Revista "Las Majadillas" nº 6

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Numero 6 5 NUMERO

29 Septiembre 2014 22 DICIEMBRE 2014

Camino a los Galayos

ร leo de Mariano Hernandez - 2ยบ Premio Maximo Rodriguez 2011


Revista de cultura, arte, historia y tradición

de los pueblos del Bajo Tietar en Avila

Guisando - Arenas de San Pedro - Candeleda - El Hornillo - El Arenal - Poyales del Hoyo Mombeltran - Cuevas del Valle - San Esteban del Valle - Santa Cruz del Valle - Villarejo del Valle El Raso - La Parra - Hontanares - Ramacastañas Dirección: San Nicolás, 10 28912 Leganés (Madrid)

Revista no dependiente ni adscrita a ninguna organización ni entidad privada o pública Revista de divulgación cultural y sin ánimo de lucro. Libre de publicidad o patrocinio. Director y Editor: Miguel Camacho Camacho Redacción: Jesús Jara García, Julio Fernando Palacios García, Rocío Nogal, Cristina Nogal Blázquez, Fidel Jara Tiemblo, Miguel Camacho Camacho, Juan Manuel Jara Garro. Colaboradores: está abierta a todo tipo de colaboración y se tendrán en cuenta todos los artículos y aportaciones que se realicen dentro del ámbito de la temática de la revista. DEPOSITO LEGAL: Solicitado

Gracias a todos los seguidores de la revista LAS MAJADILLAS. Estamos muy orgullosos de haber conseguido sacar adelante desde setiembre de 2013 y 2014, nada menos que 7 revistas. Es un medio abierto y deseamos contar con la colaboración de todos. Anécdotas, cuentos, historia, tradiciones, arte, fotografías y todo aquello que contribuya a un mejor y mayor conocimiento de nuestros pueblos y nuestras tradiciones. Es nuestro deseo que durante el próximo año 2015 podamos seguir publicando 4 ó 5 números más de la revista. MUCHAS GRACIAS

Remitid colaboraciones a la siguiente dirección:


EL BELÉN Y SUS FIGURAS JUAN ANTONIO MAYORAL

Con la cercanía de la Navidad nuestros hogares se adornan con árboles y belenes tradicionales, los primeros con bolitas y llamativos adornos y los segundos con sus características figuritas. Vamos a detenernos un poco en estas últimas. Dice la tradición que el primer belén lo confeccionó san Francisco, tras su viaje a Tierra Santa. Y desde entonces, en muchos de nuestros hogares no falta cuando llega la Navidad. Con él queremos recordar las escenas evangélicas de la encarnación del Hijo de Dios. Hay belenes de muchos tipos, unos muy sencillos, otros altamente historiados, con atuendos y casas que nos recuerdan estilos afamados, como los napolitanos, o bien con recreaciones de cómo pudo ser la Palestina en la que nació Jesús: sus modos de vestir, sus tipos de casas, de oficios, etc. Grandes belenistas nos ofrecen estos días lo mejor de su arte. ¡Y cuánto agradecemos su habilidosa maestría! Pero nuestro belén sería muy pobre si solo contiene artísticas figuras, por muy caras y bellas que sean. El Señor no vino a nosotros para hacerse un objeto de arte o un espectáculo prodigioso, al estilo de lo que nos tienen acostumbrados las grandes marcas comerciales. De haber sido así, el centro de nuestros belenes no sería un humilde portal (cueva, establo o lo que cada uno ponga en casa), sino el palacio de Herodes. Aquel lugar donde, equivocadamente, lo buscaron los Magos. ¿Dónde si no iba a nacer un príncipe?

Pero, como dijo Jesús ya de grande, su reino no es de este mundo. Por eso, tampoco los belenes –sus figuras– han de reflejar este mundo. Es decir, no solo deben «recrear» más o menos lo que pudo suceder hace dos mil años en Belén, sino, sobre todo, apuntar a lo que aquel nacimiento significó y sigue significando. Como nos recuerda san Pablo, con su singular modo de hacer las cosas, el Señor se desposeyó de su condición divina, y se hizo uno de tantos. Por eso las figuras de nuestro belén deben ser «uno de tantos», gente sencilla y sin estridencias que llamen la atención. El belén no es un show, un repertorio o pasarela de figurines. Y si queremos actualizar sus escenas y personajes, han de estar en consonancia con el sentido profundo del «original», de otro modo lo estaríamos traicionando. Los pastores de entonces, en aquella sociedad, eran gente marginal y de poca estima, Si queremos hacer un belén de estilo moderno habría que sustituir estas entrañables figuras por otras que, en nuestra sociedad, fueran «marginales». Al fin y al cabo, los evangelios de la infancia no hacen sino anticipar a los orígenes la misión que después Jesús llevará a cabo. Quizá tampoco debieran faltar unos modernos Simeón y Ana, personas que, cargados de años y esperanzas, logran encontrar al final de sus días lo que durante muchos años estuvieron esperando. Tampoco habrán de faltar modernos Herodes, gentes del poder que, eso sí, muy alejados del «portal», nos recuerden que cualquier confusión entre Dios y ellos adulteraría y falsearía la escena. Pongamos en casa un bonito belén. ¡Feliz Navidad!


RETAZOS FAMILIARES En este capítulo vamos a traer algunos de los testimonios gráficos que no pocos guisanderos nos han ido aportando a lo largo del tiempo. Vaya aquí nuestro reconocimiento por la colaboración altruista aportada y por la confianza que nos dieron al facilitarnos estos tesoros familiares, a pesar de que algunos de ellos habían tenido experiencias muy negativas. A continuación, exponemos fotografías familiares o individuales seleccionadas por familias, a las que acompañamos los nombres de los que aparecen en las mismas y algunos datos que hemos considerado de interés general. Los motes de los protagonistas que aparecen al principio de la exposición familiar no tienen, en ningún caso, carácter peyorativo y si aparecen es con el objeto de dar un título más general a lo que aparece a continuación. HERREROS Y SOMATENES La siguiente familia, la entroncamos a partir del matrimonio de Celedonio Fraile García, descendiente de los Herreros (Pedro y Jacinta) y Piedad García Pinar, descendiente de los Somatenes (Demetrio y Andrea).

Jacinta García Retamal

Vicenta Pinar Fraile, Magdalena Fraile Nogal y Julio Santos Pinar

Demetrio García Mateos y Andrea García Pinar con sus hijos: Piedad (Iz.) Amelia (Atrás) y Víctor (Sentado

De izq. a dcha.: Gabriel, Maite, Andrea, Desconocida, Pedro, Víctor, Demetrio, Blanca y María (Madre de Mayte, Blanca y Pedro, en la foto, el día de su primera Comunión)


Los dos hermanos de Piedad: Gabriel y Víctor, se hicieron militares y se trasladaron a vivir a Pamplona, donde formaron sus respectivas familias. Gabriel con María Manzanares, viuda de otro guisandero y que aportó dos hijas al matrimonio: Maite y Blanca. Fruto de esta unión fue Pedro. Víctor, por su parte, se casó con Benigna Blázquez Martín.

Bonito retrato de Piedad García Pinar

María Martín Blázquez, Conchita Fraile Carvajal y Piedad García Pinar

Peregrinación a Chilla de Cele Y Piedad

Del. Emilio López García, Emilia García Mateos y Francisco López García. Atr. María López García y Emilio López Bravo (Familia de los <Viterres>)

Cele y Piedad con sus hijos Alicia y Pedro, en la era. Al fondo preciosa vista de Guisando


Vicenta Pinar Fraile, Cele y Demetrio Fraile García, Daniela Fraile González y Rosario Garro García

Germán Mateos Fraile con su hija y Demetrio y Cele

Cele y Piedad tuvieron cinco hijos: Alicia, Pedro, Andrea, Demetrio y Celedonio.

Dña. Milagros, antigua veraneante de Guisando y gran amiga de la familia de Piedad, aparece con dos de los hijos de esta: Demetrio y Alicia


Alicia Fraile García

Alicia Fraile García con su amiga Milagros Nogal

Andrea Fraile García

Andrea y Demetrio Fraile García en las Escuelas de Guisando



Reportaje gráfico de la matanza del cerdo. Gracias al reportero que ha facilitado todas estas fotografías, que seguro traerán muchísimos sentimientos, olores y recuerdos a nuestra memoria. En otro numero de la revista se hará un amplio reportaje sobre esta tradición.


FOTOTECA

HISTÓRI

GUISANDO (Avila) aprox.


ICA

DE

. 1933

GUISANDO

-

Fuente Grande


(Texto integro de este reportaje publicado por ESTAMPA en 29 de Octubre de 1929)

GUISANDO—UN PUEBLECITO DE GREDOS

Súbitamente, en una hondonada, rodeado d e pinos, aparece un pueblecito. El chófer, extendiendo el brazo, me lo indica: —Ahí está Guisando... Y mientras Benítez Casaux baja del auto para tirar una placa, el conductor sigue hablándome del blanco pueblecito, que se esconde entre los pinos. —Buen pueblo. La gente trabaja mucho, pero vive feliz. Hay grandes cosechas de cereales, de aceite, de vino... El verano vienen a pasarlo aquí muchas familias de Madrid. Y durante todo el año raro es el día que no llega algún turista, aun en lo más crudo del invierno... Cuando llegamos a Guisando ya va ocultándose el sol. Las mujeres, sentadas a las puertas de sus viviendas, nos ven pasar con indiferencia. Un chico, descalzo, que nos sigue obstinadamente por todas las calles, va haciendo a gritos nuestra presentación: —Son retratistas, que vienen a hacer estampas...En la plaza han sacao a la Nieves. El chófer, lleno de entusiasmo regional, continúa ponderándome las bellezas infinitas del pueblo y su campo. Guisando es famoso—termina asegurándome—. Hasta el Diccionario habla de lo bonito que es... Después he visto, querido chófer, que le habían engañado a usted. Guisando es muy bonito, es uno de los pueblos más maravillosos de Castilla. Pero el Diccionario es frío y seco. De Guisando se limita a decir: «Está situado en la vertiente meridional de la Sierra de Gredos, en terreno montañoso, bañado por el arroyo Cuevacho. Corresponde al partido judicial de Arenas de San Pedro, provincia de Avila, y tiene 1.247 habitantes. Produce cereales, vino, aceite, frutas, hortalizas, etc...»


“LAS GUISANDERAS” Guisando es, además de uno de los pueblos más bellos de España, uno de los más pintorescos. Conserva en toda su pureza, a pesar de las caravanas automovilistas que llegan allí casi todos los días, a pesar de los innumerables turistas que recorren las calles, sus usos y sus costumbres. Su calle de la «Majadilla» es famosa en toda la comarca. Durante la mayor parte del año—cuando los elementos no lo impiden, como en las corridas de toros—las vecinas guisan allí, al aire libre, en una especie de fogones construidos en la tapia que limita la calle. Paseando por esta «Majadilla», el chófer me explica: —Guisan aquí fuera por el calor, ¿sabe usted? Dentro de las casas no hay chimeneas, y el humo lo llena todo… Y luego, lanzándose por el camino de la erudición, añade: —Este barrio es el más antiguo del pueblo; fué quizá su origen. Antiguamente era una calle de cabreros y pastores, gente pobre, que construyeron sus viviendas ellos mismos, de mala manera... Claro, en el verano, cuando aprieta el calor, las mujeres no lo pueden resistir dentro de las casas y salen a la calle a guisar… Fíjese usted, cada casa tiene señalado su fogón en la pared de enfrente.., RUBIAS Y MORENAS En Arenas de San Pedro cantan esta copla: Guisando tiene la fama de las mujeres bonitas; Guisando tiene la fama, pero Arenas se la quita. Pero el cantar no es justo. Las mujeres de Arenas son muy guapas; pero las de Guisando no tienen que envidiarles nada. La Nieves, por ejemplo, es una guisandera extraordinariamente bonita; es la más guapa moza del pueblo. La Nieves es alta, morena, con grana de ojos negros y unas facciones correctas, de belleza clásica. Tiene ese tipo de gitana, lleno de dramatismo, que se produce, a veces, en algunos sitios de Castilla. La mitad de los mozos de Guisando está enamorada de ella... Le Marce, una amiga de la Nieves, es tan guapa como ella. Pero rubia, muy rubia. Como su amiga, tiene una infinidad de adoradores: el otro medio pueblo... Acerca de esta diversidad de tipos que hay en Guisando—que hay en todas partes: rubias y morenas— me han contado una leyenda que circula por allí. Dicen que en el siglo XVII se estableció en el pueblo una colonia de ingleses, cuyos hijos se mezclaron con los indígenas. Y aseguran que estos tipos rubios que hay en Guisando son descendientes de los colonos anglosajones. (nota: NO ES CIERTO) LA “RONDEÑA” Hoy es domingo, un claro y diáfano domingo de final de verano. Esta mañana, guisanderos y guisanderas se han vestido con sus trajes nuevos y han ido a misa. Desde la iglesia, las mozas, en grupos de tres o cuatro, han marchado a sus casas. Los mozos se han quedado en la plaza, sentados en los poyos qua hay ante la taberna, hasta la hora de comer. Hacia las tres la plaza—vieja plaza, estrecha y desnivelada, de pueblo montañés—se ha ido llenando de gente. Va a empezar la «Rondeña». Un mozo ha cogido la guitarra. Y las parejas, formando corro, se han lanzado a bailar. La «Rondeña» de Guisando es una especie de jota, una de esas jotas castellanas, largas, interminables, que los danzarines bailan a veces durante una hora.


Las parejas danzan agarradas mientras suena la guitarra sola. Pero en el momento en que suena la copla se desunen y comienzan a ejecutar los pasos de la jota. Un mozo canta: En Arenas cayó el sol, en Candelada la luna, y en la plaza de Guisando cayó toda la hermosura. Y sigue otro: Para cantar la Rondeña tres cosas se necesitan: el pecho de una serrana, el corazón de mujer y el eco de una campana. Y siguen otros cantares, muchos de ellos improvisados. Así bailan y bailan toda la tarde, mozas, zagalas, chiquillas, hasta que se va la luz y en los altos montes vecinos empiezan a sonar los agudos silbidos de los cabreros y las tristes melopeas de las flautas. AMORES EN LA SIERRA Realmente, Guisando, en este aspecto amoroso, no es Versalles precisamente. No hay aquí, antes de cada noviazgo o de cada boda, esa larga preparación sentimental— miradas, sonrisas, conversaciones—que existe en casi todos los pueblos de España. En Guisando, cuando a un mozo le gusta una moza, empieza por “bailarla” mucho. Es decir. danza con ella sola durante dos o tres tardes. Y luego, un buen día, cuando se la encuentra sola, le dice: —Oye, «chacha», ¿quieres ser mi novia? Ella no se ruboriza, ni dice «soy muy joven todavía», o <Io pensaré», como responden las muchachas de su edad en las ciudades. Contesta, sencillamente: —No. O —Sí. Y el noviazgo sigue... JAVIER SANCHEZ 0CAÑA (Fotos Benltez Casaux.)


LA RATA MATÓ AL REY (Basado en hechos reales)

Marzo y abril del año de 1808. Juzgado de Arenas El Promotor Fiscal de la Audiencia Juan Calera: Este Fiscal culpa formalmente a Lorenzo García, alias “Rata”, reo prófugo y en rebeldía a causa de la negligencia del alcalde de Guisando en cuanto a su detención, a Juan Serrano de Carlos, apodado “Juaneque” y a Juan Jara, todos naturales de Guisando, por el horrendo crimen cometido contra Josef Ruiz de San Martín, vulgo “Rey”, natural de Arenas, con traición y premeditada alevosía, en su casa echado e indefenso, hiriéndole hasta dejarle por muerto el 3 de diciembre de 1807, falleciendo el día 19 de dicho mes y año. La causa de su muerte fueron los golpes que recibió en la cabeza con un fuerte palo por tosca mano. No hay duda de que Rata le dio los golpes, y que Juaneque Serrano le instó y animó a hacerlo, y que Juan Jara también se lo tenía prometido y además no auxilió ni antes ni después del suceso a favor del herido y faltó a la verdad. El hecho es horrendo, la muerte de Ruiz es fija. Suplico se sirva imponer a los tres acusados las penas según las leyes de los Reynos, para que con sus condenas otros se contengan. DECLARACIÓN de Josef Ruiz de San Martín “Rey”, 56 años de edad poco más o menos, después de la agresión y antes de su muerte: El 3 de diciembre de 1807 estaba a las 8 de la mañana en mi casa de Los Llanos echado cerca de la lumbre cuando entró el “Rata”, que llevaba zapatos con hebillas como de soldado, faja encarnada, calzones, chupa parda y un chaleco, y del que había oído que era desertor, y me dijo “tú pegaste a mi hermano y yo te he de matar aquí” y con un palo de vara y media me pegó dos veces en el hombro y 5 veces en la cabeza, abriéndomela y echando sangre. Al hermano de “Rata”, pastor del ganado de Juan Jara la semana pasada en mi huerta le reprendí porque sus cabras entraron en la misma, propinándole dos o tres taramazos, pero sin hacerle daño. Entonces su amo Juan Jara me amenazó con que habría de acordarme por haber pegado a su criado. DECLARACIÓN del día de su detención de José García, alias “Forata”, 16 años, pastor de Juan Jara: Entré con las cabras de Juan Jara, mi amo, en la huerta arrendada por Josef Ruiz “Rey”. También mi amo estaba allí. El “Rey” entonces me dio tres o cuatro palos leves y en aquel momento Juan Jara le dijo a Josef Ruiz que se iba a acordar por haberme pegado. La noche del 2 de diciembre, anterior a la agresión, me había quedado con mi hermano, Lorenzo García “Rata” (que venía de servir en el ejército de su Majestad) y Juaneque Serrano en una casa de campo. Éste le dijo a Lorenzo “Rata” que sería bueno que le pegara a Josef Ruiz “Rey” una buena tunda de palos, porque era muy malo, ya que el año pasado le había quitado tres chivas y aunque le denunció ante la justicia no pasó nada. Juaneque no quería pegarlo el mismo porque el “Rey” le conocía. A las 7 de la mañana del día siguiente salí con las cabras cuando llegó mi amo Juan Jara, que se quedó con Juaneque y mi hermano Lorenzo. No sé lo que hicieron después.


Juan Jara, ganadero y labrador, 45 años. ACUSADO: El 3 de diciembre de 1807 salí de mi casa de Guisando antes del amanecer. Por el camino de Pelayos llegué a Los Llanos y vi mis cabras y las de Juaneque, que invernan allí en una casa de campo cerca de la ermita. Al cuarto de hora llegó Juaneque y estuve todo el día con él arreglando una majada. Oí que Lorenzo “Rata” se iba a arrancar patatas con Pedro Plaza al arroyo de Guisandillo, pero luego le vi salir corriendo huerta arriba con un garrote en la mano y se dirigió adonde estábamos Juaneque y yo. Cuando vino le dijimos “¿hombre o demonio, qué has hecho?” Rata contestó: “Cogí al ´Rey´ sólo y le di cuatro zumbíos en la cabeza y vengo huyendo”. Le dimos de beber un trago y se marchó por el cerro. Es cierto que mi ganado entró unos días antes en la huerta de José Ruiz "Rey" y que éste dio unos cuantos palos a mi criado José García “Forata”, pero cogimos las cabras y nos marchamos sin meternos con él ni amenazarlo. Ni yo ni Juaneque Serrano pedimos castigo por los taramazos sufridos por mi criado. Niego cualquier clase de venganza. Juan Serrano de Carlos “Juaneque”, 36 años. ACUSADO: La noche del 2 de diciembre estuve en la casa de los Llanos, conocida como de la Morcona, en la que invernan mis cabras y las de Juan Jara, y estaba el pastor de Juan Jara, José García, y también se quedó su hermano Lorenzo “Rata”, que dicen que es soldado y desertor y que no dio explicaciones del motivo por el que estaba allí. Cenando juntos hablamos de lo que ocurrió. José García se refirió a que el “Rey” en su huerta le había pegado unos pocos palos, aunque yo no hablé contra dicho hombre ni oí tampoco que los demás lo hicieran, aunque es cierto que un yerno del “Rey” me quitó una vez tres chivas. A la mañana siguiente salimos con el ganado y nos acompañó el “Rata” hasta que les dije "caread mis cabras un poco más abajo en lo que voy a la casa a cerrarla y llevar algo de comida a la cabra que queda allí enferma". Volví al cuarto de hora y vi que Lorenzo iba por la huerta de la ermita como hacia una casa. Sobre las 8, de Guisando llegó Juan Jara y al rato vino Lorenzo con un garrote en la mano y dijo: "quizás el ´Rey´ aunque quiera no pueda bajar de la casa o asomarse a la ventana". Juan Jara comentó: "hombre, no seas el demonio o la tentación, no hayas hecho algo". Yo le dije lo mismo poco más o menos. Lorenzo tenía intención de llevarse a su hermano por miedo a que los hijos del “Rey” se vengasen. Se lo quitamos de la cabeza y entonces preguntó si había camino para ir al arroyo de Guisandillo para ir a sacar patatas con Pedro Plaza y se fue. El resto del día lo pasé con Juan Jara arreglando una majada. Manuel Gómez Navarro, 19 años, vaquero, TESTIGO DE LA ACUSACIÓN: Días antes de la agresión estaba junto a Josef Ruiz “Rey” guardando reses vacunas en los Llanos. Algunas cabras de Juan Jara, que guardaba su criado José García, se metieron en la huerta del “Rey” y éste le dio al criado con una estaca de fréjoles unos cuantos palos, que visto por Juan Jara le dijo a Josef Ruiz “no haga eso mismo contigo”. Jornadas después, el día de la paliza al “Rey” había ido a dar agua a las vacas al río porque me había quedado allí la noche anterior, y cuando volví a la casa oí a Josef Ruiz “Rey” decir: "¡Manolo que me matan!" y eché a correr dejando las vacas y cuando llegué a la cocina hallé a Josef tendido en el suelo en un charco de sangre. Me dijo que le había pegado “Rata”. Le llevé a Arenas para que le curasen. Allí la familia de Ruiz comentaba que quién sabía si había sido “Rata” o Juan Jara o Juaneque, porque estos se habían quedado con “Rata” dándole de beber en la mata de los Llanos y el criado José García estaba con el ganado y no los había vuelto a ver.


Luis González, 20 años, TESTIGO DE LA DEFENSA DE JUAN JARA: Soy primo segundo de Juaneque Serrano. Juan Jara es una persona pacífica. A las 4 o 5 noches de la paliza al “Rey”, por cima del Altozano, me encontré con el “Rata”, y me convidó a beber en una calabaza. Entonces me confesó “buena cuenta había de tener Juaneque que a mí me cogieran porque la noche antes de yo haber pegado al ´Rey´, salimos de la casa de las Gasparas, habiendo antes dejado dormido a mi hermano, e íbamos a la casa de los Llanos a pegar a dicho ´Rey´, y porque oímos que había gente serrana en ella, nos volvimos”. Y que después por la mañana salió con su hermano con las cabras y luego se dirigió a pegarle a ver si salía de su casa, pero como no salía entró, porque a Juaneque ya no le vagaba. Juan Jara no tiene la culpa de nada. Manuel Serrano, 26 años, TESTIGO DE LA DEFENSA DE JUAN SERRANO DE CARLOS, JUANEQUE: Conozco de vista, trato y comunicación a todos, Juaneque Serrano, Juan Jara y Lorenzo García “Rata”. No soy ni amigo ni enemigo de ellos. Juaneque Serrano es una persona pacífica y no sé si tenía problemas con Josef Ruiz “Rey”. El verano pasado fui a apalear un poco de trigo en los Llanos y Juaneque convidó al “Rey” a vino de la bota que tenía. He oído que José García “Forata”, el criado de Juan Jara, no ha comulgado en Pascua por carecer de capacidad para ello y en Guisando se le tiene por bastante inocente y bruto. Desde mediados de diciembre no he visto a “Rata”, aunque días antes estuve varias veces con él y otros de ronda cantando por las calles de noche, después de la agresión al “Rey”. Una noche sobre las 10 en el Barrero, quedándonos los dos solos, me dijo que había pegado a Josef Ruiz y que tenían presos en Arenas a Juan Jara y a Juaneque Serrano acusados de haberle malmetido, lo que no era verdad, que lo hizo en venganza de su hermano. Antes había oído que José García echó las culpas a su amo Juan Jara y a Juaneque por disculpar a su hermano, que le querían meter en la cárcel. Después me enteré de que habían venido varios requerimientos de Arenas para la justicia de Guisando en busca de “Rata” para apresarle por haber dado unos golpes al “Rey”, aunque no lo encontraron incluso habiendo mirado en casas sospechosas donde se presumía se le podía abrigar. Creo que ya se había marchado del pueblo. Hace 4 años a Juaneque Serrano le llamó la justicia de Arenas para ver si reconocía 3 pieles de cabrito, de las que distinguió dos, que resulta se las había quitado un yerno de Josef Ruiz “Rey”, al que previamente le había regalado un chivo. El yerno le dijo a Juaneque “me has perdido”. Quedaron en que le pagaría las chivas de las pieles reconocidas. DECLARACIÓN de Gaspar Pérez, médico de la villa de Arenas, 40 años: El 19 de diciembre de 1807 fui por orden del juez a ver a Josef Ruiz “Rey” a las 11:30 de la mañana. Le hallé ya cadáver. A las 3 de la tarde volví por orden del juez a inspeccionar la herida en la cabeza sobre el hueso parietal, junto al hueso temporal del lado izquierdo. La herida era de 6 dedos, pero no parece ser que la muerte la haya causado absolutamente la lesión. Por la constitución y asma habitual de la víctima, llegó a ello por la intemperie friísima y efusión de sangre que le debilitó, y el retraso que hubo desde que recibió los golpes hasta haber sido socorrido, por haber más de media legua de distancia desde los Llanos a Arenas


ALEGATO de Antonio González, abogado defensor de Juan Jara: Mi defendido debe ser absuelto y reintegrado en costas, daños y perjuicios. Juan Jara en ningún momento amenazó a Josef Ruiz “Rey” por haber pegado en su huerta a su criado José García, al entrar sus cabras en ella, y nunca conminó a su hermano “Rata” a vengarse por ello. Antes del crimen no es cierto que Juaneque Serrano, Juan Jara y Lorenzo “Rata” estuviesen juntos, ya que Juan Jara no había llegado todavía de Guisando, donde había dormido esa noche en su casa. Si Lorenzo “Rata” después de la agresión se juntó con los dos cabreros, Juaneque y Juan Jara, no fue con el objeto de dar cuenta a sus cómplices, sino que era llevarse a su hermano para que los hijos del “Rey” no se vengasen. Juan Jara no accedió para que no se quedasen solas sus cabras. Además las pruebas son arbitrarias y no demuestran nada. ALEGATO de Antonio González, abogado defensor de Juan Jara: Mi defendido debe ser absuelto y reintegrado en costas, daños y perjuicios. Juan Jara en ningún momento amenazó a Josef Ruiz “Rey” por haber pegado en su huerta a su criado José García, al entrar sus cabras en ella, y nunca conminó a su hermano “Rata” a vengarse por ello. Antes del crimen no es cierto que Juaneque Serrano, Juan Jara y Lorenzo “Rata” estuviesen juntos, ya que Juan Jara no había llegado todavía de Guisando, donde había dormido esa noche en su casa. Si Lorenzo “Rata” después de la agresión se juntó con los dos cabreros, Juaneque y Juan Jara, no fue con el objeto de dar cuenta a sus cómplices, sino que era llevarse a su hermano para que los hijos del “Rey” no se vengasen. Juan Jara no accedió para que no se quedasen solas sus cabras. Además las pruebas son arbitrarias y no demuestran nada. ALEGATO de Alonso de la Peña y Peña, abogado defensor de Juan Serrano de Carlos, Juaneque: Pido la absolución de mi defendido y que se le indemnice con costas, daños y perjuicios. El día de los hechos, solo “Rata” fue el que dio los golpes y estaba solo. Juaneque Serrano no le ayudó ni guardó la espalda, porque estaba cuidando su ganado. En cuanto que la noche anterior Juaneque Serrano les dijo a José García y a su hermano “Rata” que había que dar unos palos al “Rey” porque le quitó 3 chivas es una calumnia de José García, criado de Juan Jara, al que hay que castigar. A su testimonio no se le puede dar crédito por su incapacidad, rusticidad y falta de cultura, para disminuir el exceso de su hermano. Lo del robo de las 3 chivas es falso, y no se puso en justicia y el ladrón fue otro. Si Lorenzo”Rata” después del crimen pasó por donde estaban los dos ganaderos Juaneque y Juan Jara y se jactó de lo hecho, la jactancia es propia de quien obra cobardemente, pega con alevosía y coge descuidado. Además si Lorenzo “Rata” se lo hubiera contado a más personas, esto no les hace partícipes del delito. Asimismo algunos testigos son menores de edad y dicen cosas que se supone que ha dicho “Rata”, que está fugado y en rebeldía. Y por último, según la declaración del médico, la muerte del Josef Ruiz “Rey” no se la produjo el golpe en la cabeza. VISTO PARA SENTENCIA (Retrasada porque en el mes de mayo salieron los hombres de estas villas para la defensa de Madrid, que tenía problemas con los franceses)


11 de abril del año de 1809. Real Chancillería de Valladolid. Lorenzo de Monasterio, gobernador y alcalde del crimen. SENTENCIA DEFINITIVA: Queda probado que Lorenzo García, vulgo “Rata” fue el autor de los golpes en la cabeza de Josef Ruiz de San Martín, apodado “Rey”, los cuales le produjeron su repentina muerte, o al menos fue consecuencia de acelerar su fallecimiento. Que Juan Serrano de Carlos, alias “Juaneque” y Juan Jara fueron cómplices, persuasores y sabedores de tales golpes y habiéndose probado que autorizaron y no estorbaron la fuga de dicho “Rata”. Declaro por probado que ninguno se ha sincerado, ni justificado en legítima forma de la culpa y cargos que les respectan, no adelantando otra cosa en sus solicitudes que cargar la culpa al compañero. Condenamos a Lorenzo García “Rata” a 10 años de presidio, cuando sea detenido. A Juan Serrano de Carlos “Juaneque” a pagar 30 ducados a la viuda de Josef Ruiz de San Martín “Rey”. A Juan Jara a la parte de sus costas, 75 reales, y que en adelante diga verdades. Y al alcalde de Guisando Agustín Retamal a 20 ducados para costear la detención del prófugo y desertor como consecuencia de no haber ejercitado bien sus funciones porque en virtud de las requisitorias de los tribunales, no facilitó la captura de Lorenzo García “Rata”, que por los mismos testigos del plenario se presentaba con frecuencia en su pueblo y término.

Fernando Palacios Fuente: pares.mcu.es Archivo Histórico Nacional. Junta Central Suprema Gobernativa del Reino Referencia: ES.28079.AHN/1.-2.18//ESTADO,20



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