Antologia del cuento extraño 02

Page 69

Antología del cuento extraño 2

producidas por alguna explosión. ¿Pero querés ir a ver lo que lleva ahora? Seguramente un cargamento de zapallos rojizos, o de fresquísima lechuga... Alejandro movió obstinadamente la cabeza con el gesto temeroso y angustiado de un niño que se niega a cumplir un castigo. Yo giré la cabeza para divisar al camionero. Terminaba de tomar una copa en el mostrador de cinc y abandonaba el local. Pasó al lado de nuestra mesa, detrás de mí. No pude ver si el hombre hizo un gesto, pero lo cierto es que Alejandro se incorporó y con pasos de alucinado salió detrás del camionero de la casaca de cuero. Cuando sentí arrancar el poderoso motor pude reaccionar. Atiné a dejar un par de billetes en la mesa, entre las jarras vacías, y llegué hasta la puerta. El camión y Alejandro habían desaparecido. Tenía frente a mí esa extraordinaria bóveda de cemento, con imponencia y belleza de catedral, de nuestro mercado central. Filas interminables de camiones entraban lentamente por sus puertas de ciudadela. Sentí miedo y eché a andar con paso rápido hacia las luces del centro de la ciudad.

69


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.