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sábado 2 de febrero de 2019

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Congreso de Angostura La conciencia del presente

Bolívar se arrogó el poder y lo hizo para bien Torres recuerda que “el Libertador puso a prueba la existencia de la República midiéndose con fuerzas foráneas”

A

lexander Torres Iriarte atraviesa el soleado patio de granados que está en la Casa de la Historia Insurgente, ubicada entre las esquinas de Sociedad y Traposos, en pleno centro de la capital venezolana. Llega puntual y acalorado de la calle. Con una llamada telefónica le pedí hablar de aquel acontecimiento, ya bicentenario, en el que Simón Bolívar dice despojarse de títulos y mandos para dar paso a una nueva República y a un nuevo Gobierno. El poeta y escritor Torres Iriarte es docente, investigador en historia y actualmente coordina el postgrado que se desarrolla en el Centro Nacional de Estudios Históricos. Hablar con él es siempre una convocatoria para una cátedra en la que siempre hace gala de sus destrezas didácticas para intercambiar saberes. Vamos al grano y nuestra primera pregunta contextualiza en mi voz un discurso pronunciado por el Libertador en aquel Congreso celebrado en febrero de 1819 y en el que se dirige a un auditorio muy puntual e impactante, hecho para unos patriotas, para una República naciente y hasta para un enemigo imperial, representado por la corona española de entonces. Es un discurso hecho en plena Constituyente, la segunda en Venezuela, para la fecha. En este, Bolívar nos deja todo un cuerpo de principios y leyes. Ahora, quizás con un poco de ingenuidad, puntualizo: ¿Tiene sentido, 200 años después, estar rebuscando en papeles viejos cuando hay hoy unos temas tan importantes como el hecho de que el imperialismo yanqui quiera acabar con Venezuela, invadirla, arrasar con nuestra soberanía e impedir nuestra memoria independentista y los propósitos actuales de convertirla en definitiva… ¿Tiene sentido hoy un discurso como ese? -Tu pregunta es de gran envergadura. Tiene varias dimensiones la respuesta que a ella quiero dar. Primero, una razón de Perogrullo: el sentido histórico. Quien crea que la historia es pretérito tiene una versión distorsionada de la misma. La historia tiene que ver con la conciencia del presente. Nunca es tarea vana ni anacrónica el lanzar miradas hacia atrás: Todo aquello que alimente la posibilidad de tener conciencia política en el presente y alimente la

Aún teniendo todo el poder político y militar, Bolívar tuvo la humildad de someterse ante el soberano, en este caso el Congreso, y deponer su mando

comprensión de dónde venimos, saber dónde estamos, bienvenido sea. Hay en eso una razón que llamo ontológica, es el ser mismo, nuestra dimensión del ser histórico. Además, la historia no se repite. En todo caso, lo que sí hay es un recurso de la mirada que en el presente interpreta los hechos pasados, para lo cual utilizamos el método comparativo. -Que no repetitivo... -Respetando las especificidades de la época podemos decir que, independientemente del tiempo transcurrido, hay elementos comunes, análogos o muy parecidos entre acontecimientos. En la historia, como proceso dialéctico, hay continuidades y hay rupturas. Es muy pertinente, creo yo, ante estas dos perspectivas, analizar el Discurso en el Congreso de Angostura. En primera instancia, por lo que tú dices, fue un discurso fundacional. Bolívar se está quitando de encima un ominoso régimen de tres siglos y necesitaba varias cosas,

algunas coyunturales y otras estructurales. Coyunturalmente, Bolívar venía de un proceso muy duro, del exilio, del revés de Haití. En 1815 está en Jamaica, la indiferencia de los ingleses lo obliga a mirar a Haití y éste tiene todo el apoyo, pero también allí se consigue con la incomprensión de los mismos hermanos de armas. Es decir, dentro del proceso revolucionario fundacional que se dio hace 200 años, en el seno de los partidarios de la independencia había crisis de liderazgo y este es un elemento que hay que tomar en cuenta. Bolívar tenía que, de alguna manera, limar las asperezas con sus hermanos de armas, con los orientales, por un lado, que se le van a oponer en un famoso congreso en Cariaco, más allá en mayo del año 17 y, antes, los hermanos de 1811. Limar las asperezas de los liderazgos de los inconformes del año 11 y de los díscolos del año 17. Entonces, cuando decimos que hay elementos comunes, uno de ellos es el referido a que si no se convocan todas las fuerzas patriotas, independientemente de

las posturas, las tendencias, para deponer el régimen de facto -en ese caso España pero también de cualquier otro régimenentonces se debilita el movimiento revolucionario. -¿Por qué insiste en la madurez política del Libertador? -Porque Bolívar, entre 1815 y 1818 -aquí está lo coyuntural- comprendió algo de base. Tuvo tres grandes aprendizajes: El primero es que, sin la participación de las clases bajas (como se les llamaba en ese entonces), no habría independencia. Es decir, una amarga convicción aprendió el Libertador: Ese “criollo pretencioso” del año 12, que habló en el Manifiesto de Cartagena, no es el mismo tipo del año 16 que está entendiendo que sin los negros, sin los mulatos, sin los pardos, sin los indios, no hay independencia. La otra convicción que aprendió él es que son los haitianos -a despecho de algunos- y no los británicos, nuestros “naturales amigos” (naturales no en el sentido de que fuesen nuestros


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