Relatos de Poder

Page 315

para el devastador encuentro del guerre​ro con… Hizo otra pausa, me miró achicando los ojos, y chasqueó la lengua. —… con lo que fuera que está ahí, más allá de este punto —dijo. Le pedí explicar sus frases ominosas. —La explicación de los brujos, que no parece en nada una explicación, es mortal —dijo—. Parece inofensiva y encantadora, pero apenas el guerrero se abre a ella, descarga un golpe que nadie puede parar. Soltó una fuerte carcajada. —Conque prepárate para lo peor, pero no te apures ni te asustes —prosiguió—. Ya no te queda más tiempo, y sin embargo te rodea la eternidad. ¡Qué paradoja para tu razón! Don Juan se puso en pie. Limpió una depresión lisa, en forma de cuenco, y allí se sentó cómodamente, con la espalda contra la roca, mirando al noroeste. Me indicó otro sitio donde yo también podía sentarme con comodidad. Me hallé a su izquierda, también con la cara hacia el noroeste. La roca estaba tibia y me dio un sentimiento de serenidad, de protección. Era un día templado; un viento suave hacia agradable el calor, del sol vespertino. Me quité el sombrero, pero don Juan insistió en que lo tuviera puesto. —Ahora estás mirando hacia tu propio sitio de poder —dijo —. Ése es un apoyo que tal vez te proteja. Hoy necesitas todos los apoyos que puedas usar. Tal vez tu sombrero sea otro de ellos.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.