucha de clases y por el triunfo de la revolución proletaria. 76. Los condicionantes ya descritos, sobre los cuales ha sido insistente el Partido Comunista de Venezuela, tal como queda reflejado en su periódico “Tribuna Popular”, en las múltiples declaraciones de sus vocerías y en las diversas acciones desarrolladas por la clase trabajadora, fueron señalados oportunamente ante las masas y la dirigencia del gobierno, sin que se construyesen espacios efectivos para el análisis crítico y autocrítico, mucho menos para la corrección de las políticas o prácticas cuestionadas. 77. Todo lo anterior incapacita al gobierno bolivariano, liderado por la pequeña burguesía radicalizada, con un proyecto de socialismo utópico y un Estado burgués, para aprovechar su posición privilegiada como principal actor de la economía nacional, e impulsar desde allí los cambios que se necesitaban y necesitan. Debe tomarse en cuenta que en Venezuela el Estado es propietario tanto de las principales industrias que producen casi el 100% de las divisas como de una gran proporción de las tierras de cultivo, y tiene en sus manos, en consecuencia, las palancas fundamentales para determinar el rumbo de toda la actividad económica de la República. El devenir del desarrollo histórico de Venezuela demuestra, que sólo el proletariado, liderando la amplia alianza de clases y capas sociales y fuerzas políticas patrióticas, antiimperialistas, populares y revolucionarias, será capaz de salir de la crisis del modelo de acumulación capitalista dependiente venezolano, superar su carácter rentista, evitar las vacilaciones y apuntar en la construcción de un socialismo real, basado en la ciencia y no en el idealismo. 78. Aunque es cierto que uno de los factores que más han incidido en la gravísima situación económica que hoy padece Venezuela fue la abrupta caída de los precios petroleros ocurrida a partir del segundo semestre de 2014, no debe obviarse la responsabilidad objetiva que tienen quienes han ejercido la dirección del Estado al no adoptar las medidas preventivas necesarias para atenuar los efectos de un desplome de precios que se sabía inevitable tarde o temprano. 79. El gobierno nacional, pese a nuestras advertencias y las de otros sectores y organizaciones populares de avanzada, y

pese a las señales preocupantes que venían arrojando los indicadores oficiales del Banco Central de Venezuela, persistió en su política económica de crecimiento desordenado del gasto público sin planificación, falta de precaución en el manejo de los fondos de la República, endeudamiento público excesivo y alto déficit fiscal, proveniente de una política monetaria y fiscal anclada en los intereses de la burguesía financiera y de la burguesía comercial-importadora. 80. Ya desde 2006 comenzó a hacerse evidente que el nivel de gastos en que estaba incurriendo el gobierno era peligroso y muy probablemente insostenible de presentarse un colapso de los mercados petroleros. En nueve de los diez años siguientes, tanto el balance fiscal consolidado como la balanza de pagos de la República han mostrado severos déficits, lo que se ha traducido en el progresivo agotamiento de las reservas internacionales bajo custodia del BCV y en un profundo deterioro de la situación financiera del Estado, hoy gravemente endeudado y con enormes dificultades para atender sus compromisos y necesidades. 81. Al mismo tiempo que se debilitaba la situación financiera del Estado, se debilitaba también el ya precario tejido productivo de la economía real del país. Es cierto que el gobierno nacional gastó a lo largo de los años enormes sumas de dinero para el impulso de diversas iniciativas económicas, pero, como señalamos también en 2011, esas iniciativas «… han sido, al menos hasta ahora, muy poco exitosas, como también lo han sido la mayoría de las numerosas cooperativas constituidas en el marco de las Misiones […] y muchas de las pequeñas y medianas industrias que el gobierno ha apoyado» (XIV Congreso Nacional del PCV, Línea Política, § 23). En consecuencia, lejos de convertirse en estímulos para el despegue económico del país, esos emprendimientos fueron nuevas y pesadas cargas muertas para el erario público. 82. Lo mismo afirmamos de las empresas medianas y grandes que fueron estatizadas en esos años por la vía de la adquisición o la expropiación con indemnización, y de las inmensas extensiones de tierras que estaban en condición de latifundios y fueron rescatadas por el gobierno. Decíamos entonces, y el tiempo lamentablemente nos ha dado la razón, que sin la participación protagónica de las y los trabajadores en la dirección de esas empresas, sin una planificación rigurosa, racional y eficiente de su gestión y de la economía nacional como conjunto, sin control obrero y popular, amenazadas además por el flagelo de la corrupción, tales iniciativas estaban condenadas a fracasar. 83. Y simultáneamente con el fracaso generalizado de las iniciativas del gobierno para el desarrollo de las

fuerzas productivas, la actividad de las empresas privadas, tecnológicamente atrasadas y dependientes, lo que las hace ineficientes y poco productivas, y que han permanecido históricamente atadas a los subsidios gubernamentales fundamentalmente en divisas, también se fue contrayendo a medida que escaseaban cada vez más los dólares del Estado, sin los cuales nunca han sido capaces de sobrevivir. En consecuencia, su contribución a la economía nacional, ya históricamente deficiente, se desplomó. Además de lo anterior, debe tomarse en cuenta que sectores burgueses utilizaron, en distintos momentos, su posición con fines políticos, e implementaron decisiones de cierre de empresas, autosabotaje y cambio de líneas de producción para agravar las dificultades y provocar el colapso del gobierno. 84. Casi todos los sectores de la economía nacional se han contraído en la última década. Las principales excepciones son el sector financiero, cuyo tamaño se ha más que cuadruplicado desde principios de siglo, y el sector de telecomunicaciones, que no ha parado de crecer a gran velocidad; entre las excepciones también se cuenta el comercial-importador, así como hasta 2013 el sector comercio, que se había casi duplicado desde 2000, pero que se ha contraído en los cuatro últimos años. 85. Por su parte, los sectores propiamente productivos se muestran en general deprimidos: el sector manufacturero ha vuelto a quedar atrapado en la tendencia histórica a la baja que se inició alrededor de 1987; la contribución al PIB de la producción agropecuaria sigue siendo, como lo ha sido por décadas, minúscula; y hasta el sector petrolero, corazón de la economía, lleva ya dos décadas de achicamiento continuo. 86. V enezuela vive hoy su cuarto año consecutivo de decrecimiento económico, la más larga y profunda depresión de nuestra historia contemporánea, a lo que deben sumarse los efectos acumulados del año de estancamiento que vivimos en 2013 y de los dos años de recesión en 2009 y 2010. Estos períodos de comportamiento económico desfavorable han pulverizado todo avance en la economía obtenido durante los períodos de prosperidad relativa, y han devuelto al país a niveles de debilidad económica que no se habían experimentado en muchísimo tiempo. 87. Todo indica que el PIB del país en 2016 apenas superó los 50 millardos de Bs (a precios constantes de 1997), aproximadamente lo mismo que en 2006. Así que una economía real que históricamente ha sido incapaz de satisfacer las demandas del mercado nacional, se ha achicado y debilitado todavía más en estos últimos años. Y con la aguda debilidad financiera y la

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falta de dólares que ahora sufre el Estado, resulta imposible recurrir, como se hacía antes, a la importación masiva para complementar la cada vez más insuficiente disponibilidad de bienes de producción nacional. 88. Como resultado de tal combinación de circunstancias, el pueblo venezolano padece hoy una grave escasez generalizada de toda clase de bienes y servicios, lo que ha repercutido en un sensible deterioro de la calidad de vida y ha contribuido a estimular una inflación sin precedentes que destruye la capacidad adquisitiva de los salarios. Estas condiciones han sido aprovechadas a su vez por la burguesía y la pequeña burguesía anarquizada, fundamentalmente en el sector comercio (formales e informales) que han buscado maximizar sus ganancias por medio del acaparamiento de los bienes y la especulación, lo que agrava la situación de las masas.

que indudablemente contribuiría a aliviar la escasez de divisas y el déficit de la balanza de pagos, deben tomarse en cuenta también sus efectos en el mediano a largo plazo, tanto en términos de su impacto ecológico y humano y sobre la soberanía nacional, como en cuanto a lo que representaría para la estructura económica del país: un nuevo ciclo de rentismo e inestabilidad bajo la volatilidad intrínseca de los mercados de commodities, y la reafirmación de la posición venezolana en la división internacional del trabajo como país dependiente exportador de materias primas. Especialmente preocupante es la posibilidad del control por compañías extranjeras sobre porciones del territorio nacional, que plantea un escenario de peligros para la soberanía del país. 91. Por otra parte, si bien los emprendimientos de pequeña escala que han disfrutado de apoyo gubernamen-

89. No es razonable esperar una mejoría sustancial de la situación del pueblo y los trabajadores en el corto a mediano plazo dentro del marco de las actuales estructuras económicas capitalistas. Las esperanzas que el gobierno ha depositado en una posible recuperación de los precios petroleros o en el desarrollo de la «Faja Petrolífera del Orinoco», son poco realistas, en vista de los cambios profundos que está experimentando la estructura del mercado energético global, con fuentes de energía alternativas al petróleo convencional cada vez más rentables y abundantes, con cada vez más competidores en un mercado ya muy bien abastecido, y con cada vez más estímulos para el desarrollo de matrices energéticas no dependientes de los hidrocarburos fósiles. En pocas palabras, el mundo avanza progresivamente hacia nuevos modelos energéticos. 90. Del mismo modo, la concepción con que se están desarrollando diversas nuevas iniciativas de explotación minera, como el llamado «Arco Minero del Orinoco» o la explotación carbonífera en la Sierra de Perijá, es contrario al interés nacional y popular. Aunque estos proyectos podrían atraer en el corto a mediano plazo una importante inyección de inversiones extranjeras

tal pueden efectivamente hacer alguna modesta contribución y servir en ciertos casos para elevar los niveles de conciencia y organización popular, en general estas experiencias son económicamente inviables en el mediano plazo si no están articuladas dentro de un proyecto nacional de desarrollo, y carecen por su propia naturaleza de la escala y el potencial necesarios para apalancar la transformación profunda que requiere la economía nacional; además, en algunos casos han sido vehículos para nuevas formas de clientelismo, despilfarro y corrupción. 92. Insistimos en cambio, como lo hemos hecho una y otra vez desde la fundación de nuestro Partido, en que la única solución real y sostenible es impulsar, con la mayor seriedad y rigor, un Plan Nacional de Industrialización y estímulo en general a la economía productiva, con especial énfasis en la producción manufacturera y agrícola masiva y a gran escala. Para ello, resulta indispensable el control obrero y popular sobre los procesos de dirección, administración, planificación, seguimiento y control de los procesos productivos, a fin de garantizar su impermeabilidad a las influencias empresariales privadas y a la corrupción funcionarial, y su estric-

ta adherencia a los criterios requeridos y a los planes nacionales generales. IV.- EL DESARROLLO DE LA LUCHA DE CLASES Y LA SITUACIÓN DE LAS MASAS El estado de ánimo de las masas populares y la correlación de fuerzas 93. Al calor de esa confrontación política e ideológica y aguda lucha por el poder político, se vienen consolidando a nivel de las masas los siguientes fenómenos: 1) un estancamiento o reflujo en el activismo político de las fuerzas sociales identificadas tanto con el proceso bolivariano como con la oposición, que, con excepción de las vanguardias, ya hoy no se moviliza como antes en virtud de su estado de ánimo, cargado de insatisfacción ante la ausencia de un liderazgo político con suficiente legitimidad social; 2) un deslizamiento hacia la oposición de una importante franja de trabajadores de la ciudad y el campo y sectores populares, que ayer se identificaban con el proceso bolivariano, pero que hoy, víctimas de la realidad socioeconómica y de la intensa ofensiva ideológica-mediática de la derecha nacional e internacional, responsabilizan sólo al gobierno del presidente Nicolás Maduro del impacto que genera la profunda crisis del capitalismo y de las políticas reformistas aplicadas por su gobierno. 3) un incremento del activismo político de los núcleos de vanguardia de las principales agrupaciones opositoras, antes inhibida por el peso de la correlación de fuerzas favorable al proceso bolivariano, que hoy se asume con fuerza para salir a la palestra política y social a disputarle las masas a las fuerzas del proceso bolivariano. Eso explica la reactivación en el seno de las organizaciones sindicales, profesionales y comunitarias del activismo de los partidos políticos agrupados en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), en particular de Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y diversos movimientos sociales de derecha, sobre todo juveniles; 4) el crecimiento de una importante franja de sectores sociales que han decidido no “tomar partido” a favor de ninguna de las partes confrontadas, los cuales se muestran indiferentes y apáticos al discurso y el accionar de ambos bloques, rehuyendo toda tentativa o escalada de violencia. 94. En relación a lo anterior se observa en el campo del proceso bolivariano la desmovilización de una importante franja de líderes y lideresas populares que hasta ayer se expresaban activamente, pero que hoy se encuentran con un estado de ánimo cargado de indiferencia y escepticismo debido, entre otros factores, a que constatan en el liderazgo político e institucional bolivariano un comportamiento ético y moral semejante al del liderazgo de la oposición.

95. La base social del campo bolivariano se nutre en primer lugar de las capas populares urbanas más empobrecidas, de sectores campesinos e indígenas, de algunas capas de la clase obrera y demás trabajadores de la ciudad y el campo, de una franja cada vez menor de las capas medias profesionales y de la intelectualidad y demás trabajadores de la cultura, de un sector importante del estudiantado y de militares tanto activos como retirados. La particularidad de este frente, diverso y contradictorio, de fuerzas progresistas, patrióticas, antiimperialistas y revolucionarias está en que quien lo encabeza es la pequeña burguesía, la cual ejerce el papel de fuerza dirigente. 96. El Gran Polo Patriótico “Simón Bolívar” (GPPSB) no pasó de ser una entelequia, instrumental a los objetivos y pareceres de la dirección gubernamental y de partido de gobierno, sólo “necesario” para los momentos electorales o en los cuales se requería una gráfica o declaración demostrativa de “unidad patriótica”. Nunca para el abordaje y discusión sistemática, a fondo, científica y con la franqueza revolucionaria del proyecto de desarrollo nacional ni de la gestión de gobierno, que demanda toda alianza política. La prepotencia, la autosuficiencia, el sectarismo, el hegemonismo, la imposición y la exigencia de acatamiento y “lealtad” incondicional, sin discusión ni consulta con las fuerzas aliadas, condicionan la conducta y práctica política de la dirección política de gobierno, con claras y nefastas consecuencias en la política y la economía, lo social, mediático y cultural, nacional e internacional. 97. En ese contexto, la dirección de la acción política del PCV en el seno de las masas está dirigido a acumular fuerza obrero-campesina popular revolucionaria, con el objetivo de producir cambios en la correlación de fuerzas, que coloquen a la clase obrera, al pueblo trabajador de la ciudad y el campo, junto al PCV y demás fuerzas políticas clasistas, a la vanguardia del proceso revolucionario venezolano, para retomar el rumbo de la liberación nacional y su perspectiva socialista. 98. La unidad popular revolucionaria, de contenido obrero-campesina y popular, y la amplia alianza nacional patriótica antiimperialista, son dos contenidos y dos formas fundamentales de la política de alianza del Partido Comunista de Venezuela (PCV), donde avanzar consecuentemente en el desarrollo y éxito de la primera es condición fundamental para construir una sólida alianza antiimperialista. 99. En el campo de la oposición, sus sectores de base radicalizadas, cuyas expectativas eran arrasar con el gobierno por cualquier vía a corto o mediano plazo, se encuentran hoy en un estado de frustración y desmovilización, sin responder masivamente a los reiterados llamados de su dirigencia al ejercicio de


PROYECTO de LÍNEA POLÍTICA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN la violencia reaccionaria. El estado de ánimo favorable a la lucha de calle que recrudeció en las masas de oposición a raíz de su triunfo en las elecciones de la Asamblea Nacional en diciembre 2015, se difuminó en el tiempo al no lograr el objetivo de salir del gobierno con la combinación de distintas modalidades de presión: la internacional, la socioeconómica y la expresada en la demanda de aplicar el referendo revocatorio, activado extemporáneamente por la dirigencia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). 100. La dirección de clase de la oposición es ejercida fundamentalmente por la burguesía financiera, comercial e importadora, agraria e industrial aliada al imperialismo estadounidense-europeo, con activa participación de la reaccionaria cúpula eclesiástica venezolana; en tanto que su base social se sustenta y nutre mayoritariamente de las capas medias profesionales, la intelectualidad y demás trabajadores de la cultura y el estudiantado; de amplias capas populares urbanas, incluidos importantes sectores de trabajadores formales y de la economía informal, así como de sectores militares tanto activos como en situación de retiro. Cuenta con mucho menos influencia en la población rural y campesina e indígena, donde la identidad con el proceso bolivariano, continúa ejerciendo influencia determinante, expresada en importantes apoyos que, en algunos estados, es mayoritario. 101. Pese a la desmovilización y el escepticismo que se impone entre las masas populares, independientemente de su ubicación política en uno u otro bloque de fuerzas, el germen del estallido social de carácter masivo y nacional sigue incubándose como resultado del estancamiento de la economía y el deterioro creciente de la situación socioeconómica de las masas, y puede llegar a madurar hasta dar el salto cualitativo y pasar de la pasividad a la acción frontal contra el actual estado de cosas. 102. Del análisis de la coyuntura política, económica y social, podemos concluir que la tendencia actual de la correlación de fuerzas favorece a la derecha pro-imperialista, y que en el marco de la encarnizada lucha por el poder político, se agudizan los conflictos en el liderazgo del bloque bolivariano, parte del cual ha cambiado su condición de clase (capas medias o pequeña burguesía) para integrarse a los distintos sectores de la burguesía, produciendo contradicciones intercapitalistas no antagónicas, cuya resolución conduce al reacomodos de los grupos de poder económico y al establecimiento de un nuevo “acuerdo nacional” o “pacto de élites” entre las diversas fracciones burguesas, particularmente entre los grupos emergentes y la burguesía monopólica, con el fin de seguir usufructuando la renta petrolera y demás riquezas del país, sobreexplotando la cada vez más desvalorizada fuerza de trabajo venezolana.

103. Una expresión concreta de este nuevo “acuerdo nacional” o “pacto de élites”, sustentado en los intereses de clase de la burguesía, fue la conformación y activación, así como el papel que está cumpliendo, el Consejo Nacional de Economía Productiva, en tanto instancia bajo control de las diversas cámaras y federaciones representativas de los grandes grupos económicos capitalistas transnacionales y locales, donde se acuerdan lineamientos de política económica y social para su implementación gubernamental, se pactan y transan acuerdos con el gobierno del presidente Nicolás Maduro y se determina la orientación concreta de los llamados 15 Motores Productivos, cuyos primeros resultados se observan ya en la entrega de concesiones mineras, la creación de empresas mixtas en el sector petrolero, los contratos de importación de materias primas y,

la socialdemocracia, que nuevamente entran en clara disputa en el curso del 2017, en cuyo contexto se inscribe la nueva ofensiva del imperialismo estadounidense instrumentalizada desde la OEA y la UE. 105. La formulación, promoción y organización del “Congreso de la Patria”, impulsada por el presidente Nicolás Maduro y el gobierno nacional sin previa discusión con las fuerzas sociales y políticas del proceso bolivariano, se corresponde con esta estrategia de recomposición de la alianza de clases con la burguesía y de subordinación del conjunto de las corrientes políticas progresistas y revolucionarias, así como del movimiento de las masas obreras, campesinas y populares en general a dicho proyecto político de plena restauración del papel de la oligarquía en la formulación y definición de las políticas de Estado, aun cuando

en forma más evidente y de impacto inmediato en la capacidad adquisitiva del pueblo, en el incremento autorizado de los precios de los artículos de primera necesidad. 104. La construcción del referido “acuerdo nacional” o “pacto de élites” de carácter, contenido y objetivos capitalista, condiciona el curso de la llamada “Mesa de Diálogo”, la cual ha venido definiéndose en el marco de las contradicciones que se derivan de los intereses de las corporaciones multinacionales y transnacionales norteamericanas, europeas y asiáticas, que pugnan por el control de la región y, muy particularmente, de Venezuela; cuyas expresiones e instrumentos políticos se manifestaron nítidamente durante el año 2016 y lo que va de 2017, en las deliberaciones y forcejeos que se presentan entre la corriente socialdemócrata internacional (UNASUR, Vaticano y ex-presidentes) y las tendencias del reformismo progresista gubernamental, en contraposición a la orientación socialcristiana y neoconservadora yanqui impulsada desde la OEA. En ese marco de contradicciones y disputas del capital, los intereses transnacionales se bifurcaron tácticamente y, hasta ahora, han prevalecido los representados por

no ejerzan control pleno del aparato estatal ni carguen con el costo político y social de la implementación del programa de ajuste que está en marcha. El referido carácter, contenido y objetivos del “Congreso de la Patria”, es la razón fundamental por la cual el PCV no se incorporó a dicha estructura. Cuadro actual de la correlación de fuerzas en el movimiento obrero y sindical venezolano 106. Un rasgo que caracteriza históricamente a la clase obrera venezolana, particularmente al segmento del proletariado industrial, es su debilidad numérica con respecto al conjunto de la población y en comparación con los segmentos de las y los asalariados que laboran en la administración pública y de los servicios, como consecuencia de la limitada actividad industrial que resulta del tradicional modelo económico dependiente y rentista, basado en el extractivismo petrolero, papel asignado a nuestro país en el marco de la división internacional del trabajo impuesta por las potencias imperialistas en las primeras décadas del siglo XX. 107. Esa característica, que no invalida su condición de fuerza de van-

guardia de la revolución nacional liberadora y socialista en Venezuela, se acentúa en los últimos años al no producirse un desarrollo de las fuerzas productivas, sino que por el contrario se acentúa la reducción del tejido industrial y un descenso de la fuerza de trabajo ocupada en actividades fabriles y transformadoras de materias primas en general. 108. En materia de derechos laborales y sociales, ha habido grandes avances legislativos durante los primeros años del proceso bolivariano. Estos avances no pueden registrarse totalmente como conquistas obtenidas por el movimiento de las y los trabajadores a través de luchas específicas, sino como resultado de decisiones adoptadas por el gobierno nacional y, específicamente, por el presidente Hugo Chávez durante su mandato, aunque las mismas son el reflejo de las demandas históricas y las contradicciones de clase en desarrollo en la sociedad venezolana. 109. Ahora bien, pese a su importancia, esos avances no significan que la clase obrera haya logrado liberarse de las cadenas oprobiosas de la explotación y de la opresión, propias del capitalismo. La clase obrera sigue siendo víctima de los desmanes y agresiones de la patronal privada y pública, y no ha alcanzado todavía plena garantía en el disfrute de sus derechos, lo cual sólo es posible conquistando el poder, destruyendo el orden burgués y construyendo el socialismo. Continúan los despidos arbitrarios e injustificados y las restricciones a la libre organización de los trabajadores, en correspondencia con el carácter de clase del Estado burgués. Al preservarse en nuestro país las relaciones capitalistas de producción y el modelo de acumulación propio del capitalismo dependiente, atrasado y rentista que caracteriza a nuestra sociedad, al mantenerse intacta la vieja máquina estatal burguesa y el dominio del capital sobre el trabajo, las y los trabajadores siguen siendo objeto de todas las formas de agresiones, desmejoras, vejaciones y maniobras fraudulentas que acostumbra la patronal privada y pública, que tiende a violentar las disposiciones legales por lo general con apoyo y facilitación de buena parte del funcionariado del ministerio con competencia en materia del trabajo y por las autoridades judiciales, casi sin excepción. 110. De igual manera, se siguen registrando recurrentes episodios de represión policial y de criminalización de la lucha obrera, así como también de la lucha campesina por el derecho a la tierra. Tales hechos se suscitan con impunidad y golpean fuertemente a nuestra clase trabajadora, como consecuencia de la débil condición en la que se encuentra el movimiento obrero y sindical de clase en nuestro país.

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111. Lo descrito, una vez más, evidencia que en una sociedad dividida en clases como la nuestra, no basta con leyes y reglamentos que establezcan derechos, por avanzados que estos sean, si la correlación de fuerzas no es favorable para que las clases explotadas y oprimidas, la clase obrera y el pueblo trabajador en general, puedan hacerle frente a la clase dominante (los distintos estamentos de la burguesía) para hacer respetar y fortalecer las conquistas arrancadas al Estado burgués y a la patronal. 112. Por supuesto, si no existe un fuerte movimiento organizado de las y los trabajadores, con conciencia combativa de clase, mucho menos podrán aprovecharse esas conquistas legales para utilizarlas en función de avanzar en las luchas por la emancipación nacional y social. Aun más, la aprobación por parte del Gobierno de instrumentos jurídicos que definen derechos laborales, en el marco del reformismo y no como parte de una estrategia revolucionaria, no siendo conquistas arrancadas al fragor de los combates de clases, pueden generar un estado de ánimo colectivo de conformidad, pasividad y frustración, adormeciendo la conciencia de clase. Y eso precisamente tiende a suceder en Venezuela, potenciado por los engañosos discursos del Gobierno y de la derecha pro-imperialista y por el papel que cumple el sindicalismo reformista de carácter oficialista. 113. El clasismo proletario, en su disputa por la dirección de las masas trabajadoras de la ciudad y el campo, por destronar la hegemonía del reformismo claudicante y adormecedor, debe aprovechar los actuales instrumentos jurídicos en materia de derechos laborales y sociales para activar luchas por su cumplimiento, defensa y profundización, generando mayor organización y unidad de las y los trabajadores con independencia de clase, comprendiendo que las leyes burguesas -es decir concebidas dentro del Estado burgués-, por avanzadas que sean, no cambian el sistema capitalista ni modifican su naturaleza explotadora y opresora; esto sólo será posible cuando la clase obrera en alianza con el pueblo trabajador conquiste el poder e inicie una verdadera transformación revolucionaria de la sociedad. 114. Las concepciones socialdemócratas dominantes en el proceso bolivariano, y presentes desde sus inicios, esgrimen la fraudulenta propuesta de un pretendido socialismo despojado de la lucha de clases, negándole a la clase obrera su papel de vanguardia y manteniéndola en condiciones de subordinación. Esta conducta política y práctica, es totalmente explicable desde la óptica de los intereses de clase de quienes ostentan el poder político y económico real, lo que se hace patente e indiscutible en la actual crisis del modelo capitalista dependiente y de acumulación

rentista, en medio de la aguda lucha por el control del Estado por parte de las distintas fracciones del capital y la búsqueda de salidas concertadas entre las diversas corrientes socialdemócratas. 115. En este contexto, juega un papel relevante la tendencia sindical reformista, construida y sostenida desde las instancias del poder gubernamental, y complacientemente aupadas, consentidas y protegidas por la patronal privada, principal interesada en promover la conciliación de clases y el sometimiento de la mayoría de nuestra clase trabajadora al dominio de la ideología burguesa, independientemente de las fracciones burguesas y pequeñoburguesas que tengan en la actualidad el control del aparato estatal. 116. La política de cada vez mayor sujeción de la actual dirección gubernamental a los intereses de grandes y medianos capitalistas, incluyendo a grupos monopólicos nacionales y extranjeros, no logra ser encubierta con la retórica de apariencia revolucionaria ni con medidas de corte populista y concesiones de poca relevancia. Tal política se instrumenta junto al acelerado ascenso a espacios de poder gubernamental de funcionarios que forman parte de tendencias en creciente proceso de descomposición. 117. Todo lo anterior genera un acelerado y creciente deterioro en las condiciones materiales de vida de la clase obrera y del pueblo trabajador. Se consolida la desvalorización de la fuerza de trabajo, como resultado de la caída de la capacidad adquisitiva del salario real, a lo que se agregan en los últimos tiempos el creciente proceso de bonificación del salario (incremento de los bonos de alimentación por encima del salario) y los incesantes incrementos de precios pactados entre el gobierno y los empresarios. Se tienden a imponer por la vía de los hechos mecanismos de flexibilización y desregulación laboral a centenares de miles de trabajadores y trabajadoras al servicio de entidades públicas y privadas. Se contribuye desde el Estado a que patronos privados mantengan nóminas de tercerizados y precarizados pese a la norma que prohíbe tales fraudes en la relación laboral. Se avanza en el desmantelamiento y la progresiva reprivatización de empresas y fincas nacionalizadas y recuperadas por el gobierno del Presidente Chávez, produciendo despidos masivos y la intención de destruir organizaciones sindicales. 118. La corrupción avanza cada vez más en las empresas e instituciones públicas y privadas. Este fenómeno se desarrolla aceleradamente en las actuales condiciones de crisis, lo cual está vinculado a la esencia del Estado capitalista dependiente, en cuyo marco constituye una forma de acumulación de capital. Las y los trabajadores que hacen frente a la corrupción y exigen una administración eficiente y pulcra, son víctimas

de las administraciones corruptas de las entidades de trabajo públicas y privadas, que les declaran la guerra, en muchos casos en contubernio con funcionarios públicos de diversos entes e instituciones del Estado. Esto impacta negativamente en las condiciones y capacidades de organización y lucha de la clase trabajadora.

revolucionaria del poder político. La indudable debilidad numérica y orgánica del movimiento obrero y sindical clasista, demanda entre nuestras primeras tareas su fortalecimiento, realizando una intensa labor de organización, lucha y formación ideo-política entre las amplias masas de trabajadores y trabajadoras.

119. En ese contexto, la burguesía demanda la imposición de la “paz laboral”, y el entreguismo reformista que gestiona la crisis del capitalismo dependiente a favor del capital actúa en consecuencia: anula, sofoca o desmonta las luchas laborales en general, para contribuir al sometimiento de la clase trabajadora a los designios del capital y del Estado, intentando por esta vía obligarla a que se limite en sus exigencias, decline en sus propósitos emancipadores y que pierda toda independencia. Se empeñan en debilitar o desaparecer a las expresiones del movimiento obrero y sindical clasista, lo que está en pleno desarrollo mediante prácticas que niegan la libertad sindical o que limitan e instrumentalizan a las y los delegados de prevención o que impiden la existencia de consejos de trabajadores y trabajadoras, a menos que se subordinen al control oficial y patronal. 120. La tarea fundamental del movimiento obrero y sindical clasista en el presente momento, es la de ganar la conciencia de la clase trabajadora para que luche por su definitiva emancipación, lo que significa ponerse a la vanguardia de un amplio bloque de fuerzas revolucionarias, obreras, campesinas y populares, capaz de erigirse en opción de poder en medio de la crisis y del colapso del capitalismo dependiente y rentista. 121. Parafraseando a Lenin, la primera necesidad de las y los trabajadores es la de tener conciencia de clase, o lo que es lo mismo conciencia socialista para que asuma y cumpla su misión histórica; la segunda necesidad, es la de organizarse de forma independiente como clase, tanto en amplias organizaciones de masas (sindicatos), como en su partido de vanguardia, el Partido Comunista, para dar la lucha de clases acumulando fuerzas hacia la conquista

El trabajo de las y los comunistas en los frentes de masas 122. Continúa teniendo vigencia lo que afirmamos en nuestro XIV Congreso en el sentido de que «El objetivo general y fundamental de todo el trabajo político y de masas, ideológico y organizativo del Partido Comunista de Venezuela, en el presente momento histórico, tiene que ver con la necesidad de producir una consistente y acelerada acumulación de fuerzas del movimiento obrero y popular que, cohesionadas en un sólido Bloque Popular Revolucionario, puedan forjar una nueva correlación de fuerzas favorable a la clase obrera y al pueblo trabajador (...)». (XIV Congreso Nacional del PCV, Línea Política, § 82) 123. Más aún, en vista del desarrollo que han experimentado en los últimos cinco años las tendencias negativas que observábamos entonces, tal objetivo general es hoy todavía más urgente. La recomposición del bloque de clases y sectores burgueses históricamente dominantes; el fortalecimiento de las posiciones burguesas, entreguistas y reformistas en el seno de la alianza que hasta ahora ha apoyado al proceso bolivariano; crean condiciones para avanzar en la orientación trazada por nuestro Partido de “confrontar, deslindar y acumular fuerzas para avanzar”, ejerciendo mayor influencia del PCV en el seno del movimiento obrero y popular, consolidando los espacios de organización y lucha hasta lograr que fructifiquen en la construcción del Bloque Popular Revolucionario (BPR). 124. Es prioritario orientar, planificar y ejecutar la acción política del Partido Comunista de Venezuela y sus frentes políticos de masas, así como


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reforzar nuestro trabajo en el seno de los distintos movimientos de masas en que actuamos e influenciamos, en función de construir el Bloque Popular Revolucionario (BPR), para hacer efectiva la política de unidad popular revolucionaria. No hay tiempo que perder: demorar la construcción efectiva del BPR, nos coloca en grave riesgo de afrontar mal preparados un severo retroceso histórico que luce cada vez más probable, y que hasta podría ser inminente. Al concretar este objetivo, estamos creando el instrumento político y de masas que nos permita agrupar y organizar un segundo nivel -para nosotros el primer nivel de agrupamiento orgánico es el PCV- de las fuerzas motrices fundamentales para avanzar en la construcción de un verdadero, sólido y consecuente frente amplio nacional patriótico que exprese la más amplia, diversa y multifacética alianza antiimperialista. 125. Este lineamiento transversaliza el trabajo del Partido Comunista de Venezuela, en el futuro inmediato, en los frentes políticos de masas: Corriente Clasista de Trabajadores “Cruz Villegas” (CCT-CV), Movimiento de Mujeres “Clara Zetkin” (MMCZ), Corriente Clasista Campesina “Nicomedes Abreu” (CCC-NA), Juventud Comunista de Venezuela (JCV), Frente Nacional Popular Comunitario “Alberto Lovera” (FNPC-AL) y Frente Nacional de Profesionales y Técnicos “Belén Sanjuan” (FNPTBS). Se trata de construir sin sectarismos ni exclusiones la unidad de las fuerzas sociales y políticas consecuentemente interesadas en la profundización revolucionaria del proceso bolivariano (avance de la revolución nacional liberadora) y de su perspectiva socialista. Se trata de conformar el instrumento capaz de confrontar y deslindar tanto ante las fuerzas de la derecha pro-imperialista, que procuran la restauración del viejo orden de cosas, como ante las tendencias entreguistas, reformistas y corruptas atrincheradas en la cúpula del gobierno y del principal partido del proceso. 126. La aplicación de este contenido fundamental de nuestra política, se desarrollará dentro de las condiciones propias de cada ámbito de acción es-

pecífico en que actuemos, prestando atención a las peculiaridades y características de cada frente. La misma exige generar una audaz política de acercamiento hacia todas y todos aquellos sectores y movimientos sociales, políticos y culturales e individualidades con quienes compartimos la visión estratégica de avanzar hacia el desmantelamiento del Estado capitalista hoy existente y hacia la construcción de un nuevo Estado Democrático-Popular Revolucionario. Para ello propiciaremos, con gran flexibilidad táctica y firmeza de principios, una diversidad de iniciativas que, partiendo de las preocupaciones, intereses y luchas específicas e inmediatas de cada sector, trasciendan los límites de lo reivindicativo sectorial y contribuyan a forjar la unidad de acción en el terreno de la táctica y la unidad programática en la perspectiva estratégica, con el objetivo de ir construyendo una nueva correlación de fuerzas hacia la toma del poder político por la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo. 127. Las circunstancias derivadas de la crisis generalizada del modelo de capitalismo dependiente venezolano, crean natural e inevitablemente condiciones objetivas para la organización y la lucha, que son al mismo tiempo oportunidades para el desarrollo de esta política en todos los ámbitos y frentes de masas; a lo cual se suma, al mismo tiempo, el desprestigio y la deslegitimación de buena parte de los sectores dirigentes tanto de la oposición como de las corrientes del reformismo gubernamental, abriendo espacios para el crecimiento de un liderazgo popular revolucionario, consecuentemente comprometido con los intereses de clase del proletariado y el pueblo trabajador, y con la profunda transformación de la sociedad venezolana. En este contexto, nos corresponde ejercer nuestra influencia, tanto organizativa como ideológica, para ganar a las amplias masas populares para el proyecto de construcción del BPR. 128. Este esfuerzo debe servir, al mismo tiempo, para continuar fortaleciendo al PCV en toda su estructura orgánica e influencia de masas, parti-

cularmente en lo que concierne a los organismos celulares, vitales e insustituibles en el cumplimiento de todas y cada una de las políticas, lineamientos, metas y tareas planteadas. De ahí que la ofensiva ideológica, política, de masas, impulso orgánico y despliegue internacional, debe regir los contenidos fundamentales de la planificación y acción de los organismos y militancia comunista. 129. De particular importancia es el desarrollo de este esfuerzo en el ámbito de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, por la posición clave que les corresponde ocupar como núcleo, eje central y vanguardia histórica, tanto en el proceso de construcción del BPR como en general en cualquier proceso de transformación nacional y social con perspectivas socialistas. Con satisfacción, podemos constatar que nuestros esfuerzos más sostenidos y exitosos de los últimos años han sido precisamente allí, en la organización y movilización clasista de las y los trabajadores, para la defensa consecuente de los derechos laborales y las condiciones de trabajo; así lo demuestra la consolidación y desarrollo del Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora (FNLCT). Sin embargo, debemos también constatar que, pese a nuestros modestos éxitos en este sentido, la clase trabajadora venezolana continúa mayoritariamente sumida en un estado de dispersión, desorganización y débil desarrollo de su conciencia clasista; y debemos admitir que este estado de cosas se debe en buena medida a nuestra insuficiente influencia en el seno del movimiento obrero y sindical. 130. También en el ámbito de este movimiento, y tal vez con mayor fuerza y claridad que en otros frentes, la crisis nacional generalizada nos presenta hoy tanto dificultades como nuevas perspectivas para el avance y fortalecimiento de nuestra política. Ante el desprestigio y hasta el repudio que hoy experimenta el sindicalismo reformista, promovido tanto por la patronal y desde las organizaciones sindicales controladas por la derecha como desde el gobierno, nos corresponde ganar a la clase trabajadora para una verdadera conciencia socialista, con el objetivo de desplazar a esas direcciones reformistas, patronales y burocratizadas, para que la clase obrera asuma el papel de vanguardia que objetivamente le corresponde y encabece al amplio bloque de fuerzas revolucionarias

obrero-campesinas y populares, capaz de erigirse en opción de poder en medio del colapso del capitalismo dependiente en Venezuela. 131. En cuanto al frente de mujeres, debemos reforzar la orientación trazada por la XIII Conferencia Nacional de Organización y Masas del PCV, de impulsar la lucha por eliminar la atomización y división de los movimientos de mujeres en Venezuela, tarea que corresponde al Movimiento de Mujeres Clara Zetkin (MMCZ). Es un objetivo impostergable, pues las conquistas que ahora vemos con naturalidad, que en lo fundamental se concretaron durante el proceso bolivariano, con el liderazgo y la dirección del Presidente Hugo Chávez y el impulso consecuente del PCV y el MMCZ, costaron en la historia, el sacrificio y la vida de numerosas mujeres, y sólo podrán mantenerse y defenderse con la organización y unidad de los movimientos de mujeres en el contexto de la lucha de clases y del movimiento de masas en general. 132. P ara el PCV, el papel fundamental de las comunistas debe y tiene que ser la contribución a la unidad, la organización y la formación políticaideológica, sin abandonar los espacios de lucha, contra los flagelos que nos están llevando aceleradamente a retrocesos y por ende a ser reservas de conciencia atrasada. Como dijo Clara Zetkin en el Congreso de la Internacional Comunista de 1921: “Si la revolución no tiene masas de mujeres, las tendrá la contrarrevolución”. Para que Venezuela avance hacia una verdadera revolución, debemos construir una gran fuerza de vanguardia que no se deje amedrentar por la arremetida del imperialismo y del fascismo, ni por el reformismo entreguista. 133. E n lo que respecta a la juventud venezolana, constatamos que obtuvo importantes reivindicaciones en el marco del proceso bolivariano, como resultado de un acumulado de luchas históricas que durante los años de los gobiernos serviles al imperialismo norteamericano le costaron sangre y feroz represión. Sin embargo, estas conquistas de la juventud, como las del pueblo en general, han sido edificadas sobre bases inestables, no solo porque se propiciaron en los límites del orden capitalista, sino porque fueron posibles gracias a los ingresos de la renta petrolera y no como resultado del desarrollo de las fuerzas productivas.

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134. Los enormes desafíos del ahora, requieren que nuestra juventud cuente con una fuerte organización, una elevada conciencia de clase, y un programa en correspondencia con los intereses de la clase trabajadora y que recoja las demandas de las amplias masas juveniles; sólo así es posible desarrollar fuerzas para la participación efectiva de los jóvenes en la disputa por el poder para transformar la sociedad y construir el socialismo. La Juventud Comunista debe jugar un papel fundamental en esta tarea de concientización, organización y lucha de la juventud. Todos estos esfuerzos deben estar enmarcados y contribuir a la línea de acumulación de fuerza revolucionaria obrero-campesina y popular, para la construcción de la nueva correlación de fuerzas favorable a los objetivos y misión histórica de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo. 135. En el movimiento popular comunitario, pese a los avances significativos en materia de organización y mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de las comunidades, siguen existiendo importantes debilidades. Hoy, los consejos comunales son las formas más extendidas de organización del movimiento comunitario, y progresivamente vienen avanzando hacia formas de agregación como las comunas. Además continúan existiendo otras experiencias organizativas como los movimientos de mujeres, deportivos, juveniles o culturales, con las que interactúan y coexisten las comunas y consejos comunales. En todas estas organizaciones sociales actúan las y los comunistas, y deben seguir haciéndolo con cada vez mayor fuerza y activismo, puesto que estas experiencias, pese a todas sus dificultades y limitaciones, pueden ser embriones de genuino poder popular, así como escuelas de aprendizaje organizativo y de dirección revolucionaria sustentada en el socialismo científico. 136. En el medio rural venezolano predominan las relaciones sociales de producción capitalista. Los cambios más resaltantes en el presente siglo, tienen que ver con la existencia de mayor extensión de tierra en manos del Estado, bajo la figura de empresas estatales que, sin embargo, no expresan cambios positivos, en cuanto a la elevación cuantitativa y cualitativa de la producción primaria del país, ni en la concepción de dirección individualista y autoritaria con que ejercen las responsabilidades asignadas. También se invirtió un importante esfuerzo y recursos, en alianzas estratégicas con otros países, con el objeto de instalar empresas estatales de ensamblaje de maquinarias agrícolas, empresas agroindustriales y de prestación de distintos tipos de servicios al campesinado, cuyos resultados no han incidido en transformaciones relevantes en el campo venezolano y, en la mayoría

de los casos han sido experiencias fallidas. La improvisación, el voluntarismo, la corrupción y, sobremanera, la concepción de dirección unipersonal y autoritaria de quienes colocan al frente de la mayoría de las instituciones y proyectos productivos, con sus raras excepciones, impidiendo el control social y obrero de los procesos productivos, para facilitar la corrupción y el usufructo personal de un bien social y colectivo, han hecho mucho daño a las políticas gubernamentales en el campo venezolano. Los agronegocios conspiran contra la producción nacional, constituyendo un mecanismo de enriquecimiento y acumulación de capital en divisas en perjuicio de la producción nacional y el pueblo consumidor. Delincuentes que deben ser severamente sancionados. 137. La constitución de nuevas formas de organización social y productivas, aun cuando no son las preponderantes y, en general, cuentan aun con severas limitaciones, tales como las comunas agrícolas, consejos comunales campesinos y consejos campesinos, de pescadores y pescadoras e indígenas, que -un número importante de elloshan sido dotados de financiamiento agrícola público, maquinarias y, en ciertos casos, de asistencia técnica, entre otros apoyos gubernamentales, es uno de los positivos desarrollos de este periodo, que, además, expresa avances en la conciencia política de las masas campesinas organizadas en su seno. Es un esfuerzo que debemos fortalecer y

carios y paramilitares, que arrojó un saldo de más de 300 dirigentes campesinos asesinados, sin que, hasta la fecha, exista una acción contundente por parte de los órganos de seguridad, fiscalía y tribunales, que acabe con la impunidad y aplique justicia. En la actualidad, además de los latifundistas tradicionales, en diversas regiones del país, los consejos campesinos tienen que enfrentar a los funcionarios gubernamentales que controlan grandes extensiones de tierras improductivas y utilizan organismos regionales de seguridad de esos estados, para impedir la producción de las organizaciones campesinas en lucha. 139. Persiste el fraccionamiento y división de movimiento campesino producto de la ausencia de una poderosa organización revolucionaria dirigiendo las luchas del campesinado. El PCV debe cumplir ese papel. Para ello es imprescindible que la Corriente Clasista Campesina “Nicomedes Abreu” (CCC-NA) eleve su capacidad organizativa, de funcionamiento colectivo y de acompañamiento concreto de las luchas campesinas y, en general, de los productores y proletarios del campo. Es necesario seguir impulsando la consigna de la unidad del movimiento campesino a través de una acción en espiral que abarque desde los consejos campesinos hasta las comunas con una propuesta debatida en el seno de las organizaciones más avanzadas que hoy hacen vida en el ámbito político de la lucha en el campo venezolano.

apoyar frente a quienes se proponen desmontarlo o subordinarlos al circuito de distribución y transformación agroindustrial privado. La extensión de las pensiones, en número limitado, hasta la población campesina, es un beneficio social que las comunidades reconocen. 138. De la guerra contra el latifundio lanzada por el Presidente Hugo Chávez, la cual acompañamos en lucha con importantes núcleos campesinos en diversos estados el país, produjo una contraofensiva de la burguesía terrateniente, con el uso de si-

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana en el contexto de la lucha de clases 140. Aunque es necesario reconocer el proceso de composición clasista del ejército nacional en sus orígenes, en la época de la Guerra de Independencia; así como los desarrollos en este mismo aspecto posteriores a ese período, podemos afirmar que la Fuerza Armada en Venezuela, posee una composición clasista que la diferencia parcialmente de las organizaciones militares de otros países latinoamericanos. Los ejércitos de

Perú, Chile, Colombia y Argentina, por ejemplo, se han caracterizado históricamente por poseer una oficialidad formada exclusivamente, o casi exclusivamente, por elementos pertenecientes a las clases dominantes de dichos países (latifundista y alta burguesía pro-imperialista). Este hecho permite que las clases poderosas ejerzan un control directo y total de las fuerzas armadas, las cuales tienen una orientación ideológica ultra conservadora y pro-fascista. Los oficiales provenientes de otras clases sociales ajenas a la oligarquía, carecen de un peso específico en el conjunto de la institución, por cuya razón las contradicciones en esta, no adquieren una gran profundidad, limitándose así las brechas que en las mismas puedan ser utilizadas por el movimiento popular. 141. En Venezuela, no existe esta característica de uniformidad clasista en el seno de la oficialidad de la Fuerza Armada, ya que tienen acceso a ella los jóvenes de las capas y sectores medios de la población, y en menor proporción de la clase obrera y campesina de nuestro país. Este singular hecho hace que la oficialidad no responda en su totalidad e incondicionalmente a los intereses clasistas de la burguesía, aunque como institución esté a su servicio; situación que se traduce en la carencia de un control absoluto de las clases poderosas sobre la columna principal de este sector de la superestructura del Estado capitalista, para el control y preservación de los intereses de la clase burguesa expresados en este. En síntesis podemos afirmar, que la Fuerza Armada en Venezuela es ajena a la existencia de castas militares y a discriminaciones sociales, poseyendo en su seno una mayoría determinante de oficiales provenientes de grupos sociales de la pequeña burguesía, clases y capas medias de la sociedad. 142. Este fenómeno es de singular importancia para comprender el carácter democrático, progresista, nacionalista y patriótico presente en amplios núcleos de nuestra oficialidad militar, pese al carácter burgués que prevalece en su institucionalidad y a la existencia en su seno de importantes corrientes de derecha y pro gringas. En el seno de la fuerza armada venezolana, también se desarrolla la lucha de clases, ya que está altamente influida por el acontecer político, económico y social presente en el conjunto de la población. En la medida que la lucha de clases adquiere un carácter de mayor agudización e intensidad en la sociedad, también se polarizan en el sector militar las opiniones y conductas prácticas de quienes, provenientes de distintas clases y capas sociales, se van alineando con las posiciones que expresan sus intereses clasistas. 143. Ante esta realidad, las clases dominantes con el claro propósito de


PROYECTO de LÍNEA POLÍTICA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN contrarrestar la evidente debilidad que presenta este aspecto, han recurrido al reforzamiento de la propaganda política, la lucha ideológica y la corrupción de la oficialidad. Es creciente el esfuerzo dirigido hacia oficiales superiores (Generales, Coroneles y Comandantes), para comprometerles directa o indirectamente con negocios vinculados a la burguesía proimperialista y/o al aparato estatal, incorporándoles de hecho, a los altos círculos políticos donde constituyen una especie de aristocracia militar. De allí que muchos altos oficiales mantienen diversos tipos de negocios, en una significativa proporción de carácter ilícito, con evidentes nexos con el contrabando, el abigeato, cobro de comisiones, minería ilegal, tráfico de influencia, entre otros; lo cual refleja un creciente grado de descomposición moral en los altos mandos de la institucionalidad militar de nuestro país. Sin embargo es importante reiterar que por ser la mayoría del personal militar de un origen social no adinerado, el mismo confronta, en general, los mismos problemas que afectan a la clase obrera y a las masas populares en general. 144. Con el proceso bolivariano liderado por el Presidente Hugo Chávez, se avanzó en la formulación de una nueva doctrina militar sustentada en el pensamiento bolivariano y las tradiciones libertarias del ejército venezolano, lo cual le confiere una fundamentación antiimperialista y fortalece el carácter patriótico de la fuerza armada venezolana. Además, se instituyó la concepción de “unidad cívico-militar”, que le ha conferido un papel preponderante en el ejercicio de poder político y funciones de gobierno en las diversas áreas de la gestión pública. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela le asigna a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, entre sus competencias, además de la tradicional responsabilidad de ser garante de la independencia y soberanía nacional y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar y la cooperación en el mantenimiento del orden interno, “la participación activa en el desarrollo nacional”. V.- LA XIII CONFERENCIA NACIONAL DE ORGANIZACIÓN Y MASAS «PEDRO ORTEGA DÍAZ» DEL PCV Y LA LÍNEA POLÍTICA 145. “82) El objetivo general y fundamental de todo el trabajo político y de masas, ideológico y organizativo del Partido Comunista de Venezuela, en el presente momento histórico, tiene que ver con la necesidad de producir una consistente y acelerada acumulación de fuerzas del movimiento obrero y popular que, cohesionadas en un sólido Bloque Popular Revolucionario actuando en el seno del FANP, forjen una nueva correlación de fuerzas favorable a la clase obrera y al pueblo trabajador, es decir, a los factores políticos y sociales

consecuentemente antiimperialistas y realmente interesados en la profundización del actual proceso de cambios, para el desmontaje del aparato estatal burgués, la construcción del nuevo Estado Democrático Popular Revolucionario, el progresivo desmantelamiento del sistema capitalista y la edificación del socialismo en la perspectiva de la formación económico-social comunista.” 146. Esta formulación de la Línea Política fue discutida en diversos plenos del CC del PCV, decidiéndose que, por el carácter de las fuerzas sociales y políticas a unir -corrientes y organizaciones de base con alto grado de dispersión y desarticulación-, el desarrollo de las acciones dirigidas a concretar la formulación política se iniciase desde los espacios territoriales comunitarios, locales y regionales en un esfuerzo ascendente que llevase a generar una instancia nacional construida desde la base del movimiento popular social y político. 147. Posterior a nuestro XIV Congreso, el presidente Hugo Chávez convoca a la constitución del Gran Polo Patriótico (GPP) de cara a las elecciones presidenciales del 2012. Respondimos positivamente. Nos incorporamos y propusimos que el mismo asumiera la concepción de frente amplio nacional patriótico, antiimperialista, surgido en nuestro XIV Congreso, a cuyo efecto presentamos un conjunto de formulaciones políticas, organizativas y funcionales que, en lo esencial fueron acogidas por el presidente Hugo Chávez, aunque no fueron, en ningún momento y pese a nuestros sucesivos requerimientos, consecuentemente aplicadas. Hay que señalar, que fueron lo tiempos nefastos de esfuerzos y lucha del Presidente Hugo Chávez por su vida, por lograr su recuperación, cuando se encontraba hospitalizado en Cuba, hasta donde le llegaron nuestras propuestas, las cuales acogió en lo fundamental, pero que, tal como se desenvolvieron posteriormente los acontecimientos de su salud, no tuvo la posibilidad de aplicar. No lo hizo el presidente Nicolás Maduro. 148. A partir de ese momento, en un escenario político y social marcado por un proceso electoral presidencial, la dinámica de participación en el GPP y un doloroso estado de ánimo de las masas populares marcado por la salud del Presidente Hugo Chávez, no se logró un despliegue ofensivo de nuestra política dirigida a construir el Bloque Popular Revolucionario. Nuestra política de alianzas se circunscribió, en lo fundamental, a unos de sus componentes: la amplia alianza antiimperialista, limitada a la actividad electoral desarrollada en el GPP, sin avanzar en el lineamiento de “forjar una nueva correlación de fuerzas favorable a la clase obrera y al pueblo trabajador”, que debía concretarse en el Bloque Popular Revolucionario (BPR). 149. Serias confusiones y dudas a nivel de cuadros nacionales, organismos regionales, locales y celulares dificulta-

ban su consecuente aplicación. Una de ellas tenía que ver con la preocupación expresada por numerosos CR de chocar con la alianza en el GPP y producir una ruptura de ésta; otra visión indicaba que, al no funcionar con regularidad el GPP, no se podía desarrollar en su seno tal orientación; una tercera interpretación la asumía construyendo una especie de GPP en pequeñito con partidos de éste distintos al PSUV. 150. Pese a las reiteradas discusiones y orientaciones del CC, poco éxito tenían los esfuerzos dirigidos a relievar un contenido fundamental de la política de unidad popular revolucionaria: identificar los movimientos sociales y culturales de base, así como las corrientes políticas locales con claro perfil clasista, que se identificasen con la lucha de clases y el papel del proletariado en el proceso revolucionario, para impulsar con ellos y ellas iniciativas de articulación y coordinación generadores de condiciones para construir esa nueva correlación de fuerzas, concretando la concepción política-orgánica de bloque popular revolucionario en un instrumento unitario y de dirección colectiva. Sólo un tiempo después del fallecimiento del Presidente Hugo Chávez, a finales del 2014 y en el marco de las posiciones cada vez más críticas de nuestro Partido -2015, 2016, 2017- a la gestión gubernamental y política de la crisis del modelo rentista del capitalismo dependiente venezolano, y al restablecimiento de los bloques de regionales, que se constata un impulso de esta línea de trabajo por parte de los organismos regionales del Partido y la dirección nacional. 151. En estas condiciones arribamos a la XIII Conferencia Nacional de Organización y Masas “Pedro Ortega Díaz” del PCV (agosto 2014), en cuya preparación el CC discutió la pertinencia de producir un ajuste en la formulación de la Línea Política del XIV Congreso en cuanto a determinar que la construcción del bloque popular revolucionario no dependía de la existencia o no del GPP, ni estaba circunscripto a desarrollarse “actuando en el seno del FANP” y que, por tanto, su creación era y es determinante para lograr “producir una consistente y acelerada acumulación de fuerzas del movimiento obrero y popular que, cohesionadas en un sólido Bloque Popular Revolucionario, forjen una nueva correlación de fuerzas favorable a la clase obrera y al pueblo trabajador,...”.

152. Para la fecha de la XIII Conferencia Nacional (agosto 2014), ya había fallecido el presidente Hugo Chávez, lo cual, a su vez, debilitaba el peso que ejercía su liderazgo en el conjunto de las fuerzas sociales, políticas, militares y gubernamentales, abriendo la compuerta a las diversas corrientes oportunistas que, hasta entonces represadas por su presencia, se pusieron de manifiesto en el escenario nacional y en el seno de las fuerzas del proceso. Una expresión concreta de los cambios presentados a partir de ese hecho, es el papel cada vez menos relevante del GPP, al cual el presidente Nicolás Maduro le adicionó la denominación de “Simón Bolívar”, pero sin propiciar espacios o condiciones que le permitiesen cumplir un papel en la construcción política y, mucho menos, de dirección colectiva en el proceso político nacional. 153. Posterior a la XIII Conferencia Nacional del PCV en referencia, sucesivos plenos del CC continuaron evaluando el desarrollo del contexto sociopolítico en el que aplicamos y desarrollamos la Línea Política del Partido, concluyendo en que la construcción del bloque popular revolucionario se correspondía al desarrollo consecuente y prioritario de uno de los contenidos de la política de alianza del PCV: la unidad revolucionaria obrero-campesina y popular, la cual pasó a ocupar -luego de la conclusión de la referida Conferencia- el objetivo principal de nuestra acción política, necesaria de alcanzar para poder avanzar en la construcción del frente amplio nacional patriótico y antiimperialista, que nos hemos propuesto -sin lograrlo- se exprese en el GPPSB, en el cual continuamos participando, pero dejando de ser el GPPSB la prioridad unitaria del PCV.

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VI. A CONSTRUIR LA UNIDAD REVOLUCIONARIA OBREROCAMPESINA Y POPULAR PARA AVANZAR EN LA AMPLIA ALIANZA ANTIMPERIALISTA, CONQUISTAR LA LIBERACIÓN NACIONAL Y LA REVOLUCIÓN PROLETARIA 154. Frente a la compleja realidad de la lucha de clases en Venezuela, hay importantes sectores y corrientes del movimiento obrero, campesino, comunero, popular, revolucionario, de civiles y militares patriotas, creyentes y no creyentes, que tienden a perder la perspectiva de los combates en curso, la confianza en la lucha y en la victoria histórica del proletario, lo cual obliga a realizar un inmenso esfuerzo de reflexión y construcción común de quienes asumimos la liberación nacional de nuestro pueblo y la emancipación de la clase trabajadora, como una razón consustancial a nuestra existencia, como un proyecto de vida que sólo tiene realización en el socialismo-comunismo. 155. Necesario es recomponer la más amplia y férrea unidad antiimperialista y antioligárquica, para hacerle frente al plan neofascista y neoliberal de la derecha pro-imperialista; pero también, para enfrentar y derrotar las tendencias entreguistas y corruptas de quienes, atrincherados en instancias del Estado venezolano, con poses seudo-revolucionarias, se empeñan en desmontar las conquistas del pueblo, complacer al gran capital y conspiran contra la legítima aspiración de la clase obrera y el pueblo trabajador de convertirse en vanguardia revolucionaria del proceso, utilizando sus posiciones de gobierno e influencia de masas para intentar manipular y embaucar al pueblo. 156. Nos proponemos en el fragor de la lucha de clases, avanzar en la construcción y profundización de la línea de unidad revolucionaria obrerocampesina y popular, para convertir en realidad combatiente, unitaria y orgánica al Bloque Popular Revolucionario (BPR), como núcleo generador y propiciador, dirección unificada y colectiva, referente ideológico, social y político, en el proceso de conformación de una nueva correlación de fuerzas que le permita a la clase obrera y al pueblo trabajador del campo y la ciudad, convertirse en vanguardia consciente y dirigente de los cambios revolucionarios que, objetivamente, han madurado en la sociedad venezolana y demandan una genuina y consecuente referencia dirigente de perfil y contenido clasista, única garantía de triunfo frente al plan de dominio imperialista y frente al reformismo entreguista. 157. Nos proponemos avanzar consecuente y aceleradamente en el forjamiento de la más amplia unidad de todas las fuerzas que nos hermanamos en el combate por la emancipación de la clase obrera y demás capas explotadas del pueblo trabajador, con-

tra la dominación capitalista y por la construcción del socialismo; junto a todas las corrientes patrióticas y revolucionarias, civiles y militares del pueblo, creyentes y no creyentes, que nos encontramos en Bolívar, en lucha por defender los intereses de la patria frente al imperialismo y la oligarquía, y avanzar consecuentemente hacia su definitiva independencia; con todos los movimientos que levantamos la defensa de la vida con justicia social e igualdad, que defendemos la naturaleza de la depredación del capital, que reivindicamos el control social obrero y popular como contrapoder frente al Estado burgués realmente existente, que defendemos y nos proponemos profundizar las conquistas alcanzadas durante el proceso bolivariano liderado por el Presidente Hugo Chávez, y estamos convencidas y convencidos que una mejor sociedad es posible sólo en socialismo; avanzaremos en la construcción colectiva de la unidad revolucionaria obrero-campesina y popular, instrumento de carácter y contenido patriótico y revolucionario, antioligárquico, antimonopólico, antiimperialista, democrático y popular, que se sustente en los principios del socialismo científico, se nutra del bolivarianismo consecuente y acumule la fuerza necesaria para convertirse en motor generador del frente amplio nacional patriótico y antiimperialista que demanda el carácter de la lucha revolucionaria venezolana, por la liberación nacional y el socialismo. VII.- PLAN ALTERNATIVO PARA UN GOBIERNO DEMOCRÁTICO-POPULAR REVOLUCIONARIO 158. Partiendo de las caracterizaciones y definiciones antes mencionadas, le presentamos al pueblo venezolano un conjunto de políticas, medidas y acciones revolucionarias que apuntan a salir de la crisis del sistema capitalista dependiente, desde el ejercicio de un gobierno democrático-popular revolucionario. En tal sentido, nos proponemos luchar por: 159. Constituir un gobierno democrático-popular revolucionario que sea expresión del conjunto de las fuerzas obreras, campesinas, populares y revolucionarias venezolanas; caracterizado por una concepción de dirección política unitaria y colectiva, integrada por los factores políticos y sociales más comprometidos con la perspectiva de una transformación profunda de la sociedad capitalista dependiente venezolana y su modelo de acumulación rentista, la cual asuma conjuntamente la definición y formulación del carácter del modelo de desarrollo nacional, así como la estrategia y las tácticas del proceso revolucionario.

Dicho gobierno democráticopopular revolucionario se plantea: 160. Aplicar una nueva política económica revolucionaria, orientada a superar el sistema capitalista dependiente y rentista, construyendo un modelo económico productivo de nuevo tipo, fundamentado en los consejos del poder popular, que garantice e integre y garantice la anticipación directa de las y los trabajadores organizados, así como a las comunas, consejos comunales, consejos campesinos y demás formas organizadas el pueblo y la clase obrera, en la administración, planificación, seguimiento y control de todos los procesos económicos de la sociedad, a fin de conquistar la plena independencia nacional y, entre otras, la soberanía productiva, alimentaria, tecnológica, y crear condiciones propicias para avanzar en la perspectiva socialista. 161. Ejercer inmediato control de los procesos de producción, distribución y comercialización de los bienes y servicios fundamentales, con la participación directa de las organizaciones populares y de trabajadores. Rescatar y desarrollar la red estatal de abastecimiento y comercialización que desplace efectivamente a las grandes cadenas privadas de carácter monopólico; convertir a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) en instrumentos bajo control y dirección del movimiento popular revolucionario. 162. Convocar a todo el movimiento popular y sus vocerías, en particular a los consejos de trabajadores y trabajadoras, consejos de delegados y delegadas de prevención, consejos comunales y comunas, consejos campesinos e indígenas, consejos estudiantiles, consejos juveniles culturales y deportivos, consejos de soldados y soldadas, entre otros, para la constitución de la Confederación de Órganos del Poder Popular, que asuman poderes efectivos de dirección y transformación del Estado burgués, participando en forma directa en la definición y ejecución, seguimiento, control y evaluación las políticas, planes y metas del gobierno democráticopopular revolucionario. 163. Instaurar un sistema científico de planificación central participativa de la economía, que coordine en un todo único la inversión, la producción, la distribución, la acumulación y reinversión de lo producido, y al que estén sujetos todos los sectores y ramas económicas, sean privadas, estatales o mixtas. A tales efectos será necesario establecer metas cuantitativas precisas, plazos definidos, indicadores objetivos de cumplimiento y mecanismos de seguimiento y evaluación continua y periódica. 164. Iniciar un programa nacional de desarrollo científico-técnico estrechamente vinculado a la industrialización y acelerado crecimiento productivo, con participación protagónica de las y los trabajadores, consejos comunales, co-

munas y de la Confederación de Órganos del Poder Popular. Con especial énfasis en la producción manufacturera y agroindustrial masiva y a gran escala. Constituir dos corporaciones estatales de fomento bajo cuya tutela se establezcan, con estricto apego a las prioridades de la planificación nacional, grandes empresas de propiedad estatal sin excluir la participación de capitales privados en las áreas que se determinen, en el marco de un programa hacia la industrialización y la soberanía agroalimentaria, dándole la máxima urgencia a las industrias básicas de gran envergadura, las de carácter estratégico, y las que atiendan necesidades vitales de la población. Bajo la autoridad de estos entes estatales, resistentes a la influencia de sectores privados interesados en medrar a la sombra del gobierno, guiados por los objetivos estratégicos de la plena soberanía y la satisfacción creciente de las necesidades materiales e inmateriales del pueblo, y con observancia de los criterios de eficiencia, economía de escala y calidad de producción, la reconstrucción de la economía nacional puede tener éxito perdurable en plazos relativamente cortos. 165. Nacionalizar de inmediato la banca y todo el sistema financiero, cuya lógica especulativa es contraria al interés nacional y popular. Las cuantiosas ganancias que obtienen con sorprendente rapidez y facilidad los banqueros privados se producen a expensas del debilitamiento de la economía productiva, tendencia del capitalismo mundial de la que no escapa nuestra economía nacional, fundamentalmente capitalista, dependiente y rentista. Con la nacionalización, el Estado obtendrá control de los recursos para financiar el desarrollo del aparato productivo nacional, propiciar el pleno empleo, superar el estancamiento de la economía y garantizar la creciente superación de las condiciones de vida del pueblo venezolano, a la vez que se eliminará uno de los mecanismos principales para la corrupción, el lavado y desvío de capitales ilegales, y la fuga de divisas. 166. Nacionalizar total e inmediatamente el comercio exterior, y establecer la centralización estatal de las importaciones. Los dólares de la República deben ser utilizados para alcanzar el desarrollo productivo nacional y para la satisfacción creciente de las necesidades de nuestro pueblo. Por ello, el Estado venezolano debe asumir pleno dominio del comercio exterior bajo un riguroso y transparente control social, para garantizar el suministro de bienes esenciales y el funcionamiento óptimo del sector productivo tanto estatal como privado. El otorgamiento de divisas a los importadores privados es contrario al interés nacional puesto que tiende a descapitalizar a la República, reafirma y consolida el rentismo y la dependencia, e impide la construcción de soberanía productiva nacional, además de fortalecer a sectores del ca-


PROYECTO de LÍNEA POLÍTICA - DOCUMENTOS de DISCUSIÓN pital profundamente reaccionarios y corrompidos. 167. Reorganizar y disciplinar las finanzas públicas, estableciendo criterios de racionalidad, eficiencia y orden en el manejo del presupuesto nacional y en la administración del tesoro, dentro del marco de la planificación central participativa. Establecer un régimen tributario verdaderamente progresista que traslade el peso de la carga impositiva hacia los grandes capitales, las actividades especulativas y el consumo suntuoso; incremente las tasas de impuesto sobre la renta a las personas jurídicas y grandes contribuyentes; peche las ganancias excesivas o súbitas y las tierras y bienes de capital ociosos o subutilizados; elimine progresivamente los impuestos al consumo popular como el IVA; suprima todo mecanismo de evasión por los capitalistas; y elimine los tratados contra la doble tributación. 168. Auditar la deuda pública nacional, investigando posibles casos de endeudamiento fraudulento, analizando los escenarios y términos de refinanciamiento o renegociación, suspendiendo los pagos de servicio en ciertos casos y considerando la posibilidad de declaración de una moratoria general de la porción externa de la deuda. Es inaceptable, en las actuales condiciones económicas de la república, que se destinen al pago de la deuda enormes sumas en dólares que deberían ser usadas para financiar el desarrollo productivo nacional y para proveer la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo. Cárcel y confiscación de bienes a los corruptos, estén donde estén. 169. Aplicar una política de defensa y transformación de las empresas estatales y tierras recuperadas, que establezca un nuevo modelo de dirección y gestión bajo control obrero, campesino y popular basado en la dirección colectiva y múltiple de los procesos de producción, administración y distribución de bienes y servicios, y que destierre definitivamente los flagelos de la corrupción, la ineficiencia y los métodos autoritarios y antidemocráticos en la gestión. 170. Establecer el Sistema de Seguridad Social, en correspondencia con el artículo 86 de la Constitución, dándole plena vigencia y aplicación a la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social (LOSSS) y a sus regímenes prestacionales, y construyendo un verdadero sistema público nacional de salud que contemple un plan integral para la investigación y producción de fármacos, suministros y equipos clínicos, quirúrgicos y de laboratorio que satisfagan las necesidades de la población. 171. Dentro del marco del Plan Alternativo del gobierno democrático popular revolucionario, procederemos a: implementar una política laboral que tienda a desarrollar las capacidades de lucha, de organización y de conciencia clasista y revolucionaria del pueblo trabajador de la ciudad y el campo; prote-

ger la estabilidad en el trabajo y hacer respetar los fueros de ley y la inamovilidad laboral; aplicar sanciones penales para los patronos/patronas que desacaten órdenes de reenganches; fomentar la cultura del trabajo y la disciplina laboral, en función de los objetivos del desarrollo económico independiente; detener y revertir los cierres fraudulentos y sabotajes patronales de empresas para reactivar los procesos productivos con papel protagónico de las y los trabajadores. 172. Asimismo, procederemos a: garantizar los derechos colectivos de los trabajadores a sindicalización, libertad sindical, huelga y negociación colectiva, fortaleciendo la independencia y autonomía de clase de las organizaciones del movimiento sindical, obrero y campesino; derrotar y revertir la tercerización y toda forma de simulación y fraude de la relación laboral; revertir y proscribir la judicialización, criminalización y represión de las luchas laborales y del sindicalismo clasista; aprobar la Ley Especial de los Consejos de Trabajadores y Trabajadoras, para que éstos jueguen un papel protagónico en los procesos de planificación, administración, seguimiento y control de la producción; garantizar el cumplimiento de los derechos de las trabajadoras domésticas y de los trabajadores de empresas privadas de vigilancia; transformar y depurar profundamente los organismos del Estado con competencia en materia laboral y en materia de prevención, salud y seguridad laboral. 173. Establecer un modelo educativo de calidad, al servicio del pueblo y del desarrollo soberano del país, que sustituya al actual sistema de enseñanza que responde al modelo económico capitalista rentista e improductivo. Esta tarea pasa por establecer nuevos programas curriculares que tengan como centro la formación en el dominio de la ciencia y tecnología a fin de apuntalar el desarrollo de las fuerzas productivas, que estén acordes a las necesidades de cada región del país, que aprovechen y estimulen los talentos y habilidades de los estudiantes, que procuren el equilibrio entre los contenidos teóricos y prácticos y fomenten una educación vinculada con el trabajo, y que estimulen un conocimiento profundo de la historia de lucha de nuestro pueblo contra toda forma de dominación y explotación. Para ello, se debe desarrollar un nuevo marco jurídico que incluya la Ley de Universidades. 174. Ejecutar un plan de acción dirigido a establecer mejores condiciones en los centros de trabajo tanto públicos como privados, que garanticen mayor tiempo libre a las mujeres para dedicarlo al descanso y esparcimiento, que permitan disminuir los riegos de salud vinculados a la doble o triple explotación; implementar políticas públicas de carácter socioeconómico que eliminen la trata y explotación sexual de niñas, adolescentes y mujeres; fomentar la sindicalización de la mujer trabajadora

e incluir sus reivindicaciones específicas en la plataforma de lucha del movimiento obrero y sindical de clase. 175. Establecer dentro del sistema educativo programas obligatorios de equidad de género y educación sexual integral, que permitan la superación de la cultura patriarcal y promuevan los valores de igualdad jurídica y equidad política, económica y social de las mujeres; desarrollar campañas e impulsar políticas que aborden la sexualidad, la prevención del embarazo no deseado y las infecciones de transmisión sexual, como problemas de planificación social de la salud; establecer, como parte de la lucha por la emancipación de la mujer, el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, especialmente en cuanto a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo y su inclusión en la sanidad pública con carácter gratuito; desarrollar campañas y programas para enfrentar todos los tipos de violencia que desde el sistema capitalista se ejercen contra las mujeres, como la trata, la explotación y el abuso sexual, la violencia intrafamiliar, intracomunitaria y política, la violencia en los medios de comunicación, la discriminación y la violencia en los centros de salud, de trabajo y de estudio; garantizar en los centros de salud pública, programas de atención integral a las mujeres sometidas a violencia en el ámbito público y privado. 176. Implementar un programa gubernamental para la promoción del empleo juvenil que garantice, por un lado, un digno inicio de la experiencia laboral de los jóvenes trabajadores con pleno respeto de sus derechos fundamentales de acuerdo a la ley; y, por otro lado, la incorporación masiva de los pasantes de pregrado y egresados del subsistema universitario y escuelas técnicas a los planes estratégicos de desarrollo agrario e industrial del país. 177. Desmantelar la delincuencia organizada y las megabandas criminales que ejercen control territorial, desarrollando una combinación de políticas, programas y acciones dirigidas a destruir las mafias del “pranato”, el narcotráfico y el mercenarismo que actúan impunemente amparados en la corrupción carcelaria, policial y judicial. Transformar el sistema penitenciario venezolano, abatiendo la corrupción y profundizando la conversión de las cárceles en centros de trabajo productivo, desarrollo educativo, cultural y deportivo. Desarrollar acciones decisivas de inteligencia policial y social para detectar a los grupos mercenarios instalados en diversos espacios territoriales y proceder a su neutralización y captura.

178. Adelantar una ofensiva internacional promoviendo la solidaridad con el nuevo gobierno democrático-popular revolucionario de Venezuela y de éste con todas las causas justas de los pueblos y gobiernos del mundo, fortaleciendo la multipolaridad y las alianzas estratégicas antiimperialistas. En este sentido, el PCV, la JCV y los frentes políticos de masas, en acuerdo con las diversas fuerzas aliadas, impulsaremos esta orientación entre las diversas corrientes democráticas, progresistas, populares y revolucionarias a nivel mundial, al igual que en el movimiento obrero y comunista internacional, particularmente con el Encuentro Internacional de los Partidos Comunistas y Obreros (EIPCO), la Federación Sindical Mundial (FSM), la Federación Mundial de las Juventudes Democráticas (FMJD), la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), y el Consejo Mundial de la Paz (CMP). Continuar la lucha contra la injerencia imperialista, fortaleciendo la denuncia internacional del intervencionismo en los asuntos del país. Analizar la pertinencia de continuar siendo parte de instancias continentales o mundiales al servicio de la reacción imperialista. Defender la soberanía e integridad territorial de la nación y, en consecuencia, no entregar en concesión ninguna porción del territorio nacional. ¡LUCHAR HASTA VENCER CON LOS TRABAJADORES AL PODER! XXXVII Pleno del Comité Central Partido Comunista de Venezuela (PCV) Caracas, 9 y 10 de marzo de 2017.

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