The Clinic - Edición 386

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jueves 24 de marzo DE 2011 · AÑO 12· Nº 386

publicación semanal

$ 800 recargo aéreo $ 200

“PADRE NUESTRO... LÍBRANOS DEL MAL”

DIOS LOS PILLE

CONFESADOS Y LA JUSTICIA, TAMBIÉN!!

CENTRAL CASTILLA: EL GIGANTE TÉRMICO QUE AMENAZA A TOTORAL ENCUESTA A POLÍTICOS: ¿ES ERRÁZURIZ UN CRIMINAL? RICARDO ABUMOHOR: “JADUE ES UN PALO BLANCO DE YURASZECK Y ESTÉVEZ”


Patricio Flores no se rinde y declara luego del resultado de ADN:

“SI NO SOY HIJO DE DON FRANCISCO, PUEDE QUE SEA DE MARIO KREUTZBERGER” Bautizan limosina de Obama en honor a Sarita Vázquez

SERÍA IMPENETRABLE

Esteban Paredes se disculpa por dichos homofóbicos:

“A MÍ TAMBIÉN Rasca ME GUSTA METERLA BOTELLA DE ADENTRO” PISCO QUE ZALAQUETT LE REGALÓ A OBAMA ESTABA HASTA LA MITAD

“Es que pasé a donde unos amigos antes”, dijo el alcalde Karadima se confiesa con Juez en visita:

“ESTOY A FAVOR Michelle Obama DE QUE REABRAN EL CASO… Y A “¡ESTABA TODO EL CENTRO MÍ TAMBIÉN” CORTADO, POR LA CHUCHA!

Canciller no pudo despedirse de Obama por congestión vehicular:

Canciller Moreno lamenta no despedirse de Obama:

“NO ALCANCÉ A ENCARGARLE EL NUEVO I-PHONE, SERÁ PA’ LA OTRA” 2

sabía usted que: .. Los caballeros del Zodiaco almuerzan cuarto de libra.


Karadima quedó colgado:

“¡POR LA CRESTA, POR ESTAR VIENDO EL DISNEY ZALAQUETT CHANNEL ME PERDÍ TOLERANCIA CERO!” CONFUNDE LLAVES

Pasó la noche durmiendo en el choapino

Karadima malentendió mensaje papal:

“SORRY, ESCUCHÉ NO TENGÁIS MIEDO DE CHUPARLO A ÉL” Errázuriz responde a cuestionamientos hechos en Tolerancia Cero:

“CONTESTARÉ SI ME LLAMAN DE ALGÚN PROGRAMA QUE NO SE EXHIBA EN HORARIO DE PROTECCIÓN AL MENOR”

DE SU CASA CON LLAVES DE LA CIUDAD

"Estaba tan ansioso de poder entregarle las llaves y proclamarlo visita ilustre que pesqué las que estaban en el velador y me fui rajao´ al Sheraton, cuando lo tuve en frente y abro la cajita me di cuenta que eran las mias, a pesar de pasar toda la noche durmiendo fuera de la casa con frío estoy felíz." dijo el alcalde.

obama

Se filtran órdenes de Eduardo Gordon a carabineros para llegada de Obama:

“¡DÉJENLO CRUZAR CON ROJO!” Kike Morandé explica veto a Tony Esbelt:

“NO SE AJUSTA CON NUESTROS VALORES ASÍ QUE LO REEMPLAZAMOS CON UN CONCURSO DE REGETÓN EN PELOTAS” sabía usted que: ... El primer jardinero trabajó en el jardín del Edén.

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EDITORIAL

HAMILTON POR PATRICIO FERNÁNDEZ

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odos los últimos escándalos y delitos sexo-religiosos de los que hemos tenido noticia, han ocurrido en el peldaño más alto de la escala social. En los centros de reunión, formación y comunión del círculo conservador más poderoso de Chile. La imagen de Marcial Maciel, el prócer fundador de los Legionarios de Cristo, estaba en las casas y oficinas de varios magnates. Le habían, seguramente, donado cantidades importantes de dinero –Maciel era un pastor de ovejas de lana fina– a este personaje de película gore, un perfecto skinhead bajo una sotana, morfinómano y abusador de menores, dedicado a predicarles la pureza, la corrección, el pundonor y el derecho a condenar. ¡Qué ganas de que hubiera escrito un diario! Sade, Céline, qué malditos ni qué nada: lo suyo hubiera sido un vívido tratado sobre la perversión. Y algunos querían beatificarlo. A Karadima, según contó James Hamilton la noche del domingo, también lo juraban santo. Eliodoro Matte, filtran sus cercanos, le llamaba “el santito” en la intimidad del hogar. Había quienes grababan sus prédicas. Ante cuatro panelistas atónitos –especialmente Eicholz, que no hizo más que representar espontáneamente en el estudio la posición de los traumados– sacó afuera su verdad. No se le veía rabioso ni acalorado. Quien ahí estaba era un interlocutor válido para el resto de los contertulios, no una víctima con pelos de clavo balbuceando un ruego de justicia, sino un tipo con estudios, solvencia profesional, lenguaje hilado. Tenía, eso sí, por sobre todo, una cualidad que hace tiempo no aparecía en la televisión: naturalidad, transparencia, o como quiera llamársele. Sus palabras y gestos denotaban la ausencia total de un plan. Con esa templanza que sólo posee a cabalidad quien no pretende engañar, dio nombres, describió situaciones, se recriminó a sí mismo y manifestó comprensión por aquellos que habiéndole hecho daño con su actitud, en el fondo no eran sino réplicas de lo que él mismo habría podido ser si no hubiera abierto los ojos. Y convengamos que se demoró. Para algunos no es fácil despertar; existe un sueño cándido que, por terror a la naturaleza humana, es capaz de sobrevivir incluso a las evidencias con tal de no experimentar la desazón que la realidad conlleva. El padre Karadima, dijo Hamilton, “estaba todo el día preocupado de sus uñas”, y de controlar hasta los mínimos detalles. Yo creo que nadie dejó de estremecerse cuando, frente a las cámaras, el entrevistado

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trató al cardenal Errázuriz de criminal. No faltaron los que compararon la escena con el famoso dedo de Lagos. “Hay una gran cantidad de obispos y sacerdotes homosexuales, hipócritas y abusadores en la Iglesia”, declaró. Nada nuevo, sólo que aquí fue dicho distinto, con la autoridad de la víctima a quien el nuevo arzobispo de Santiago le acaba de pedir perdón, a cara descubierta, y cuando esa cara le resulta familiar al mismísimo clan que ha preferido mantener el secreto. Es innecesario aclarar que no se trata de la Iglesia entera. Yo conocí personalmente la de los curas poblacionales, la de la opción preferencial por los pobres, la enemiga acérrima de los abusos de poder, curas para quienes la moral no era un asunto pélvico, sino más bien referido al respeto de los unos por los otros, “como corresponde a hermanos hijos de un mismo Dios”, decían. Según ellos, ningún hombre merecía más devoción que su vecino. A esos sacerdotes, ya entonces les cargaba Karadima. Lo hallaban un facho de mierda, aunque generalmente lo dijeran de otro modo. No es difícil imaginar que la Iglesia, en este largo período de hermetismo interno que parece venir desde la Contrarreforma (o por ahí), le haya servido de refugio a quienes se sentían perseguidos por una culpa proveniente del mismo sitio en que buscaron asilo. Hasta hace poco, era insoportable ser homosexual en una familia católica de clase alta. No pocas “vocaciones” deben haber nacido de esa huída, ni pocas complicidades las originadas en la Iglesia en torno a esta “flaqueza”. Habría que ser muy ingenuo para descartarlo. El cardenal Errázuriz, para no seguir con las sospechas, deberá explicar por qué calló. Sólo una cosa más, y de otro orden. Hamilton habló de un modo que hace tiempo los políticos olvidaron: sin cálculo. Lo hizo –especulo– con la frescura y libertad de los que no acomodan los naipes en el juego antes de una partida, porque participan para divertirse (por seria que sea la competencia), probar suerte o entregarse al devenir. Como alguien que juega limpio, sin la obnubilación del premio. James Hamilton contó su caso, pero también puso en escena la voz de generaciones poco escuchadas, acostumbradas a decir lo que piensan en lugar de lo que deben pensar, sin posiciones que defender ni cargos que recuperar. Habló como si viviéramos en un país enteramente democrático, donde llamar a las cosas por su nombre no da miedo, ni existen mentiras más respetables que una verdad.

sabía usted que: … A los dementes, el tiempo no les dará la razón.


Foto: Alejandro Olivares

“De que había una investigación en mi contra lo supe recién el año 2009, en la casa del Cardenal, donde fui por otros motivos y me comentó esta situación, pero me dijo que no la creía”. Fernando Karadima al fiscal Armendáriz, 29 de junio del 2010.

sabía usted que... Los utensilios que no ocupa en el colegio se denominan inútiles escolares.

El legado de Errázuriz

Por P.V.

La frase de al lado se la dijo Karadima Fariña cuando recién partía la investigación de su escándalo al fiscal Xavier Armendáriz cuando la investigación de su escándalo recién empezaba. Hoy, esos encuentros y esos comentarios del antiguo arzobispo de Santiago están en la palestra. Y él -después que James Hamilton, uno de los querellantes en contra de Karadima, lo llamara “criminal” en televisión por su actitud en el caso-, en la picota. Precisamente esa actitud es la que tiene complicado a Errázuriz Ossa. Y no parece que sean nubes pasajeras. El tornado desatado en la parroquia de El Bosque ya tiene a Karadima Fariña “recluido” en un convento por resolución vaticana, y los dardos ahora van por el antiguo timonel de la Iglesia santiaguina. La decisión de la Corte Suprema de nombrar a la ministra en visita Jessica González recuerda demasiado a la que el mismo tribunal tomó en el 2003 cuando

designó a Gloria Ana Chevesich para que se hiciera cargo del escándalo del Mop Gate con dedicación exclusiva y todo el respaldo. El que la ministra -como Chevesich, también ex relatora de la Suprema- dijera que no descartaba citar a declarar a obispos y sacerdotes en su primer día a cargo de la investigación, prendió alarmas en la iglesia. Los obispos pueden pedir declarar por oficio; pero no hay careo que se haga por carta. Y en la cúpula de la iglesia chilena hay cinco obispos formados por Karadima sobre quienes hoy están los ojos puestos. Para empeorar las cosas, están las palabras de Errázuriz Ossa a La Segunda el lunes donde siguió defendiendo su proceder en el caso Karadima y minimizó el escándalo que empieza a desatarse entre las monjas ursulinas, el otro legado explosivo que le dejó a su sucesor, Ricardo Ezzati.

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Parlamentarios quedaron pa' adentro con declaraciones de James Hamilton

¿Es Errázuriz un criminal?

La visita de Obama hizo pasar algo piola las fuertes acusaciones que James Hamilton, uno de los querellantes del caso Karadima, hizo en contra de Francisco Javier Errázuriz, a quien trató de criminal. Le preguntamos a los parlamentarios si estaban de acuerdo con la crítica y esto fue lo que respondieron. Por Jorge Rojas

Ignacio Walker, senador y pdte. DC: “Uno entiende la irritación” “Uno entiende la irritación, la rabia acumulada de una persona que ha sido víctima, no sólo de abusos sexuales, sino que de un silenciamiento que es verdaderamente irritable. Ahora, de ahí a inculpar criminalmente a una persona obviamente que hay un trecho muy grande. Pero sin duda que este testimonio, con la valentía y el coraje que implica, ayuda a remecer a instituciones como la Iglesia y el Poder Judicial, que en estas materias han estado dormidas, que han guardado silencio y que han mostrado ineficiencia”.

Carlos Larraín, senador y presidente de RN: “No es un delito, es una lástima” “Efectivamente él y otras personas sufrieron terriblemente, pero ese sufrimiento no se alivia dejando mal a terceros, especialmente al ex arzobispo de Santiago, porque ciertamente no tiene nada que ver en el episodio. Quizás la lentitud tenga que ver con que tenían que reunir toda la información. De todos los cargos, el que me parece más plausible es el que el arzobispo de Santiago no haya querido recibirlos. Eso me parece más mal, pero ciertamente no es un delito, es una lástima. Monseñor Ezzati ya subsanó eso recibiendo a este trío de personas. Esto no era una tapadera, monseñor Errázuriz no estaba tapando nada. Él (Hamilton) ha sugerido una suerte de complicidad y encubrimiento, pero no, esto no es encubrimiento. Es el sigilo propio de un proceso difícil.

Jorge Pizarro, senador DC: “Se pecó por omisión” “Son declaraciones fuertes y duras, pero que reflejan la verdad respecto a que la Iglesia no adoptó las medidas oportunas ni eficientes para impedir ese tipo de abuso y a la larga lamentablemente cayó en la costum-

bre de esconder y tapar este tipo de delitos. A veces uno peca por acción o por omisión y en este caso me da la impresión de que se pecó por omisión. Él (Errázuriz) podría haber sido más proactivo en tratar de esclarecer este tipo de situaciones de abusos por al-

Juan Carlos Cruz, querellante: “Errázuriz sabía de las denuncias desde 2003” “Apoyo a James en lo que él dijo. Cada uno tiene su estilo para decir las mismas cosas. Cada uno ha vivido cosas tan fuertes y tan similares y a veces tan distintas a la vez, pero abuso es abuso, sufrimiento es sufrimiento y verdad es verdad. El cardenal Errázuriz sabía de las denuncias de abuso desde el 2003 y no hizo nada. Nos trató pésimo. Entonces, quizás cuánta gente hay que se podría haber salvado si él hubiese hecho algo. Él es uno de los responsables y espero que la justicia llame a declarar a todos los que han tenido participación directa o indirecta en este caso, y él es parte importante. No sé qué pasaba por su mente, pero me parece inconcebible unas omisiones tan graves. Cuando se trata de abusos las cosas no pueden esperar. La Iglesia es una institución donde se tienen que ayudar entre ellos y Ezatti no va a dejar solo a su ex jefe. Pero confío en que él va a hacer algo, como lo prometió. Las cosas están muy recientes y hay que darle tiempo para que haga lo que tiene que hacer. En este caso tiene que haber una red de protección de todo tipo y espero que se investigue a fondo, sean eclesiásticos o civiles. Ahora, hay mucha gente que apoyó a Karadima sin saber. Hay gente que creía en este señor, porque es experto en inventar historias. Ellos también son víctimas inocentes”.

guien que era lamentablemente muy poderoso dentro del ala conservadora de la Iglesia. No creo que el concepto criminal sea el más feliz, pero yo entendí que el crimen del cardenal era no haber actuado oportuna y eficazmente para terminar con ese tipo de abusos”.

Patricio Melero, diputado UDI y pdte Cámara: “La Iglesia demoró en reaccionar” “Es la expresión de una persona que sufrió mucho por la agresión y por lo mucho que le costó que su testimonio fuera debidamente escuchado para que se diera curso a las investigaciones que hoy hemos conocido. Las responsabilidades las dejo en el mérito de las investigaciones y sólo él (Errázuriz) conoce los testimonios. En este tema, la Iglesia, más allá de los casos que hemos conocido en Chile, demoró en reaccionar. Pero a partir de los casos del cura Maciel se estableció un procedimiento mucho más claro y se estableció un cambio de mano para mejor”.

Pepe Auth, diputado del PPD: “Tiene responsabilidad por omisión” “Respeto y admiro la valentía de Hamilton. No creo que (Errázuriz) sea criminal, pero tiene una responsabilidad institucional y tiene responsabilidad en la omisión y en no haber jugado a fondo la investigación. Pero no sólo en este caso. Él era jefe de la Iglesia y prefirió pasar por alto y esconder debajo de la mesa estas cuestiones, pensando en que alejando a las personas, éstas iban a caer finalmente en el olvido”.

Fulvio Rossi, senador PS: “Hacen falta personas como Hamilton” “Las declaraciones fueron brillantes. La jerarquía de Iglesia no colaboró con la justicia y hay evidencias de que ocultó información. Hacen falta en Chile personas como James Hamilton que dicen las cosas por su nombre y mandan todo a la mierda”.

A Errázuriz le faltó humildad

E

studié en el Colegio San Ignacio Alonso de Ovalle y hoy curso pedagogía en la Universidad Alberto Hurtado. Tengo 20 años y soy parte de la Iglesia Católica como tantos otros. No puedo decir que la Iglesia de Karadima no es la Iglesia de un ignaciano, es la misma. Sin embargo, mis referentes son los sacerdotes de las poblaciones. Son el Padre Hurtado, André Jarlan que murió baleado en los ochenta, Esteban Gumucio que entregó su vida por los pobladores de San Gregorio. Es la Iglesia “ciudadana” la que me entusiasma y es, por eso, que he sufrido mucho con el caso Karadima; un sacerdote que conocí hace dos años cuando asistí- sin imaginar nada de lo que hoy sabemos- a escuchar una de sus prédicas. Entonces recuerdo el énfasis que hizo en la oración, al castigo que recibiríamos si no rezábamos: según él nos iríamos al infierno. Recuerdo que con mi polola nos miramos extrañados. Porque nuestra espiritualidad jesuita nos dice todo lo contrario. Nos muestra un padre que nos quiere, que nos

perdona, que nos alienta. Pero el padre que mostraba Karadima era muy castigador, nada cercano al que nosotros conocíamos. Como católico comprendo el dolor de las víctimas y creo que esta es una oportunidad para que como Iglesia reflexionemos y tratemos de construir una Iglesia más cercana a la que Cristo quería. Si bien él tuvo mucho poder siempre nos invitó a estar con los excluidos, a ir donde nadie va y Karadima, claramente, es la antípoda de todo eso. Sobre los dichos de James Hamilton no me voy a referir. Sin embargo, quiero decir algo sobre la respuesta que le dio el Cardenal Errazúriz. Él dijo “no es criminal el que sabe buscar la verdad con ponderación y serenidad”. Poniendo de ejemplo a san Pablo yo creo que un pastor lo primero que hace es recibir lo que las ovejas dicen, sienten y luego reflexiona “¿esto podrá ser de Cristo?”. En una posición así no corresponde decir “no tengo la culpa, no soy criminal, no cometí pecado, no cometí error”. Exculparse, a la luz de los hechos, parece soberbio. Yo me preguntó cuál fue el pensamiento de Monseñor Errázuriz

Por Jaime Álvarez *

luego de todo esto; en cuanto a la lentitud del caso, en cuanto a las dinámicas de poder que habían. Creo, humildemente, que él debió haberse hecho un cuestionamiento más exhaustivo a la labor que realizó en la investigación y respecto al rol que jugó como Arzobispo de Santiago. Ahora bien, la palabra “criminal” es fuerte, pero entiendo que una víctima ocupe esa palabra porque está muy dolido. Pero Monseñor Ezzatti, que investigó a los Legionarios de Cristo, hizo algo que a mi juicio es lo que debe hacer un verdadero pastor: le pidió perdón a las víctimas. Porque hubo demoras, cosas poco claras y él como pastor de la Iglesia de Santiago de Chile les pidió perdón. Y minimizarse es un acto muy propio de la figura de Cristo. Eso le faltó a Errazúriz: ser más humilde y acercarse a la gente. Me parece, como católico, que él debiera hacer ese gesto. Delegado Nacional de Secundarios Consejo Nacional CVX - Chile sabía usted que: … Para los sordos no hay palabra que valga.


La farra L

o del lunes en la noche fue un exceso. Un error. Puesto el gobierno chileno frente al hombre que descubrió la forma de reencantar la política norteamericana a base de gestos, simbolismos y discursos, optó por el show: Los Jaivas, cuecas, los dos presidentes parados allí y las primeras damas -una más que otra- sin saber mucho qué hacer; la fiesta, las challas y un discurso que ni Somoza hubiera dado. Todo esto en La Moneda. Sebastián Piñera podría haber empapelado La Moneda con pancartas de su Nueva Derecha y nadie lo hubiera mirado feo allí, en el mejor escenario que podría haber tenido nunca: al lado del presidente más popular que ha tenido EE.UU. en años. Una oportunidad en bandeja. Pero Piñera, por celebrar, se perdió el que podría haber sido el discurso de su vida

sabía usted que... La sirenita nació de la concha de su madre.

Por P.V.

–y frente a un hombre que ha construido parte de su carrera mandándose discursos cada cual más poderoso, cada cual más citado, más revelador y hasta un poco mesiánico-. La oportunidad hace al político. Y Piñera el lunes lo tuvo todo: las llaves del Palacio; los ex presidentes de la Concertación; la derecha opositora amordazada por ese sentimiento de republicanos exiliados que tienen algunos Udis y RNs. Y la prensa. Pudo haberle dado lo que los entendidos llaman 'un relato' a su mandato. Allí, usando el capital histórico/político que veinte años de Concertación construyeron: La Moneda recuperada por la democracia y esa democracia -¡si hasta se olvidó que él mismo citaba a Aylwin hasta el cansancio hace un año!- proyectándose al resto del continente el mismo día que el Barak Obama había decidido hablar desde Santiago al resto de

América Latina. Pero no. Piñera es Piñera, antes que todo y después de todo y lo suyo fueron guitarras eléctricas y poco pudor. Faltó el puro indio pícaro. ¿Qué se farreó el gobierno? Todo. ¿No le preguntó nunca Obama a Piñera si en ese mismo patio hace 37 años no se estaban agarrando a balazos y misiles los chilenos? ¿No se lo dijo el Presidente para después explayarse con cómo han cambiado los tiempos, cómo el consenso y la unidad y etcétera? ¿No hay en esas paredes reconstruidas 'un relato'? No: apenas una foto al lado de Obama, que hablaba solo. Dicen que cerca de la medianoche Obama comentó que en Washington las actividades más extremas terminaban a las nueve de la noche. No sé si será cierto pero se nota que aprovecha su tiempo.

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DE Errázuriz Status

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Panchito Errázuriz es el único miembro del grupo: “A que encuentro 1000 personas que creen que Karadima es inocente”

Inodoro Matte acaba de bajar la aplicación “Házte el hueón” y cree que Panchito Errázuriz también debería bajarla

Inodoro Matte acaba de bloquear como amigo a Panchito Errázuriz y Karadima

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sabía usted que: … El trabajo de un buen zapatero deja huellas.


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Obama y los sueños de mi padre

Por Pedro Cayuqueo

o reconozco. Me simpatiza Barack Obama. Aclaro que la persona, no el “Air Force One”. La primera vez que supe de él fue charlando con Susan S. Harjo, destacada activista indígena y periodista radial norteamericana, miembro de la Nación Cheyenne, a quien entrevisté largamente en Filadelfia. Corrían los primeros meses del año 2008 y el por entonces senador por Illinois arrasaba con Hillary Clinton en las primarias demócratas. Y Susan, para mi sorpresa, no ocultaba su satisfacción. “Obama, por su historia, se asocia a sí mismo con la lucha de los nativo americanos en Estados Unidos y propone seguir avanzando en este sentido. Eso las naciones indígenas lo vemos con buenos ojos. Es posible que muchas de sus propuestas prosperen. Esa es mi esperanza”, me señalaba. No niego que su entusiasmo me pareció en aquellos días un ingenuo acto de fe. Y es que lejos de encabezar los sondeos de intención de voto, la opción presidencial de Obama no parecía entonces calentar a tantos. Mucho menos en plena “guerra contra el terrorismo”, teniendo como oponente a un ultra condecorado héroe de Vietnam y llamándose “Barack Hussein Obama” y no precisamente “John Sidney McCain”. Pero contra todos los pronósticos, resulta que ganó. “El milagro lo hizo su historia y lo que esta representa para el pueblo norteamericano”, me señaló una emocionada Susan días después de los comicios. Fue entonces cuando sentí que algo demasiado importante se me estaba simplemente escapando. “Su historia”. Aquellas palabras de Susan rondaron en mi cabeza por un buen tiempo. Solo tras leer “La Audacia de la Espe-

ranza”, “Los Sueños de mi Padre” y, más recientemente, la magnífica biografía sobre Obama del director de The New Yorker, David Remnick (“El Puente”), pude comprender a cabalidad su entusiasmo, el mismo que compartía con numerosos líderes nativos del país del norte. Y, hasta cierto punto, comprendí la fascinación que ejerce su persona sobre todos quienes han transitado el camino, complejo y contradictorio, del colonialismo, la autoafirmación racial y la búsqueda de una identidad. Comprendí, más allá de las caricaturas con que cierto sector de la izquierda gusta demonizar a los primeros mandatarios estadounidenses, que la figura de Obama sintetizaba, ante todo, una historia de lucha colectiva. Ya sea del pueblo afroamericano por sus derechos civiles, de los nativo americanos por el respeto de sus tratados históricos o bien aquella de los sin papeles por el derecho a no ser devueltos a patadas al sur del río Bravo. Desde Martín Luther King a Malcom X. Desde Leonard Peltier al salvadoreño Francisco Rivera. Todo ello y más representaba Obama para Susan. Claramente no se trataba de un candidato demócrata más. Como pocos, Obama sintetizaba en su figura todo un capítulo de la historia reciente de los Estados Unidos. Reconozco que por entonces no pude verlo. Porfiar en ello no sería otra cosa que estar ciego. ¿Entenderá la elite chilena, aquella que repletó los salones de La Moneda hace unos días para agasajarlo, de qué diablos les estoy hablando? Tengo mis dudas. Si lo supieran, sospecho más de alguno se sonrojaría. O cuando menos daría media vuelta y si te he visto alguna vez, negrito, no me acuerdo. Y es que más allá de su investidura presidencial -polémica, es

Obama es un símbolo de superación de las odiosas barreras raciales. ¿Qué podrá entender de ello en Chile un Hinzpeter, un Luksic, un Pérez Yoma, un Chadwick, un Eyzaguirre, inclusive una progresista Carolina Tohá? A estas alturas, sospecho que poco y nada.

OBAMA TORPE Y PINTAMONO

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e fue Obama y confirmé plenamente mis impresiones, es un pinta mono, un fulano allegado al poder de la noche a la mañana, un esnob de Harvard, y le detecté la maña personalmente en La Moneda, el tipo es un arribista en forma, engolosinado con la marca registrada. Yo podría estar hablando encaprichado y veleidoso, pero la propia Michelle Obama me da razón, ella es la que tiene buen porte, buena estampa, en una salida equivocada por los balcones interiores de La Moneda la observé altiva, briosa, elegante, simpática, haciéndose cargo de los piropos de los periodistas, evidentemente hay un problema de casting en este minuto la Michelle debería ser la Presidente de los EE.UU. de América, secundada por Condolezza Rice, dos negrazas fenomenales, tan estupendas como la Diana Ross de Las Supremas, pero Obama es pálido, inofensivo, marquetero, fome, lamentable y no es una cuestión de imagen: el gallo no es un intelectual de fuste, podría haber aprovechado la ocasión para mandarse las partes como “radical” y haber hecho memoria sentida

del doctor Allende, salió con una frase lamentable (en cierto sentido afortunada) pero no matizada, frente a la pregunta -la única que pudo formular la prensa nacional-, salió con la chiva de que no podíamos quedar atrapados por la historia, mientras simultáneamente aludía a la fallida Alianza para el Progreso, como sabemos una estrategia yanqui para reprimir a los movimientos libertarios latinoamericanos, el torpe de Obama debería estar en Tokio o en Trípoli; más encima el loco no pidió que lo llevaran al local The Clinic parodiando al flaco Clinton en eso de la fuente de soda, podría haber pedido en el querido local un terremoto y haberle dicho a nuestro Presi: "Oye, Tatán, te caché, me querís comer la color". Obama podría haberse salido de protocolo, haber gritado en el Centro Cultural de La Moneda: "No soy el Tío Sam, no soy el tío Tom, soy uno de esos muchachos idealistas que venía en los Cuerpos de Paz a las poblaciones de Lo Hermida, la José María Caro, quiero volver a darles una mano", pero claro, Obama es un plebeyo como las tristes, ahora en el glamour del imperialismo norteameri-

sabía usted que... El tratamiento contra el SIDA se paga con un cheque al portador.

cierto, pero no olvidemos que carga tras de si los destinos de todo un imperio-, quien visitó Chile a comienzos de semana es para millones de personas en el mundo un verdadero símbolo. Un símbolo de libertad y de reencuentro. Un símbolo de superación de las odiosas barreras raciales, si bien aun existentes en muchas partes de Estados Unidos, cada día menos promovidas y mucho menos aceptadas. ¿Qué podrá entender de ello en Chile un Hinzpeter, un Luksic, un Pérez Yoma, un Chadwick, un Eyzaguirre, inclusive una progresista Carolina Tohá? A estas alturas, sospecho que poco y nada. Tan solo días antes de la visita de Obama, un migrante ecuatoriano de raza negra que cruzó con luz roja la Alameda fue detenido violentamente por Carabineros. Videos de transeúntes denunciaron indignados un actuar policial a todas luces racista y cavernario. Del selecto listado anterior, ninguno dijo ni pío. El pasado martes, cuatro dirigentes mapuche fueron condenados por un tribunal sureño a más de 20 años de prisión. Así como lo lee: 20 años y de un plumazo. No asesinaron a nadie, tampoco abusaron sexualmente de ningún seminarista, pero -Ley Antiterrorista de por medio- la condena fue secarse con sus huesos en la cárcel. Si alguien no ve racismo en la sentencia, le recomiendo vaya al oculista. Y luego, por favor, léase de pasadita alguno de los libros sobre Obama. Tal vez por fin, en una de esas, quién sabe, comencemos entre todos a entendernos.

POR BRUNO VIDAL

cano, ensimismado en la mezquindad del esnob, no se pregunta: "¿Dónde están los curanderos que pudieran ayudarnos a recuperar el significado de la

derrota? Negro de pacotilla, no tienes la percha de Jimmy Hendrix, el diablo te está pisando los talones en las profundas entrañas de Harlem.

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sabía usted que: … Cleopatra se mantenía flaca porque seguía la pirámide alimenticia.


Ricardo Abumohor, presidente de O'Higgins y ex mandamás de la ANFP:

“Jadue es un palo blanco de Yuraszeck y Estévez” Hace tiempo que estaba quitado de bulla pero acaba de volver al ruedo de la polémica tras un fuerte intercambio de palabras con José Yuraszeck, accionista mayoritario de Azul Azul. Ambos se trataron de gángsters y fueron el comidillo de la última sesión del consejo de presidentes. Una pelea de pesos pesados que resucitó al ex timonel del fútbol chileno. Por Claudio Pizarro • FOTO: ALEJANDRO OLIVARES

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omencemos con una adivinanza: ¿quién dijo: “nosotros no andamos buscando cargos, queremos trabajar para que las cosas mejoren”?

Cualquiera, están todos capacitados para decir eso. Lo dijo Yuraszeck, le suena…

Yo no tengo nada personal con nadie. Pero lo que no voy a aceptar es que a estas alturas de mi vida, o en la trayectoria que ha tenido mi familia en seis generaciones, venga cualquiera a tratarnos de gángsters. Eso no lo voy a aceptar. Por eso le respondió, a propósito del Caso Chispas, que él conocía mejor que nadie esas maniobras…

Es un tema puntual. No quiero revivir la polémica, quise dejar las cosas en su lugar, nomás. No tengo nada contra Yuraszeck. Podremos intercambiar ideas, pero nunca voy a estar de acuerdo en imponer la fuerza sobre el argumento. Lo dice a propósito de la última elección, donde no se podía votar en contra, sólo aprobar o abstenerse…

Esa es la apreciación de ellos. Yo no la comparto para nada. Si hay una terna, hay una terna. No tienes por qué aprovecharte de apreciaciones. Los reglamentos son para interpretarlos con justicia, no aprovechándote de las circunstancias. Para mí, interpretaron erróneamente los estatutos porque las mayorías siempre tienen que imponerse. Pero si no se imponen, como se vio, ¿no le parece que la ANFP termina teniendo un manejo dictatorial...?

Creo que hay personas que se han incorporado que ven esta cuestión como un feudo personal. Pero el fútbol es otra cosa. No podemos dejar de pensar, en ningún minuto, que esta actividad tiene una incidencia importante para el país. Por eso pidió al “oficialismo” que propusiera siete nombres transparentes…

Es que en cualquier actividad necesitas credibilidad, confianza y transparencia. Por eso llegamos a decirles que “sólo queríamos siete personas intachables en su currículum”, que nadie tenga que salir a negociar. Porque al que va a invertir en esta cuestión, hay que darle confianza. ¿Jadue no le da confianza?

Cuando tú requieres contratar a alguien le pides un currículum, los ves y dices me voy por este lado. Porque hoy día la competencia es de la puta madre. Antes, 20 años atrás, para poder entrar a trabajar en un banco con el título de contador podías llegar a la presidencia. Hoy, si no tienes un postgrado difícilmente vas a entrar a trabajar a un banco. ¿Y en el fútbol?

Da lo mismo…

Lo emocional

¿Qué le pareció el regreso con elástico de Jorge Segovia?

Malo, no por Jorge Segovia, sino por las circunstancias. Cuando una persona

la campaña, me refiero a Yuraszeck o Estévez?

Es que son los que verdaderamente manejan todo este cuento. Jadue es un palo blanco de ellos. Te voy a contar algo, la otra vez fui al consejo para ver qué chucha pasaba porque no concebía que no se pudieran poner de acuerdo. Me acuerdo que estuve conversando con un paisano, buena onda, y le di mi apreciación. Me encontró toda la razón pero el huevón terminó votando en contra. ¿Cómo lo encontrai? Me adhiero a la teoría de Salas…

Claro, están todos alineados. Esta cuestión funciona con anteojeras, no prevalecen los argumentos. Yo, para serte franco, no tengo aspiraciones de nada en el

"Con Azkargorta nos tomamos un whisky y le pregunté: "¿Estás preparado para resistir la presión que viene?" y dijo que le había mandado a poner vidrios polarizados a su auto. Me dije “aquí cagamos”. quiere hacerse cargo del fútbol chileno y se le ocurre ir al estadio cuando juega la selección y lo putean 45 mil personas y, a través de twitter tiene un 80 por ciento de rechazo, no puede asumir esa responsabilidad. ¿A lo mejor le gusta el poder, tanto como a Jadue?

No sé, Jadue tiene que salir por una puerta lateral para que no lo putee la misma gente que él representa. Si yo tuviera el apoyo del 50% del consejo de presidentes y quiero esta actividad, no me meto en esto. ¿Por eso es partidario de su salida?

Es que no hay otra alternativa, pero por favor, es que le podí colocar a Barack Obama al lado pero, estando él en la presidencia, ¿cuál es la imagen? Por eso es legítimo que la gente se pregunte: ¿Por qué lo defienden tanto? ¿Quizá deberían asumir los generalísimos de

sabía usted que... En el vaticano y en las cazuelas se encuentran papas calientes.

fútbol, no pretendo nada, soy un agradecido del fútbol. Para mí el fútbol fue… ¿Por qué habla en pasado?

Porque si dios llegara a la tierra y me dijera que me da la oportunidad de vivir lo mismo, desde el principio al final, yo le diría “sabe qué, déjeme partir el 93, cuando tomé la Federación de Fútbol”. Fue la época mas intensa de mi vida… ¿En serio?, pensé que le había traído puros problemas…

Fue hermoso en lo emocional, en lo sensible. Te voy a contar una anécdota. Cuénteme…

¿Sabí por qué nos fue bien cuando fuimos al mundial de Francia? Porque estaba Zamorano y Salas…

No, por la gente. Me acuerdo que había mucha frustración en el ambiente por el tema del Cóndor Rojas. Al principio trajimos a Azkargorta pero no me dio resultados. Cuando uno vive el fút-

bol y lo siente de adentro, tení que actuar con intuición. Si dejaba a Azkargorta estábamos cagados. Menos mal que no lo dejó…

Mira, aunque no teníamos malos números, el partido contra Venezuela fue una huevá, así que fui a hablar con él a su casa, en Santa María de Manquehue. Nos tomamos un whisky y le pregunté: ¿Estás preparado para resistir la presión que viene? y me dijo que le había mandado a poner vidrios polarizados a su auto. Cuando me dijo esa huevá dije “aquí cagamos”. Lógico…

Después traje al pelao Acosta. Me acuerdo de un partido con Ecuador en el nacional. Había 75 mil huevones en el estadio. Llovía de una manera. Íbamos ganando uno a cero y, quince minutos antes de que terminara el partido, nos empata Aguinaga. Normalmente en esas ocasiones empiezan las pifias. Pero, ¿sabí lo que pasó? No…

El estadio se levantó cantando la canción nacional como diciéndole a los jugadores “esta huevá la ganamos igual”. Para dónde va, don Ricardo…

Que estos huevones que están ahora en la directiva no me van a decir a mí que el fútbol es una huevá empresarial. ¡Es algo emocional! ¿Me entendí? Esa es la diferencia. ¿Cree que esta directiva ha jugado con el sentimiento de la gente?

Es que ha habido un cambio muy grande. Antes vivíamos quebrados, todo lo que quieras, pero había un tema eminentemente deportivo y social, pero hoy día además es un tema económico. Pero usted fue partidario de las sociedades anónimas deportivas…

Sí, bajo mi presidencia se presentó el primer proyecto de ley con Sebastián Piñera que después fue modificado. No podía ser que una persona llegara a un club, estuviera un año, lo dejaba en bancarrota y después se iba. La Chile y Colo Colo quebraron con 30 millones de dólares y no hay culpables, y cuando a ti te protestan un cheque de 100 lucas, te ponen en Dicom y te cagan la vida. Yo sentía que aquí tenía que haber un barco con derechos y responsabilidades. Y lo sigo creyendo. 11


Central Castilla: el gigante térmico que amenaza a Totoral Totoral está dividido desde que los Domínguez, una emblemática familia del pueblo, llegó a un acuerdo con Eike Batista, el multimillonario brasileño que pretende instalar en la zona el complejo termoeléctrico más grande de Latinoamérica. Sepa como un pueblo perdido, ubicado en pleno desierto de Atacama, terminó como epicentro del debate energético que se viene.

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esde hace varios meses, Hilda Morales no se aparece por Totoral, un pueblo que está a 120 kilómetros de Copiapó. Afuera de la Junta de Vecinos hay un cartel donde la tratan de “traidora” y su nombre encabeza una lista de vecinos que han adherido a la instalación de la Central Castilla, el complejo termoléctrico más grande que se pretende instalar en Latinoamérica. Hilda ahora se la pasa en Caleta Pajonales, a 22 kilómetros de Totoral, junto a su esposo, un pescador. Apenas tiene ánimo para defenderse. -No vale la pena irse en mala con ellos. Lo único que quiero es sacarle provecho a la empresa Castilla para mi Totoral. La empresa dice que vienen con alta tecnología y que estarán chequeando todo, mes a mes, entonces, por qué no habría que creerles -asegura. Jaime, uno de sus hermanos, la apoya: “Es lo mejor que hicieron. Acá la gente que alega, lo hace de ociosa, son puros

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Por Macarena Gallo • Fotos: Alejandro Olivares flojos que no le trabajan un peso a nadie”. En Totoral los ánimos están calientes por culpa de Castilla. Las divisiones, incluso, han tocado a las familias más emblemáticas del pueblo: los Araya y los Morales. La pelea entre los clanes, asentados en la localidad hace siglos, son una prueba de cómo la eventual instalación de la Termoléctrica, filial de la transnacional MPX, propiedad del multimillonario brasileño Eike Batista, ha trastocado la vida de un pueblo de no más de 80 habitantes, cuyas fuentes laborales están en la ganadería, la pesca, la fabricación de aceite de oliva y la artesanía en totora. Los Morales se plegaron a favor de la planta por las promesas de los brasileños, que vienen a llenar el amplio vacío que deja el Estado. -Nos han ofrecido luz eléctrica, mejorar las casas, el agua potable, una ambulancia, una antena de celular, arreglar el cementerio y un minibús para movilizar a la gente a Copiapó o a Caldera -enumera Hilda.

Para los Araya, en cambio, ningún beneficio suplirá el impacto ambiental que la empresa dejará en la zona. -Ellos dicen que no van a contaminar, pero el depósito de ceniza que van a instalar, a ocho kilómetros de Totoral, nos llegará directamente a nosotros por el viento -cuenta Amanda Araya, una de las matriarcas del clan opositor. Opinión que comparte Lucio Cuenca, director ejecutivo del Observatorio de Conflictos Ambientales (OLCA), que asegura que “la composición química de las cenizas se transfiere al suelo, contaminando el agua y la vegetación, situación que afectaría directamente a la comunidad agrícola de Totoral”. Nidia Araya, prima de Amanda, acusa que los representantes de la empresa MPX engatusaron a todo el pueblo. -Han ofrecido todo tipo de lujos pero, el daño psicológico, no tiene precio. Todos sentimos una rabia e impotencia porque nos han pasado a llevar. Hay una tensión muy grande -cuenta.

La tensión a la que se refiere Nidia tiene por denominador común la plata. “El pueblo era uno sólo. Ahora andamos histéricos por las peleas con la gente. Es el poder del dinero”, agrega Nidia.

EL FANTASMA DE BATISTA Hilda Morales cree haber visto una vez a Eike Batista en la playa de Pajonales. Fue el año pasado: lo vio bajarse de un helicóptero y caminar con una chupalla grande, “con aires de ricachón”. La mujer lo encontró muy guapo, pero no tanto como Amaro Gómez-Pablos, quien visitó hace unas semanas la caleta y a quien siguió para todos lados con tal de sacarse una foto con él. A Batista, en cambio, Hilda sólo lo observó de lejos. Si es que era él. -No me quise acercar porque me dio cosa. Además, estaba hablando con los niños pescadores. Pero me pareció que era una persona buena, como cualquier turista que comparte con la gente -agrega. José Tabalí, su esposo, la interrumpe de

sabía usted que: … El espacio entre Miguel Piñera y Barack Obama se llama Entre Negros.


inmediato: “Estás loca, el que viste no era el señor Batista; era el gerente de la empresa”. Los mitos en torno a Batista, el multimillonario brasileño y segundo hombre más rico de América Latina, abundan en Totoral. Para algunos, Batista es alto y rubio; para otros, de estatura media y moreno. El millonario se ha convertido en una especie de leyenda. Pero, en verdad, su presencia es menos fantasmal de lo que parece. A fines de los noventa, Eike Batista -que comenzó su imperio económico vendiendo diamantes en Brasil-, decidió comprar la Hacienda Castilla, un predio de 240 mil hectáreas. La propiedad es la más grande vendida a un privado después de Douglas Tompkins. Batista pretendía construir un complejo turístico junto a sus socios Roberto Hagemann y Jozsef Ambrus e inició incluso el proceso de aprobación ambiental. Pero, hacia el 2008, ante la creciente demanda energética de la minería del Norte Chico, cambió de planes y compró dos yacimientos carboníferos en Colombia para abastecer a las cuatro centrales térmicas que posee en Río Grande do Sul y en Porto do Acu. Las reservas de carbón eran tan grandes que no dudó en utilizar el mismo recurso para alimentar el megaproyecto que comenzaba a fraguar en Chile: 6 centrales termoeléctricas con una inversión estimada en 4.400 millones de dólares, con una generación de 2.354 MW que, se estima, aumentará 5 veces las emisiones de CO2 en la región. Para Cuenca, el director OLCA, los alcances medioambientales de la aprobación del proyecto, visado unánimemente por la Comisión de Impacto Ambiental el pasado 25 de febrero, son nefastos. -Se pueden mitigar el dióxido de azufre o los óxidos de nitrógeno, pero no puedes eliminarlos completamente. Ni siquiera usando los mejores carbones que existen, como piensa traer esta empresa desde Colombia- argumenta. El proyecto de Batista tuvo dificultades desde un comienzo: La familia más influyente de la zona, liderada por el arquitecto Gonzalo Domínguez, fue la principal opositora. Durante 18 años, el patriarca del clan lidió una batalla con el brasileño para recuperar las escrituras de dominio de una propiedad que le había entregado, a cambio de la construcción de una casa, el empresario algodonero César Sumar. Roberto Hageman, en ese entonces representante de Batista en Chile, aseguró a la prensa que llegó a un acuerdo con Domínguez que incluía la cesión de 140

hectáreas y cuya única condición estipulaba que el arquitecto no se opusiera a “ningún proyecto que fuéramos a desarrollar, que debía otorgarnos servidumbre de paso y que no podía darle uso comercial a su terreno”. Domínguez desconoció el pacto y le metió un juicio a Eike. Desde entonces el arquitecto se transformó en el principal escollo de Batista, al punto de fundar, junto a su familia, la ONG “Atacama sin Carbón”. Fue el comienzo de la división del pueblo de Totoral.

LOS DOMÍNGUEZ Amanda Araya conoce al clan Domínguez hace más de 20 años. De hecho, asegura, una de las nueras del patriarca, le enseñó a ella y sus vecinas artesanía en greda que todavía lucen en las paredes de sus casas. -Éramos como uña y mugre -recuerda. Pero ese lazo, nacido de las buenas intenciones, se quebró el 14 de febrero cuanto se enteró que la familia Domínguez había llegado a un acuerdo “marco” con MPX. Se sintió traicionada. Pocas semanas antes, Gonzalo Domínguez, en una asamblea, le había jurado “que iban a luchar hasta el final y que no se iban a vender jamás”. -Con esto queda claro que lo que los movía a ellos, como familia, era el dinero -se lamenta. Las especulaciones, desde entonces, se han multiplicado. A través de la prensa muchos totoralinos se han enterado que los Domínguez pedían un terreno de 100 hectáreas, vecino al suyo, y el pago incurrido en gastos de abogados, que sobrepasaría el millón de dólares, pero que, luego de la negociación, sólo habrían logrado un parque de conservación en Caleta del Medio, a un costado de su terreno, cuya administración estaría a cargo de la familia; MPX, en esta versión, se comprometería aportar US$500 mil, en una primera instancia, y otros US$9.5 millones al finalizar el proyecto. Pero Elisa Domínguez, hija del patriarca del clan, asegura que el acuerdo con la empresa “no ha significado ni un peso para la familia”. -Ellos piensan que esa plata va directamente a nuestro bolsillo, cosa que no es así, porque la fundación va a estar constituida por un miembro de MPX, un representante de nuestra familia y un tercero, que puede ser de la comunidad de Totoral -asegura. Platas más, platas menos, la gente de Totoral se siente traicionada. Ahora el pueblo está dividido y culpa a los Do-

sabía usted que... Si los niños tenían zapatitos, Karadima venía con taco alto.

mínguez de haber “revuelto el gallinero”. Erick Aqueveque, vocero de la junta de vecinos del pueblo, dice que no le cree ni lo que rezan. -Nunca les compré su parada de gente sencilla, de pueblo, como de hippie cuico. Desde el principio, noté algo raro, a pesar que traían cositas, cuadernos, ropa para los niños. Hasta a mi hija le trajeron cosas. Así se empezaron a ganar a la gente, pero tenían todo planificado. Uno con las miradas, se da cuenta de la verdadera personalidad de la gente. Y Gonzalo Domínguez nunca conversaba mirándote a los ojos. Este gallo vino a dejar la pura cagá a este pueblo -dice. Por eso a Aqueveque no le extraña la colosal “vuelta de chaqueta”. Tanta era

cido que el documento sólo traería prosperidad al pueblo. Un futuro alentador que, aseguraban, cambiaría sus vidas. -Entre seguir viviendo como lo hacemos, sin agua, sin luz, sin tierra, y que un día la empresa nos diga que pesquemos nuestras cositas y chao, preferimos ser buenos vecinos y ahorrarnos atados -recuerda el pescador José Tabalí. El acuerdo contempla un diseño de loteo, conocido como Proyecto Molina, que delimitará 23 sitios, con red de agua potable, estanque acumulador y pozos sépticos individuales. La construcción de las casas será costeada por la empresa. Además, habrá un fondo de desarrollo de 115 millones y becas de capacitación para los familiares de los pescadores. Todo a cam-

“Fuimos harto hueones en negociar por tan poca plata, lo que nos dio la empresa equivale a un moco del señor Batista”, dice un pescador. la desconfianza suya hacia el arquitecto que, mucho antes que cambiara radicalmente de postura, lo increpó: “Una vez él llegó con su familia y la tele para que lo entrevistaran. Me quedé todo el rato detrás suyo. En una de esas le dije 'señor Domínguez, con todo lo que usted está haciendo, le está subiendo el precio a sus terrenos, usted se quiere lucrar, nomás'. El viejo casi se me ahogó y se corrió para otro lado. Al final se fue y no dijo nada. Ahora el tiempo me da la razón”, sostiene. Muchos totoralinos han declarado a los Domínguez personas non gratas. Pese al rechazo, la familia todavía sueña con volver a disfrutar en las paradisíacas playas del litoral nortino, tal como lo hacían todos los veranos en Bahía Salado. -Esperemos que las cosas se enfríen un poco para volver a visitar el pueblo. Nosotros le tenemos mucho cariño a la gente de Totoral. Hay que esperar porque ahora está todo muy candente -resume Elisa Domínguez.

PESCADORES Y ANZUELOS El 18 de abril de 2008 los pescadores de Caleta Pajonales firmaron un acuerdo con MPX. Tan contentos quedaron con el convenio, que celebraron hasta altas horas de la madrugada. La mayoría estaba conven-

bio de que los hombres de mar renuncien “expresa e irrevocablemente a la interposición de cualquier petición, acción, recurso o reclamación, civil o administrativa, de cualquier tipo en contra de MPX”. Compromiso que contempla, además, el apoyo irrestricto para “asegurar que MPX pueda obtener las servidumbres, permisos, autorizaciones y/o concesiones necesarias” para las construcción del proyecto termoeléctrico Castilla. -Hipotecamos nuestro chanchito a la empresa. O sea, vendimos nuestra alma al diablo pensando que era lo mejor -se lamenta un “beneficiado” del proyecto, que omite su nombre para no perder pan y pedazo. Los pescadores alegan que, debido a su falta de educación, los hicieron “lesos” al momento de negociar. Dicen que los cinco millones que recibirá cada uno, pactados a modo de indemnización con la empresa, proveniente del fondo de desarrollo, les parecen absolutamente escuálidos, considerando los 4.400 millones de dólares que MPX pretende gastar sólo en la puesta en marcha de la Central Castilla. -Fuimos harto hueones en negociar por tan poca plata, lo que nos dio la empresa equivale a un moco del señor Batista -comenta otro pescador. 13


La mayoría de los hombres se queja de no haber sido asesorados por ninguna autoridad competente. “podríamos haber sacado más plata por el área de manejo”, coincide la mayoría. Los pescadores alegan que, como el convenio lo firmaron antes de conocerse la evaluación de impacto ambiental de la termoeléctrica, no tenían idea del daño que podría producir la termoeléctrica. -Ahora es tarde, no sacamos nada con lamentarnos, tenemos que conformarnos con pensar que nos darán un techo, luz y agua potable que tanto nos hace falta. Porque siempre hemos vivido bajo las mismas condiciones, sin que las autoridades hagan algo. No tenemos alcantarillado, nuestras casas son de material ligero, no tenemos agua, ni luz eléctrica -se lamenta Justo Ortiz, uno de los primeros pescadores que llegaron a la caleta a instalarse con camas y petacas. Ortiz, que llegó hace 34 años junto a otros pescadores a tomarse una orilla de la playa, agrega resignado: “uno se cansa

de vivir en el abandono y la miseria. Por eso, cuando vino a negociar la empresa y nos ofreció todo lo que soñábamos, no lo pensamos mucho y aceptamos”.

Volteretas y recalificaciones Los totoralinos anti Castilla siguen en pie de guerra. Sobre todo después de la voltereta monumental del Seremi de Salud de Atacama, Nicolás Baeza, que el 15 de febrero decidió cambiar la calificación de la central de “contaminante” a “molesta”, sin tomar en cuenta un pronunciamiento previo de su repartición, que bajo la jefatura de la ex Seremi de Salud, Pilar Merino, determinó que la termoeléctrica sí era "contaminante". Baeza, así, dio luz verde al proyecto, que días después fue aprobado unánimemente por la Comisión Ambiental de Atacama, pasando a llevar los dictámenes de la Corte de Apelaciones de Copiapó y de la Corte Suprema que la calificaban como “contaminante”.

Semanas después de la aprobación, un reportaje de TVN denunció otras irregularidades en el proceso: funcionarios de la Seremi de Salud de Atacama dijeron que la resolución que cambiaba la calificación del proyecto no tenía fundamento técnico y que se había hecho contra su opinión y sin su firma. A comienzos de marzo, la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional de Atacama, se reunió con los funcionarios de la Seremía de Salud que hicieron la denuncia. El acta de la junta dice que después de dos años de discusión sobre la central han llegado a concluir que no es favorable su construcción “y eso está fundamentado, tanto técnica, como jurídica y políticamente”. La actuación de Baeza, dijeron en esa reunión, fue “a título personal”, y que recibió presiones del ministro de Salud Jaime Mañalich. La decisión de Baeza, aunque suene raro, tiene fundamentos legales. En noviembre pasado, la Suprema confirmó la resolución de la Corte de Apelaciones

de Copiapó que acogió el recurso de protección en contra de la decisión de recalificar a Castilla de “contaminante” a “molesta” pero, al mismo tiempo, abrió una opción administrativa para echarle adelante. Y eso hizo Baeza, basándose en que la empresa cumplía con la ley. Pero la polémica no paró ahí: hace unas semanas, la Corte de Apelaciones de Copiapó acogió otro recurso de protección contra la decisión de Baeza, quien está obligado a fundamentarla. Y la Contraloría General de la República prepara un pronunciamiento a solicitud de la senadora PS Isabel Allende. Mientras, en Totoral, no hay mucho optimismo. Erick Aqueveque dice: -Allá en Punta de Choros no pasó esto porque la gente es cuica, pudieron defenderse con abogados y el mismo Piñera bucea allá y se arranca cuando anda estresado, por lo que ni cagando querrá echar a perder su oasis. En cambio, a este pueblo en el desierto no lo pesca nadie. Pero vamos a luchar hasta el final.

¿Acumula Puntos Más?

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sabía usted que: … Juan Carlos Eichholz es un tolerancia cero a la izquierda.


Foto: Alejandro Olivares

LA MANADA Y EL BOSQUE

E

scribo esto afiebrado y en cama después de contagiarme de mi primer resfrío del año. Quizás por eso mis palabras no sean comedidas o piadosas Acabo de volver a ver el valiente testimonio de James Hamilton. Él no se perdona lo que le sucedió. Puede ser cruel, puede ser injusto decir que tiene razón al no poder hacerlo. No es culpable de los abusos que cometieron con él, pero sí de haber entrado —por debilidad, necesidad, ceguera— en una mentira que resultó ser cualquier cosa menos piadosa. Karadima no engañaba a nadie. Por cierto no hacía visible sus perversos abusos a menores pero sí hacía visible y evidente otras perversiones tanto o más graves, al menos para un católico. Apoyaba una dictadura criminal que perseguía a algunos de sus amigos sacerdotes. Hablaba tonterías sobre la virgen desde el púlpito a un público de señoras bien a quienes la tortura a los comunistas les era indiferente. ¿No es una señal de coherencia que tampoco se hayan conmovido con la tortura

que sufrieron sus cercanos y parientes de mano del mismo sacerdote que pasaba por alto todo lo que pasaba en Chile en esos años? Vivía entre los ricos cuando el evangelio lo llamaba a vivir entre los pobres. Pervertía, antes que los cuerpos de algunos de sus elegidos, la palabra de ese evangelio. Convertía la caridad en un motivo más de vanidad y justificaba la injusticia como una gracia más de la divinidad. Para ser testigo de todas esas perversiones no era necesario entrar a su pieza, era cosa de ir a su iglesia los domingos. Las otras perversiones, las privadas, ¿no eran en el fondo resultado de aquellas primeras? Quienes querían una fe que no les obligara a preguntarse por su forma de vivir con los demás, una Iglesia que los justificara y acariciara en el sentido del pelo, no podían esperar de su pastor otra cosa que un completo desconocimiento del bien y el mal. Karadima no era un lobo con piel de oveja, sino un lobo más de una manada que estuvo dispuesta a sacrificar algunos de sus hijos al altar de la divinidad

Los padres, abuelos y tíos de los jóvenes que cayeron en manos de Karadima sabían de qué peligros el peligroso Karadima los salvaba. Preferían ver a sus hijos o sobrinos abusados sexualmente que verlos convertidos por otros curas en sus expropiadores. sabía usted que... Patty Maldonado es una mujer bien parecida… a una sandía.

por Rafael Gumucio con tal de mantener la cabeza tranquila. Su dios en cuota lo pagaron con sangre, ¿no pagaron también con sangre las empresas que privatizaron, los contratos que se adjudicaron sin competencia, la vida que se regalaron a sí mismos sobre la espalda de los que echaron, mataron o mandaron a olvidar? Karadima era sólo uno de los suyos, su principal pecado fue caer en la desvergüenza del sexo, de la homosexualidad, un pecado aún más imperdonable si se tiene un apellido raro (si se llama uno Cox y se es compañero de pieza del Cardenal Errázuriz la cosa resulta mucho más simple). Si no hubiese incurrido en la violencia del sexo con chicos de mejores apellidos que él, su otra violencia, atribuirse por ejemplo una importancia en la vida del padre Hurtado que no tuvo, habría pasado desapercibida. ¿No fueron los mismos jesuitas los que usaron su vanidad infinita dándole más lugar en la vida del santo que la que tuvo con tal que lo defendiera con ardor a la hora de la canonización? El padre Hurtado, por lo demás, también pervertía a los jóvenes: les cambiaba la vida, los obligaba a pensar en cosas que no pensaban antes. A no pocos los convirtió en curas, militantes, exiliados, asesinados luego. Escribió un libro altamente perverso que se preguntaba si Chile era un país católico, respondiendo que no. Otros curas como él fundaron guerrillas aún activas y sangrientas en este mismo momento (Colombia). El cristianismo o cambia la vida o no es cristianismo. Es una religión de transformación, es decir de confusión, de incomodidad, de molestias, de incontables infiernos cotidianos que redundan, quizás, en un paraíso después. El Papa Juan Pablo II no tuvo otra que elegir entre dos pervertidores, el padre Hurtado que pervertía —o convertía— las conciencias, y el padre Karadima, que toqueteaba a algunos jóvenes pero dejaba la conciencia de los adultos más o menos igual que antes. No dudo en elegir lo que el consideraba el mal menor. Su encubrimiento perpetuo de los abusos no fue una insconciencia senil, lo guió hasta el final la idea que unos niños violados por ahí y por allá eran menos grave que el comunismo y la revolución de la que fue victima en su Polonia natal. De todas las fechorías que cometió Wojtila en Chile, la menor fue saludar a la multitud al lado de Pinochet. En secreto y en sigilo limpió la Iglesia de esos otros perversos, los teólogos de la liberación, los curas de población, esa gente que hizo temblar a tantos feligreses de El Bosque. Los jóvenes que cayeron en manos de Karadima eran quizás demasiado jóvenes para saberlo, pero sus padres, sus abuelos, sus tíos, sabían de qué peligros el peligroso Karadima los salvaba. Fueron ellos el daño colateral de un bien al que les va a costar renunciar. En el fondo mismo de sus mentes preferían ver a sus hijos o sobrinos abusados sexualmente que verlos convertidos por otros curas en sus expropiadores, interventores y otros enemigos. Como Maquiavelo, sabían que el único atentado que nunca se perdona es el atentado contra la propiedad.

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EL CRIMEN DE LA DIVERSIDAD P arece que en Chile a veces la diversidad es un pecado, un crimen. Existen grupos en nuestro país, como los mapuches, que probablemente no se sienten parte de nuestra nación. No vibran con la selección y sus triunfos en el mundial o en amistosos con Portugal. No bailan cueca para el 18 o toman chicha en cacho. No lo necesitan pues tienen sus propias costumbres y celebraciones y se sienten orgullosos de ellas. Nos hablan y no los escuchamos, salvo cuando se hacen notar entre las llamas de un incendio o los sonidos roncos de su protesta. Se muestran y no los vemos, salvo con el hambre de su huelga y el dolor de sus muertos. Y como sólo concebimos que sean parte de nuestro Estado en una integración que los anule, los rechazamos. No aceptamos la convivencia pacífica de dos culturas, de dos naciones. O de varias. El convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y

¿Es tan caro ser distinto? ¿Es tan terrible discordar de la mayoría? ¿No se puede protestar, aun con algo más de irritación y compromiso con algunas ideas? No delitos, protesta. No crímenes, rebeldía.

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Por Paula Vial Reynal

Tribales en países independientes reconoce las aspiraciones de esos pueblos a asumir el control de sus propias instituciones y formas de vida y de su desarrollo económico y a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y religiones, dentro del marco de los Estados en que viven, al tiempo que observa que en muchas partes del mundo esos pueblos no pueden gozar de los derechos humanos fundamentales en el mismo grado que el resto de la población de los Estados en que viven y que sus leyes, valores, costumbres y perspectivas han sufrido a menudo una erosión. Pero recuerda su particular contribución a la diversidad cultural, a la armonía social y ecológica de la humanidad y a la cooperación y comprensión internacionales y por todo ello dispone, y en Chile obliga a una acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad, de sus derechos humanos sin discriminación. Y, sin embargo, permitimos abusos y discriminaciones. No sólo con ellos sino con todo aquel que sea distinto. Permitimos que se criminalice su clamor, les aplicamos reglas que sólo los alcanzan a ellos, los juzgamos con mayor dureza y con estereotipos que los condenan. Incluso les imputamos delitos como grupos, sin distinguir responsabilidades individuales, como en el llamado caso “bombas” o en el de los comuneros mapuches de Cañete. ¿A quiénes? ¿A los okupas? ¿A los anarquistas? ¿A los mapuches? La responsabilidad penal es personal y sin discriminación ni prejuicio. Quien hace algo responde por sus consecuencias, luego de un juicio justo y un debido proceso. No respondemos porque

somos mapuches ni porque somos judíos. ¿Es tan caro ser distinto? ¿Es tan terrible discordar de la mayoría? ¿No se puede protestar, aun con algo más de irritación y compromiso con algunas ideas? No delitos, protesta. No crímenes, rebeldía. Y por los delitos, y con la perspectiva que corresponda y no la sobredimensionada del prejuicio y el montón ambiguo, que respondan los que conciernan. Aquellos a quienes se les ha destruido su escudo de inocencia. Con pruebas desde la equidad y el equilibrio. La criminalización de la protesta y la diversidad nos desestabiliza como sociedad mucho más que la existencia de aquellas. Pretende una uniformidad cómoda y segura que no responde a la multiplicidad que nos caracteriza. Anula la riqueza de la complejidad y pluralidad. Y obliga y empuja a extremos que nos arriesgan. Siempre habrá algo que nos distinga a unos de otros. Aprender a aceptarlo y respetarlo es parte de las riquezas de la democracia. Y la uniformidad es parte de sus pobrezas. En la Defensoría hemos aprendido a oírlos. A respetar las diferencias sin cuestionarlas. A preocuparnos por acercarnos desde la empatía, sin pretender aplicar nuestros cánones a sus conflictos. No necesitamos ser okupas o mapuches para entregar la defensa más especializada, pero nos esforzamos por conocerlos a cabalidad para acercarnos a sus necesidades reales. El proceso de respeto y descubrimiento es largo y complejo. La aceptación del otro debe ser mutua, reconociéndonos en las diferencias, como tarea de acá y de allá. pero debe ser una urgencia que nos enriquecerá.

sabía usted que: … Cecilia Morel se casó con Piñera porque lo encontraba rico.


Fogwill:

EL HOMBRE QUE NADA

Juan Villoro, Julio Villanueva Chang y Juan Pablo Meneses otorgaron a esta crónica del argentino Federico Bianchini el Premio Las Nuevas Plumas, organizado por la Universidad de Guadalajara y la Escuela de Periodismo Portátil. The Clinic la publica en Chile como en sus países lo harán las revistas Brando, Ñ de Clarín, Emeequis y Etiqueta Negra. El gran Fogwill (1941-2010) aparece aquí nadando, hablando, provocando, recordando y enfrentando, con poco oxígeno y muchos huevos como dicen los trasandinos, su inminente muerte. De hecho, murió poco antes de que la crónica fuese elegida ganadora.

E

l viejo nada despacio. Boca arriba. Lento. Muy lento. Mueve el brazo derecho, las piernas apenas. Mueve el brazo izquierdo. La pileta está casi vacía. En el segundo andarivel, solos: el viejo y yo. Él, con su parsimonia. Malla negra, antiparras oscuras, bigote finito y canoso. Lo conozco. De algún lado lo conozco. Lo paso por el costado. Llego al borde de la pileta, giro en el lugar, empujo con los pies. Son más de las nueve de la noche de un día de semana. Bajo los violentos reflectores del histórico club Almagro, me lo cruzo de vuelta. Cambio el ritmo: busco coincidir en los descansos de ese hombre que nada y no sabía usted que... Las baguettes tienen forma de tuli-panes.

Por Federico Bianchini • ILUSTRACIÓN: MAX BOCK

avanza. Trato de confirmar si la cara es la misma que aparece en la solapa del libro Restos diurnos. Foto en blanco y negro. Varios años menos. Ahora el hombre que nada descansa. Está apoyado en la pared del sector menos profundo de la pileta. Se saca las antiparras. Olor a cloro. Agitado, el viejo resopla con fuerza. Murmura. — Disculpe. ¿Dijo algo? —pregunto. — No. Hablaba solo. — ¿Usted es Fogwill? —Sí. Por eso hablo solo. 17


2 Dos años y dos meses después de nuestro encuentro casual en la pileta, vuelvo a ver a Fogwill en el comedor de su casa de Palermo. El hombre que nada tiene casi setenta años. Lo trato de usted. Nadie le dice señor. Fogwill es ya una marca. Su marca. El apellido le arrebató casi por completo el nombre. En la Argentina, si uno habla de literatura, dice “Fogwill” sin antecederlo por Rodolfo Enrique. Casi nadie recuerda su nombre de pila. De algún modo, él promovió este olvido a los cuarenta y cuatro años, días antes de publicar su séptimo libro, Pájaros de la cabeza, cuando vio la futura tapa y decidió por una cuestión estética, de diseño gráfico, truncar su firma. Desde entonces fue sólo Fogwill. Para ello, este escritor y publicista creó un personaje del que pocas veces quiso escapar. Un personaje procaz, sincero, hipersexual, polémico. Egocéntrico, aunque a veces perdedor. Despiadado pero tierno en ocasiones. “Cada escritor tiene su máscara y arma su pose. Mi pose es ésta: yo siempre aspiro a mentir con la verdad. Engañar de que valgo la pena diciendo que no valgo la pena”, dice sentado en una silla de diseño. En el piso, a su alrededor, hay diarios, ropa, un telescopio, discos, botellas vacías y libros. De fondo, suena una ópera en alemán. A un costado, un asiento ergonómico, que es una especie de tabla sin respaldo. Delante de este asiento, la computadora. El monitor cubierto de polvo y manchas pegajosas. Junto al teclado, un par de medias. El de Fogwill es un departamento de soltero, decorado con uno, dos, tres helechos. Su pose, entonces: un escritor que repite ser malo aunque se sabe entre los mejores. Digresión: en la Argentina, casi nadie tiene la menor idea de quién es Fogwill. A pesar de que ganó el Premio Nacional de Literatura, de que publicó libros en casi todos los géneros –novelas, cuentos, ensayos, poemas–; de que fue traducido al francés, alemán, croata y mandarín, Fogwill sólo es popular en los círculos intelectuales. Más allá de lo prolífico del autor, salvo contadas excepciones y libros reeditados como el de sus cuentos completos, si uno va a una librería argentina y pide por Fogwill lo más probable es no que no encuentre nada. Además de ser un escritor de culto, Fogwill es, sin referirse a un estado de cansancio ni a una ausencia de ideas, un escritor agotado. El hombre que nada es lo que suele conocerse como un “escritor de culto”. ¿Qué es un escritor de culto? No tiene la menor idea. Cree que, quizá, los que así lo califican, entiendan por ese concepto a un escritor que vende poco y se admira mucho. A uno que tiene escasos lectores, pero que compran todos sus libros. Tal vez, a uno que era un chico, como todos los chicos. Un chico consentido, “no con sentido, sino consentido”, el hijo único, que escribió su primer poema a los ocho años: “A Nuestra Señora de Fátima en la Entronización de Su Imagen Divina en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Quilmes”. Y en el comedor de su casa de soltero, Fogwill sigue diciendo de sí mismo: “el que produjo esta mierda que soy ahora, que se permite todos los vicios; el tabaco y el chicle, por ejemplo”. Sin embargo, Fogwill trata de eludir cualquier referencia a su niñez. Prefiere hablar de otra cosa. En el año en que la Argentina fue sede del mundial de fútbol, durante la dictadura de Videla, Fogwill, que por entonces dirigía una agencia de publicidad, editó su primer libro: los poemas de El efecto de realidad. Un año después con Mis muertos Punk ganó el premio Coca Cola que, además de plata, incluía la publicación del libro. Sin embargo, cuenta que, después de cobrar el cheque y sorprendiendo a los editores, se sentó a negociar. “Les dije: Este libro vale tanto. Ellos querían publicarlo gratis, así que decidí no cumplir las condiciones del premio, y listo”. Fogwill, su propio personaje, empezó a hacerse conocido. Cuatro años después, durante setenta y dos horas sin dormir, con doce gramos de cocaína encima, Fogwill escribió una novela —Los Pichiciegos— que figura en los programas de Letras de todas las universidades del país. La historia transcurre en las Islas Malvinas durante la guerra entre la Argentina y el Reino Unido, y retrata de forma casi premonitoria (la escribió en simultáneo con el conflicto) el clima que se vivía en el frente de batalla. El miedo: el miedo no es igual. El miedo cambia. Hay miedos y miedos. Una cosa es el miedo a algo –a una patrulla que te puede cruzar, a una bala perdida–, y otra distinta es el miedo de siempre, que está ahí, atrás de todo. El miedo a algo, y el miedo al miedo, ese que siempre llevás y que nunca vas a poder sacarte desde el momento en que empezó. Su consejo: escribir como se debe. No reprimirse. Saber contar lo que no se reprime y atreverse a llegar hasta el final, sin que importe lo que digan el portero, la novia, la vieja, los amigos o el tipo que nos pasa los tomates. Hay quienes lo consideran el mejor escritor argentino vivo. 18

Fogwill piensa que la de los escritores es una carrera de fracaso. “Pensá dónde terminaron Vargas Llosa y García 'Marketing'. Cuanto más triunfa un escritor, más fracasa en tanto productor de sí mismo”. En ningún momento, aunque escriba en prosa, Fogwill deja de ser un poeta. Es un placer leer en voz alta sus textos aliterados, cacofónicos, polisémicos. Después de escuchar Sobre el arte de la novela, Jorge Luis Borges lo definió como un maestro de la elipsis. “Los que le leyeron el relato, saltearon las partes pornográficas –minimiza Fogwill–. La verdad es que era un texto repugnante”. Un amigo dice que el escritor se ocupa, con sorprendente dedicación, de que cada uno de nosotros podamos vivir nuestra propia “experiencia Fogwill” para luego tener que contarla. No es poco común que al volver de una entrevista con él, cualquier cronista encuentre en su casilla de correo un e-mail con comentarios o pensamientos sobre algún tema de la nota. Un fotógrafo dice que a las semanas de un encuentro con él Fogwill lo llamó exaltado. Necesitaba, ya, una cámara prestada: su vecina se estaba cambiando. La desnudez era inminente. Un dato que Fogwill se encarga de repetir en cada una de sus entrevistas es que siempre evitó vivir de la literatura. “Quien depende del mercado está definitivamente perdido”, me dice en su casa, sentado en su moderna silla, después de desperezarse. Él pudo conseguirlo gracias a lo que llama sus oficios. Se recibió de sociólogo y a partir de ese momento trabajó, y aún lo hace, en marketing, creación de productos, relevamiento de marcas y hábitos de consumo. “En idear estrategias para llevar a los mercados hacia el interés moralmente supremo de quien me paga”. De allí, de esa profesión, saca la plata para vivir. “Tengo un nivel de ingreso igual que un mediocre escritor de best seller, tipos que ganan el premio Alfaguara o el premio Planeta y los traducen a diez idiomas”. Para vivir como vive, no necesita vender miles de libros, acumular premios importantes, ser conocido en todo el mundo. Con ser Fogwill le alcanza. Cuando ganó la beca Guggenheim, usó la plata del premio para cambiar el auto y comprarles computadoras a sus hijos. “Agarré la guita y la rrrrrrrreventé”, casi grita, y abre enormes los ojos aceitunados. “Si hoy me dan otra, la reviento igual. Uno hace un proyecto y lo tiene que cumplir. Pero si no lo cumple, no lo van a retar. No hay que rendirle cuentas a nadie”. El proyecto que Fogwill presentó para ganarla fue la renovación de su página web (“un laburo que se podía hacer en un día”) y la corrección de dos libros: “Que después publiqué con un cartelito que decía: corregidos con la beca”. Pelo grisáceo, mirada profunda, bigote prolijo, Fogwill, el hombre que nada, se pregunta: “¿Qué otra cosa iba a hacer?”. Cuando habla, se apasiona: gesticula, enfatiza sus palabras, mueve las cejas histriónico. El escritor, que admite su pose de engañar que vale la pena diciendo que no vale la pena, me dice que de toda su producción sólo rescata dos o tres poemas buenos. “En un país donde debe haber miles y miles de poetas publicando, ser uno de los diez que publica cobrando ya es un logro”. Hay tres o cuatro poemas que, sabe, no va a poder superar en lo que le queda de vida. Versiones sobre el mar, Antes de los monstruitos y Tras el cristal de la pistola de acuario. “Es una cagadita, pero bueno, es lo que pude –dice Fogwill–. Yo no sé si Borges, al cabo de su vida, pudo estar satisfecho con cinco poemas de él. De él, que sabía leer, ¿no? Por ahí la culpa es mía y me sobrevaloro por tener una deficiente lectura. Él leía mejor que yo, pero yo veo mejor que él. Por ahora”, me sonríe con malicia. Sí: Fogwill no está ciego. Y no está muerto.

3 Meses después de la guerra de Malvinas, el hombre que nada se enteró de que un amigo suyo, hijo de un capitán de marina mercante, estaba preso. Buscó poemas que se refirieran al mar. Los coleccionó y se los fue mandando por carta, uno a uno. Baudelaire, Mallarmé, Valéry, entre otros. Cientos de cartas. Cientos de poemas que, según dice, se transformaron, luego, en el origen de su poema Versiones sobre el mar. Compactación de todo lo que había leído y sentido, puesto al servicio de una ideología. El mismo mar nos pierde; nos encuentra y nos pierde. Tema de las olas: se arman, desobedecen, las crea el viento -¿su amor?- y se derrumban para volver a armarse con restos de olas anteriores, idénticas. Historia de amor: la planicie del mar,

sabía usted que: … En el Colegio de Ursulinas habían muchas monjas, pero pocas virgenes.


el viento que la oprime, y todo se levanta para perderse. Y todo tiende a disolverse contra una línea de aguas eternas y sol dilapidado llamada mar. Mar: abundancia de sinsentido humano. (Fragmentos del poema Versiones sobre el mar)

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5 Si bien Fogwill tuvo épocas de introspección (durante doce años no dio entrevistas porque le daba asco el sistema de medios), alguna vez se definió como “una máquina de hacerse prensa”. Siempre que puede, y puede bastante, lanza un comentario provocador, una chicana, un desafío a ver si alguien levanta el guante y se produce un debate que lo coloque en el centro de la escena o, al menos, en la columna de algún suplemento cultural. Fogwill es su propio personaje. “Aplico el carácter teatral en todo lo que es la participación del artista (el escritor en mi caso) en la comunicación”, me dice antes de darle un sorbo a su cortado. Con su estrategia, dice aprovechar una época en la que la comunicación se subordina al consumo, al intercambio económico. “En el caso de los imbéciles, los efectos de esta subordinación producen mucha más hipocresía. Porque hay escritores que se creen importantes por viajar, por ganar una beca o ser jurados de un concurso”. A corto plazo, dice el escritor, esto rinde muchos beneficios. “Pero, como alguien decía en un blog: son gente que se cree arriba de un caballo, sin darse cuenta de que está sentada sobre un pony con sueño”. Fogwill habla con ternura, piensa unos segundos, repite: sobre un pony con sueño. Y sonríe. Fogwill lee blogs. Y no sólo eso. Tiene un ejercicio matutino que consiste en entrar a internet, ir a la página de Google, tipear su apellido y verificar el número de menciones. Después, abre los links que cree interesantes. Hoy Fogwill aparece unas sesenta veces. “Es muchísimo”, dice sin ganas. En ocasiones contesta, pero no siempre. Solamente cuando le en-

Foto: Alejandro Olivares

Dos años y cuatro días después del primer encuentro, el hombre que nada lleva algo más que la mallita negra que tenía en la pileta, aunque sigue respirando con dificultad, como si durante la última media hora hubiera nadado sin detenerse. Estamos en un bar del barrio de Palermo. Antes, Fogwill había ido a la pescadería. Pidió nueves filetes de merluza, pidió pan y, luego de piropear a la vendedora, también pidió si no le podían guardar un rato la compra. Cuando la mujer le preguntó un nombre para escribir sobre el envoltorio de papel, Fogwill dijo “Quique”. Luego, cruzó la calle hacia la verdulería, compró dos tomates grandes, una cabeza de ajo, dos plantas de lechuga, cuatro bananas y un kilo de naranjas para jugo que, según comentó el empleado del lugar, estarían muy sabrosas. Al igual que en el local anterior, el escritor, consciente de lo incómodo de sostener los paquetes durante el transcurso de nuestra conversación, pidió si le podrían cuidar un rato más su bolsita con frutas y verduras. –Tengo que salir con una mina –mintió. Dos veces por semana, Fogwill, que como buen soltero cocina lo que come, hace asado. Una vez por semana, pescado; todos los días: fideos. Al mediodía y a la noche. No se cansa de las pastas. Sin embargo, en este bar de Palermo, lejos de pensar en el menú de la cena, a lo largo de nuestra conversación que durará cerca de dos horas, Fogwill interrumpirá sus dichos para comentar las piernas de la mujer que acaba de pasar. Me indicará que observe a aquella increíble adolescente de la esquina o se quedará callado con la mirada fija en una colegiala junto al semáforo como si mentalmente quisiera sumergirse debajo de la pollera a cuadros. Pero eso será más adelante: ahora mismo me dice que nunca decidió ser escritor. Que habría preferido ser rico, pero intentó y no le salió y que cuando acumuló un poco de obra lo calificaron de escritor. A los veinticinco años, escribía doce horas por día. Informes, campañas de publicidad, guiones de cine y discursos políticos. Luego, siguió con poesía y ficción. Una de las claves para poder escribir bien, dice Fogwill, es poder mentirse y mentir a los otros. —Hay gente que escribe pero no puede desdoblarse. No puede producir una voz que no sea la suya. Escribir no es un acto de habla natural, sino un acto de simulación —dice, y corre la mano para que el mozo apoye el cortado y el café con leche sobre la mesa—. Si no tenés un personaje, no podés escribir. Porque lo hacés en un registro monocorde y no sería tolerable. En la actuación es igual. Y Fogwill tiene su personaje. Un personaje que desaparece

cuando el escritor habla de literatura. Allí, se pone serio, fija la vista, mueve la taza del café, medita unos segundos y, sólo entonces, opina. Como si durante esos instantes toda su libido estuviese puesta en eso que rodea al hecho literario. Basta que su interlocutor deje de mirarlo o se distraiga un momento para que él vuelva y suelte una frase que hace que uno, inevitablemente, ría a carcajadas. A pesar de que disfruta escribiendo, “como disfrutaría diseñando autos”, Fogwill piensa que la de los escritores es una carrera de fracaso. “Miremos el siglo XX, tomemos a diez que nos parezcan los mejores. Pensá dónde terminaron Vargas Llosa y García “Marketing”, por ejemplo. Vargas Llosa está en la plenitud de sus facultades pero no le salen libros como antes. Y él escribió aquellos libros —hablo de La ciudad y los perros o Conversación en la catedral, que eran realmente obras maestras— creyendo que siempre iba a ser tan innovador, tan genial. Nadie lo es. Uno agota su fuente. Cuanto más triunfa un escritor, más fracasa en tanto productor de sí mismo”. Es su propia derrota, asumida, pero transformada en herramienta de promoción. Fogwill no va a hacer una obra maestra. Lo acepta. Ni quiere. Lo sabe: ya las hizo.

“El otro día me estaba cogiendo una mina. Una flaca, azafata. Le estaba chupando la concha”. Fogwill, en estado puro. “¿Ves? Yo a una mina le chupo la concha y puedo decirte qué comió el día anterior”. sabía usted que... Al partido político de Navarro le hacen falta MAS integrantes.

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Broncoespasmo: “El aire se vuelve vidrio. Lo sentís como sólido. No entra ni sale. Sentís que te vas a morir”. Le pasa dos o tres veces por año. La única solución sería un transplante de pulmón. Pero no es su estilo. “No soportaría un cadáver adentro”. tran ganas de burlarse de los que lo nombraron.

7 —Disculpe. ¿Me dijo algo? — No. Hablaba solo. — ¿Usted es Fogwill? —Sí. Por eso hablo solo. Fogwill se sumerge y nada, lento, hacia el otro extremo de la pileta. Al rato, ambos descansamos en la parte menos profunda. — ¿Comiste un caramelo rojo? — dice. — ¿Eh? — No importa… —Comí un caramelo de frutilla —digo, sin entender cómo se habrá dado cuenta. —En el aire hay olor a acidulante de frutilla, o de frambuesa –me dice–. Debe ser tu transpiración. Fogwill se sumerge de nuevo. Nada unos largos y sale de la pileta. Vuelvo a encontrarlo en el vestuario. El hombre que nada canta a gritos una ópera en italiano. Un pelado que se seca con una toalla rosa lo mira con desconfianza. Hay olor a encierro, a cloro, a humedad. Ruido del agua de las duchas. El tipo que guarda los bolsos detrás de un mostrador lo ignora. Seguro debe conocerlo. Fogwill me ve y comienza el soliloquio. —Estaba pensando en algo que me hiciste acordar. Por lo de los olores. El otro día me estaba cogiendo una mina. Una flaca, azafata. Le estaba chupando la concha. El pelado de la toalla rosa nos mira. El que guarda los bolsos, ahora, también presta atención aunque discreto, haciéndose el que no escucha. —En un momento, en medio del acto, le pregunto: ¿comiste cilantro? La piba no entendía nada. No sabía qué era el cilantro. Me dice que no había cenado. Que por ir y venir, por los viajes, sólo había estado picando boludeces. Vos sabés lo que es el cilantro, ¿no? Fogwill no espera mi respuesta. Empiezo a reírme, y el pelado de la toalla rosa también se ríe, y el tipo que guarda los bolsos detrás del mostrador no puede disimular la sonrisa. Fogwill, en estado puro. — ¿Ves? Yo a una mina le chupo la concha y puedo decirte qué comió el día anterior. Ahora el hombre que nada se ríe a carcajadas. Días después, releo su cuento La chica de tul de la mesa de enfrente: descubro los personajes, el hincapié en los olores. El fragmento: Beso largo. Tierno y sensual, sabor a pepinos, café, torta de ciruela. Su perfume era delicado: fue necesario el beso para percibirlo a fondo. Y todavía lo recuerdo.

8 Sentado en la silla del bar Delicity, junto a la ventana que da a la calle, Fogwill respira por la boca. Da grandes bocanadas, igual que los peces cuando los sacan del agua. En el bolsillo derecho del pantalón lleva un broncodilatador. Tiene un enfisema pulmonar y, por eso, respira con dificultad. Por eso, también, necesita nadar dos kilómetros por día. Setenta y dos horas sin ir a la pileta le destrozan el sistema respiratorio. Si no va, dice, hasta pierde el olfato. En el gimnasio, el hombre que nada prefiere caminar en la cinta. Para no aburrirse lleva el Ipod, y mientras hace ejercicio escucha poemas. De Eliot, Pessoa y de Borges leídos por él mismo. Y los sonetos de Shakespeare. Al nadar, Fogwill se concentra en el sonido del agua. Escucha y se da cuenta de si está salpicando. Su objetivo es hacer el largo en dieciocho brazadas. A veces no puede. Suele haber dos causas: le falta el aire o no le responde el corazón. El corazón no es lo único que a veces falla. Con la edad, Fogwill también perdió la memoria espacial de corto plazo. Si está sentado frente a una mesa y pone el salero a la derecha y, luego cierra los ojos y quiere agarrarlo, estira la mano hacia la izquierda. “El adelante se vuelve atrás. La derecha se vuelve izquierda. Es degradación neurológica”, dice. Y, serio, no descarta que la nicotina y la droga hayan lesionado esa zona. Fogwill se arrepiente de algunas cosas. Por ejemplo, del ta20

baquismo. También de las horas perdidas. “Si pudiera volver atrás, ni probaría la cocaína. Pero, quién sabe, no sería tal como soy, así que por las dudas no voy a volver para atrás”. Fogwill, quizá, producto de las drogas. Fogwill, sobre todo, producto de sí mismo. Durante los años previos y la dictadura militar, la cocaína fue su anestesia para escapar al horror. Fogwill había sido trotskista y temía que lo hicieran desaparecer. Durante meses, los militares tuvieron secuestrado a un vecino suyo a quien confundieron con él. “Vivía como anestesiado. Y además, la droga fue un estimulante para la hiperactividad que tenía: gastaba miles de dólares mensuales en viajes de trabajo”. Lo dice con la voz neutra, como si todo esto le hubiese sucedido a otra persona. En ese estado, Fogwill escribía. Tiene textos, relatos, pedazos de novelas redactados bajo los efectos de la droga que, me dice, son más o menos iguales a los que producía sobrio. “Lo que pasa es que con la cocaína yo podía estar cuarenta y ocho horas sin dormir. Durante ese tiempo uno conserva la memoria del espacio en el que está concentrado y no le importa absolutamente nada”. Fogwill se refiere a permanecer a salvo de los peligros de afuera, como el teléfono y lo demás. Y a esa acumulación de concentración que, según él, puede ser muy útil, aunque a veces también puede llevarlo a uno a perder el sentido crítico. Ahora al hombre que nada le cuesta concentrarse. Nunca tiene más de una hora y media para escribir. Por los horarios del club, los horarios del trabajo, los de la cocina, los de sus hijos: tiene cinco cuyas edades van de los diez a los cuarenta años. No es igual la relación con los más chicos, que se la pasan sacándole plata, que con el mayor, que es rico, y al que, según Fogwill, él le saca plata. A pesar de sus problemas físicos, Fogwill no le tiene miedo a la muerte: a su muerte. Me explica lo que se siente durante un broncoespasmo. Simula: abre grande los ojos y la boca. Deja de respirar. Se le empieza a enrojecer la cara y me dice en voz baja: “El aire se vuelve vidrio. Lo sentís como sólido. No entra ni sale. Cualquier intento por hacer fuerza con los brazos, o piernas, cualquier consumo de energía, incluso el angustiarte, te aumenta el ritmo cardíaco a una velocidad impresionante. Sentís que te vas a morir”. Le pasa dos o tres veces por año. La única solución sería un transplante de pulmón. Pero no es su estilo. “No soportaría un cadáver adentro. Ni el de Eva Perón. Ni el de una chica de catorce años en la cama entibiada —dice con mirada cómplice—. No. Cadáveres no. Por una cuestión ética”. El hombre que nada se pone serio. –Si aceptamos los trasplantes, vamos a terminar aceptando los trasplantes involuntarios. Elegir el tipo justo para tener su corazón, sus pulmones o su hígado. –¿Usted moriría por ética? –Creo que sí. Sí. “La ética es la estética del porvenir”, decía Lenin. Se queda pensando unos segundos. Luego, sonríe, señala a una adolescente rubia que, en la esquina, está por cruzar la calle y dice: –Estética. Eso es estética.

9 Un viernes a la noche, dos años y cinco meses después de nuestro encuentro, entro al natatorio: Fogwill sumergido en el segundo andarivel. Estilo mariposa. Amplia brazada, inmersión. Amplia brazada. Lleva antiparras. La malla negra. Debe estar concentrado en si salpica al sumergirse, en el sonido del agua. El escritor que se oye sumergido, el que pierde el aliento cuando nada, como si recrease el poema de Héctor Viel Témperley, uno de sus poetas preferidos, una y otra vez, con sus brazadas. Soy el nadador, Señor, soy el hombre que nada. Tuyo es mi cuerpo, que hasta en las más bajas aguas de los arroyos se sostiene vibrante, como en medio del aire. (…) Soy el nadador, Señor, sólo el hombre que nada. Gracias doy a tus aguas porque en ellas mis brazos todavía hacen ruido de alas. El hombre que nada, tratando de conseguir aire, resoplaba. Fue la última vez que lo vi.

En abril se lanza la convocatoria a la segunda edición del Premio Nuevas Plumas, que se trata de crónicas inéditas y en español. Más info: http://periodismoportatil.com

sabía usted que: … El emperador japonés ha rebautizado la ciudad de Fukushima a Mansaka. (Joaquín Izquierdo)


Alex Vásquez, humorista callejero:

“CON LA VISITA DE OBAMA NO PUDE NI TRABAJAR” Entrevista y redacción: Montserrat Sánchez • Foto: A. Olivares

Todos los días Alex Vásquez (52) -hermano de Paul, el “flaco”- se va de Puente Alto a la Plaza de Armas para hacer reír, con su dúo Los Taquilleros Del Humor, a los serios y apurados transeúntes del centro de Santiago.

“L

levo 30 años acá, somos varios los que aún hacemos humor callejero. Si no estuviéramos nosotros, esto sería monótono, la gente iría caminando sin mirarse, sin ninguna distracción. Somos una alternativa para los que vienen con problemas, los que están sin trabajo, muchas personas me han dado las gracias, me dicen 'puta, hueón, vengo saliendo de un problema, me paré un ratito a mirarte y me hiciste reír'. Y te colaboran. Al principio empezamos a trabajar como payasos con mi hermano, trabajábamos en carpas en las poblaciones, pero de un día pa otro la gente dejó de ir a las funciones, entonces decidimos traer el circo a la calle, así nació el humor callejero. Eso fue hace tiempo, en 1979, en plena temporada del faraón Augusto. En esos días no nos dejaban trabajar porque tirábamos mucho humor contra la Junta, ¡es que habían muchos chistes contra la Junta que eran muy buenos! Había uno en pleno tiempo de Pinochet que contaba la historia de un compadre que fue a pescar y pescó un jurel, llega a la casa y dice: ‘mi amor, vamos a comer un jurel’, ‘¿pero cómo lo vamos a comer si no tenemos aceite?’, ‘hagámoslo a leña’, ‘tampoco tenemos leña’, ‘a carbón’, ‘no tenemos tampoco, ¿en qué lo vamos a cocinar?’. Entonces el gallo, chato, pesca el jurel y lo lanza de vuelta al mar, el pescado sale y le grita ‘¡mano dura, presidente!’. Daban risas esos chistes y ahora los contai y no pasa nada, aunque estamos viviendo una época casi igual. Hemos sido varias veces engañados, cualquier presidente electo, alcalde o cualquier político que necesita el voto del pueblo promete lo que sea y después no cumple, los políticos nos meten el dedo en el ojo cuando quieren. Ahora mismo, con todo lo de Obama, no pude ni trabajar, todo muy exagerado, y la gente con banderas de EEUU: ¿acaso no ven los problemas que tenemos en nuestro país? Está bien, se supone que es el hombre más poderoso del mundo, pero yo me di cuenta que los políticos estaban como chupándole mucho, era mucho la cuestión. Aquí hubo un alcalde muy bueno, el señor Joaquín Lavín. A mí me importaba un comino qué bandera política tuviera, era bueno con nosotros, nos dio trabajo, teníamos permiso municipal y lo mejor era que no nos hueviaban los pacos pa ni una hueá, pero ahora con este caballero es imposible conversar, siempre está ocupado. Lavín a veces venía, veía los shows y se metía, aunque nos decía eso sí que no trabajáramos frente a las puertas de la Catedral para no molestar a los curas. La calle es difícil, acá puede venir

cualquier humorista a pararse y se dará cuenta que no es lo mismo. Yo prefiero la libertad de la calle, acá tienes que mantener a la gente, si no gustai se te va, entonces hay que estar innovando. Yo me voy preocupando de eso, hablando de har-

“Hubo un alcalde muy bueno, el señor Joaquín Lavín. A veces venía y veía los shows, aunque nos decía que no trabajáramos frente a las puertas de la Catedral pa' no molestar a los curas”.

sabía usted que... El nuevo billete de mil pesos fue diseñado a la Carrera... por Pinto. (Manuel Fernández Domínguez)

tas cosas, me meto mucho a internet, reviso los diarios, igual trato de hablar mucho sobre la televisión en mis rutinas. Es que ahora los programas ya no son iguales a los de los años 70 u 80, en esos días llegabas de la pega y veías películas, pero ahora pura mina y puro hueveo, si no mostrai un poto la gente no ve ese programa. Esta pega es pa la gente ordenada, si yo voy a ser jaranero y me voy a pitiarme la plata en puro hueveo: ¡imagínate! Yo voy juntando, porque vivo de esto, gracias al humor le he pagado los estudios a mis hijos. Es lo que me gusta, ya he tenido tantas cosas, he pasado por televisión, he estado en programas estelares con mi hermano, he estado en todos los festivales, ¡me falta el puro Festival de Viña!”. 21


Por guillermo machuca

un enano contrahecho

“¿Q

ué es un inglés, qué es ser inglés? Ser inglés es analizar las ideas de las cosas. Enfrentarse no a las cosas sino a las ideas. Ser inglés es vender ideas, apoderarse del mundo entero, convertir a las cosas en objetos de comercio. Ser inglés es tener ideas, dinero, pero no cosas. Ser inglés es una cosa muy fea. Sólo hay algo más feo que un inglés: un inglés en Sudamérica”, escribió el desaparecido filósofo chileno Patricio Marchant en un provocador texto titulado “Discurso contra los ingleses” en 1980. Casi dos décadas después, en otro contexto y circunstancia, una turba de furibundos y airados partidarios del también desaparecido capitán general Augusto Pinochet Ugarte regurgitó –frente a la embajada de Inglaterra en Chile, luego que el dictador fuese detenido en una clínica londinense y derivado a su residencia de Virginia Waters– proclamas como estas, infectadas de un senil y tierno chauvinismo y nacionalismo fascistoide: “¡Ingleses, piratas, devuélvannos al tata!, ¡ingleses, piratas, devuélvannos al tata!”. Y luego el alcalde de providencia, Cristián Labbé, prohibió recoger la basura de la embajada de España ubicada en su comuna (en abierta y taimada venganza contra el juez español

Ha habido cierto escandalillo respecto a opiniones “antichilenas” proferidas por un personaje de la última novela de Jaime Bayly, que no es Jaime Bayly, sino un personaje de la última novela de Jaimy Bayly.

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Baltasar Garzón, responsable del injusto y agraviante encarcelamiento del tata en el hostil Londres). Ingleses y españoles: pueblos de piratas y comerciantes, de colonialistas y ladrones rapaces. Algo que ambas naciones tienen más que asumido, incluso convertido en materia de humor y autocrítica a nivel artístico y cultural (como en todo pueblo maduro, el reírse de los propios defectos constituye un ejercicio inteligente de conocimiento de sí mismo). Lo mismo puede decirse del pueblo judío. Como se sabe, los mejores chistes y burlas respecto de sus costumbres y valores han provenido del ingenio y la pluma de sus propios miembros (en su “Historia de los judíos” el ultraconservador inglés Paul Johnson lo certifica detalladamente). Otros casos: Friedrich Nietzsche y James Joyce. El primero y su repetida diatriba en contra del pueblo y la cultura alemanas (“mi misión es desgermanizarme”, “Alemania es mi aire viciado”); el segundo y su burlesca y sarcástica concepción de la Irlanda de comienzos del siglo XX (“raza de culos terrosos, de hembras que devoran a su camada”). Ahora bien, ¿a qué viene todo esto? A cierto escandalillo fomentado por la prensa local respecto a determinadas opiniones “antichilenas” proferidas por un personaje de la última novela de Jaime Bayly, próxima a publicarse por Alfaguara. “Echado en su cama del hotel Ritz, agobiado de ver programas de baile simiescos en la televisión chilena, harto de ver los noticieros que hacen alarde de algún mínimo triunfo deportivo en alguna competencia internacional”, reza uno de los párrafos del escritor peruano que ilustra la atmósfera de odio en contra de los chilenos experimentado por Javier Garcés, uno de los protagonistas de la novela. Luego de esta agobiante atmósfera, Garcés se va con todo en contra de nuestros compatriotas: “Me caen mal porque son falsos, hipócritas, fariseos, taimados. Me caen mal porque simulan ser conservadores cuando son libertinos. Me caen mal porque fingen ser honrados cuando son tan tramposos como los argentinos (sólo que más discretamente)”.

“Perdón por la franqueza –insiste Garcés–, pero si elijo a un chileno al azar, es feo, es un guiñapo, es un enano contrahecho, es sujeto de facciones como cuchillos afilados, es feo como una patada en los testículos. Y a pesar de eso, se sienten lindos, se sienten regios, se sienten estupendos, se sienten Primer Mundo”. ¿Resulta todo esto algo inédito para nosotros? Para nada: basta con escuchar a algunos humoristas locales despellejando nuestros defectos y pretensiones (Kramer o Coco Legrand). Que se sepa, nadie ha hecho escándalo por ello. Sería estúpido. Nuevamente sería confundir el humor con la realidad, la ficción con las cosas, el lenguaje del arte con la vida concreta (hay que insistir en esto: Javier Garcés no es Jaime Bayly, sino un personaje de su novela; tampoco está inspirándose necesariamente en las viejas rencillas bélicas entre Perú y Chile). Fuera de los humoristas, hemos tenido en Chile casos notables de escritores e intelectuales que se han solazado productivamente con nuestros defectos y pretensiones. Citemos una asertiva sentencia de Joaquín Edwards Bello: "El chileno es el hombre equivocado en el lugar equivocado" (ya vivir en una zona altamente sísmica como la chilena revalida la cita de Edwards Bello otorgándole un renovado toque de humor y dramatismo a nuestra existencia).

sabía usted que: … Sergio Jadue se realizará un examen de ANFP para saber si es hijo de Don Corleone. (Pablo Sazo)



2 exposiciones / Fotografías / Cristóbal Traslaviña

ABUELA CON MÁSCARA DE ANIMAL Y OTROS EPISODIOS FAMILIARES

Por Ana Rodríguez

"Un álbum familiar chileno". Centro Cultural Estación Mapocho

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a realidad más cruda y el afán de registrar la vida cotidiana son los hilos que mueven el trabajo del joven fotógrafo Cristóbal Traslaviña. Luego de una censurada muestra llamada “¿Cómo documentar el mundo sin renunciar a asumir una posición, la mía propia en este mundo?”, donde se mezclaban imágenes -retazos de escenas de noche, drogas y sexo-, esta vez Traslaviña presenta una muestra en el Centro Cultural Estación Mapocho donde indaga en lo más íntimo: la propia familia. En esta ocasión, Traslaviña sigue retratando con el formato análogo. El material, al ser menos pulcro, incorpora más errores y eso lo relaciona directamente con el tema

que trabaja. -Siempre he venido rescatando mi entorno, lo que pasaba con mi familia, amigos. Como una necesidad de tenerlos. Muchos amigos fallecieron a causa de la droga, por sobredosis. Y la fotografía me ayudó a sobrevivir en ese momento y tenerlos por siempre conmigo. Ahora con mi familia es lo mismo, poder conservarlos y tenerlos para siempre- dice Traslaviña sobre su trabajo, que se volverá a exponer a fin de mes en una retrospectiva de fotografía nacional en Matucana 100, donde compartirá sala con otros fotógrafos, y donde se incluirá su trabajo anterior. “Esta vez voy a tirar todo a la parrilla”, asegura, recordando que la primera vez que expuso esas fotos le calificaron la muestra para mayores de 18 años.

sabía usted que: … Karadima inventó el sexo orar. (Joaquín Izquierdo)


"¿Cómo documentar el mundo sin renunciar a asumir una posición, la mía propia en este mundo?"

La muestra “Un álbum fotográfico chileno” es en realidad una colección de episodios familiares: papá posando sentado tranquilo con una toalla tropical de fondo, abuela llorando, mamá vomitando, abuela con máscara de animal, un trozo de pollo con forma de corazón con un cuchillo ensartado, papá con torso desnudo, sobrina e hijo de Traslaviña jugando. “Esta es la intimidad, retratar lo que es lo mío, mi vida, el mundo en que me desenvuelvo”, explica. ¿Qué dice tu familia sobre que expongas este trabajo tan íntimo? -Mi familia ya tiene claro cómo va la mano en mis trabajos, están acostumbrados. Yo trato de ser lo más sincero posible, no mentir en nada, sabiendo obviamente que en el encuadre uno igual miente. Lamentablemente no pude hacer las copias a mano. Tuve que escanearlas, pero tratando de mantener ese error, lo crudo, sin retocar tanto en el computador. Que fuera lo más crudo posible, lo más sincero. ¿Por qué es tan relevante la crudeza de las imágenes? -Porque yo creo que las familias no son tan felices. No me mamo esa publicidad. También hay momentos en que somos felices, pero está la otra parte de la que nadie habla y qué mejor que la familia para hablar de uno mismo. UN ÁLBUM FOTOGRÁFICO CHILENO Cristóbal Traslaviña Sala Joaquín Edwards Bello Centro Cultural Estación Mapocho 28 de marzo al 24 de abril Entrada liberada más info: estacionmapocho.cl

sabía usted que... La UDI piensa seriamente en ocupar el puesto de oposición dejado por la Concertación (D. Canales)

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POR GERMÁN CARRASCO

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Voz baja, planos lentos y largos

on respecto a las formas sofisticadas e incomprendidas de amor, que a veces no tienen contacto carnal, he comprobado que la gente cercana a la literatura y las artes es tan o más conservadora que el resto de los mortales. Se escandalizan ante las relaciones con grandes diferencias de edad, y sobre todo con los amores homosexuales. Y no sólo en esta cornisa del mundo sino en todos lados. Lo curioso es que esa actitud provenga de parte de gente que defiende y hasta lucra con lo queer, los estudios de géneros, el feminismo y los estudios gay, blablablá. Son los primeros en escandalizarse, estigmatizar y reírse de una relación de amistad entre una anciana y un joven, de sospechar pedofilia cuando ven una relación fluida con una alumna demasiado joven, razón por la cual me preocupé en cierto programa de escritura creativa de hacer las clases en presencia de todo el mundo y por ningún motivo hacer la clase en la magnífica casa con piscina y canchas de tenis y golf que me dejaron a mí y a un escritor uruguayo. La gente que se dice progre o moderna es la primera en condenar una relación de infidelidad, que puede ser tan higiénica y ordenada como una relación de pareja única. La infidelidad tiene tantas o más reglas que la de la pareja monógama. En una ocasión, cierto periodista amigo andaba con una muchacha extremadamente atractiva, y el celo y la mariconada (sí, reparen en esa palabra) fue tal que le inventaron a mi amigo que tenía sida y que era homosexual, le dijeron eso a la chica para arruinar esa relación. Afortunadamente, ella era inteligente y conocía y amaba a mi amigo. Por algún motivo, la gente de los estudios de género ve homosexuales y misóginos y machistas en todas partes, y el error por parte del “acusado” es defenderse, ya que de esa defensa extraen una serie de conclusiones. En el mundo de las letras y las artes, una de las peores bajezas es tildar a alguien de fascista o de misógino y hasta de antisemita.

Y es una bajeza porque son esas las cosas que todos castigamos, son esas las cosas contra las que nos hemos opuesto durante toda la vida. Afirmo que si se esconde la belleza, la belleza infantil por ejemplo, y si hay una relación retorcida con ese tema, es más posible que ocurran aberraciones y delitos como los que ha cometido y comete cierto sector de la Iglesia. Si la belleza está presente con naturalidad, eso no ocurre. En la plaza veo a un obrero de torso desnudo jugar con su pequeña hija en bikini, manosearse, jugar como un perro labrador con su cachorro. Abordé este tema en un poema de “Ruda” que es un guiño al poema “Recado de nacimiento para Chile” de Gabriela Mistral, el que supongo nadie se atrevería a tildar de pedófilo, y al poema “Monólogo del padre con su hijo de meses” de Enrique Lihn. Saludé esos poemas (sin samplearlos, no se trata de una versión ni nada parecido) mezclándolos con unas notas acerca de una situación que observé y cuyas notas tenía en una libreta de garzón, de roneo. Cuando a uno le provocan un atractivo, un erotismo que no necesariamente es coital, las mujeres, por lo menos en mi caso, pueden ser de todos los tipos: niñitas, ancianas, niñas de todos los estilos; además, muchas veces uno se enamora de la charla, de lo que piensa una mujer, de cómo ve el mundo. En otra columna hablé de una anciana que estaba mimetizada entre sus plantas y que le regaló su mirada al que descubriera su performance, que era un homenaje al color, al cine y a la buena muerte. Porque ella no distinguía corte de planos, eso era demasiado brusco para el amor. Esos cortes se usan en otras ocasiones. Ella quería que no se notara la transición entre un plano y otro, el inadvertido paso lento que une una nota con otra, de la misma manera que la gente se enamora o cambia de escenario sin darse cuenta. Consideremos ahora el caso de los amantes. El corte brusco de planos que deja inercia (cada toma

se prolonga al infinito) no les conviene esta vez. No les convienen esos cortes bruscos tipo Goddard o tipo el Haneke de “Code unknown”, por citar dos ejemplos. Retirarse bruscamente es doloroso, es un golpe de estado en el estado de ánimo, es como ser arrancado con violencia de un sueño, como una planta arrancada de raíz. Por eso buscan la morosidad, el amor tiene que ver con el cine moroso y los planos lentos. Ese polvo de ejecutivo flaite a la hora de colación en donde tienen que separarse bruscamente destruye la sensibilidad, eso es violencia. Así como la poesía exige voz baja y silencio -quienes leen como actores o como evangélicos dementes simplemente no son poetas, se lee frío y despacio-, el cine de los amantes exige planos lentos y largos. Todo poema es de amor o de luto, y esas dos cosas exigen voz baja y planos lentos. Como los oídos no tienen párpados ni ventanas, el silencio es sagrado. Escuchémoslo, agreguémosle los sonidos de la ciudad.

Gente que defiende y hasta lucra con lo queer, los estudios de géneros, el feminismo y los estudios gay, son los primeros en escandalizarse, estigmatizar y reírse de una relación de amistad entre una anciana y un joven, de sospechar pedofilia cuando ven una relación fluida con una alumna demasiado joven.

MURAL DE ANTÚNEZ NO SEGUIRÁ MURIENDO

Foto: Alejandro Olivares

El destino del deteriorado mural “Quinchamalí” de Nemesio Antúnez, ubicado en una galería en la calle Huérfanos con San Antonio, en el acceso al ex cine Huelén, al parecer será más auspicioso que el que su estado actual auguraba. Eso es lo que acordó recientemente el Consejo de Monumentos Nacionales, que decidió declararlo monumento histórico después de haber leído una edición de enero pasado de nuestro pasquín donde denunciábamos el estado de abandono en que se encontraba la obra del Premio Nacional de Artes. 26

sabía usted que: … Luly se tomó un litro de Quix porque escuchó que eliminaba las grasas. (Alex Montt Euiguirrerazábal)


"MONTAIGNE SOY YO" Jorge Edwards

El Mercurio, 20/03/2011 Michel De Montaigne (1533 - 1592)

UN ACTIVO DISCREPADOR

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afael Sánchez Ferlosio (1927), un escritor español poco conocido, casi un desconocido por acá, aparece en el horizonte con el libro “Carácter y destino”: un festín de inteligencia y de admirable manejo del lenguaje. Esta recopilación de ensayos y artículos, hecha y prologada por sus compatriotas Ignacio Echeverría y Carlos Feliú, es una excelente manera de conocer al autor de “El Jarama”, novela de gran relevancia en la España de la posguerra, relevancia que, según dicen, Ferlosio insiste en minimizar. De ser así no imagino que lo haga por falsa modestia, que sea un tic derivado de esa frecuente impostura; más bien diría que, consecuente como se ve que es en estos ensayos, Ferlosio es el más áspero y categórico lector de sí mismo: no cede a la complacencia, menos se marea con los felatios públicos. Sus frases largas reclaman mucha atención del lector, al primer despiste retroceder es una necesidad no tanto porque no fuera claro en sus argumentos que, dicho sea de paso, son de una claridad cristalina, sino más bien porque al retroceder uno halla el lugar nada caprichoso que tiene cada palabra, la construcción metódica de sus frases y el ritmo de una prosa profusa. No hay descuidos ni espacio para la vaguedad, su visión es directa, dura, auténtica y polémica, es un activo discrepador, pero uno que mastica y analiza sus desacuerdos, paseándolos -antes de ser lanzados- por todos los rincones de su cabeza obsesiva, erudita. Con independencia se pronuncia sobre el poder de los poderosos, el terrorismo y la violencia, temas que aparecen tratados en varios textos de este libro, destacando uno titulado “Argentina y los muertos sin adiós”, en el que

reflexiona -a propósito de los desaparecidos que nunca debieron desaparecer en la Argentina de una oscura Junta Militar- sobre la importancia y necesidad que tiene el rito de despedida para el ser humano: “Hasta qué punto el rito protege también el no volverse a ver se manifiesta en la manera en que, cuando efectivamente ocurre la desgracia, la despedida es justamente lo que al instante surge como el primer asidero que, palpando a tientas, por así decirlo, en la negrura del desgarramiento, halla la mano del recuerdo, y al que se aferra con el alma entera como al primer sostén, como al punto de referencia cardinal, para la comprensión y aceptación de la tragedia”. El título del libro proviene del ensayo -apabullante- que Sánchez Ferlosio pronunció el año 2004 al recibir el Premio Cervantes de Literatura, que se le concedió, con toda justicia, por aquellas cualidades que llevaron a Fernando Savater a decir: “No me cabe duda de que Ferlosio es el mayor escritor vivo de la lengua castellana..., el mejor y más audaz explorador del alma de las palabras”.

CARÁCTER Y DESTINO Rafael Sánchez Ferlosio Ediciones Universidad Diego Portales 2011, 422 páginas.

Por Dorita Núñez

Pasaje escogido:

“LA CULTURA, ESE INVENTO DEL GOBIERNO” “El gobierno socialista, tal vez por una obsesión mecánica y cegata de diferenciarse lo más posible de los nazis, parece haber adoptado la política cultural que, en la rudeza de su ineptitud, se le antoja la más opuesta a la definida por la célebre frase de Goebbels. En efecto, si éste dijo aquello de ‘cada vez que oigo la palabra cultura amartillo la pistola’, los socialistas actúan como si dijeran: ‘En cuanto oigo la palabra cultura extiendo un cheque en blanco al portador’. Humanamente huelga decir que es preferible la actitud del gobierno socialista, pero culturalmente no sé qué es peor”.

PLAN CANNABIS 2011 "Estamos muy contentos con los resultados de este Plan en los meses de enero y febrero, que culminó con la incautación de cerca de 80 mil plantas de marihuana". MARCOS VÁSQUEZ, Director nacional de la PDI.

"Nuestro Gobierno no va a legalizar ninguna droga" RODRIGO HINZPETER, Ministro del Interior

"... ese imaginario que alimenta a la Concertación, como a todas las izquierdas: confusión, desorden, egoísmo, rebeldía, impaciencia, autogratificación". GONZALO ROJAS, "¿MISERABLES POR HACERLO BIEN?". El Mercurio, miércoles 16 de marzo de 2011

sabía usted que... En el confesionario de Karadima no se oían Padrenuestros sino ¡Oh my God! (Claudio Sánchez)

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VIEJO ZORRO, NOVATADAS SIMPÁTICAS Y OTRAS VISITAS

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a mejor película estrenada en este 2011 por poco pasa inadvertida para el público. Claro, se estrenó a mediados de febrero, sólo tenía una nominación al Oscar (por efectos especiales) y buena parte de la crítica chilena simplemente no la entendió. Esto último, no obstante, no debe extrañar. “Más allá de la vida”, del octogenario Clint Eastwood, está destinada a sufrir alguna incomprensión debido a su apuesta por el melodrama y también a que esta vez el autor de “Gran Torino” juega a desconcertar al espectador. Desde el comienzo, cuando la periodista Marie Lelay (Cecile

Por rené naranjo

de France) le habla a su novio en francés en una playa del sudeste asiático, Eastwood, viejo zorro, se concentra en la tarea de sacarnos los referentes. Escuchamos ese diálogo en francés y nos preguntamos si nos equivocamos de película. Tienen que pasar unos minutos para que, cuando Marie sale a la calle a comprar souvenirs, alguien hable en inglés y entendamos que sí, que esta es la película correcta. Pero el quiebre de moldes que prepara Eastwood sigue al instante siguiente, cuando un tsunami arrasa esa localidad costera y la periodista queda suspendida en esa zona inefable entre la vida y la muerte. Justamente, el tema de “Más allá de la vida” es la exploración, vía el lenguaje del cine (esto es, empírico), de la frontera que separa ambos estados esenciales. Eastwood sabe que aquello no se puede mostrar como una verdad, y por eso pone en escena imágenes del famoso “túnel” que se ve al morir como visiones de sus personajes. Esa opción es toda una lección de escritura cinematográfica, ejecutada en una puesta en escena brillante. Lo inmaterial mostrado como ficción a partir de un cierto respaldo científico, instalado en un filme que también explora las fantasías que los personajes construyen de sus propias relaciones con las personas queridas que han fallecido. El cuerpo como el recipiente donde conviven temores y ansiedades sobre el pasado y el futuro. Pocas veces el cine se acercó con tanta lucidez a la forma en que los muertos siguen existiendo en los vivos y en contadas ocasiones lo llevó a un plano de emoción genuina como sucede con la historia del niño londinense que pierde a su hermano gemelo. Si hay

¿Qué hay? Novatadas simpáticas como la chilena “El limpiapiscinas”, las oscarizadas convenciones sin pasión de “El discurso del rey”, el ejercicio efectivo y laborioso pero finalmente irrelevante de la cinta uruguaya “La casa muda”.

un gran momento fílmico este 2011, es precisamente aquel en que el vidente atormentado que encarna Matt Damon le da la mano al niño y recibe su descarga de dolidas emociones. Como “Más allá de la vida” salió de cartelera, hay que esperar que se lance en DVD para verla. ¿Qué queda entonces en los cines? Novatadas simpáticas como la chilena “El limpiapiscinas”, las oscarizadas convenciones sin pasión de “El discurso del rey”, la vitalidad y agudeza animada de “Rango”, el ejercicio efectivo y laborioso pero finalmente irrelevante de la cinta uruguaya “La casa muda”. Más duradera es la emoción y nobleza que extrae Javier Bardem del personaje de Uxbal, protagonista de “Biutiful”. Película de planteamiento moral difuso y cuestionable, el filme de González Iñárritu tiene como mérito el hincar el diente en la realidad de hoy y dejar que Bardem construya una actuación conmovedora, con todas sus contradicciones de pura humanidad. En el cine hay una regla de oro: siempre un buen actor puede salvar una mala película. Lo comprueba Anthony Hopkins en “El tiro”, uno de los éxitos de taquilla de la temporada. Nada nuevo en esta historia que busca contraponer ciencia y fe en torno a un par de exorcismos en Roma. El guión es ramplón y de él apenas se rescata una joven embarazada poseída por el demonio. Sin embargo, basta que Hopkins entre a escena para que uno le crea todo. Y para que incluso lo sobrenatural deje de parecer improbable.

Por Macarena Gallo

TRAZO MI CIUDAD

NUEVO NAZI ALEMÁN

Marcelo Mellado desde el puerto de San Antonio lanzando pedradas a Valpo y su movida cultural; la narradora Nona Fernández reivindicando a los olvidados por la oficialidad capitalina o Roberto Merino recorriendo el Drugstore y otros rincones son algunos de los entrevistados de la nueva temporada del programa “Trazo mi ciudad” de Canal 13C Domingos a las 23:00 a partir del 27 de marzo.

Según el ex directivo del Bundesbank y miembro del Partido Socialdemócrata Alemán, Thilo Sarrazin, los inmigrantes musulmanes son menos inteligentes y se integran peor, pero tienen más hijos y esto lleva a Alemania hacia la destrucción. Así lo asegura en "Alemania se destruye", su libro que -preocupantemente- se ha transformado en éxito en ventas con más de un millón 200 mil ejemplares vendidos en su país. Ojo.

SE VIENE CASTELLANOS MOYA No queda sino esperar que llegue rapidito a Chile “La sirvienta y el luchador”, la nueva y, según se puede otear, feroz novela del hondureño Horacio Castellanos Moya, que empieza así: “La gorda Rita trae en una mano el plato con caldo de pollo, arroz y verduras cocidas; en la otra, el manojo de tortillas. Los pone sobre la mesa. El Vikingo ya tiene la cuchara empuñada”. Un adelanto más extenso puede sapearse en tusquetseditores.com

SILVIO CONTRA GADDAFI "Le deseo a Libia algo mejor que Gaddafi. Y a la bota extranjera que la humille le deseo un Vietnam", escribió Silvio Rodríguez en su blog Segunda Cita. ¿Y a Cuba, compañelo?

MURALLA DE VAGINAS El artista Jamie McCartney trabajó durante años en un curioso proyecto que acaba de exponerse en una importante galería de arte británica. Se trata de la “Gran Muralla de Vaginas”. Son diez paneles de 9 metros de alto donde se pueden ver los moldes escultóricos de 400 vaginas de mujeres de todas las edades que se prestaron para el proyecto. Original, aunque ni tanto, ah: Rabelais hace varios siglos imaginó exactamente lo mismo.

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NICK CAVE En 2009 y 2010, Nick Cave reeditó parte de su catálogo junto a The Bad Seeds y este año no será menos retrospectivamente fructífero, ya que Cave relanzará Let Love In, Murder Ballads, The Boatman’s Call y No More Shall We Part. Cada una de estas obras será remasterizada e incluirá un DVD, videos musicales y un cortometraje que estará disponible desde mitad de mayo. sabía usted que: … Dalí Miró un Picasso. (Guido Gutiérrez Fernández)


EXCLUSIVO

Mucho se ha hablado de la conversación privada que sostuvo nuestro presidente, Sebastián Piñera, con el mandatario estadounidense Barack Obama. The Clinic plantó una cámara secreta en la reunión y pudimos obtener, en exlusiva, lo que hablaron los gobernantes.

ENCANTADO DE TENERLO EN CHILE, MISTER OSAMA

AHORA QUE ESTAMOS EN CONFIANZA, ¿POR QUÉ INVITÓ A SU SUEGRA A LA MONEDA?

HA, HA, HA... QUE GRACIOSO SER USTED

¿POR?

MI SUEGRA SE QUEDÓ EN EL HOTEL, ¡ELLA SER MI SEÑORA!

¡UPS! BUENO, DÉJEME DECIRLE QUE SU SEÑORA SE MANTIENE MUY BIEN PARA LA EDAD QUE TIENE... CAMBIANDO EL TEMA... ¿ES VERDAD ESO QUE SE DICE DE LOS NEGROS? ES QUE YO TENGO UN HERMANO NEGRO Y BELENCITA ME DICE... ¿CAMBIEMOS EL TEMITA?

MI SENTIDO ARÁCNIDO ME DICE QUE LA ESTOY CAGANDO. MEJOR CAMBIO EL TEMA

¿ESTÁ SEGURO QUE QUIERE HABLAR DE ESTO FRENTE A TODAS ESTAS PERSONAS?

¿NO PREFIERE HABLAR DE ENERGÍA NUCLEAR, EL TLC 2.0 O EDUCACIÓN?

...Y CON EL PRESIDENTE OBAMA HEMOS HABLADO DE ENERGÍA NUCLEAR, EL TLC 2.0 Y EDUCACIÓN...

PUCHIS, ME ENCANTARÍA, PERO MIRE LA HORA. YA SE HIZO TARDE.

sabía usted que...Pese a que Capdeville tiene más ranking, Massú sigue siendo mejor en el polvo. (René Iván Vargas Ormeño)

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Envíe sus cartas por e-mail a: cartasaldirector@theclinic.cl

Around The World

Alexis Cabello y Carolina Castro, Central Park, en NYC. Haciendo patria en la gran manzana.

IMAGINARIOS

POLÍTICOS

Hace unas semanas, cuando me encontré con el inserto "Imaginarios culturales para la izquierda"... bbbbbbrrrrrr!!! Bochorno total, pensé ¿cómo? ¿De dónde saco ánimos y estómago para leer este bodrio? Y eso porque me considero una mujer de izquierda o al menos "sonriente" con ella. Que poco inteligente soy que no puedo lanzarme en esta lectura que debe ser importante y reflexiva pero me pareció una lata estética, un aburrimiento sublime, idea tras idea y tras idea. Veo que no fui la única que pensó esto, otros se lanzaron en picada contra la publicación, sin embargo, siento que ya se convirtió en una lucha de egos y descalificaciones y eso sí que es menos constructivo y mucho más aburrido para nosotros, los "simples mortales" que poblamos los bajos mundos de la no intelectualidad! SOFÍA CORREA

La actividad política en nuestro país deja mucho que desear. Tenemos un Presidente que tanto en su actividad comercial como en la política siempre ha actuado al filo de la ley y a veces a pasado algunos límites legales; la Cámara de Diputados es presidida por un ex funcionario de la dictadura; el Senado lo preside alguien que ha cometido varios "errores", caso cartas, facturas, hasta problemas de infracciones de tránsito de vehículos; también tenemos a una conocida alcaldesa que devolvió dinero que por "error" lo ingresó a su patrimonio, al igual que una diputada que para evitarse un juicio en los tribunales también devolvió "voluntariamente" varios millones de pesos que por equivocación fueron a parar a una cuenta corriente que no correspondía; en La Florida un concejal que debería ser "símbolo" de Dicom pretende ser alcalde. Cómo es posible tanta patudez, si ni siquiera ha podido administrar correctamente sus deudas personales, cómo podrá hacerlo con los dineros municipales? De este espectáculo vergonzoso todos tenemos algo de culpa, desde quien votó por estos "servidores públicos" hasta quienes han callado ante estas llamadas "irregularidades", los chilenos nos caracterizamos por tener mala memoria. Es de esperar que para las próximas elecciones nos acordemos de estos "detalles" al momento de sufragar. No me referiré a lo que pasa en el futbol. Verdaderamente es algo que me asquea, razón tuvo Bielsa al renunciar, es demasiado honesto y decente para trabajar con viejos macucos y sinvergüenzas. Atentamente. Sergio Palma Osorio.

HAMILTON Después de escuchar al valiente doctor Hamilton, me pregunto ¿cuántos abusadores sexuales actualmente se esconden bajo el asqueroso manto de la Iglesia Católica? ¿Por qué Errázuriz, Arteaga y todos los culpables de guardar secretos o de haber cometido delitos sexuales no van a la cárcel con Karadima, en lugar de enviarlos a orar? ¿Qué opina la Justicia civil chilena después de la condena del Vaticano a Karadima? Siendo fiel y permanente lectora de The Clinic, ¿pueden ayudarme a buscar un galpón, o gimnasio o simple casucha de madera, que no huela a Iglesia Católica, donde mis queridos parientes y amigos hagan mi velatorio? Tengo 80 años, hipertensa, diabética, cercana a dejar este mundo en cualquier momento. Eso sí llena de ánimo y buen humor; bastante independiente, muy viajera y no soporto la Iglesia Católica. Los saluda con afecto, Elena Droguett Lorca

OBAMA La visita del presidente Obama, ¿premio Nobel de la Paz?, que mantiene tropas de ocupación en Irak y Afganistán, que en estos momentos bombardea Li-

bia, mientras hace vista gorda al genocidio en la franja de Gaza, nos viene a recordar el antiguo dicho:"La misma caca, pero en distinto envase". Yo fui uno de los millones que tuvo grandes expectativas en su gestión y que apoyó la oleada de esperanza que sacudió el mundo con su elección. Desgraciadamente, nada ha cambiado y sus promesas, como las del de aquí, se las llevó el viento, o los tsunamis. Atentamente, Enrique Merino Belmar

MAREMOTO Mucho se criticó al gobierno pasado de su supuesta inoperancia y negligencia en dar la alarma por el tsunami que afectó al sur de nuestro país el año pasado. Al respecto, siendo un crítico de los gobiernos de la Concertación, no puedo dejar de comparar las consecuencias que al nivel de vidas humanas tuvieron los terremotos y maremotos, del año pasado en Chile y de este año en Japón. No sin antes honrar y respetar la memoria de los muertos y desaparecidos, chilenos y japoneses, al analizar las lamentables cifras tenemos que: Chile, febrero de 2010: 521 muertos y 56 desaparecidos, según lo informado por el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla en abril del año pasado. Japón, marzo de 2010: 8.400 muertos y 12.722 desaparecidos. Considerando que el terremoto de Japón y posterior tsunami ocurrió durante el día, con los japoneses despiertos y en plena actividad, y poseyendo ellos una amplia y sofisticada red tecnológica para predecir sismos y alertar a los habitantes ante tsunamis, se puede concluir que los chilenos y las autoridades del momento salimos muy bien parados pues a nosotros la desgracia nos pilló de madrugada, en un fin de semana de juerga veraniego, con miles de per-

sonas de paseo en playas y balnearios y sin un puto haz de luz que los ayudara a escapar de la catástrofe. ¿Todavía hay alguien que diga que en Chile la cagamos con el terremoto y maremoto de 2010? Con afecto, Héctor Araya

"VENGA A LA PIZZA NOSTRA" Yo no tengo almuerzos de negocios, tampoco cenas familiares, jamás he entrado a la Pizza Nostra, con cueva cuando trabajaba en el centro, me zampaba unas napolitanas donde Ravera, allá en el portal Fernández Concha. Nunca he sabido por qué en este pueblo donde vivo, que se llama Chile, los gañanes aparentan ser cajeros de banco, los cajeros de banco aparentan ser abogados, los abogados aparentan ser empresarios y los empresarios aparentan ser millonarios. Es como si los gatos aparentaran ser tigres, los claveles aparentaran ser robles y el Mapocho, el océano Pacífico. Jorge Carrasco Martínez

LA MANADA DE KARADIMA Aunque suene repetitivo, se pasó James Hamilton, lo del domingo fue una verdadera lección de valor. Estamos agradecidos, yo por lo menos y otra gente que así lo comenta, de un hombre que habla -en el Chile de los eufemismos- con nombre y apellido, a plena televisión. Revolcado tantos años por el mar de la vergüenza, del dolor, el doctor Hamilton abrió la herida purulenta del caso Karadima, sacando de allí no solo un testimonio demoledor, sino que también nombres, hombres (o poco hombres) que rondaban silenciando lo que acontecía en El Bosque 822. El cara de poroto Errázuriz, un Matte matonesco y cuatro obispos, la manada de Karadima. Y por favor, que no se olvide el gran papelón de Juan Carlos Eichholz. BERNARDITA A. C.

Director :PATRICIO FERNÁNDEZ (@patofdez) Editor General: PABLO VERGARA (@pablovergarae) Editor Cultura: Vicente undurraga Editor Crónica: claudio pizarro Dirección de arte y diseño: LEO CAMUS Y MAX BOCK Editor Fotográfico: ALEJANDRO OLIVARES Editor Humorístico: FRANCISCO CASTILLO Editor general web: PABLO BASADRE Secretaria: ALEJANDRA FIERRO Corrector de estilo: HUMBERTO AHUMADA Gerente general: PABLO DITTBORN Gerente comercial: CARMEN BURGOS (@carmenburgos) Asistente comercial: XIMENA RIVAS Colaboradores: MÓNICA GONZÁLEZ, RAFAEL GUMUCIO, CLAUDIO BERTONI, MARTÍN HOPENHAYN, NICANOR PARRA, MATÍAS RIVAS, RENÉ NARANJO, JUAN PABLO ABALO, TAL PINTO, ALEN LAUZÁN, ALEJANDRO ZAMBRA, PEDRO CAYUQUEO, VERÓNICA TORRES, JORGE ROJAS, MACARENA GALLO, ANA RODRÍGUEZ, cristóbal olivares, MARCELO MELLADO, GERMÁN CARRASCO, ALFREDO JOCELYN - HOLT, DIAMELA ELTIT, PAULA VIAL, BRUNO VIDAL, ÁLVARO DÍAZ, GUILLERMO MACHUCA, LOS MAESTROS Practicante humor: Javier Alvarado Periodista en práctica: Monserrat Sánchez

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Impresión: QW (QUE SÓLO ACTÚA COMO IMPRESOR). THE CLINIC ES PUBLICADO POR LA SOCIEDAD DE EDICIONES Y PUBLICACIONES BOBBY S.A. DOMICILIADA EN SANTO DOMINGO 550 PISO 6, SANTIAGO. Fono: 633 9584-639 0264. FAX 639 6584 E-mail: cartasaldirector@theclinic.cl /publicidad@theclinic.cl /www.theclinic.cl

Este medio ha certificado su circulación y lectoría.

sabía usted que: … Las mujeres que se regalan vienen con la cinta pegada al paquete.


TOLERANCIA CERO

"MONSEÑOR ERRÁZURIZ ES UN CRIMINAL". James Hamilton Querellante de Karadima

"La denuncia era muy difícil de creer, porque tenía una fama el padre Karadima de hombre bueno, de hombre santo, de hombre espiritual". Francisco Javier Errázuriz


jueves 24 de marzo DE 2011 · AÑO 12· Nº 386

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EXCLUSIVO: DESCLASIFICAMOS LA CONVERSACIÓN PRIVADA DE PIÑERA CON OBAMA FOGWILL: UN ESCRITOR EN LA PISCINA HUMORISTA CALLEJERO ÁLEX VÁSQUEZ (HERMANO DEL FLACO): “CON LA VISITA DE OBAMA NO PUDE NI TRABAJAR”


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