lucas

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12,3 Por eso, todo lo que digan a oscuras será oído de día claro; y lo que digan al oído, en los

lugares más retirados, será proclamado sobre los tejados. 12,4 Yo les digo a ustedes amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo y en seguida no

pueden hacer nada más. 12,5 Yo les voy a mostrar a quién deben temer: teman al que, después de quitarle a uno la vida

tiene poder de echarlo al infierno; créanme que a ése deben temer. 12,6 ¿No se venden acaso cinco pajaritos por dos monedas? Y, sin embargo, Dios no olvida a

ninguno de ellos. 12,7 En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. No teman, pues, ustedes

valen más que muchos pajarillos. 12,8 Yo les aseguro que cualquiera que me reconozca delante de los hombres, el Hijo del Hombre,

a su vez, lo reconocerá delante de los ángeles de Dios; 12,9 pero el que me desconozca en presencia de los hombres, será desconocido en presencia de los

ángeles de Dios. 12,10 Toda persona que critique al Hijo del Hombre podrá ser perdonada, pero el que calumnie

al Espíritu Santo no tendrá perdón. 12,11 Cuando los lleven ante las sinagogas, los jueces y las autoridades, no se preocupen

pensando cómo se van a defender o qué van a decir, 12,12 porque el Espíritu Santo les enseñará en ese mismo momento lo que hay que decir.»

No está la vida en el poseer 12,13 12,14 12,15 12,16 12,17 12,18 12,19 12,20 12,21

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Uno, de en medio de la gente, llamó a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta. conmigo nuestra herencia.» El le contestó: «Amigo, ¿quién me ha hecho juez o partidor de herencias entre ustedes?» Después les dijo: «Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque, aunque uno lo tenga todo, no son sus pertenencias las que le dan vida.» En seguida les propuso este ejemplo: «Había un hombre rico al que sus tierras le habían producido mucho. Se decía a sí mismo: ¿Qué haré? Porque ya no tengo dónde guardar mis cosechas. Pero pensó: Ya sé lo que voy a hacer: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes, para guardar mi trigo y mis reservas. Entonces yo conmigo hablaré: Alma mía, tienes muchas cosas almacenadas para muchos años; descansa, come; bebe, pásalo bien.» Pero Dios le dijo: «Tonto, esta misma noche te reclaman tu alma, ¿quién se quedará con lo que amontonaste?» Así le pasa al que amontona para sí mismo en vez de trabajar por Dios.

No se inquieten de cómo vivirán (Mt 6,25) 12,22 Jesús dijo también a sus discípulos: «No se preocupen por la vida, pensando: ¿qué vamos a

comer? No se inquieten por el cuerpo: ¿con qué nos vamos a vestir? 12,23 Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido. 12,24 Miren las aves; no siembran ni cosechan, no tienen despensa ni granero, y, sin embargo,

Dios las alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! 12,25 Además, ¿quién de entre ustedes, por mucho empeño que haga, puede añadir un medio

metro más a su estatura? 12,26 Entonces, si ni siquiera las cosas mas pequeñas están al alcance de ustedes, ¿por qué

inquietarse por las mayores? 12,27 Miren los lirios, que no hilan ni tejen. Pues bien, yo les declaro que ni el mismo Salomón,

con todo su lujo, se vistió como uno de ellos. 12,28 Y si Dios en el campo da tan lindo vestido a la hierba que hoy florece y mañana se echará

al fuego, cuánto más hará por ustedes, gente de poca fe. 12,29 No estén siempre pendientes de lo que comerán o beberán; no se atormenten. 12,30 Los que viven para el presente mundo se preocupan por todas estas cosas. Ustedes, en

cambio, piensen que su Padre sabe lo que necesitan. 12,31 Por tanto, trabajen por su Reino, y él les dará todas estas cosas por añadidura. 12,32 +No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino.


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