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cortes y tangentes

sencia, lo cual atentaría contra el papel tra dicional de la Primera Dama. En el mejor de los mundos machistas, donde la esposa del Presidente no es punta de lanza, es al menos cobertor y consuelo de los desamparados. Es posible que ni el staff presidencial, ni el Presidente mismo, ni ella misma avistaron un valor agregado en que anduviera entre los desventurados. Ello sería, no solo un mal indicio de la sensibilidad del Peña Nieto y de su primer círculo, sino también un traspié doloroso en su estrategia de comunicación política. La Primera Dama es parte importante de la columna de la imagen del Presidente. Más que un traje Armani, hubiera vestido a Peña que su mujer lo acompañara en la pasarela de la empatía.

Por último, por remoto que fuere, no cabe descartar que pudo haber sido ella quien no quiso estar; que “La Gaviota” decidió volar lejos del escenario de dolor y muerte ante el cual lloramos muchos mexicanos, sincera y dolidamente. Si eso fue así, además de que su evasiva denota una falta de corazón, también revela una escasa vocación artística. Si, como piensan algunos, el papel de esta Primera Dama es encender el reflector mediático sobre la figura presidencial, entonces esta vez ha desaprovechado una oportunidad para desenvolverse en el rol espléndido de la mujer sensible, caritativa y solidaria en el que destacan muchas actrices y que les ha valido el amor del público. Irónicamente, la Primera Dama no ha brillado por su ausencia. Pocos, o nadie, la extrañaron ni se preguntaron por ella. Hace poco se reunían un grupo de admirables petroleras que, desde el jueves funesto hasta el día en que cesaron los rescates, prepararon alimentos, recaudaron donativos y suministraron todo tipo de insumos a los salvadores de muertos y vivos. Al preguntarles qué pensaban de la conducta de la Primera Dama en estos días amargos, se alzaron de hombros y dijeron indiferentes: “No la vimos. ¿Estuvo?”. miriam Grunstein. Es criatura del inframundo, donde escribe libros y artículos sobre el sector energético, bajo los auspicios del Centro de Investigación y Docencia Económicas, del cual es profesora investigadora titular. De cuando en cuando, es consultora de empresas energéticas chicas, medianas y gigantes, públicas y privadas. El tiempo que le queda libre, si le es posible, anda con sus perras y a caballo. mgrunstein@gmail.com

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