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Joan Miró
o a n M i r o
Joan Miró ( 1893 - 1983 ) fue un fue pintor, escultor, grabador y ceramista Barcelonés. Uno de los pioneros de eso que se llamó surrealismo, en concreto de su vertiente más «infantil» y automática.Para Joan Miró el subconsciente era un enorme campo de juegos, o un juguete muy parecido a los que tuvo en su infancia.
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Con inicios muy eclécticos, el pintor nació con las vanguardias y en su primera obra mostró fuertes influencias del fauvismo, cubismo y expresionismo, todo con ese toque tan naïf propio de su producción.
Pero en París descubre el poder de lo onírico y decide acabar con los métodos convenciona-
les de pintura. Enpalabras propias quería «matarlos, asesinarlos o violarlos». En 1924 firma el Manifiesto Surrealista e incorpora a su obra formas infantiles automáticas y signos caligráficos. Su obra se va volviendo cada vez más abstracta, más simple, más infantil. Reduce también su paleta a colores primarios, a formas primarias, y esto se ve también en sus esculturas y cerámicas.
Su arte roba de la infancia, pero también de la cultura popular, por lo que hay mucho simbolismo (el pájaro, las estrellas, la figura femenina…) que refleja su visión ingenua, feliz e impetuosa del mundo.
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"El carnaval del Arlequín” Joan Miró, 1924.
En el que se mezcla el sueño, el delirio y los recuerdos de la infancia. Con una aparente espontaneidad, Miró plasma en este óleo un universo infantil poblado por numerosos seres y objetos. Juguetes que parecen moverse por todo el cuadro y le dan un ritmo que se marca aún más con formas y colores. “Intenté plasmar las alucinaciones que me producía el hambre que pasaba. No es que pintara lo que veía en sueños, como decían entonces Breton y los suyos, sinó que el hambre me producía una especie de tránsito parecido al que experimentaban los orientales.”
Joan Miró, Je rêve d’un gran atelier, XXéme siècle, I nº 2. Paris, 1938
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“Signos y constelaciones enamorados de una mujer” Joan Miró, 1941.
El característico estilo naif de Miró, con el que el artista busca adentrase en lo más profundo del subconsciente humano y nos ofrece su particular visión de la realidad plagada de símbolos y colores. Esta constelación representa exactamente lo que dice su título: un cielo estrellado con sus respectivas constelaciones, símbolos variados que forman una especie de laberinto formado por líneas negras y salpicado por colores primarios, los famosos pájaros de Miró y por supuesto la mujer, siempre tratada por Miró como un ente creador y protector. Muchos ven aquí un elemento de evasión y huida, pues la realidad de 1941 no era de lo más confortable en Europa. Según el nieto del artista, Miró tenía que escapar de alguna manera de las barbaridades que se estaban cometiendo durante la 2ª Guerra Mundial, y lo único que pudo conseguir fue escapar por medio de su arte, y mirando al firmamento.
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“Mujer y pájaros al amanecer” Joan Miró, 1946.
Lo masculino y lo femenino, el cielo y la tierra, el vacío y lo lleno... En la pintura Mujer y pájaros al amanecer, de 1946, esta dualidad es muy visible. La figura central tiene atributos masculinos, pero también un sexo femenino; el triángulo invertido y el triángulo ascendiente que enmarcan la composición por los extremos superior e inferior también ejemplifican esta tensión, así como el círculo de color rojo intenso, color casi convertido en materia, opuesto al círculo azul traslúcido. Se trata de un contraste no solo de los colores, sino de la materia, de las formas, de los atributos.