Fairways firmes requieren un compromiso con el control del thatch La USGA Green Section siempre ha propuesto campos de golf con superficies más firmes y más secas. Controlar el thatch es sólo un aspecto de un fairway firme, pero es un elemento crucial. POR ADAM MOELLER
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uchos campos de golf están ajustando sus filosofías sobre el manejo del césped y poniendo el énfasis en superficies más firmes como una parte integral de unas buenas condiciones de golf. Alcanzar estas condiciones, sin embargo, es más fácil de decir que de hacer puesto que hay una gran cantidad de variables involucradas. Los suelos arenosos que drenan bien permiten condiciones de mayor firmeza con mayor frecuencia que los suelos arcillosos de textura más firme, los cuales retienen la humedad en forma intensa. La eficiencia del sistema de riego automático por aspersión y las posibilidades de un riego manual (es decir, mano de obra) también ejercen una gran influencia en cuán firme o blando puede mantenerse en forma consistente a un campo de golf. Por último, el contenido de materia orgánica, también conocido como “thatch”, tiene un impacto determinante en la firmeza del campo de golf, el tema central de este artículo.
Un thatch desmesurado muchas veces es el resultado de una aireación con sacabocados o corte vertical insuficientes. Las condiciones de firmeza y confiabilidad rara vez se obtienen si el thatch es abundante.
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TGM
Septiembre 2012
El thatch es una combinación de material vegetal con y sin vida, y un derivado natural del crecimiento sano del césped. Una cantidad razonable de thatch es necesaria para la tolerancia al tránsito, pero en demasía se vuelve un problema agronómico y de jugabilidad. El manejo incorrecto del césped contribuye a una formación excesiva de thatch, lo cual lleva a una condición blanda del césped. El uso exagerado de fertilizantes y de riego son dos factores posibles de controlar que causan una rápida acumulación del thatch. La especie del césped también juega un rol significativo. Por ejemplo, el creeping bentgrass y la bermuda producen más thatch que el ryegrass perenne o la Poa annua. Dicho esto, los trabajos culturales infrecuentes o inadecuados son generalmente la razón oculta detrás del exceso de thatch. A los jugadores de golf pueden no gustarles las prácticas culturales de los fairways (es decir, la aireación con sacabocados, el corte vertical) debido al trastorno temporario que causan, pero sin ellas es difícil controlar el thatch y producir superficies firmes. Los campos de golf menos interesados en la firmeza deberían igualmente estar atentos a los niveles de thatch, dado que en volúmenes abundantes puede provocar graves inconvenientes en el césped. Además de favorecer fairways blandos, el abuso del thatch conduce a un desarrollo radicular insuficiente, mayor presión de enfermedades e insectos, un desmedro de la eficacia de los pesticidas y un incremento en el raspado de las cortadoras. Los problemas vinculados a la humedad también son comunes con el exceso de thatch. Un césped con mucho thatch permanece húmedo y saturado luego de la lluvia o el riego en razón de que retiene la humedad de manera intensiva. En condiciones de sequía, el exceso de thatch impide el movimiento uniforme del agua en el suelo, lo cual