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I Ecología

Fuego en Corrientes: Fuego en Corrientes: acciones para acciones para reparary prevenir reparary prevenir

Más allá de los incendios del verano pasado, estrategias para Más allá de los incendios del verano pasado, estrategias para recuperar el hábitat de la fauna, sin descuidar la economía de la región. recuperar el hábitat de la fauna, sin descuidar la economía de la región.

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TEXTO CRISTINA MAHNE

Al principio fue el agua. El relato oral que a lo largo de los siglos ha perpetuado la historia del Arca de Noé sitúa un diluvio inédito, sucedido en la era precristiana, como el origen de los esfuerzos de ese personaje bíblico por preservar la biodiversidad.

Ahora, el poder de poner a la fauna (y por extensión a la humanidad toda) al borde de su extinción está en su contracara: el fuego. De hecho, según la ONU, el número de incendios catastróficos aumentará en el mundo hasta un 52% para el 2100.

La pérdida de más del 11% de la superficie de la provincia de Corrientes (un millón de hectáreas, casi 50 veces la Capital Federal) coronó trágicamente una serie de incendios que azotaron, en los últimos años, a vastas regiones de la Argentina.

Una vez extinguidas las llamas, que arrasaron con fauna, flora, viviendas y ganado, las brasas están lejos de apagarse. La recuperación será lenta y costosa, en múltiples sentidos.

La esperanza es que desde el corazón de este volcán emanen acciones que atiendan las causas del desastre. La experiencia marca que el aprendizaje debe aplicarse pronto y de manera estratégica.

Pensar alternativas

El fuego es un viejo conocido en Corrientes. La naturaleza enciende la flora por acción del sol y como método de autorregulación. A su vez, los productores y las entidades conservacionistas lo usan para regenerar pasturas, en el primer caso, y para controlar el avance del pastizal sobre el bosque, en el segundo. Sin embargo, según el Inta, en el verano, la cantidad de focos de calor rompió el récord provincial de los últimos 20 años. Las estrategias se dieron de bruces contra un calentamiento global que obliga a repensar todo.

La fauna de pastizales, montes y bosques de Corrientes,

Cuatro opciones para ayudar

■ Donaciones para Rewilding Argentina https://rewildingargentina.org/ ■ Donaciones desde exterior para Fucana https://www.collett-trust.org/help-the-trust ■ Donaciones para la reserva Don Luis,vecinos y

escuelas

Transferencia o depósito bancario con el alias AAAVYT-NORDESTE ■ Donaciones para fauna herida,desde el Institu-

to de Biología Subtropical (Conicet)

Transferencia o depósito bancario con el alias CRUDO.PAZ.ALCE

Gentileza Rewilding Argentina

no sólo se vio amenazada por el fuego, sino por la destrucción de sus hábitats y la falta de agua, paradojalmente, en una región, Iberá, que en guaraní significa aguas brillantes.

Con dos agravantes: son varias las especies que antes de los incendios ya estaban en peligro de extinción, como el yaguareté, el tordo amarillo y el aguará guazú, y la Ley de humedales sigue sin encontrar oxígeno.

“En Iberá teníamos en corrales de presueltas a animales en proceso de ser reinsertados en la naturaleza: osos hormigueros, muitúes (pavas de monte), pecaríes, nutrias gigante y yaguaretés. A algunos, los llevamos a lugares seguros; a otros, a centros de cuarentena. Estamos criando pichones de guacamayos, porque debimos rescatarlos sin los padres. También trasladamos huevos de muitúes, que pusimos en incubadoras; monitoreamos a los animales liberados, les dimos suplementos de alimentos, curamos sus patas quemadas… El fuego no es un elemento ajeno a la región. Pero ahora, la fauna no tenía dónde escapar”, sostiene Sebastián Di Martino, Director de Conservación de Rewilding Argentina.

El experto cree que “hay que repensar el modelo productivo ganadero. No todos los ambientes toleran el fuego, y mucho menos si se lo usa irresponsablemente. Hay que discutir si Iberá tiene que tener vacas, y pensar alternativas para que los pequeños productores no sean tan incendio-dependientes”. “A su vez, si resultan imprescindibles, hay que hacer quemas controladas en invierno, de noche, en días sin viento, con pronóstico de lluvia y con un equipo alerta para atender esos focos, encendidos planifican-

“Estamos criando do por sectores. Nadie hace eso –lamenta–porque es más fácil que las responsabilidapichones de guacamayos, des se diluyan en la sequía, el verano y la porque debimos combustión espontánea.” rescatarlos sin los Por eso, Di Martino pide “estrategia y capadres.” Sebastián Di pacitación. La gente reclama aviones hi-

Martino, Directorde drantes, pero sólo bajan la temperatura de

Conservación de la superficie. El fuego se ataca por abajo,

Rewilding Argentina. con equipos dotados, entrenados y numerosos”. No es un problema de los pobladores locales. Un ecosistema diverso es más resiliente y hace frente de manera idónea a la necesidad de capturar cada vez más carbono de la atmósfera. Eso, a la vez, contribuye a que haya menos plagas que salten eventualmente al hom-

“Falta mucha toma de conciencia. Porparte de los ganaderos y también de los que están al frente de las producciones forestales.” Alejandra Boloqui, presidenta de la Cámara de Turismo de la provincia y miembro de la Fundación Cambyretá para la Naturaleza (Fucana).

bre. Por eso es clave cuidar a los animales nativos de cada región, aunque se viva en la otra punta del país.

En condiciones climáticas normales, las llamas no llegan al bosque, que permanece verde y húmedo. En el verano reciente, la sequía lo convirtió en combustible. “El pastizal puede que en tres años se recupere, pero la selva paranaense no está adaptada al fuego. Por eso pensamos que el oso hormiguero gigante y el venado tienen chances de mejorar su subsistencia antes que el guacamayo y el muitún, que son especies de bosque y ayudan a su vez a regenerarlo, porque son grandes comedores de fruta”, explica.

Di Martino cree que habrá que prepararse para la próxima amenaza. “Es muy probable que sobrevenga una época de grandes inundaciones. Los contrastes son cada vez más extremos”, alerta.

Mientras tanto, Rewilding lanzó una campaña de recaudación de fondos para reponer alambrados, corrales, tractores, equipos de comunicaciones y materiales anti-incendios, pero son varias las organizaciones con pedidos de donaciones (ver recuadro).

Autorrescate

Los ganaderos agrupados en la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes difundieron un video en el que piden a los productores y a la población en general que “por ningún motivo” quemen pastizales. No alcanza con el contenido audiovisual.

“Falta mucha toma de conciencia. Por parte de los ganaderos y también de los que están al frente de las producciones forestales”, advierte Alejandra Boloqui, presidenta de la Cámara de Turismo de la Provincia y miembro de la Fundación Cambyretá para la Naturaleza (Fucana). Desde ese rol está encargada de la reserva privada de fauna Don Luis.

Los ganaderos, asegura, “deben invertir en pasar una rastra (maquinaria agrícola que sirve para aflojar la tierra después de arar) o una desmalezadora. Es el único modo de hacer cortafuegos mejores, más anchos, que protejan más, pero aparte ofrecen otras ventajas: las pasturas brotan óptimas y los animales no quedan a la intemperie en invierno”.

Los cortafuegos son senderos libres de maleza que tradicionalmente sirvieron para que los focos se extinguieran. Pero ahora, la sequía hizo que aunque las llamas se agotaran en la superficie, de manera subterránea siguieran vivas. Por eso atravesaban esos suelos yermos y renacían decenas de metros más adelante. “Trabajamos siempre con quemas muy acotadas y habíamos hecho pruebas con cortafuegos que funcionaron muy bien. Teníamos senderos de 24 metros de ancho. Pero fueron inútiles”, dice Boloqui. En cuanto a la forestación con pinos, afirma, “es una actividad muy mano de obra intensiva, lo cual es bueno, pero el Gobierno debe controlar que generen cortafuegos adecuados. No sirve de nada que yo haga el mío, si otro planta pinos a un metro del alambrado”, sostiene la experta. “Combatimos los incendios cuerpo a cuerpo y por eso tuvimos poca mortandad entre los miles de animales de la reserva (monos, yacarés, carpinchos y otros) pero muchos están flacos, débiles, y les llevamos agua con cisternas, tractores, mangueras… Usaremos las donaciones para reponer alambrados y que no tengan que disputar las escasas pasturas con las vacas de los productores vecinos”, anticipa Boloqui. Al lado de Don Luis también tiene una de sus bases Rewilding. Allí, Marianela Massat es la Coordinadora del Proyecto de Reintroducción del Guacamayo Rojo, y fue quien –junto con Matías– cruzó de madrugada a pie un estero hasta dar con el nido y rescatar a dos pichones en Cambyretá, mientras las llamas los rodeaban. Los trasladaron a un centro de asistencia, después de cargarlos en las mochilas de sus espaldas. “Parece que los hubiéramos salvado pero –reflexiona– a largo plazo nos rescatamos a nosotros mismos”.

CÓMO CONECTARSE Fundación Rewilding Argentina:

(011) 4807 3976 info@rewildingargentina.org

Reserva Don Luis:

03786 61 2170 info@turismodiversidad.com