LA CONTROVERSIA TERRITORIAL PUNA DE ATACAMA Y SU ENTREGA A ARGENTINA ARBITRAJE 1899

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Corporación Defensa de la Soberanía Estudios Históricos y Políticos para la Defensa del Patrimonio Territorial Chileno

Las conversaciones de Seeber con el General Körner y las impresiones que se llevó personalmente en terreno, calaron profundamente en su visión de los hechos. Al retornar a la Argentina, comenzó a publicar intensamente editoriales en la que recalcaba la hermandad de ambos pueblos, la falsedad de que anidaran en ellos sentimientos de mutuo desprecio y el absurdo de una eventual guerra con Chile, recordando la unidad que se remontaba a la Independencia. Pasando después a las confesiones sobre el poderío naval chileno, se pregunta con sinceridad sobre las remotas posibilidades que la Argentina pudiese tener sobre su vecino:

"¿Es posible creer que con tan considerable poder marítimo, pueda Chile temer una agresión por mar de la República Argentina, por ejemplo, y que a ésta pudiera venirle la fantasía de intentarlo?". Pero Pellegrini sabía que la consumación de las aspiraciones territoriales y de la expansión al Pacífico sólo sería posible superando militarmente a Chile. Mientras Seeber realizaba su misión de testaferro, el Gobierno de la Argentina realizaba grandes esfuerzos para adquirir los cruceros "21 de Mayo" y "9 de Julio"; las cazatorpederas "Espora" y "Rosales", esta última siniestrada en 1893; los acorazados guardacostas "Libertad" e "Indepedencia"; y las torpederas "Comorodo Py" y "Murature", entre otros navíos. Como la preparación técnica era, sin embargo, sumamente escasa, se vieron en la incómoda necesidad de contratar extranjeros para tales efectos, por lo que, en la práctica, gran parte de la marina dependía de estos agentes. Las noticias de estas adquisiciones terminaron por alertar a Chile y Brasil, a pesar de la credibilidad que habían depositado hasta entonces en los cantos de sirenas fraternales que ofrecía Buenos Aires. En reacción, La Moneda encomendó al agente en Francia, Augusto Matte, el 23 de noviembre de 1891, realizar un llamado a propuestas para reflotar el "Blanco Encalada", hundido en Caldera con el primer ataque por torpedos autopropulsados en el mundo, disparado por los balmacedistas durante la guerra civil. Sin embargo, como todas las opiniones expertas aconsejaron en Europa desistir de semejante empresa, el Presidente Montt decidió adquirir naves más modernas, incorporando al acorazado "Prat", y los cruceros "Blanco Encalada", "Pinto" y "Errázuriz", además de dos cazatorpederas. Chile recuperaba con ello la primacía de su fuerza militar en el mar, pero la carrera armamentística ya estaba desatada al momento de asumir la Presidencia de la Argentina Luis Sáenz Peña. Mientras tanto, la demarcación había seguido su curso. Luego de varias dificultades y ciertas actitudes sospechosas de los comisionados argentinos, tendientes a dilatar innecesariamente las cosas, el grupo dirigido por Bertrand, que aún no se enteraba de la muerte de Pico, levantó con sus pares platenses un amojonamiento en el Portezuelo, en San Francisco, como hemos dicho margen sureste de la Puna de Atacama. Lamentablemente, la situación chilena se vio agravada por una serie de problemas internacionales que favorecían la posición argentina sobre la Puna y otros territorios. Hacia 1893 y 1894, una serie de reclamaciones de países europeos exigían reparaciones para sus súbditos afectados por la revolución y la guerra civil. Al mismo tiempo, la situación pendiente de Tacna y Arica tenía de punta a Chile con el Perú, generándose toda clase de conflictos en la frontera Norte que amenazaban con extenderse hasta Bolivia. De no ser por una providencial crisis política en Buenos Aires, muy probablemente la guerra habría tenido lugar en esos días, cuando el Presidente Sáenz Peña lidiaba con la oposición contra su Gabinete, cambiando a Eduardo Costa desde la Cancillería al Ministerio de Interior, y colocando en su lugar a Amancio Alcorta. La decisión sólo agravó las cosas y el anciano Sáenz Peña debió renunciar poco después, presionado por sus adversarios, dimisión aceptada casi por la unanimidad del Congreso, el 22 de enero de 1895, asumiendo al día siguiente el Vicepresidente Uriburu. Desde que fuera aprobado secretamente en el Congreso de la Argentina el Tratado Vaca Guzmán-Quirno Costa del 10 de mayo de 1889, el Canciller Zeballos comprendió que Bolivia podía estar desarrollando un doble juego, destinado a confrontar a Chile y Argentina, pues La Paz había suscrito con Santiago, además, el Protocolo Zañartu-Carrillo del 2 de agosto de 1887. En efecto, mientras en 1887 el Palacio Quemado www.soberaniachile.cl

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