cias en el país, estuvimos entre el grupo de inversionistas, tal y como señalamos en una de las notas, que adquirió dicha propiedad integrado además por los hermanos Alfi y Pepe Fanjul, y por Eduardo Martínez Lima y Ramón Menéndez, de la parte dominicana, pasamos a ser de nuevo Central Romana Corporation, Ltd. Precisamente, a la vista de mis logros personales y profesionales, mi familia, mis amigos más cercanos y hasta mis socios no se manifestaron de acuerdo con mi decisión. Sin embargo, ya había meditado mucho sobre el paso que estaba dando. Por eso, no me arrepiento. No niego lo confieso que al inicio tenía una visión romántica de la política. Que abrigaba una concepción muy ingenua. Sentía la política más con el corazón que con la cabeza. Y eso me llevó a pasar momentos poco agradables.
EL POLÍTICO ACTÚA, EL INTELECTUAL PIENSA Concebir la política situada entre el corazón y la cabeza es de gran importancia. Ortega y Gasset por ejemplo en su ensayo Mirambeau o el político establece dos niveles o planos: el político actúa; el intelectual piensa, es decir, antes de tomar la decisión de actuar, intercala su pensamiento. Balaguer es un caso interesante: actúa como político, no como intelectual. Se deja guiar más por la inteligencia emocional que por la mente lógica y racional. Es inteligente en ambos sentidos. 118
MORALES TRONCOSO -parte I-.p65
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