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Latinos al rescate en Turquía y Siria

“Esto no es una crisis humanitaria; son dos: la de Siria y la de Turquía. El mismo desastre natural ha provocado dos situaciones distintas”. Al otro lado del teléfono, tras varios días con problemas de comunicación, el doctor Hakan Bilgin, presidente de Médicos del Mundo en Turquía, conversa con Sol de Medianoche. Hay una gran presencia latina en las tareas solidarias en ambos países.

POR CARLOS MATÍAS

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“En Siria no había grandes edificios en la zona”, dice Hakan Bilgin (Siria es un país en guerra). “En Turquía sí había grandes edificios y urbanizaciones. Una cuarta parte del país ha sido afectada”.

Estas dos formas de vivir una misma tragedia natural “obliga a los especialistas en rescate y ayuda humanitaria a plantear sus trabajos en los dos países de manera diferente. La solidaridad internacional es impresionante y es de agradecer. Pero pido por favor que todos los ciudadanos solidarios se guíen por lo que les indiquen los profesionales en cada momento”.

Los meses y años próximos serán muy duros en Turquía y Siria. “Tardaremos décadas en reconstruir todo y recuperar la normalidad”, dice a Sol de Medianoche el periodista turco Sehnan Bolelli, de la agencia Anadou, en Ankara. Hay una gran presencia latina en las tareas solidarias en ambos países, como la Brigada Los Topos de Tlatelolco, de México, y el SAMU (Servicio de Asistencia Médica de Urgencia) de Málaga, España, entre otras brigadas de bomberos y rescatistas españoles y latinoamericanos.

“En Siria hay cólera y la epidemia se agravará”, dice la panameña Krystell Santamaría, manager de riesgos en catástrofes de Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja para los países de Medio Oriente y Norte de África (MENA). Krystell es la responsable de coordinar toda la ayuda humanitaria en el Norte de Siria. “Es el terremoto más grave de la historia reciente”, dice Sehnan, “pero no el peor”. Sin embargo, para Siria “es el más devastador y destructivo”, comenta Krystell.

Más de 60 países han enviado toda clase de insumos y efectivos para tareas de rescate y asistencia médica, psicológica, social y material. Uno de los grupos de élite más destacados es el de “Los Topos”. Fernando Álvarez, desde Tlatelolco en México, trata de pasar información actualizada a Sol de Medianoche. Intenta suplir así los problemas de comunicación que este periódico también tiene con alguno de sus 22 hombres desplazados al epicentro del terremoto.

“Es incalculable por el momento dar cifras de muertos y heridos, porque cada minuto de cada día se van renovando datos. Hay más de 6,000 grandes edificios destrozados en el Sur de Turquía. El terremoto se produjo de madrugada y la población estaba durmiendo en sus casas. Imaginen lo que esto supone en número de personas que pueden haberse visto atrapadas entre escombros, heridas y fallecidas”, dice.

Desde Estambul y a punto de desplazarse a Al Dana, Siria, en la gobernación de Idlib (Antioquía), habla también para Sol de Medianoche la prestigiosa empresaria española Letizia Buzón, impulsora de un proyecto sin precedentes de recuperación del milenario jabón de Alepo, dando trabajo a cientos de refugiados sirios. Hace cinco años estableció la fábrica en la frontera siria con Turquía. Es decir, en plena “zona cero” sísmica. “Ahora todo es destrucción”, comenta, “pero volveremos a empezar otra vez”.

La tragedia turco-siria nos recuerda que Alaska ha vivido dos de los diez terremotos más graves de la Historia de la Humani- dad. El primero en importancia, en marzo de 1964, con una magnitud de 9.2 grados en la escala Richter. Hasta ahora, sólo ha sido superado por otro ocurrido en Valdivia, Chile, en 1960 (9.5 grados) y el de Indonesia en diciembre de 2004 (9.3 grados). Este “Gran Terremoto de Alaska tuvo su epicentro a 120 km de Anchorage y es hasta el momento el más poderoso registrado en Norteamérica.

El segundo ocurrió en marzo de 1957, de 8.6 grados en la escala Richter. Tuvo su origen en las Islas Andreanof; causó daños en las Islas Aleutianas y Hawái y provocó un tsunami. Causó daños estructurales en las islas Adak y Umnak y provocó la erupción del volcán Vsevidof.

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