LA FALTA DE IDENTIDAD

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CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO

2.1 IDENTIDAD, AUTOCONCEPTO Y AUTOESTIMA El estudio del Auto concepto ha incluido reciente la autoestima además de la autoestima. (Ver anexo 1) El Autoestima es el grado en que una persona es consciente de y evalúa su pertenencia a grupos o categorías sociales, mientras que la AP está relacionada con la evaluación positiva o negativa de los atributos personales. Este trabajo revisa las relaciones entre ambos tipos de autoestima y la participación en la comunidad. (Ver fig.1)

Fig.1: La baja autoestima y falta de identidad.

2.1.1 LA IDENTIDAD._ Concepto Se comprende como aquel núcleo del cual se conforma el yo. Se trata de un núcleo fijo y coherente que junto a la razón le permiten al ser humano interactuar con otros individuos presentes en el medio. (Ver anexo 2)

La formación de la identidad es un proceso que comienza a configurarse a partir de ciertas condiciones propias de la persona, presentes desde el momento de su nacimiento, junto a ciertos hechos y experiencias básicas. (Ver anexo 3)

A partir de lo anterior, la identidad se forma otorgándonos una imagen compleja sobre nosotros mismos, la que nos permite actuar en forma coherente según lo que pensamos. (Ver fig. 2)


Fig. 2: No puedo ver quien realmente soy yo.

La identidad también es la conciencia que una persona tiene respecto a ella misma y que la convierte en alguien distinta a los demás. (Ver fig. 3)

Fig. 3: La apariencia que tenemos ante nosotros mismos.

Aunque muchos de los rasgos que forman la identidad son hereditarios o innatos, el entorno ejerce influencia en la conformación de la especificidad de cada sujeto. Por eso puede decirse que una persona “busca su identidad” o expresiones similares. (Ver anexo 4)

En este sentido, la idea de identidad está asociada a algo propio, una realidad interior que puede quedar oculta tras actitudes o comportamientos que, en realidad, no son propios de la persona: “Me olvidé de mi identidad y comencé a aceptar trabajos que no me gustaban y con los que no tenía nada en común”.

Creemos que la identidad puede ser vista como un juego de diferenciadores generados por los miembros de un grupo. La identificación, como es obvio, constituye un fenómeno muy diferente de la identidad. La distinción entre uno y otro fenómeno, sin embargo, no es siempre clara en la literatura sociológica. (Ver fig. 4)


Fig. 4: la identificación que es única como la huella digital.

La identificación, en los términos consagrados por Freud para describir el complejo de Edipo, es la primera manifestación de la unión afectiva con otra persona, un proceso a través del cual un sujeto asimila atributos de otro y se transforma tomando como modelo a este último. (Ver anexo 5)

En este sentido Freud ve la formación de la personalidad como una serie continuada de identificaciones (una formulación que ha sido nuevamente propuesta en épocas más cercanas por parte de la sociología fenomenológica).  CARACTERISTICAS DE LA IDENTIDAD La identidad es compuesta Cada cultura y cada subcultura transportan valores e indicadores de acciones, de pensamientos y de sentimientos. A ejemplo de la cultura, la identidad está, a menudo, relacionada con grandes corrientes culturales y también limitada a ellas.

La identidad es dialéctica La construcción de la identidad no es un trabajo solitario e individual. Se modifica en el encuentro con el otro, cuya mirada tiene un efecto sobre ella. La identidad se sitúa siempre en un juego de influencias con los otros: "estoy influido por la identidad del Otro y mi identidad influye en la suya".

En un constante movimiento de ida y vuelta, los otros me definen y yo me defino con relación a ellos. Estas mutuas definiciones revisten la vía de señales con mensajes verbales y no verbales, como la elección de un vestido o de un


nuevo peinado de cabello, la toma de decisiones para el mejoramiento de nuestra apariencia ante los demás para así poder proyectar muchas cosas

2.1.2 LA IDENTIDAD E IDENTIDADES Las relaciones dentro de un grupo que detenta cierta identidad y la relación con otros grupos se pueden detectar a través de los tipos de recursos y los niveles sociales que se involucran. (Ver fig. 5)

Fig. 5: Grupo de jóvenes con distintas identidades.

Simplemente identidades o si se prefiere esferas de identidad compartidas por más de un sujeto, cada uno de los cuales puede compartir varias Identidades colectivas. (Ver fig. 6)

Fig. 6: identidad de un grupo que comparten lo mismos interés

Son muchas las confusiones sobre este concepto existentes todavía en la literatura especializada donde es dable observar que, en ciertos casos, la expresión «identidad colectiva» llega a ser usada como sinónimo de «actor colectivo». (Ver anexo 6) Es necesario por ello tener bien presentes algunas distinciones conceptuales.


Si bien todas las identidades se configuran en un ámbito social, en el caso de las identidades colectivas la presencia del contexto social es más que nunca evidente (ver anexo 7). Así, por ejemplo, cuando las identidades colectivas corresponden a un grupo organizado. Pero téngase presente que la formación de identidades colectivas no está imprescindiblemente ligada a la existencia de un grupo organizado. (Ver fig. 7)

Fig. 7: grupo social juvenil con su identidad colectiva

Tanto

las

identidades

individuales

como

las

colectivas

derivan

de

representaciones, imágenes, que se producen en el interior de los sujetos. De aquí resultan dos consecuencias:  La primera, casi obvia, es que la identidad es algo así como un atributo de un sujeto, pero nunca el sujeto mismo; la identidad, por tanto, no es un concreto actor social y de igual forma identidad colectiva y actor colectivo no son sinónimos.  La segunda, de especial importancia por lo que respecta a la medición empírica del fenómeno identidad, es que al menos una de las etapas de tal medición debe producirse aun en el caso de las identidades colectivas estudiando sujetos individuales

Nuestra identidad se construye a partir de las imágenes y mensajes que recibimos de los otros y creamos de nosotros mismos. Aquí los medios de comunicación, nuestras relaciones de grupo y familiares, nuestra pertenecía de clase, juegan un papel muy importante. (Ver fig. 8)


Fig. 8: Jóvenes influenciados por modas del momento.

“Ser uno mismo” no implica ni ser rebelde, ni estar a la moda, ni siquiera no estarlo; tampoco implica pensarnos como individuos aisladas y únicos, sino ser conscientes, auto-reflexivos con aquellos factores que influyen en la construcción de nuestra identidad: nuestros orígenes, grupos de influencia, las expectativas que se tienen respecto de nosotros y las que tenemos de nosotros mismos. (Ver anexo 8)

En ese largo proceso de construcción de nuestra identidad, nos reconocemos en otros y nos diferenciamos también. Para construirnos a nosotros mismos necesitamos de un “otro”; los padres por ejemplo son los primeros “otros” significativos con los que nos encontramos, y a partir de los que construimos nuestra identidad, luego comienzan a operar muchos factores.

2.1.3 AUTODESCUBRIMIENTO Y LA CONCIENCIA DE LA PROPIA IDENTIDAD El autodescubrimiento puede llegar a ser el culmen del dominio sobre sí mismos que podamos llegar a tener. Lo que ocurre realmente, es que para las personas es difícil en ocasiones incluso entenderse a sí mismas. (Ver fig. 9)

Fig. 9: autodescubrimiento de la identidad que posee.


Parte de las labores de científicos, psicólogos y estadistas, es estudiar el comportamiento humano e intentar brindar ideas sobre sus motivaciones y factores potenciadores. Para nadie es un secreto, que nuestra mente sigue siendo todo un enigma.

Pero por supuesto, no podríamos decir que por eso, dejaremos de intentar conocernos a nosotros mismos y descubrir nuestra misión en esta vida. Realmente el autodescubrimiento busca definir con exactitud, para lo que estamos hechos en el mundo. (Ver fig. 10)

Fig. 10: el autodescubrimiento que transmitimos al mundo

En primer lugar, nación hace referencia a grupos de seres humanos que se diferencian entre sí por sus propias costumbres, usos, lengua, etc.

No se trata de que un grupo se identifique por una, dos o tres de esas notas; se trata de que en él se ha verificado una mezcla de todas ellas hasta constituir lo que se suele denominar como un carácter propio» que los hace singulares. (Ver anexo 9)

Desde esta perspectiva, podemos entender que nación en un sentido objetivo quiere decir comunidad nacional. De todos modos, sigue siendo un concepto impreciso puesto que no todo grupo con un carácter propio se considera a sí mismo una nación o es considerado por otros como tal.

En esta tarea resulta clave el desarrollo político e histórico por el que ha discurrido el grupo, pero también resulta importante el factor psico-sociológico; una conciencia de la propia identidad nacional. (Ver fig. 11)


Fig. 11: Identidad nacional de un grupo étnico.

Parte de las labores de científicos, psicólogos y estadistas, es estudiar el comportamiento humano e intentar brindar ideas sobre sus motivaciones y factores potenciadores.

Para nadie es un secreto, que nuestra mente sigue siendo todo un enigma. Pero por supuesto, no podríamos decir que por eso, dejaremos de intentar conocernos a nosotros mismos y descubrir nuestra misión en esta vida. Realmente el autodescubrimiento busca definir con exactitud, para lo que estamos hechos en el mundo.

Conocerte mejor es una clave muy importante para tu felicidad y para mantener una mejor relación con tu pareja y con las personas que se encuentran en tu círculo social y familiar.

En este artículo te explico el por qué, y te enseño algunas reflexiones y pasos para avanzar en tu autodescubrimiento al mismo tiempo que te acercas al cumplimiento de tus más deseados propósitos en la vida.

El autoconocimiento es una labor ardua y que, en cierta forma, no acaba nunca. Nunca acabaremos de conocernos del todo: el hombre tiene algo de misterio, siempre hay algo de él que se le escapa, que va más lejos de su propia inteligencia.

El hombre cuando dirige su mirada hacia sí mismo, muchas veces tiene que dejarse llevar por suposiciones. Intuye la dirección por donde debe dirigirse a la meta, pero con frecuencia desconoce la realidad misma de la meta.


Norteamérica se constituye a partir de muchas comunidades nacionales y Suiza se compone de cuatro comunidades nacionales diversas. Holandeses y flamencos, alemanes y austriacos, pertenecen sin duda a la misma comunidad nacional (cultura, lengua), pero en el desarrollo histórico se ha producido un movimiento de separación recíproca y forman ahora, con el acuerdo de casi todos los estados. (Ver fig. 12)

Por último, podemos también

una

considerar

Fig. 12: Diversas culturas en el mundo.

acepción

jurídica

de

nación.

Desde esta perspectiva, nos estamos refiriendo a un sinónimo de población del Estado. Es decir, quien tiene la nacionalidad jurídica de un estado pertenece jurídicamente al substrato de personas de ese estado. Nación significa aquí comunidad jurídica.

2.2 GLOBALIZACIÓN Y CULTURA DE IDENTIDAD La identidad cultural de un grupo humano se conforma sobre la base de al menos dos tipos de comunidades:  Comunidad de habitus.  Comunidad de reconocimiento.

Estas dos comunidades se articulan entre si y generan una matriz identitaria. El estudio de este tipo de fenómenos de difícil acceso y delimitación observamos reducido a dos planos: fenomenológico la percepción intersubjetiva: que creen


los miembros y los otros que son y el conductual que acciones realizan que confirman la creencias. (Ver fig. 13)

Fig. 13: reconocimiento y unión de las culturas y etnias de nuestro territorio.

Pero no se trata de validar en el plano conductual aquello que objetivamos en el fenomenológico; es decir, el objetivo no es confirmar que aquello que creen los miembros del grupo sobre sí mismo es real; si no si es verdad que creen aquello que dicen creer. El caso que nos ocupa, una comunidad cultural política que no está conformada sobre la base del parentesco, el género, la etnicidad consanguínea o la clase social, la complejidad del fenómeno sometido a análisis es elevado dada las fronteras difusas que lo delimitan.

En este tipo de comunidades tan culturales la preeminencia de la lógica de las creencias es apabullante y esto puede abrir las puertas a la mayor a un análisis altamente inconsistente pero también a una indagación fenomenológica potente.

La condición para evitar la inconsistencia es no abandonar nunca, por mucho que la tentación deductiva sea atrayente, el plano de las funciones que cumple, desde un punto de evolutivo, la formación de identidades culturales colectivas son básicamente la de garantizar de un modo económico la cohesión de los grupos sociales sobre el territorio y en el tiempo, el fomento de la cooperación voluntaria entre sus miembros estableciendo estímulos inmateriales para la acción colectiva, el fortalecimiento de la confianza y la formación de un ecosistema de circulación y reproducción de memes autóctonos.


En definitiva la identidad cultural colectiva favorece la o formación de capital social y con ello la supervivencia y reproducción de los grupos. (Ver fig. 14)

Fig. 14: División que es motivada por los sectores o grupo de la sociedad.

El proceso de globalización que vivimos es en gran medida también un proceso de globalización cultural. Y al igual que el tipo de globalización neoliberal amenaza la biodiversidad mediante una intensificación enloquecida del ritmo y el volumen de extracción, y consumo de recursos naturales, también amenaza la diversidad cultural. La uniformización de los códigos culturales en un solo registro: consumir. Una sola cultura del consumo asedia a todas las otras formas de ser y vivir. (Ver fig. 15)

Fig. 15: La Globalización principal factor que influencia en la identidad.

2.2.1 IMPORTANCIA DE LA CULTURA PARA LA IDENTIDAD ANTE LA GLOBALIZACIÓN


En la era del neoliberalismo y la globalización, la existencia de Estados debilitados lleva a preguntar: ¿Cómo afecta este debilitamiento la viabilidad y el desempeño de la nación, como un símbolo legitimador en la esfera política? ¿Cómo sobrevive la idea simbólica de la Nación cuando el Estado, Nación está debilitado o transformándose? Algunos predicen su pronta “muerte”, otros su transformación y otros su persistencia. El nacionalismo no “rige” el corazón de todos los ciudadanos, pero como sentimiento colectivo sigue teniendo una fuerza impresionante. Es seguro decir que el nacionalismo trasciende el valor de otras alternativas de tipo universalista, ya sean liberales o socialistas. (Ver anexo 10)

Greenfeld propone que el valor de la nación se encuentra en la gratificación psicológica que brinda la identidad nacional. Además, está relacionada con la experiencia de la dignidad por grandes y crecientes sectores de la humanidad.

El nacionalismo nació como reacción, una de muchas posibles, a las contradicciones estructurales de una sociedad de órdenes. (Ver fig. 16)

Fig. 16: Cada país reconoce su símbolo patrio como parte de su nacionalismo.

Fue una respuesta por parte de individuos que se ubicaban en los sectores elite de la sociedad, que se veían personalmente afectados por estas contradicciones al quedar ubicados en un estado de estatus inconsistente. Los “inventores del nacionalismo” fueron los miembros de la nueva aristocracia “enriquiana”, en Inglaterra. Estos plebeyos, que llegaron al tope de la escalera social, encontraban inaceptable la imagen tradicional de la sociedad, en la que


la movilidad social era una anomalía, por lo que la sustituyeron con una nueva imagen: la nación, como se vino a entender en los tiempos modernos.

Cuando esto sucedió, la palabra nación significaba algo totalmente diferente: se refería a una elite cultural y política, más que a toda la sociedad.

Su carácter inclusivo popularizó al nacionalismo, llevándolo a ser adoptado y diseminado por otras aristocracias en “desventaja”, lo que aseguró la difusión de este. Esta característica también explica su

permanencia

de

cara

a

procesos económicos contrarios a la nación. El nacionalismo cohesiona en forma muy inclusiva. La nación como base de identidad atraviesa no solo el nivel educativo y ocupacional, sino, también, la edad, el género, la raza y la etnicidad. (Ver anexo 11)

2.2.2 LA GLOBALIZACIÓN COMO CONECTIVIDAD COMPLEJA EN LA JUVENTUD La identidad es el mecanismo utilizado para la “auto-localización” en relación con el mundo social. La identidad une al “yo” con el contexto social y está cercanamente relacionada con la cuestión de los límites.

Se indica que la identidad, en este sentido, es el espacio cerrado que ocupa el “yo”, por lo que los límites también son parte de la respuesta a la pregunta: ¿Quiénes somos los jóvenes?

Esta se relaciona con la existencia de una necesidad humana de posibilidad de “localizarse” en el esquema más grande de las cosas, de trascender el “yo” a partir de un proyecto más grande se señala también que la identidad es un dato primario de la existencia individual, una especie de arquetipo de la existencia del grupo, que no puede reconocerse y reivindicarse como tal más que por medio de un principio de unificación identitaria que se elabora a lo largo del tiempo.

Por

ello,

la

identidad

aparece

como

un


elemento indisociable de la formación social. Sin embargo, la identidad no es un objeto social acabado que se puede describir a manera de inventario, aunque así aparece en su “uso social”. (Ver fig. 17)

Fig. 17: Muestra la comunicación en segundos y las facilidades

Si bien es ciertoqueque al estudiar la identidad se parte de ciertos ahora tiene los jóvenes en el mundo indicadores “tangibles”, su estudio no se puede limitar a la sistematización de estos indicadores.

La identidad está en constante reconstrucción porque surge de la actividad social de los sujetos humanos que interactúan en y a partir de contextos determinados. Por ejemplo, “lo nacional” es una construcción cambiante, producto de diversas luchas desiguales entre proyectos diferentes.

Las naciones y las culturas nacionales son construcciones continuamente imaginadas, inventadas, cuestionadas y transformadas por individuos, por el Estado y por el flujo global de informaciones. (Ver anexo 12) Pero en la práctica social esto no se maneja así, “lo nacional” aparece como algo, “natural” y acabado. (Ver anexo 13) De igual manera, la identidad no es un listado de rasgos. Es una estrategia relacional, comparable al término latín “persona”, que se refiere a las diferentes máscaras que usaba el actor. Pero, en su “uso social”, la identidad no se concibe como una construcción, se inscribe como un conocimiento “natural”, “dado”, “que siempre ha sido”, y solo “es” de una manera.

Si se toma el proceso identitario tanto en su producción histórica como en la afirmación contextual de las identidades al interior de los marcos culturales estructurantes, es posible “reconciliar” estas dos tendencias de interpretación.


2.2.3 IDENTIDAD HISPANOAMERICANA Y SU INFLUENCIA En toda América Latina. En su dimensión fundamental, la financiera y monetaria, la globalización y las políticas de ajuste que de ella derivan han inducido un nuevo marco macroeconómico, caracterizado por la estabilidad monetaria, el control de la inflación como objetivo prioritario, la liberalización del mercado de capitales, la desregulación económica y la privatización de empresas públicas en casi todos los países. (Ver fig. 18)

Fig. 18: Estereotipos que influyen en la falta de identidad.

En ese sentido el funcionamiento de las economías latinoamericanas se ha aproximado sustancialmente al de las economías más avanzadas, creando las condiciones para una relativa homogeneización de la inversión de capital y para el libre movimiento de mercancías. (Ver fig. 19)

Fig. 19: las identidades y culturas luchadoras de América Latina

Y eso es lo esencial de la globalización: la unificación de criterios de mercado en un espacio económico ampliado.


La inversión extranjera, tanto directa como en el mercado de valores, se ha multiplicado, proporcionando recursos para el crecimiento económico y favoreciendo transferencia de tecnología y mejora de la gestión empresarial.

El comercio internacional se ha diversificado por sectores y por regiones del mundo. Y se ha dinamizado, en calidad y en cantidad. El Tratado de Libre Comercio en el norte y Mercosur en el sur han constituido áreas económicas crecientemente integradas que amplían mercados y contribuyen a mejorar la competitividad. (Ver fig. 20)

Fig. 20: la competitividad en los países de América que conforman los diferentes organismos como para el comercio

El punto débil de América Latina continúa siendo sin embargo la baja capacidad tecnológica, tanto en generación como en uso de nuevas tecnologías.

Ello implica que la mayor parte de las exportaciones, en todos los países menos Brasil, corresponde aún a productos agropecuarios, materias primas y productos extractivos.

La exportación de productos manufacturados, en todos los países, sigue concentrándose en los sectores de menor valor añadido.


Las exportaciones de servicios continúan también mayoritariamente en las líneas tradicionales, como turismo, con escasa competitividad en los servicios a las empresas, actividad de alto crecimiento y alto valor añadido.

Una

nueva

dependencia,

la

tecnológica,

marca

la

nueva

economía

latinoamericana en un momento decisivo de su articulación a la economía global. Por cierto que puede concebirse un desarrollo tecnológico que se traduzca en aumento de exportaciones primarias. (Ver fig. 21)

Fig. 21: la tecnología como factor que influencia en la identidad propia de una nación

Así las economías exportadoras estrellas de los noventa, la Argentina y la Chilena, siguen concentrando sus exportaciones, en buena medida, en la línea agro-alimentaria.

Y la utilización de tecnología avanzada, tanto biológica como de gestión informatizada, ha sido importante en la competitividad de las empresas más dinámicas del sector en ambos países. (Ver fig. 22)

Fig. 22: las culturas compiten también como parte de su identidad en el comercio.


2.2.4 CRISIS GLOBAL DE LA IDENTIDAD La crisis de la identidad cultural y el patriotismo poseen indicadores muy concretos. La indiferencia ante lo que perjudica el patrimonio nacional, al igual que la destrucción de la propiedad pública y el descuido con que se administran los bienes públicos. El poco amor o menoscabo por los héroes y próceres. (Ver anexo 14) Por las reliquias históricas, por las estatuas, bustos y monumentos. Por la propia historia y por las leyendas y tradiciones. (Ver fig. 23)

Fig. 23: La cultura propia de la historia del pueblo ecuatoriano.

La indiferencia con que se ve la destrucción de la naturaleza y la extinción de sus especies. El menosprecio por las instituciones civiles y el desdén por las actividades propias de la vida social nacional.

El desamor que muchos sienten por sus artes (música, pintura, escultura, literatura, teatro y danza). La creciente afición a las creaciones culturales extranjeras, en detrimento o posterga miento de las nuestras, por moda o por capricho. Igualmente, el poco reconocimiento que muchos otorgan a sus artistas y hombres de ciencias. (Ver anexo 15)

El irrespeto a las instituciones que conforman el Estado nacional y sus poderes, donde la carencia de valores patrios ha hecho de estos, entre otras cosas, fuente de enriquecimiento ilícito.


Las deficiencias del patriotismo nos hacen cometer muchos errores que afectan la seguridad nacional, así como las identidades nacionales y la propia identidad territorial.

En un mundo en vía de globalización, a las naciones pequeñas lo que las hará sobrevivir es su patriotismo. Es decir, su amor a lo propio, al patrimonio cultural nacional, tangible e intangible.

Por todo lo antes expuesto, se puede colegir que urge darle al patriotismo la importancia que se merece, ya que gracias a su ayuda se podrán corregir, en parte, algunos de los males crónicos que afectan a los pueblos. Pero sí es importante significar a modo de colofón que ninguna cultura es única, todas las culturas están influidas por otras y a su vez ejercen influencias sobre ellas mismas. (Ver fig. 24)

Fig. 24: la crisis de Identidad que vive y atraviesa actualmente la juventud sin saber cual es camino correcto de escoger

En suma, se impone una reflexión crítica acerca de este momento, el desafío que presenta el nuevo siglo es de mayúscula responsabilidad para sus actores.

Es un reto impostergable arribar al nuevo milenio quebrando los obstáculos que impiden la plenitud y desarrollo integral del ser humano, conservando lo genuino nacional, defendiendo el respeto a la pluralidad o diversidad cultural del mundo del mañana, para hacer de todos verdaderos ciudadanos con vocación hacia la modernidad.


El estudio del impacto de la globalización y de la emergencia de la sociedad de la información en la evolución de las culturas del mundo todavía está en sus comienzos.

Sin embargo, observamos el inicio de cinco grandes tendencias que, con el tiempo, pueden trastornar la configuración geocultural del planeta. La primera tendencia se refiere a la relación entre cultura y economía que nos anuncia la naturaleza de los nuevos valores que dominarán la próxima fase del desarrollo del capitalismo y del consumismo. (Ver fig. 25)

Fig. 25: el capitalismo y consumismo.

La segunda, concierne a la nueva relación que parece establecerse entre cultura y geopolítica. Mucha gente ya no duda en hablar de la guerra de culturas como de un factor determinante en las relaciones internacionales.

La tercera tendencia está ligada a la relación entre cultura y política; la emergencia de una cultura global que trasgrede las fronteras culturales tradicionales se oponen a la afirmación del Estado-nación y reduce visiblemente el control del Estado en la formación de los ciudadanos.

La cuarta tendencia atañe a la relación entre las culturas; no sólo parece mantenerse la clásica separación entre culturas dominantes y dominadas, culturas productoras de sentido y frustrantes, agresivas y estériles, creativas y pasivas, sino que se le añadirán nuevos fenómenos de destrucción y de esclerosis, más extendidos en las sociedades marginalizadas.


La quinta y última tendencia se refiere a la relación entre cultura y sociedad; la integración progresiva de una amplia franja de élites mundiales a una misma cultura global, dominada por las problemáticas y los valores de las sociedades más avanzadas, produce el desmembramiento de muchas culturas nacionales, y deja en un total vacío de sentido a sectores enteros de sociedades humanas.

Crea, por lo tanto, las condiciones para una desculturación extendida, con la consiguiente emergencia de ciertas formas de barbarie, en el seno mismo de los grandes centros de civilización.

2.3 PROGRESOS GRUPALES EN LA JUVENTUD ECUATORIANA La adolescencia es un período de la vida que se caracteriza por cambios abruptos. Entre los primeros teóricos que se ocuparon del tema ya quedaba claro que para las sociedades occidentales se trataba de un período de crisis y reestructuración de la personalidad como dijo Rousseau en el Emilio una etapa de “segundo nacimiento”.

En efecto, en nuestras sociedades con la llegada de la adolescencia la gran mayoría de los niños pierde seguridades y vive duelos: el cuerpo cambia, se abandona la infancia, se transforma el lugar que se ocupaba en la familia y en la escuela, caen referentes de autoridad antes naturalizados, se abre el tiempo de la obligada autonomía, se des oculta la genitalidad. (Ver fig. 26)

Fig. 26: Cambios en los adolescentes

En ese período, para el adolescente, la familia entra en un paréntesis en el que se reparten de nuevo las cartas. Cada adolescente se abre progresivamente a


una vida social en la que el lugar de su propia familia se desplaza: en ese movimiento, aquella anterior cuasi monopólica instancia va perdiendo peso específico y se ve obligada a “conversar” con otras.

Instancias de la socialización. En dicho proceso van surgiendo cosmovisiones y valoraciones no necesariamente acordes con los mandatos de la tradición heredada.

Con la adolescencia se abren espacios de conflicto intergeneracional en el interior de las familias, siempre renovados con la sucesiva entrada de cada miembro en la pubertad. Es decir que el período conflictivo no sólo es interior al sujeto que vive la transformación en primera persona, también afecta a su entorno inmediato.

Familias

y

escuelas,

ámbitos

primordiales de la

niñez

mayoritaria,

entonces

comienzan con

a

compartir

su

espacio

otras

dimensiones

de

la vida social en la

que

los

adolescentes

expanden

las

redes de relaciones

dentro de las que

normalmente actúan.

Mientras transcurre la crisis más o menos violenta según los casos familiares, las clases sociales y las tradiciones geográficas y culturales en las que se inscriban, los adolescentes construyen espacios “propios”. (Ver fig. 27)

Fig. 27: jóvenes de distintas clases sociales.


En ellos, procurando una mayor independencia respecto a la mirada de sus mayores, re articulan los mecanismos de identificación a través de los que construyen las diversas facetas de su identidad.

2.3 PROCESOS GRUPALES DE LA JUVENTUD ECUATORIANA La adolescencia es un período de la vida que se caracteriza por cambios abruptos. Entre los primeros teóricos que se ocuparon del tema ya quedaba claro que para las sociedades occidentales se trataba de un período de crisis y reestructuración de la personalidad como dijo Rousseau en el Emilio una etapa de “segundo nacimiento”. En efecto, en nuestras sociedades con la llegada de la adolescencia la gran mayoría de los niños pierde seguridades y vive duelos: el cuerpo cambia, se abandona la infancia, se transforma el lugar que se ocupaba en la familia y en la escuela, caen referentes de autoridad antes naturalizados, se abre el tiempo de la obligada autonomía, se des oculta la genitalidad.

En ese período, para el adolescente, la familia entra en un paréntesis en el que se reparten de nuevo las cartas.

Cada adolescente se abre progresivamente a una vida social en la que el lugar de su propia familia se desplaza en ese movimiento, aquella anterior casi monopólica instancia va perdiendo peso específico y se ve obligada a “conversar” con otras Instancias de la socialización.

En dicho proceso van surgiendo cosmovisiones y

valoraciones no

necesariamente acordes con los mandatos de la tradición heredada.

Con la adolescencia se abren espacios de conflicto intergeneracional en el interior de las familias, siempre renovados con la sucesiva entrada de cada miembro en la pubertad.


Es decir que el período conflictivo no sólo es interior al sujeto que vive la transformación en primera persona, también afecta a su entorno inmediato. (Ver fig. 28)

Fig. 28: Jóvenes manifestando su moda y sus peinados

Familias y escuelas, ámbitos primordiales de la niñez mayoritaria, entonces comienzan a compartir su espacio con otras dimensiones de la vida social en la que los adolescentes expanden las redes de relaciones dentro de las que normalmente actúan.

Mientras transcurre la crisis -más o menos violenta según los casos familiares, las clases sociales y las tradiciones geográficas y culturales en las que se inscriban-,

los

adolescentes construyen espacios

“propios”. En

ellos,

procurando una mayor independencia respecto a la mirada de sus mayores, articulan los mecanismos de identificación a través de los que construyen las diversas facetas de su identidad.

En el campo de la enseñanza, el grupo se adiestra para aprender y esto sólo se logra en tanto se aprende, es decir, mientras se opera.

El grupo operativo tiene propósitos, problemas, recursos y conflictos que deben ser estudiados y atendidos por el grupo mismo, a medida que van apareciendo.

El factor humano tiene una importancia primordial, ya que constituye el punto de partida de todo trabajo, es decir, "es el instrumento del instrumento".


El iniciador de esta técnica fue Pichón Riviere, el cual parte de su infancia. Su obra se inicia en el psicoanálisis. Tiene bases del principio del vínculo y trata de explicar la estructura de la visión del mundo de cada individuo y un elemento que no podía dejar fuera era la sociedad misma y por lo tanto inicia el estudio de la psicología social y parte del materialismo dialéctico, el cual dice que el hombre se crea en la praxis.

2.3.1 CULTURA E INFLUENCIA SOCIAL DE LOS ECUATORIANOS Al abordar el tema de las identidades colectivas hay que tomar en cuenta los aspectos fundamentales que defienden nuestro acercamiento a ellas: uno es objetivo: el en sí de la identidad y otro es subjetivo, el para sí de la identidad, y otro es subjetivo, él para sí ,la identidad se refiere al conocimiento racional y descriptivo de los distintos elementos que componen el ser indentitario de un pueblo ; esto es los factores ,geográficos, ambientales y culturales tales como las tradiciones ,lengua ,religión ,ideales o valores ,etc. que han estado presentes en la comunidad humana y si no tenemos bien claro o no nos identificamos lo que dicen .(Ver fig. 30)

Fig.30: la Influencia de otros jóvenes hacia otros

El estudio del impacto de la globalización y de la emergencia de la sociedad de la información en la evolución de las culturas del mundo todavía está en sus comienzos. Sin embargo, observamos el inicio de cinco grandes tendencias que, con el tiempo, pueden trastornar la configuración geocultural del planeta.

La primera tendencia se refiere a la relación entre cultura y economía que nos anuncia la naturaleza de los nuevos valores que dominarán la próxima fase del desarrollo del capitalismo y del consumismo. (Ver anexo 16)


La segunda, concierne a la nueva relación que parece establecerse entre cultura y geopolítica. Mucha gente ya no duda en hablar de la guerra de culturas como de un factor determinante en las relaciones internacionales.

La tercera tendencia está ligada a la relación entre cultura y política; la emergencia de una cultura global que trasgrede las fronteras culturales tradicionales se oponen a la afirmación del Estado-nación y reduce visiblemente el control del Estado en la formación de los ciudadanos.

La cuarta tendencia atañe a la relación entre las culturas; no sólo parece mantenerse la clásica separación entre culturas dominantes y dominadas, culturas productoras de sentido y frustrantes, agresivas y estériles, creativas y pasivas, sino que se le añadirán nuevos fenómenos de destrucción y de esclerosis, más extendidos en las sociedades marginalizadas.

Porque siempre va a ver alguien dominante y esto es lo q hace que se creen más culturas que quieran dominar e imponer sus propias modas. (Ver fig.31)

Fig.31: culturas dominantes sobre los adolescentes.

La quinta y última tendencia se refiere a la relación entre cultura y sociedad; la integración progresiva de una amplia franja de élites mundiales a una misma cultura global, dominada por las problemáticas y los valores de las sociedades más avanzadas, produce el desmembramiento de muchas culturas nacionales, y deja en un total vacío de sentido a sectores enteros de sociedades humanas.


Crea, por lo tanto, las condiciones para una enculturación extendida, con la consiguiente emergencia de ciertas formas de barbarie, en el seno mismo de los grandes centros de civilización.

De una forma u otra, todos formamos parte de una tribu. Todos nos englobamos en un determinado grupo social en el que hemos crecido un barrio, una clase social, una familia, un equipo de fútbol. Así han nacido todas las “microculturas” urbanas que pueblan el mundo occidental y así se suceden unas a otras.

Las innovaciones tecnológicas han beneficiado y enriquecido la relación entre apasionados por “algo” desde una punta del planeta a la otra, así como la aparición de nuevas tribus. Heavys, neo-hippies, metaleros, otakus, frikis, góticos, raperos. (Ver fig.32)

Fig. 32: grupos determinados de la juventud.

Frente a este fenómeno, la opinión pública ha mostrado un creciente nivel de preocupación, pero no se cuenta en este momento con una batería interpretativa de la problemática que contribuya a caracterizar y entender en profundidad el suscrito fenómeno.

En ese sentido, las escasas aproximaciones a este tipo de actitudes juveniles provienen generalmente- del discurso dominante que existe en torno a estos grupos, vale decir, de las indagaciones policiales o de los medios de


comunicación, donde la tendencia es rotularlos bajo el estigma de la delincuencia, la drogadicción, la violencia y las bandas juveniles.

No obstante, la emergencia y proliferación de las Tribus Urbanas se deja comprender mucho más eficazmente cuando las consideramos como la expresión de prácticas sociales y culturales más profundas, que de un modo u otro están dando cuenta de una época vertiginosa y en constante proceso de mutación cultural y recambio de sus imaginarios simbólicos.

Proceso que incluso comienza a minar las categorías con las cuales cuentan las ciencias sociales para abordar la complejidad social, y que particularmente en el caso de las nociones ligadas a la juventud la realidad parece desbordar más rápidamente los conceptos con los que se trabaja.

Por lo cual se hace necesario y urgente generar una aproximación reflexiva encaminada a superar dichos desajustes. La sensibilidad juvenil de esta última década comienza a poner en práctica toda una ritualidad distintiva, que va marcando y protegiendo el espacio de su cotidianeidad.

Conjuntamente con ello se va produciendo una re significación del hábitat urbano donde se desenvuelve esta sensibilidad. “Ésta, se caracteriza por un “devenir” donde el énfasis está puesto en el “andar” y no en el “llegar”. En ese deambular, el encuentro con un otro mediado por las “marcas”, facilita el identificarse.

Son las señas de reconocimiento que les permite catalogarse como: hippie, thrasher, punki, cuico, artesa, tecno, under, etc. En este “andar” se reconocen diversos, se re-encuentran en el contraste; en la diferencia que, si es respetada, exige la contraparte. (Ver fig.33)


Fig.33: modas extranjeras.

En este último sentido, las Tribus Urbanas podrían constituir una cristalización de tensiones, encrucijadas y ansiedades que atraviesan a la juventud contemporánea.

Son la expresión de una crisis de sentido a la cual nos arroja la modernidad, pero también constituyen la manifestación de una disidencia cultural o una “resistencia” ante una sociedad desencantada por la globalización, la masificación y la inercia que caracteriza la vida en las grandes urbes de fin de milenio, donde todo parece correr en función del éxito personal y el consumismo alienante y de él o al cultura más dominante en torno que eso gira el mundo.

Frente a este proceso, las Tribus Urbanas son la instancia para intensificar la experiencia biográfica y la afectividad colectiva, el contacto humano y sobre todo la alternativa de construir identidad y potenciar una imagen social. (Ver fig.34)

Fig. 34: La influencia de muchas culturas.

En otras palabras, las Tribus Urbanas constituyen una posibilidad de recrear una nueva “socialidad”, de reeditar un nuevo orden simbólico a partir del tejido social cotidiano. Pero, sobre este punto los medios también juegan un rol preponderante, en tanto incrementan el proceso de trivialización actual la moda, el cine, la música, etc.


2.3.2 LOS EXTRANJERISMOS EN EL ECUADOR. Un extranjerismo es aquel vocablo o frase que un idioma toma de otro, generalmente para llenar un vacío de designación. Puede mantener su grafía y pronunciación originales o puede adaptarlas a las de la lengua. Cuando un extranjerismo es aceptado los jóvenes de ahora lo acogen como una nueva moda sin saber que tienen sus propias modas.

La identidad cultural es entendida como el sentido de pertenencia que tiene el individuo por un lugar o cultura determinada, la construcción de una identidad cultural se da en relación a otros grupos o culturas, es decir se determina por diferencias. Sentimos pertenecer a un grupo porque no nos sentimos parte de otro, es más que todo un juego de oposiciones.

De esta manera la dinámica de la auto-definición cultural implica un continuo contacto entre culturas. Más aún, esas relaciones nunca son de igualdad, dado que nunca se manifiestan de manera aislada la complicada red de relaciones creada por la superposición de relaciones políticas, económicas, científicas y culturales, convierte cualquier relación entre dos culturas en una relación desigual. Siempre hay una cultura dominante, o una práctica cultural dominante. (Ver fig.35)

Fig. 35: Las nuevas modas que llegan a los ecuatorianos

Es aquí cuando algunos se atreven a hablar de una pérdida de la identidad cultural y sería razonable pensarlo del modo que se plantea que hay una cultura dominante, puesto que entrega valores o desvalores entre muchas otras cosas.


Sin embargo y esto me podría costar muy caro, el tema de la identidad cultural me resuena a que es muy difícil conservarlo y por ende debería quitársele un tanto los ojos de encima.

Nadie ni nada está por sobre lo que nos domina ¿para qué negarlo? El idioma es parte de ello, y muchos justifican su apropiación del habla hispana, solo para negarse a una ideología que juega más con la política que con lo que realmente somos.

En la actualidad, nuestros jóvenes cada vez están más rodeados de modalidades de vidas, modas o géneros de músicas que pueden resultar peligrosas para los jóvenes sin criterio y sin identidad porque pueden creer identificarse con alguna cultura alguna canción pero si el sentido de esa canción no es bueno y el joven no tiene un buen criterio esa falta de criticidad le va llevar a que tenga un fin malo en sus actos de su vida.

Existe actualmente un género que le ha dado la vuelta al mundo y se ha arraigado en la juventud de una manera muy desconcertante como es el reggaetón, con sus sonidos letras y trasfondos musicales están creando un déficit en la moral de nuestros Jóvenes. Canciones como las de Daddy Yankee, Wisin y Yandel, entre otros cantantes, son los más escuchados. (Ver fig. 36)

Fig.36: influencia de los artistas hacia los adolescentes

Nos incitan a la prostitución, a una sexualidad desenfrenada, a una pérdida de valores, pues ahora hay más jovencitas que solo tienen doce o trece años de edad que están embarazadas, la respuesta es sencilla, esa música como ya lo dije anteriormente incita a la sexualidad desenfrenada, pues cada vez hay más


niñas que llegan a los lugares como son la Iglesia, centros comerciales vestidas de un modo muy indecente.

Extrañas modas como os que dicen llamarse Emos, cuyo fin es el sufrimiento cada vez más los están adoptando y lo toman solo como una cultura, como un modo de ser y vestir, esto es alarmante, pues si dejamos que estas modas y las canciones que nuestros jóvenes escuchan se involucre más en su vida de tal modo que adopten sus maneras de vestirse, de bailar, de actuar y de ser, estamos dejando que se apoderen de sus mentes y eso sería muy desastroso tanto para el futuro moral y religioso de nuestros jóvenes . (Ver anexo 17) 2.3.3

SENTIDO DE PERTENENCIA EN LA JUVENTUD ECUATORIANA.

Es la identidad para sí, la que nos compromete, se hereda y se transmite, la que confiere valor y sentido colectivo a la individualidad de cada quien, la que nos proporciona un sentimiento de solidaridad y pertenencia a una patria y la que, en definitiva importa.

La conciencia para sí nace de la vivencia que cada individuo tiene de lo que le pertenece, de lo que le es propio y, a la vez común en los demás, se funde en una solidaridad que transciende lo local y regional y se fortalece, luego, en la aceptación y practica de proyectos que dan vida concreta a la nación, la adhesión cotidiana a estos principios es lo que confiere legitimidad a una identidad colectiva y así es como todos poniendo de su parte podemos llegar a una identidad para no caer en extranjerismos inútiles que no hace que avance nuestra sociedad rica en cultura .(ver fig.37)

Fig. 37: no hay cultura identidades extrajeras.

propia

sino

solo


En este trabajo se examinan los cambios en el sentido de pertenencia de los jóvenes ecuatorianos en la actualidad, bajo el supuesto de que tal sentido es una dimensión subjetiva de la cohesión social.

Para ello se desarrolla una aproximación empírica que utiliza información del barómetro, única encuesta de opinión de la población ecuatoriana y para todos los países. Se entiende aquí que el sentido de pertenencia es un fenómeno complejo que abarca diferentes aspectos, y aquí se abordan dos de ellos: las identidades clásicas y las expectativas de futuro.

En una primera parte se examina el debilitamiento en los jóvenes de tres fuentes identitarias clásicas, a través de las cuales se ha elaborado históricamente el sentido de pertenencia: la identidad nacional, la identidad política y la identidad religiosa.

En una segunda parte se analizan las expectativas de futuro de los jóvenes, las que mantienen su vigor a pesar de las dificultades que caracterizan la situación “objetiva” de la juventud en la actualidad. Este recorrido sugiere que el sentido de pertenencia de los jóvenes está más enfatizado en el futuro que en el arraigo en la tradición.

La identidad nacional quedó entonces determinada ,por los siguientes rasgos: el hecho diferencial (distinto al de otras naciones o pueblos); un idioma común; una historia continuada a lo largo del tiempo, desde unos orígenes (generalmente mitificados por parte de los nacionalismos) donde se crean las bases de una futura nación hasta el momento presente; una cultura específica (donde se incluirían, las costumbres, las tradiciones y el folclore propios); una religión mayoritaria y, en ocasiones, una raza o peculiaridad biológica diferenciada.

El Ecuador es un país multicultural y puede tener muchas costumbres y modismos en todo el país pero es algo nuestro que no hay en ningún lado del mundo. (Ver anexo 18)


En este artículo quiero poner en relieve el nacimiento de la nación ecuatoriana por un proceso de distinción y creación de confines externos e internos respecto de la pertenencia nacional imaginada como legítima.

2.4

IDENTIDAD Y FORMAS DE LO ECUATORIANO.

Es el conjunto de propiedades que caracterizan a una persona o cosa, lo que nos identifica como ecuatorianos: nuestra forma de vivir, costumbres, cultura, gastronomía, es decir descubrir quienes somos como ecuatorianos y así darnos a conocer.

Las costumbres y tradiciones vienen dadas por las ideologías de nuestros antepasados. La gastronomía es rica y variada distintiva de otros lugares. El vestuario y accesorios utilizados por los diversos grupos culturales son muy variados y elaborados con diferentes clases de materiales. El Folclor ecuatoriano es rico y diverso en sus cuatro regiones. La educación ha acentuado más nuestros rasgos culturales. (Ver anexo 19)

La nación como interrogante, sus regiones "o fragmentos de un espejo roto" en el contexto de una historia más padecida que "hecha" por el pueblo indígena y mestizo.

Desde fines del siglo XVIII, ha habido tres grandes propósitos: "el proyecto de ser país, el proyecto de ser nación y el proyecto de ser cultura". La heterogeneidad nacional acentúa los particularismos regionales y evita el sentido de unidad. Finalmente, queda abierta la pregunta: ¿Ecuador existe como nación?

Concluye su excelente trabajo a partir de las carencias reconocidas en el orden social: falta de opinión pública, falta de un carisma gubernativo que concilie el sentido de autoridad con el de participación ciudadana y falta de consistencia de la cultura nacional traducida en el complejo de inferioridad.

2.4.1 VIVIR EN CUALQUIER PAÍS MENOS EN EL NUESTRO.


Unos y otros partidos políticos, gobernantes, maestros, dirigentes de los medios Y de los poderosos gremios de docentes, todos son corresponsables de la difusión y aparente consolidación de una mentalidad individualista, antipatriótica e insolidaria para con el país. El Ecuador como la “patria de todos” en expresión de (Enrique Ayala Mora), o como la casa grande a la que pertenecemos y a la que siempre volvemos es cada vez menos tangible para el ecuatoriano común, cuya identidad se diluye en estereotipos que han ido perdiendo significado. Nos sentimos ecuatorianos pero estamos descontentos del país. (Ver anexo 20)

La nueva economía, la globalización de la comunicación y aun la pobreza nos hacen soñar en migrar, en escapar, en vivir en otro país, menos en el nuestro.

Las clases altas, los banqueros sueñan en Miami, las Bahamas, Nueva York o Londres, los políticos fracasados y perseguidos por la justicia buscan refugio en Panamá, Costa Rica, Republica Dominicana; ciertos intelectuales piensan en Paris en Barcelona y hasta en las Habanas; los jóvenes desean estudiar en Argentina; los médicos buscan un puesto de trabajo en Chile, los pobres, aquellos que no tienen ocupación, venden todo lo que poseen y arriesgan sus vidas por llegar a Estados Unidos, España o Italia.

Ciertos niños de exclusivos barrios de Guayaquil y Quito quieren vivir a lo Gringo, hablar inglés o residir en Florida o California; el campesino de Cañar o Azuay sueñan con un día ser un humilde inmigrante subterráneo en Chicago, Nueva York, Madrid o Murcia, cuando viene diciembre y se encienden las fiestas de la fundación de Quito muchos Ecuatorianos se tornan españoles, les renace con evidente impostura, la raíz andaluza.

Cada uno tiene sus sueños de ser feliz, pero cada vez hay más ecuatorianos que creen que esa felicidad no está en sus tierras, si no muy lejos en una patria ajena e incógnita, acaso

Simón Bolívar tenía razón

cuando cansado y

frustrado en sus últimos días, dijo que lo único que un americano puede hacer es emigrar de su patria.


Un país que extravía su memoria está condenado a desaparecer como pueblo. La historia la hacen los pueblos y si estos pierden su identidad lo que quedaría de

ellos

serán

grupos

humanos

anodinos,

subsumidos

biológica

y

culturalmente en otros, sin un pasado y sin un futuro. (Ver anexo 21)

2.4.2 ESTEREOTIPOS CULTURALES EN EL ECUADOR. El término “estereotipo cultural” pone en relieve la influencia

de un

determinado grupo cultural y se considera sinónimo de “estereotipo social”. Los estereotipos tienen relación con la naturaleza humana y social de las personas.

2.4.3 ECUADOR UN PAÍS INVISIBLE. No ha faltado ni faltara quienes sostengan que esto de buscar la identidad cultural de un pueblo resulta ocioso a la postre, pues la mera confluencia de factores de índole ambiental e histórico que se manifiestan de manera constante no autorizan por si solos para que a partir de ellos se puedan configurar los rasgos identitarios que se velaran el perfil, el rostro o de ese conglomerado humano.

Hay quienes extreman opiniones como estas al sostener que las identidades colectivas son meras abstracciones, quizás un romanticismo y que lo único que existe son las realidades individuales, las vidas privadas y que la posibilidad de una identidad del pueblo se halla negada a priori por la enorme variedad, diversidad y libertad del ser humano concreto.

Más aun, hay pocas voces que, para el caso del Ecuador, han proclamado que en el nombre del mismo del estado nacional, Ecuador, parece anidar desde siempre su suerte, una línea imaginaria, una aventura entre las geodésicas y los meridianos. Por ello, la invisibilidad seria lo que marca lo ecuatoriano.

Desde el extranjero dice este filosofo que, por lo demás, es buen poeta no se ve al Ecuador sino en sus desgracias, en sus fracasos. Los medios de comunicación internacionales solo cuentan de los derrocamientos de algunos


de nuestros gobiernos corruptos o de las tragedias de nuestros migrantes. Y si esto es asi, si no hay una continuidad en la que podamos reconocernos, no cabe hablar de una literatura ecuatoriana.

Invisibilidad de lo ecuatoriano, que somos un país imaginario, un país fantasmagórico, un país producto de nuestro humor negro, que no nos ven en el extranjero, que siempre nos ignoran, que se enteran de nuestra pobre existencia solo cuando nos ocurren desgracias. Y nosotros sabemos de Bolivia, Perú, Paraguay, Honduras, Costa Rica, Haití. Todos estos países se hallan en nuestro entorno geográfico y cultural.

Cuán bien enterados estamos de las letras de artes actuales de Colombia y Perú, con ser estos dos países nuestros vecinos inmediatos. Que sabemos los ecuatorianos de países lejanos como Finlandia, Dinamarca, Irlanda, Grecia. Todos ellos europeos.

Que sabemos nosotros de la cultura de Gabón o del Zaire, a que viene entonces esto que nos ignora si a su vez, nosotros ignoramos también a la mayor parte del mundo. Que somos invisibles, unas almas en pena, que hacemos ruidos pero que no nos ven. Lo que sucede es que a las marcaras que antes ya teníamos, hemos inventado otra la de fantasma.

Por lo visto ahora nos gusta hacer de espectro, quizás para provocar infartos a algún ingenuo. Que importa más ser o parecer, la existencia a lo imagen, desde luego no necesitamos que los otros nos vean ni de espejos para comprobar nuestra existencia.

A propósito de esta obsesión por la imagen, la revista colombiana realizo, en 1997 una encuesta de varios periodistas internacionales a quienes se les pregunto como veían a Colombia desde el exterior, he aquí algunas respuestas. Nunca he visto un país tan obsesionado con su imagen. Como vemos los norteamericanos a Colombia, no ven no piensan, ni les importa un comino Colombia.


Colombia no existe en la mente de los norteamericanos excepto por algunos importadores de café, ejecutivos petroleros, vendedores de flores y otros ejecutivos empresariales como también algunos agentes antidrogas. Los norteamericanos no pueden encontrar a Colombia en el mapa. El periodista Jorge Ramos dice que Colombia está preguntando a los otros como la ven, como si necesitaría de un espejo para vivir, como su propia identidad dependiera, en parte de la opinión de los que están afuera, como si buscara incansablemente su lugar en el mundo.

En fin no me eximiré de citas una opinión más que dice Colombia es una aldea perdida del mundo dedicada a la lastimera costumbre de mentirse a si misma y de vivir de ilusiones.

Si Colombia, un país que exhibe al mundo entero de si mismo ese que el escritor Moreno Durán ha denominado del ciclismo, café, cocaína, cumbia y Cien años de soledad, resulta ser invisible frente a los ojos de otras naciones, el ecuador sin un García Márquez, Premio Nobel de Literatura, sin un científico como Patarroyo y sin una sola Miss Universo propia, además esto es lo más triste para muchos compatriotas, sin nunca haber llegado a ser campeones de futbol de América y menos aun del mundo, no podemos aspirar por lo pronto a ser vistos e identificados por encima de otros del montón.

Sobre todo hay una trilogía que ha recibido el repudio de los ecuatorianos pues más de una vez nos han avergonzado y a veces, la rechifla y la condena internacional. Es una trilogía malévola cuyos integrantes se hallan implicados entre ellos, como implicados en este mundo, demonio y carne, esa trilogía siniestra tiene rostros y nombres de políticos, ellos son Bucaram, Mahuad, Gutiérrez.

Este último es producto del segundo, y a su vez el segundo es producto del primero. Como esta trinidad de la desdicha el Ecuador ha estado, en estos últimos años, en las primeras planas de los noticieros internacionales. Solo en parte estoy de acuerdo con el filósofo de la invisibilidad. 2.5

IDENTIDAD EN GESTACION EN EL VALLE DE LOS CHILLOS.


Se suele pensar que el territorio de los países es fijo, inmutable, un pedazo de naturaleza que estuvo siempre allí. Los ríos y el mar, los valles y volcanes no cambian de posición, al menos que sobreviniera un cataclismo. Pero el territorio de un país no es algo dado de una sola vez, este cambia, se va gestando en la historia.

Las fronteras se mueven con el tiempo, el mapa que viene a ser como su cara, no resulta ser siempre el mismo. La historia de la humanidad está llena de estos cambias de perfil territorial y la de nuestro país no ha sido una excepción. El territorio del ecuador se ha ido formando en el tiempo; ha ido creciendo y se ha ido definiendo en medio de procesos de migración y colonización, enfrentamientos y transacciones.

2.5.1 IDENTIDAD Y AUTO EFICIENCIA EN LA JUVENTUD DEL VALLE DE LOS CHILLOS. Ser autosuficiente es ser capaz de satisfacer todas tus necesidades físicas, materiales por tus propios medios y también hasta cierto punto tus necesidades sociales y espirituales, aunque en estas últimas dos siempre necesitaremos de otros, una cosa es que seas responsable de tu vida y otra muy diferente el que seas el culpable de lo que te pasa en la vida, puede que otra persona sea el responsable de alguna desgracia o desventura tuya. (Ver anexo 22)

Tú eres el responsable de hallar una solución a cualquier adversidad de la vida y en forma indirecta el responsable de no haberte preparado para aquellas cosas que se pueden esperar de la vida.

Convicción de que uno puede actuar adecuadamente en una situación. Los niveles de autoeficiencia afectan la motivación y la manera como un adolecente enfrenta una tarea. (Ver fig. 38)


Fig. 38: Joven que trata de cumplir con una actividad pero debido a su falta de auto eficiencia no puede enfrentarla.

Confiar en si mismo, hay aspectos se con responsables de cada uno, esto no quiere decir que no hay que confiar es otros siempre es necesario tener a nuestro lado a alguien que nos apoye pero que no intervenga directamente en asuntos que son responsabilidad nuestra y está en nosotros saber superarlos.

Los adolecentes crean y desarrollan su auto percepciones acerca de su capacidad, mismas que se convierten en los medios por los cuales siguen sus metas, (ver anexo no) y controlan lo que ellos son capaces de hacer para controlar, a su vez, su propio ambiente.

Las causas más comunes para que la autoeficiencia baje son: ver las cosas como incontrolables, creer que la propia conducta está regulada más por factores externos que por uno mismo y siempre hacerse responsable de lo malo y nunca de lo bueno, una historia de fracasos. (Ver fig. 39)

Fig.39: Adolecente trata de salir adelante sin importar los obstáculos que en su vida no lo dejan sobresalir.

2.5.1.1 LA IDENTIDAD

EN LOS JÓVENES


En el día de hoy tanto los jóvenes del Valle de los Chillos así como otras ciudades se ha visto el cambio que se ha venido dando con el paso del tiempo tanto por la influencia

de amigos, un grupo,

etc.

Cambian

comportamientos para

imitar

a

sus

otros.

(Ver

fig.40)

Fig. 40: Jóvenes pertenecientes a un grupo social llamado “punkeros”

Los adolescentes, en

la búsqueda de

su identidad, transcurren por el estrecho túnel de los estereotipos ofrecidos por los medios de comunicación y que les dan alternativas limitadas de vida. La consolidación de la propia identidad es una etapa normal por la que pasa cualquier niño al llegar a la adolescencia, cuando inicia la búsqueda de su propia esencia: saber quién es, cómo es y qué quiere hacer.

El gran conflicto es que la mayoría de jóvenes piensa que el cambiar de comportamiento los va a hacer diferentes y por eso se inclinan a buscar algo que

haga

destacar a

otros,

este

hecho

se

encuentra

íntimamente

conectado con el afán de pertenecer a un grupo, también propio de la edad.

Así, muchas veces nos topamos con jóvenes vestidos excéntricamente y al detenernos para conocerlos a fondo nos damos cuenta de que toda la rareza que pueden tener pasa solo por lo exterior. (Ver anexo 23)

No son conscientes de que nuestra apariencia externa debería reflejar nuestra forma de ser ya que estos elementos son dos de los grandes constituyentes del concepto de identidad. Los adolecentes han tomado una manera del vestirse, peinarse y actuar muy diferente a la identidad del Ecuador. (Ver fig. 41)


En esa búsqueda juegan muchas respuestas importantes de la vida que lo impulsan a buscar nuevas alternativas: por qué soy como soy, cuál ha sido mi experiencia, qué quiero preservar de mi historia, en qué me parezco a mis padres y de eso qué tengo en común con ellos, qué es lo que realmente quiero conservar.

Actualmente los medios de comunicación principalmente la televisión, el cine y la publicidad conjugan elementos ideológicos y comerciales para ofrecer valores, modelos y tipos ideales tanto para hombres como para mujeres, con los cuales muchos adolescentes se comparan y tratan de imitar, siendo estos los que están contribuyendo a formar la imagen e identidad de las nuevas generaciones. (Ver anexo 24).

La identidad en los jóvenes emerge gracias a las relaciones sociales entre grupos con orientaciones y perspectivas.

La identidad en la adolescencia y en la juventud es un fenómeno es identitario debido a la sociedad en la cual se encuentran emergidos los adolecentes.

A lo largo de tiempo se ha visto como los programas de televisión influyen mucho en la formación de la identidad tanto de jóvenes como en niños pues como no tiene un criterio totalmente formado se ven influenciados por programas que contienen violencia tanto física como verbal y esto se ve reflejado en colegios, escuelas, etc. (Ver anexo 25)


2.5.2 LA IDENTIDAD EN SI PARA SI EN LOS JÓVENES DEL VALLE DE LOS CHILLOS. Hoy las condiciones objetivas obligan a pertenecer de facto a una Identidad en la que el ser de una manera histórica y socialmente determinada nos es dada o impuesta generalmente sin opciones. Identidad es concepto necesariamente social que no se entiende al margen de la sociedad, es decir de las contradicciones que vive la juventud, sus calamidades, atrasos y avances. En una sociedad dividida en clases la Identidad de los grupos está dividida en clases. Se trata de una distinción entre Identidades diametralmente opuestas y antagónicas que exige eludir toda ambigüedad o eclecticismo. (Ver fig. 42)

Fig. 42: Identidades de los jóvenes que pueden ser antagónicas entre si.

Quieren que la Identidad se defina frente al otro en lugar de con el otro; quieren que Identidad sea una mera abstracción sin base en la red contradictoria de relaciones sociales donde existe. Algunos criterios sobre la Identidad son dominantemente biológicos otros culturalista algunos creen que Identidad es autopoiesis que organiza relaciones sociales. Creen que por eso género o raza crean percepciones desiguales y cruciales. Otros subrayan identidades, nacionales, étnicas o religiosas, como elementos fijos heredados de ancestros y que deben preservarse sin cambios para guiarse en el futuro. Algunos piensan en la Identidad como ficción desprovista de fundamentos que se niega la diversidad y enfatiza la dominación de un grupo sobre otro. Y hay quienes piensan en identidad no como ficción sino como categoría evolutiva y cambiante determinada histórica y socialmente. (Ver anexo 26)


Identidad hoy es una cuestión no de diccionario sino de lucha y práctica contra todo lo que aliena, humilla y degrada a la humanidad. Contra el Capitalismo que impone sus identidades, reglas, políticas, dogmas e intereses con Identidades para la explotación globalizadora. Identidad contra una dictadura global. Se trata pues de una lucha de identidades. (Ver fig. 43)

Fig. 43: facetas que tiene el ser humano y la catalogación que este quiere hacer con la definición de que quiere ser.

No es tarea de Individualidades. Una rebeldía autónoma, es decir aislada o encerrada, se dé donde se dé, está amenazada de muerte y se inutilidad. Una rebeldía, donde esté, necesita identificarse con otras rebeldías y caminar juntas. Y esto no depende de burocracias, de iluminados ni de caudillos. Eso depende de la organización mundial de la rebeldía, plural, diversa, idéntica a sus sueños de libertad.


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