pertenencia al modelo adulto hace que ésta entidad realice un quiebre en el tiempo crónico y en la economía de lo útil dando lugar a una excisión espacial y temporal que apunta no sólo hacia aquello que los territorializa y los torna normativos, sino que también descentra la filiación con la institución convirtiendo sus practicas culturales en resistencia y fuente de contravención y de crítica. Es la atracción que produce lo insospechado, lo misterioso, lo nuevo lo que caracteriza el deseo juvenil y hoy se constata que dicho entusiamo se ha refugiado en un mar privado y hedonista por la acción de la publicidad que quizás muchos jóvenes pretenden remover con la vía afectiva de la lúdica y la creación artística.
Si como hemos señalado los/as jóvenes son seres de umbral, “El umbral o el margen no está en la orilla de lo social sino en el núcleo de la actividad .El marginal es ese ser liminal o liminoidal, se haya en el centro mismo de lo social, puede versele construyendose en el corazón mismo de lo Urbano” Manuel Delgado., El animal político.
En nuestro medio esta construcción de sí mismo en relación con lo juvenil ha tenido el rostro de la violencia y las ciudades han sido sus epicentros, Medellín ha sido un caso emblemático de este fenómeno, como señala Rossana Regillo : “ La ciudad como punto de referencia simbólico necesita ser transformada de espacio anónimo a territorio , a través de complicadas operaciones de nominación y bautizo que los actores urbanos realizan en el intento de construir lazos objetivables que sirvan para fijar y recordar quienes son”, en nuestro medio la violencia ha cumplido en parte, esta función constructora de territorios y sujetos que posibilitó a un segmento de jóvenes en los años 80s-2000 tener rostro para la sociedad. Sus organizaciones estaban atravesadas por las tendencias violentas, tribus armadas que marcaban sus territorios declaran enemigos a quienes no habitan en la zona, son implacables con los delatores y exceden en crueldad en el acto de matar a sus adversarios. También se aplica a las organizaciones delictivas juveniles se acepta como verdad que estas buscan entre otras cosas reconocimiento social y construcción de identidad.
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