2. Materiales y recursos didácticos.
La selección de los materiales y recursos didácticos dependerá del contexto concreto y de las características de los destinatarios. Teniendo en cuenta la flexibilidad del diseño, la selección y criterios de uso de los materiales y recursos didácticos corresponderá a los formadores encargados. En cualquier caso, deberá tenerse en cuenta que los materiales y los recursos están al servicio de las intenciones formativas, y su función es facilitar su desarrollo. Junto con el diseño, se recomienda elaborar un desarrollo de los contenidos del mismo, que pueda servir de orientación. Además, para la puesta en marcha del itinerario modular propuesto, se considera conveniente la utilización de equipos informáticos, equipos audiovisuales, etc. Las instalaciones en las que se imparta la formación deberán disponer de aulas que permitan la flexibilidad en su uso y distintas formas de agrupamiento, facilitando la funcionalidad del aprendizaje. La formación práctica se llevará a cabo en distintos establecimientos profesionales (fincas ecológicas, establecimientos de turismo rural…) dependiendo de la materia abordada. Se establecerán acuerdos de colaboración con estos centros, a través de los cuales los propietarios recibirán a los alumnos durante el periodo de desarrollo de las prácticas. A parte de todo el material de dichas instalaciones, que también podrán utilizar, los alumnos deberán ir elaborando un cuaderno de prácticas en el que: Plasmarán sus percepciones, sus ideas, sus formas de ver los distintos trabajos realizados. Anotarán todas las dudas que se planteen. Plantearán, con espíritu de iniciativa, soluciones a los diferentes problemas que se vayan presentando. Añadirán sus impresiones personales sobre el desarrollo de las prácticas, destacando aquellos aspectos que más les hayan ayudado en su aprendizaje y aquellos otros que sean susceptibles de ser mejorados. 3. Evaluación A través de la evaluación se determinará el grado de progreso alcanzado con respecto a los objetivos planteados en la acción formativa. Esto permitirá ajustar de forma continua el proceso de formación a las características y necesidades del alumnado. La evaluación se plantea como un proceso continuo con tres momentos a destacar:
23