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I Economía circular

Reciclary trabajar

Una cooperativa ubicada en González Catán convierte aceite vegetal usado en combustibles. Una apuesta por el trabajo y el medio ambiente, que logró exportar sus productos a Europa.

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TEXTO VERA LAUCKNER

Dignidad laboral. Podría ser el reclamo de cualquier trabajador, hoy en día, pero también es el nombre de una cooperativa con sedes en La Matanza y en Tucumán. “Nació después de la hecatombe económica que se produjo en 2001, donde empleados de distintas empresas quedaron fuera del sistema comercial y empezaron a

recolectar plásticos y cartón de manera independiente”, cuenta a Tercer Sector Marcelo Medina, actual presidente de la organización.

Este grupo de recolectores independientes decidió agruparse de forma horizontal, para tener mayor poder de compra y venta. Así se formó la cooperativa Dignidad Laboral, que en la actualidad funciona principalmente a través del reciclaje de aceite vegetal.

“Hacemos recolección domiciliaria y también de grandes productores, como los bares y rotiserías, que tienen mayor consumo de aceite. Además, tenemos estaciones ambientales donde pueden dejar el tarrito o la botella de aceite”, explica Medina, desde González Catán.

Los cooperativistas se encargan de la recolección, el transporte y, también, del proceso de reciclaje, a través de máquinas diseñadas por ellos mismos. En pequeñas plantas de autoconsumo dejan que el aceite decante durante una semana para que se separe del agua. Después, lo calientan para retirar el excedente de humedad que queda. Y, finalmente, pasa por un reactor con metilato de sodio.

Tras el filtrado, quedan dos productos. El principal es el biocombustible que los trabajadores entregan, por ejemplo, a la municipalidad de Tafí Viejo, en Tucumán, para los colectivos de la zona. Y también aparece como subproducto el glicerol, que no sirve para ser usado farmacológicamente, pero sí como combustible en calderas y calefacciones. Como si todo esto fuera poco, parte de lo que reciclan lo exportan a Holanda y España. La cooperativa cuenta con 35 trabajadores, pero ninguno de ellos forma parte del grupo fundador. “Se han ido sumando de a poco y los que fundaron originalmente la cooperativa tomaron otro camino. Es muy dinámico, a veces es difícil que un cartonero independiente se sume a una organización, porque tienen sus propios tiempos y valores”, explica Marcelo. Desde Tucumán, Federico Medina, un recolector que se unió al grupo en 2016, cuenta que se sumó para “tener una mayor rentabilidad y mejores condiciones de trabajo”, junto con personas que “perseguían el mismo objetivo que yo”. Si bien está muy contento con su situación laboral, Federico resalta el desinterés de las instituciones públicas de la zona, que muchas veces “no prestan colaboración y nos dejan de lado”. El trabajo “se vuelve muy engorroso”, agrega. No obstante, sigue apostando a la dignidad laboral y humana.

“Hacemos recolección domiciliaria y también de grandes productores, como los bares y rotiserías”. Marcelo

Medina, Cooperativa Dignidad Laboral CÓMO CONECTARSE

Dignidad laboral: 381-6172858 / 381-4171662 dignidadlaboral.cooperativa@gmail.com