El retroceso Glaciar en el Perú y el Mundo

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EL RETROCESO GLACIAR EN EL PERÚ Y EL MUNDO 2012 Ing. María del Rosario Guevara Salas


SUMARIO Los andes peruanos poseen una importante mas glaciar los mismos que se encuentran ubicados entre los 4500 y 6700 msnm.; en los glaciares más representativos se ha observado un marcado retroceso, lo cual ha ocasionado la formación de nuevas lagunas, algunas de ellas con condiciones de alta peligrosidad. La reducción de los glaciares trae como consecuencia también una reducción del recurso hídrico que abastece los ríos, que sería muy sensible durante la época de estiaje. Se muestra en forma sucinta datos cerca del retroceso de los glaciares de la Cordillera Blanca. Con el conocimiento del fenómeno que vienen ocurriendo se ha tomado acciones relacionadas a disminuir o evitar riesgos representados por las lagunas peligrosas. al mismo tiempo, aprovechando estas reservas de agua, se construyen pequeños embalses para satisfacer la demanda de agua en diferentes actividades tales como agricultura, consumo humano, energía e industria. INTRODUCCION El Perú posee 19 cordilleras nevadas comprendidos entre los 8°33`S, 77°53’W y los 14°44’S, 69°13’W (Ames et al., 1988), dentro de ellas la mayor es la Cordillera Blanca con una extensión cercana a los 700 km². Estas masas han desempeñado un papel importante en la vida y desarrollo del país por cuanto han constituido los reservorios adicionales del recurso hídrico para consumo humano, agricultura, producción de energía y la industria. De acuerdo a las últimas investigaciones efectuadas se sabe que los glaciares representativos presentan un retroceso cada vez más acelerado y por lo tanto el recurso agua más escaso. Pero los glaciares de Perú no solo son importantes por su recurso hídrico, sino que en algunos casos han causado grandes desastres. El retroceso de los glaciares ha dejado tras de sí muchas lagunas (Morales et al., 1979). En algunos casos cuando la pendiente del lecho rocoso es muy pronunciado, se tienen glaciares colgantes que han estado en condiciones de inestabilidad han caído sobre las lagunas originando desembalses violentos inundando y destrozando grandes áreas de cultivo, zonas pobladas y obras de infraestructura. Se tiene el caso del Huascarán (6768 msnm) de cuyo pico norte se desprendieron en los últimos tiempos y en dos oportunidades (1962 y 1070) grandes masas de glaciar y roca los que se deslizaron a mucha velocidad por el valle inferior . Se han adoptado medidas preventivas desde hace varias décadas por o cual se ha disminuido o evitado la ocurrencia de tales fenómenos de aluvionamiento.

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DEFINICION Glaciar Un glaciar es una capa de hielo muy gruesa que formado en la superficie terrestre por la acumulación de cantidades enormes de nieve por períodos muy largos de tiempo. La cantidad de nieve caída excedió a la que se derretía y luego, por el peso de la misma, las capas inferiores se hicieron compactas y se formaron las grandes masas de hielo. En la actualidad, los glaciares representan una superficie de más de 10 millones de kilómetros cuadrados, de los que la mayoría se encuentran en los polos y el resto esparcidos en las montañas. Formación del hielo glaciar. Los glaciares se forman en áreas donde se acumula más nieve en invierno que la que se funde en verano. Cuando las temperaturas se mantienen por debajo del punto de congelación, la nieve caída cambia su estructura ya que la evaporación y recondensación del agua causan la recristalización para formar granos de hielo más pequeños, espesos y de forma esférica. A este tipo de nieve recristalizada se la conoce como neviza. A medida que la nieve se va depositando y se convierte en neviza, las capas inferiores son sometidas a presiones cada vez más intensas. Cuando las capas de hielo y nieve tienen espesores que alcanzan varias decenas de metros, el peso es tal que la neviza empieza a desarrollar cristales de hielo más grandes. En los glaciares, donde la fusión se da en la zona de acumulación de nieve, la nieve puede convertirse en hielo a través de la fusión y el recongelamiento (en períodos de varios años). En la Antártida, donde la fusión es muy lenta o no existe (incluso en verano), la compactación que convierte la nieve en hielo puede tardar miles de años. La enorme presión sobre los cristales de hielo hace que éstos tengan una deformación plástica, cuyo comportamiento hace que los glaciares se muevan lentamente bajo la fuerza de la gravedad como si se tratase de un enorme flujo de tierra.

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Cuando la nieve que cae persiste por un período de tiempo, se producen cambios en la estructura cristalinas que causan una compactación progresiva. El mismo mismo peso de la nieve actúa como fuerza formadora, convirtiendo la nieve en gotas de hielo, formándose el nevero, que es la nieve compactada. El nevero aumenta si las condiciones son favorables y cae más nieve de la que se derrite. El peso es cada vez mayor y se va formando en hielo. Todo el proceso puede durar hasta 300 años y luego de eso, se forma el glaciar. El tamaño de los glaciares depende del clima de la región en que se encuentren. El balance entre la diferencia de lo que se acumula en la parte superior con respecto a lo que se derrite en la parte inferior recibe el nombre de balance glaciar. En los glaciares glaciares de montaña, el hielo se va compactando en los circos, que vendrían a ser la zona de acumulación equivalente a lo que sería la cuenca de recepción de los torrentes. En el caso de los glaciares continentales, la acumulación sucede también en la parte superior superior del glaciar pero es un resultado más de la formación de escarcha, es decir, del paso directo del vapor de agua del aire al estado sólido por las bajas temperaturas de los glaciares, que por las precipitaciones de nieve. El hielo acumulado se comprimee y ejerce una presión considerable sobre el hielo más profundo. A su vez, el peso del glaciar ejerce una presión centrífuga que provoca el empuje del hielo hacia el borde exterior del mismo donde se derrite; a esta parte se la conoce como zona de ablación. ablación Cuando llegan al mar, forman los icebergs al fragmentarse sobre el agua oceánica, como puede verse en una imagen de satélite de la WikiMapia correspondiente orrespondiente a la Bahía de Melville, al noroeste roeste de Groenlandia ([1]. En los glaciares de valle, la línea que separa estas dos zonas (la de acumulación y la de ablación) se llama línea de nieve o línea de equilibrio. La elevación de

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esta línea varía de acuerdo con las temperaturas y la cantidad de nieve caída y es mucho mayor en las vertientes o laderas de solana que en las de umbría. También es mucho mayor en las de sotavento que en las de barlovento.

Este mapa del balance de cambios de los glaciares de montaña desde el año de 1970 muestra la disminución del grosor en amarillo y rojo, y el aumento en azul. El avance o retroceso de un glaciar está determinado por el aumento de la acumulación o de la ablación respectivamente. Los motivos de este avance o retroceso de los glaciares pueden ser, obviamente, naturales o humanos, siendo estos últimos los más evidentes desde 1850, por el desarrollo de la industrialización ya que el efecto más notorio de la misma es la enorme producción de anhídrido carbónico o dióxido de carbono (CO²) el cual absorbe grandes cantidades de agua (directamente de los glaciares cercanos) para formar el ácido carbónico, con lo que los glaciares de valle van retrocediendo. Es el caso de los glaciares alpinos europeos, en cuyas proximidades se asientan grandes factorías y ciudades turísticas que consumen ingentes cantidades de combustibles que generan ese dióxido de carbono, además de aumentar la temperatura ambiente. Por el contrario, algunos glaciares escandinavos han avanzado en los últimos cuarenta años, lo que no parece tan sencillo de explicar, aunque es probable que el crecimiento de la energía hidroeléctrica a expensas del consumo de carbón y combustibles derivados del petróleo haya venido a reducir la producción de termoelectricidad tanto en Suecia como en Finlandia y, sobre todo, en Noruega: tengamos en cuenta que es la energía termoeléctrica la que da origen a un calentamiento atmosférico a escala local que

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podría afectar los glaciares (brisas de valle) pero la energía hidroeléctrica sólo sirve para generar calor en el interior de las viviendas y no en la atmósfera, ni siquiera a nivel local. Los glaciares de Groenlandia y de la Antártida resultan mucho más difíciles de medir, ya que los avances y retrocesos del frente pueden estar compensados por una mayor o menor acumulación de hielo en la parte superior, presentándose una especie de ciclos de avance y retroceso que se retroalimentan mutuamente dando origen a una compensación dinámica en las dimensiones del glaciar. En otras palabras: un descenso de la altura del glaciar de la Antártida, por ejemplo, podría generar un mayor empuje hacia afuera, y al mismo tiempo, un mayor margen para que se acumule de nuevo una cantidad de hielo similar a la que existía previamente: recordemos que esta altura (unos 3 km) está determinada por el balance glaciar, que tiene una especie de techo determinado sobre el cual no se puede acumular más hielo por la escasa cantidad de vapor de agua que tiene el aire a más de 3000 m. CLASIFICACION A.

De casquete.

Son grandes masas de hielo continental; según su carácter, control

topográfico y dimensiones, resultan varios subtipos:

1.

Coberteras de hielo (ice sheet), inlandsis o casquetes polares. Grandes extensiones o mantos de hielo, superiores a 50.000 km2 de superficie, no confinadas al relieve, por lo cual cubren la práctica totalidad del terreno en altas latitudes dejando aflorar únicamente algunos picos aislados (nunataks). Son glaciares geofísicamente fríos, de fisonomía general aplanada o ligeramente dómica. Ejemplos: Groenlandia (superficie 1.726.000 km2, volumen de hielo: 2.700.000 kin3) y la Antártida (superficie 13.979.000 km2 y volumen de hielo 30.110.000 km3).

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Nunataks emergiendo del inlandsis de Groenlandia - Robert Van Der Hilst

2.

Domos (ice dome) y campos de hielo (ice field). Tienen muchos rasgos en común con los inlandsis, pero no sobrepasan los 50.000 km2 de superficie. A veces se les denomina casquetes subpolares, aunque no todos estén dentro de esa zona geográfica; su comportamiento geofísico es intermedio y, sin estar confinados al relieve, muestran cierto control topográfico. Los verdaderos casquetes subpolares constituyen pequeños inlandsis. con fisonomía dómica (ice dome) o similar, que quedaron desconectados de la gran masa de hielo polar o se localizan en franjas marginales de la Antártida, Groenlandia, y sus terrenos aledaños.

Franja marginal del casquete de Groenlandia - Sandy Shipley

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Los campos de hielo (ice field) presentan una fisonomía irregular, pues se originan por interconexión entre múltiples cuencas de alimentación; en su zona marginal, terminan individualizándose para formar lenguas de desbordamiento no confinadas (outlets), o verdaderos glaciares de valle, piedemonte y ladera. En realidad a estos glaciares muchos les denominan casquetes de montaña,, debido al control que ejerce sobre ellos el relieve: su lecho está constituido por compartimentos independientes cuyo reflejo en superficie son alineaciones de picos pi (horns), aristas, cresterías, etc, que sobresalen del hielo (también aquí llamados nunataks). Ejemplos: verdaderos casquetes subpolares o "pequeños inlandsis", los bordes de Groenlandia y la Antártida; campos de hielo "coalescentes": los Alpes durante el máximo glaciar pleistoceno y en la actualidad el Juneau de Alaska.

Panorámica del glaciar de Juneau (Alaska) - Foto de Martin Sirk

3.

Glaciares de plataforma (ice shelf). A veces denominados plataformas glaciares o placas flotantes. Proceden de un glaciar de casquete, continental por tanto, que penetra en el mar; en superficie aparecen casi en continuidad total ambos sectores, continental y marino. Ejemplo: litorales de la Antártida (plataformas de hielo Ross y Filchner, entre otras).

B.

De meseta (ice cap). Son glaciares continentales frecuentemente clasificados como un subtipo más de casquete, pero de dimensiones muy inferiores a 50.000 km2. Presentan fisionomía "cupuliforme", condicionada al relieve subglaciar de altiplanicies o mesetas sobre las que se sitúan, y un desplazamiento centrífugo desde esa cúpula. En sus zonas marginales dan lugar a desbordamientos tipo outlet y lenguas confinadas confinadas en verdaderos glaciares de valle o piedemonte. Ejemplo característico es el glaciar Vatnajökull en

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lslandia; ejemplo de transición hacia glaciares de casquete subtipo "campos de hielo", las cúpulas de hielo patagónico en los Andes de Argentina y Chile.

Imagen de satélite del glaciar Vatnajökull (Islandia) (62 Kb)

C.

De montaña. Pequeñas acumulaciones de hielo confinadas al relieve. Tienen su origen en cuencas de montaña y fluyen hacia los valles mediante lenguas únicas, confluentes o disfluentes. Los subtipos principales son: 1.

Monteras de hielo.

Normalmente no suelen diferenciarse como un subtipo

especifico. Se deben al solape en cabecera entre dos o más glaciares; de tendencia cupuliforme y según la morfología del lecho sea aplanada o aguda, convergen con "glaciares de meseta" o "campos de hielo" en pequeñas dimensiones. Ejemplo: la montera de hielo del macizo del Mont Blanc en los Alpes franco-italianos. 2.

De piedemonte. Glaciares que se expanden formando abanicos de hielo al llegar a una llanura y perder su confinamiento. Ejemplo: glaciar de Malaspina en Alaska.

Imagen de satélite del glaciar de Malaspina (Alaska) (Webshots)

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3.

De valle o alpino. Es la fisonomía más común en glaciares de montaña. Presenta zonas de acumulación y descarga bien diferenciadas que, en general, coinciden con cuenca y valle, respectivamente; pueden ser sencillos, o múltiples formando redes dendríticas. Ejemplo: Mer de Glace, Corner, de Argentiere, etc., en los Alpes.

Glaciar Blanco (Alpes franceses) en 1991...

4.

y en 1999

De ladera o intermedio. No está diferenciado como un subtipo especifico. Aunque similar al anterior, la cuenca, el recorrido, los afluentes y la sobreexcavación son mucho más reducidos. Se localiza en zonas con grandes desniveles y forma notables barreras de seracs en su descenso. Ejemplo: Bossons, en los Alpes franceses, y gran parte de los que existieron en el Sistema Central español durante el Pleistoceno.

Glaciar des Bossons (Alpes franceses) y detalle de su frente

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5.

De circo. Zona de acumulación donde también tiene lugar la ablación total, sin que el glaciar presente lengua. Ejemplo: restos glaciares de los Pirineos, como Maladeta, Monte Perdido, Vignemale, etc.

EVENTOS REGISTRADOS EN EL PERU ALUD DE YUNGAY Los Yungainos ancestrales vieron florecer, desaparecer y reconstruir sus ciudades muchas veces, desde su aparición en la Cueva del Guitarrero 10,600 AC. La fertilidad de la tierra, el clima benévolo y la belleza natural del territorio hizo que sus habitantes enfrentaran a los terremotos y aludes que destruyeron una y otra vez a los pueblos de la provincia, pero los Yungainos siempre estuvieron allí, desafiantes ante los desastres naturales, orgullosos por haber nacido en ésta fértil y hermosa tierra, reconstruyendo sus ciudades con la frente alta mirando siempre a los montes nevados sus eternos compañeros. Son mudos testigos de lo que fue YUNGAY EN EL PASADO, los vestigios de pueblos en Queushu (Huarca), Marccayoc, Huansakay, Humancayan, Etzahuain, Orqotunan, Uchuscoto, Jato Viejo, Kisuar, Collo—Jirca y otros (todos con antigüedad mayor de 1,500 años) No existe datos históricos acerca de cuantas veces la ciudad de Yungay fue destruida por aludes en el pasado prehispánico pero se presume que la penúltima vez habría sido 700 años antes de 1970. con un alud causado por un terremoto y/o el paso de un cometa sobre suelo yungaino (Durante el reinado del Inca Pachacutec- Desde 1349 a 1408), existiendo de este hecho importantes vestigios de antiguos pueblos destruidos y/o enterrados, es por ello que el sabio Antonio Raimondi, escribe: “Yungay, ha sido fundada sobre las ruinas de otro pueblo

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antiguo,

observándose

importantes

restos

de

construcción,

anteriores

a

la

conquista(española), en el cerrito llamado Huansakay, situado cerca del panteón”. La historia de la provincia de Yungay registra solo hechos acaecidos después de la llegada de los españoles en el año 1533, siendo los más dolorosos los siguientes aludes: • 06 de Enero de 1725: Violento terremoto que produjo el deslizamiento de nieve desde el Monte Huandoy, lo que se convirtió en Alud, arrasando el pueblo de Ancash, que era una población de 1,500 habitantes localizada a cuatro kilómetros al norte de la actual ciudad de Yungay. Aquel día celebraban con grandes festejos la Epifanía del Señor y el cumpleaños del alcalde de la localidad, don Melchor Punyan, cuando a las 2 de la tarde se desbordó una laguna glaciar, la que con millares de toneladas de lodo y piedras arrasó al pueblo. • 10 de Enero de 1962: Se produjo un alud a las 06:05 p.m., por desprendimiento de una enorme cornisa de hielo desde el pico norte del Monte Huascarán. La masa de hielo recorrió 16 Km. a la velocidad de 120 Km. por hora. Desaparecieron 4,000 habitantes y fueron borrados del mapa los pueblos de Ranrahirca, Shacsha, Huarascucho, Yanama Chico, Armapampa y Uchucoto. En esa oportunidad el alud pasó a un kilómetro y medio al sur de la antigua ciudad de Yungay y a un Km. al norte de la Ciudad de Mancos. Antes de éste alud la Ciudad de Yungay era ya una metrópoli conformada por los Distritos de Mancos (al sur), Ranrahirca (al centro) y Yungay (al norte), unidos físicamente por una sola avenida de extremo a extremo, es decir se podía caminar por una calle desde el extremo sur de Mancos hasta el extremo Norte de Yungay, confluyendo a este eje, en forma transversal. los Distritos de Yanama, Quillo, Matacoto, Cascapara y Shupluy. Este cordón umbilical también unía a su gente y sus costumbres desarrollando en ellos, a través de cientos de años, un ideal común. Según el Censo de 1961 la Provincia tenía 36,063 habitantes, registrándose en Yungay 15,210 habitantes, Ranrahirca 2,456 habitantes y Mancos 4,500 habitantes. Después del alud de 1962 una ola de cientos de inmigrantes llegaron a Yungay desde distintos pueblos y provincias cercanas porque lo consideraban "La ciudad mas segura del Callejón de Huaylas" . La Provincia realizo un enorme esfuerzo autofinanciando la ampliación de la infraestructura y servicios para los nuevos vecinos y cuando recién se reponía del alud del 1962, sucedió el sismo alud del 1970.

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• 31 de Mayo de 1970: A las 3: 23 p.m. un violento sismo, sacudió el Monte Huascarán, provocando el desprendimiento de gigantescas cornisas de hielo que cayeron inicialmente en ángulo de 70 a 80 grados hacia lagunas glaciares causando un aluvión de 50 a 100 millones de m3 de masa morrénica lo que ocasionó la muerte de 22,000 Yungainos, borrando del mapa, la Ciudad capital de Yungay, sus distritos y barrios tales como Hongo, Aira, Armapampa, Nuevo Shacsha, Nuevo Ranrahirca, Huarascucho, Chuquibamba, Caya, Utcush y Tullpa. Toda la avalancha viajo a través de 16 Km. bajando verticalmente entre 3,000 a 4,100 mts con una velocidad promedio de 280 Km. por hora Aquel terrible día, el Científico Don Mateo Casaverde acompañado del geofísico francés G. Patzelt y su esposa se encontraban en Yungay, describiendo la catástrofe como sigue: “Nos dirigíamos de Yungay a Caraz, cuando a la altura del cementerio de Yungay se inicio el terremoto. ...Se podía advertir con mucha claridad la componente vertical de las ondas sísmicas, produciendo ligeramente grietas sobre el asfalto de la carretera. ... Abandonamos nuestro vehículo prácticamente cuando el terremoto estaba terminado. Escuchamos un ruido de baja frecuencia, algo distinto, aunque no muy diferente, del ruido producido por un terremoto. El ruido procedía de la dirección del Huascarán y observamos entre Yungay y el nevado, una nube gigante de polvo, casi color arcilla. Se había producido el aluvión; parte del Huascarán Norte se venia abajo. Eran aproximadamente las 15:24 horas. En la vecindad donde nos encontrábamos, el ultimo lugar que nos ofrecía una relativa seguridad contra la avalancha era el cementerio, construido sobre una colina artificial, una huaca pre-incaica. Corrimos unos 100 mts de carretera antes de ingresar al cementerio, que también había sufrido los efectos del terremoto. Ya en éste, atiné a voltear la vista a Yungay. En ese momento; se podía observar claramente una onda gigantesca de lodo gris claro, de unos 60 metros de alto, que empezaba a romperse en cresta y con ligera inclinación e iba a golpear el costado izquierdo de la ciudad. Esta ola no tenía polvo. En nuestra carrera sobre las escalinatas, logramos alcanzar la tercera terraza y encontramos la vía a la tercera terraza, más obstruida, y con un hombre, una mujer y tres niños tratando de alcanzarla. Nos desviamos a la derecha, sobre la tercera terraza, cuando un golpe seco de látigo, una porción de la avalancha alcanzo el cementerio en su parte frontal, prácticamente a nivel de la tercera terraza. El lodo pasó a unos cinco metros de nuestros pies. Se oscureció el cielo por la gran cantidad de polvo, posiblemente originado de las casas destruidas de Yungay. Volteamos la mirada: Yungay con sus varios miles de habitantes había desaparecido”. Página 13


Foto: Servicio Aerofográfico Nacional, Perú

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Terremoto en Perú el 31 de mayo de 1970. Nevados Huascarán, que muestra el área invadida por la parte superior de la avalancha de los desechos (esbozada por línea discontinua): morrenas, M, por debajo del glaciar 511 y entre el Río Shacsha y Quebrada Armapampa y áreas salpicada por barro de aerotransportado y piedras. Julio de 1970

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Terremoto en Perú el 31 de mayo de 1970. Parte inferior de la avalancha de Huascarán: Yungay, Ranrahirea, Matacoto, Cemetery Hill en Yungay, sobrepaso cresta entre el Río Shacsha y Yungay. Los lóbulos de los desechos de Yungay y Ranrahirea combinados cubren un área de alrededor de 8 kilómetros y probablemente contienen cerca de 50 millones de metros de material. De junio de 1970.

Terremoto en Perú el 31 de mayo de 1970. Sitio de la plaza Yungay mostrando los restos de las paredes de la catedrales y cuatro árboles de Palma, enterrados a una profundidad de 5 metros. El filo que fue sobrepaso por el lóbulo de los desechos de Yungay es visible en la distancia. Los restos en el medio campo derecho consisten en un autobús destrozado y camión. Julio de 1970

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ALUVIÓN DEL NEVADO AOBAMBA Febrero 1998. aluvión de Aobamba, al pie del nevado Salccantay, departamento del Cusco. Destruyó la hidroeléctrica de MacchuPicchu, ocasionando una pérdida aproximada de 100 millones de dólares americanos. El aluvión de la quebrada de Aobamba (cuenca del río Vilcanota ) en febrero de 1998 ocasionó el represamiento del río Vilcanota y la inundación de la casa de máquinas, el patio de llaves, etc. de la Central Hidroeléctrica de Macchu Picchu, generando pérdidas de aproximadamente 100 millones de Dólares USA. (causas principales; deshielo glaciar, lluvias inusuales y deforestación de la cuenca alta) El nevado Salkantay, con una altitud máxima de 6,270 metros sobre el nivel del mar, está ubicado en la cabecera de la quebrada Aobamba, cuyas aguas son entregadas al río Vilcanota en la cota 1,650 metros sobre el nivel del mar existiendo una diferencia de 4,620 metros después de un recorrido de 21 kilómetros aproximadamente. La cabecera de la cuenca posee laderas de fuerte pendiente de hasta 70% con pequeñas lagunas preglaciares y numerosas quebradas tributarias que se desarrollan en un valle relativamente amplio, mientras que en la parte media e inferior de la cuenca, el valle se angosta con taludes empinados que determinan una sección del valle en forma de V cerrada. Consideramos que los deshielos han sido una de las causas principales para la ocurrencia del alud del 27 de febrero de 1998. Las condiciones climatológicas que actualmente afectan al continente han generado el incremento de temperaturas ambientales y precipitaciones pluviales que superan ampliamente los registros históricos. Estos hechos confluyen para que la ablación de los glaciares registre magnitudes muy por encima de los valores normales para la &eacu te; El deshielo producido en la zona iba descendiendo por la gran pendiente, convirtiéndose en una masa de piedras y lodo, arrasando a su paso todo material que encontraba y creando deslizamientos en las laderas de la quebrada de A obamba, aumentando de esta manera su volumen. Al llegar al punto de confluencia de esta quebrada con el río Vilcanota y al chocar con la margen derecha del río se fue acumulando esta masa produciendo un embalse del río Vilcanota. Las avalanchas continuaron durante 25 horas con intervalos de tres minutos, acumulando grandes masas de piedra y lodo, formándose una represa de aproximadamente 70 metros de altura, 300 metros de ancho y 2,200 metros de largo, la misma que generó un embalse que se elevó más de 50 metros en el área en el que se encuentra la central, sepultándola totalmente. La central está ubicada aproximadamente a 700 metros aguas arriba de la unión del río Vilcanota con su tributario Aobamba, donde desembocó la descomunal avalancha. Considerando que los materiales aluviónicos en un primer momento se han explayado en el cono de deyección, es de esperarse que la casa de máquinas de la central esté rellenada con materiales gruesos en la p arte inferior, seguido de finos provenientes de la decantación de los sólidos en suspensión del agua embalsada en los niveles superiores. El dique natural formada en el lecho del río Vilcanota tiene las siguientes dimensiones: - Ancho de la coronación: 300 metros. Página 17


- Largo en la base: 2,200 metros. - Área del espejo líquido: 750,000 metros cuadrados. - Área del relleno del alud: 720,000 metros cuadrados. - Volumen del alud: 28'000,000 metros cúbicos. - Volumen del embalse: 6'000,000 metros cúbicos. - Nivel del agua: 1,750 metros sobre el nivel del mar. Es así que las cavernas se encuentran casi a 20 metros por debajo del embalse, en las que gran parte del relleno es lodo y, suponemos, piedras de mediana dimensión, las cuales pudieron ingresar por los túneles de descarga y por los demás accesos a las casas de máquinas. Cabe resaltar que sucesos como el ocurrido el 27 de febrero pasado son de carácter extraordinario e imprevisible. Además, es preciso que se tenga en cuenta que actualmente la quebrada Aobamba posee característica s geodinámicas críticas, como consecuencia de la alteración del equilibrio natural precedente y requerirá de un tiempo para alcanzar nuevamente condiciones de estabilidad. Aquí cabría hacer un añadido: Se conoce -y esto lo sabe el Instituto Nacional de Cultura- que en l margen izquierda de la quebrada de Aobamba recorría un camino inca que ha desaparecido en esta oportunidad. Como ustedes saben la civilización inca tuv o su florecimiento hace unos 500, 700, 800 años, quiere decir que este camino fue construido en aquella época y que durante este tiempo se mantuvo allí. Y es una ocurrencia que recién se ha destruido. 2) La incidencia de las obras de ejecución del proyecto de derivación de las aguas del río Aobamba en las causas del desastre: Cuando ocurre el aluvión del 27 de febrero, los trabajos relativos a la derivación del río Aobamba se encontraban en obras preliminares; es decir, la construcción de una trocha carrozable de acceso para la ejecución de las obras e instalación de campamentos. Los trabajos consistían principalmente en movimiento de tierras en el flanco izquierdo de la quebrada. Las obras en referencia al igual que el área de influencia del proyecto abarcan la parte inferior de la cuenca por debajo de la cota 2,090 metros sobre el nivel del mar; es decir, a más de 2,500 metros por debajo del fre nte de glaciares, medidos verticalmente y a una distancia de 15 kilómetros entre la ubicación prevista para las obras de cabecera y la parte inferior de los casquetes de nieve. Habida cuenta de la distancia que separa la zona del proyecto a los casquetes de nieve, los procedimientos usados en la ejecución de las obras no tendrían ningún efecto ya que su influencia estaría muy por debajo de los efectos que, por ejemplo, producen los ruidos de aviones comerciales en las rutas aéreas del Cusco, las obras con voladuras sistemáticas durante la construcción de la vía férrea Cusco-Quillabamba o las misma Ninguno de los aspectos indicados anteriormente ha tenido una incidencia para que se produzcan catástrofes en la cuenca del Aobamba con efecto de desprendimiento de nieves. Y de igual manera, no es admisible pensar que las obras que se han estado desarrollando para la Página 18


derivación de Aobamba puedan haber influido en el origen del alud del 27 de febrero de 1998. Este fenómeno está estrechamente vinculado con el calentamiento del globo terráqueo y las actuales condiciones climáticas El punto tercero dice "Evaluación de los daños producidos a los diversos elementos de la Central Hidroeléctrica". Las cavernas donde se encuentran las salas de máquinas de la primera y segunda etapa, y el centro de control y mandos que es una construcción en superficie, se encuentran bajo agua; así como también el patio de transformación de ambas etapas, razón por la cual no es posible evaluar su estado. Los equipos que se encuentran bajo agua son: • Turbinas de la primera y segunda etapa en número de 5, y todos sus componentes hidráulicos. • Alternadores y equipos de generación eléctrica de ambas etapas en número de 5 • Equipos de servicios auxiliares de protección y mando. • Transformadores, interruptores y seccionadores de los patios de llaves de ambas etapas. • Sala de climatización y bombas de refrigeración de ambas etapas. • Todos los equipos de medición, telecomando y telecomunicaciones de ambas etapas, así como las torres de salida de las dos líneas de transmisión. • El grupo térmico de emergencia. • Las instalaciones hidráulicas. • Parte de las tuberías en su último tramo, las válvulas esféricas e instalaciones auxiliares. • El patio de transformación de la línea Machupicchu-Quillabamba, como también la línea de 60 kilovoltios de propiedad de Electro-Sudeste S.A. En lo que se refiere a las líneas de transmisión, los pórticos de salida, así como 5 torres han sido destruidas y un tramo de un kilómetro en cada línea de transmisión. El punto 4 se refiere a "las acciones y medidas ejecutadas y previstas para el corto plazo para aminorar los efectos de los daños". Una de las acciones más importantes que se realizó luego del desastre fue rescata r a trabajadores y pobladores que se encontraban aislados en la zona por la presencia de la laguna formada en el área, tarea que se hizo posible con apoyo de instituciones importantes, como son la Fuerza Armada y la Policía Nacional Dada la magnitud de embalse se solicitó al Servicio industrial de la Marina, SIMAPERÚ, una evaluación de la posibilidad de desembalsar el área, por los antecedentes y la experiencia en el trabajo de desembalsado en Huacoto, en el río Mantaro. Esto deben recordar ustedes que tuvimos un problema hace muchos años en el río Mantaro. Los técnicos del SIMA propusieron la utilización de explosivos en forma controlada, trabajo que fue contratado con dicha institución para el desembalse del represamiento en el sector de la Central Hidroeléctrica Machupicchu. El trabajo consistía en abrir una zanja de 4 metros por 4 metros para lograr el desembalse en forma paulatina, en un periodo de 72, una altura de 3 metros inicialmente. Habiéndose realizado una primera explosión a las 12 horas del día, 12 de marzo de 1998, obteniéndose resultados satisfactorios, que permitieron deprimir en pocas horas hasta las 11 de la noche una altura de 80 centímetros del embalse, acción progresiva que lamentablemente fue interrumpida a las 00 horas 30 minutos del día 13 de marzo; es decir, pasadas unas cuantas Página 19


horas, debido a la ocurrencia de una nueva avalancha; en vista de que existe el peligro de que el fenómeno continúe repitiéndose, se ha dispuesto la paralización de los trabajo para desembalsar, hasta que razonablemente se determine que las circunstancias permitan seguir los trabajos. Las evaluaciones realizadas en helicóptero no han permitido una visión completa del origen del fenómeno y sus alcances en las partes altas. En la fecha un equipo de especialistas, glaciólogos geólogos e ingenieros civiles está realizando una inspección integral a la cuenca del Río Aobamba y al nevado Salcantay, con el propósito de evaluar la situación actual y los riesgos futuros previsibles. Al mismo tiempo se están realizando consultas a diversos expertos sobre la necesidad urgente de realizar el desembalse que permitirá lograr la recuperación de las instalaciones y proceder a su rehabilitación completa. El punto quinto se refiere a "Posibilidades de rehabilitación y plazos". Estamos convencidos que la rehabilitación de la central Hidroeléctrica Machupicchu es factible, no obstante, se deberá señalar que de momento aún no es posible evaluar el estado en que se encuentran las instalaciones sumergidas, ya que solamente cuando el represamiento se haya desembalsado y las edificaciones de superficie, así como las cavernas subterráneas El plazo de rehabilitación para poner la central nuevamente en producción, será determinado de acuerdo a la evaluación del estado de las instalaciones; para ello se tendrá en cuenta el tiempo que fij en los fabricantes para la provisión de repuestos y el que dure la ejecución de las obras civiles complementarias que garanticen la operación y seguridad de la central.

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A lo largo del río, existen numerosos muros que demuestran que los incas canalizaron en parte el Río Vilcanota para domesticarlo y domeñarlo y evitar catástrofes como la que ha ocurrido ahora en enero del 2010.

Este aluvión bajó de la quebrada de Chicón y fue una lloclla o huayco de nieve, barro, piedras enormes, grava y agua que cayeron a las 3 de la mañana cuando toda la población de Urubamba dormía

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El desastre no fue producto de las lluvias torrenciales, pues el Cusco está al filo de la sequía, sino por los deshielos del nevado Salcantay, masa que desembocó el viernes a las 4 de la tarde en el río Vilcanota por la quebrada de Aobamba, ubicada a escasos 500 metros de la central hidroeléctrica río abajo, provocando un gigantesco y peligrosísimo embalse.

El viernes 27, sepultó la Central Hidroeléctrica de Machu Picchu. Seguido, todo lo que queda de la estructura original es la punta de la torre.

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Grafico de c贸mo reprodujeron los embalses en la quebrada del Aobamba

Santa Teresa antes del Aluvi贸n del Salcantay por la quebrada del Aobamba

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Santa Teresa despu茅s del Aluvi贸n del Salcantay por la quebrada del Aobamba

Peligros identificados que ponen aun en riesgo a la poblaci贸n de Santa Teresa

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EVENTOS REGISTRADOS EN EL MUNDO EUROPA, REGIONES DEL MUNDO Italia y los aluviones La península itálica, tiene una larga y triste trayectoria en lo que se refiere a fenómenos geológicos a lo largo y ancho de su territorio. Siendo un país que se encuentra atravesado por largos cordones montañosos, fallas geológicas, terrenos arcillosos y con nueve volcanes activos, fenómenos como: terremotos, aluviones y erupciones volcánicas se verifican con regularidad. Pocos días atrás, se ha verificado un tremendo alud de piedra y barro, que pudo ser registrado en las imágenes del video que acompaña este post, que han dado la vuelta al mundo. Afortunadamente en este caso, quizá por el horario en que se produjo, no hubo que lamentar más que daños materiales, pero no siempre es así. Sobre todo en este periodo en que las precipitaciones son abundantes en muchas zonas de la península, fenómenos de este tipo se producen en distintas partes del territorio y muchas veces las consecuencias en vidas humanas son importantes Lamentablemente, el rápido crecimiento industrial que se ha registrado en el siglo pasado, la tala indiscriminada y la “construcción salvaje” en muchas zonas de riesgo, sin tomar en consideración las consecuencias, meten a la luz que es el propio ser humano el causante de las tragedias.

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El 40% de las zonas urbanizadas en Italia se encuentra en zona de riesgo aluvial, como se puede verificar en este sitio y estadísticamente son este tipo de fenómenos los que causan mayor números de víctimas cada año, en comparación con terremotos y erupciones volcánicas.

ESPAÑA

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AFGANISTAN

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ANALISIS Al principio se creyó en una sola gran glaciación, pero el hallazgo de restos vegetales entre los depósitos de las morrenas hizo pensar que después de cada retroceso glaciar, un clima más benévolo se instaló sobre las zonas anteriormente ocupadas por el hielo y permitió de nuevo el surgimiento de la vida hasta que todo fue cubierto otra vez por el próximo avance glaciar: había nacido la idea de las glaciaciones.

Ya en el siglo II a.d.C., Hiparco, astrónomo griego, descubrió que la Tierra en el espacio se comportaba como un trompo, girando no sólo sobre sí misma sino dando también un movimiento giratorio sobre su eje. Había dado, sin saberlo, el primer paso para lo que luego vino a llamarse la teoría astronómica de las glaciaciones, teoría más admitida hoy como causa de las variaciones climáticas, que desarrolló completamente el matemático yugoslavo Milutin Milankovich, y que se fundamenta en tres ciclos: 1. Ciclo de la órbita terrestre: Cada 100.000 años la órbita terrestre alrededor del sol pasa de ser casi un círculo a una perfecta elipse y después retorna a su forma circular. 2. Ciclo de la inclinación axial: Cada 41.000 años la inclinación del eje de la tierra sobre su órbita pasa de 21,5 a 24,5 grados para volver de nuevo a 21,5. Es precisamente esta inclinación la que origina las estaciones. Cuando mayor sea, más extremas serán éstas (inviernos más fríos y veranos más cálidos). 3. Ciclo de procesión de los equinoccios: Cada 26.000 años, como una peonza en el espacio, el eje de la tierra describe un círculo total. Página 32


Aun así, el mecanismo de los climas es de tal complejidad, que admitiendo que los fenómenos astronómicos hayan sido los principales causantes de las glaciaciones, también es probable que fenómenos tales como erupciones volcánicas, manchas solares, meteoritos, etc. hayan intervenido e intervengan en las fluctuaciones climáticas generales. Retroceso de los Glaciares Casi el 97% del hielo del planeta está concentrado en Antartida (84,5 %) y Groenlandia (12 %) y supone nada menos que el 98% de las reservas de agua dulce. Desde el fin de la Pequeña Edad de Hielo alrededor de 1850, los glaciares alrededor del mundo han visto decrecer su volumen y ha sido atribuido principalmente al cambio climático global, debido al efecto invernadero. Desde 1980 el retroceso de glaciares se ha acelerado, por lo que muchos glaciares han desaparecido y la existencia de muchos de los restantes está bajo amenaza. Los glaciares más pequeños, de latitudes más bajas, parecen ser los más afectados. El mayor glaciar del Monte Kenia en África perdió un 92 % de su masa en el siglo pasado y los glaciares del Monte Kilimanjaro han disminuido un 73 % en ese período. España tenía 27 glaciares en 1980, ahora su número ha caído a 13

Las diferentes glaciaciones periódicas que ha sufrido la Tierra a lo largo de su historia se deben en gran medida a su posición con respecto al Sol…

En lugares como los Andes y el Himalaya, el retroceso de los glaciares tendrá un fuerte impacto en el suministro de agua, cientos de millones de personas verán amenazada su disponibilidad al ser los glaciares los que alimentan los principales ríos. Los glaciares del Himalaya son los que están sufriendo el cambio climático con

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mayor intensidad, al retroceder una media de 10-15 metros por año, siendo de 2 metros la media mundial. Por otro lado, al derretirse también las enormes masas de hielo de los polos, reservas éstos del 2% del agua del planeta, el nivel medio del agua de los mares y océanos se eleva a razón de 3 milímetros por año entre 1993 y 2005, según científicos de la NASA, lo que provocará la inundación de las zonas costeras de todo el mundo, así como de zonas de interior como es el caso de Holanda...

Glaciar de Blomstrandbreen en Svalbard (Ártico) en 1922

Glaciar de Blomstrandbreen en Svalbard (Ártico) en 2002

Glaciar Carroll (Alaska) en 1906

Glaciar Carroll (Alaska) en 2004

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Glaciar de Pasterze en los Alpes austriacos en 1900

Glaciar de Pasterze en los Alpes austriacos en 2000

A partir de la década de los ‘80 el proceso se aceleró considerablemente, hecho que coincide “con lo que está pasando con los glaciares tropicales en otras partes de América del Sur y del mundo”, según afirma el ecuatoriano Cáceres. Por encima de los 5.000 metros, los glaciares tropicales son particularmente sensibles a los períodos cíclicos de las corrientes del Niño (cálida) y de la Niña (fría y con mayores precipitaciones).

Según Bernard Francou, un

glaciólogo del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo, en los últimos meses la zona ha sufrido el índice más bajo de precipitaciones de los últimos 40 años, acompañado por temperaturas más altas que lo habitual. Los cambios anuales en los hielos se pueden explicar por los ciclos El Niño/La Niña pero el retroceso de los glaciares en las últimas décadas tiene una sola explicación: el cambio climático. Así lo confirma Mathias Vuille, climatólogo de la Universidad de Albany, Estados Unidos, quien junto con otros especialistas pudo comprobar un aumento de más de medio grado en la temperatura del aire en los últimos 70 años. Otro experto dedicado a este problema es Marcos Villacís, de la Escuela Politécnica Nacional, quien estudia la influencia del agua proveniente de los glaciares en el suministro del agua a la Ciudad de Quito, la capital de Ecuador. El investigador concluyó que la cantidad no es tan significativa en la ciudad como se creía, pero alertó que es fundamental para las praderas de altura, conocidas como páramos. Allí el porcentaje de agua suministrada es de entre un 20% y un 35%.

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Todos queremos seguir admirando la belleza natural que nos regalan los glaciares pero como se desprende de todos los estudios realizados en la región, el retroceso de los glaciares y su eventual desaparición, traería consecuencias desastrosas para el normal desarrollo de la vida.

Una de las pruebas palpables del cambio climático que afecta a nuestro planeta es el retroceso de las masas de hielo de los glaciares. La toma de fotografías en la misma época del año y desde el mismo ángulo permite comprobar los notables descensos sufridos por muchos glaciares, un proceso que por ahora parece no detenerse. El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) en su publicación “Los glaciares de Alaska”, consigna que más del 99 por ciento de los glaciares de ese estado norteamericano están retrocediendo, debido a los cambios producidos en el clima continental y marino. El extenso informe, elaborado por el geólogo Bruce Molnia, se basa en el análisis de abundante documentación visual recopilada desde fines del siglo XIX hasta nuestros días, incluyendo mapas, fotografías aéreas y de superficie e imágenes satelitales; así como de observaciones directas del propio Molnia a lo largo de varios años. La investigación pone especial énfasis en la información gráfica satelital, ya que esta tecnología permite un seguimiento detallado de las condiciones de los glaciares y una mayor precisión en las mediciones. Cabe destacar que alrededor del 5 por ciento de la superficie de Alaska está cubierta por más de cien mil glaciares, que ocupan unos 75 mil kilómetros cuadrados. El 99 por ciento de estos glaciares se han reducido considerablemente en su extensión desde mediados del siglo XIX, especialmente aquellos que se encuentran a pocos metros de altura sobre el nivel del mar. De allí la importancia del estudio realizado por Molnia y sus colaboradores, para analizar la actividad de los glaciares y determinar las causas concretas de su retroceso.

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Tal vez el ejemplo mejor documentado es el que corresponde al glaciar Muir, ubicado en el Parque y Reserva Nacional Glacier Bay, al sureste de Alaska. Las siguientes imágenes reflejan el paulatino retroceso que afecta al glaciar Muir, y que se ha acelerado en las últimas décadas.

Este es el aspecto que presentaba el glaciar Muir en agosto de 1941. Una densa capa de hielo llegaba hasta el Océano Pacífico y lo unía a su tributario, el glaciar Riggs. Sin embargo, ya para entonces el glaciar acumulaba un retroceso llamativo y a lo largo de dos siglos había perdido casi un kilómetro y medio de hielo en algunos sectores.

La siguiente fotografía, tomada en agosto de 1950, documenta los drásticos cambios producidos en tan sólo nueve años. Durante ese lapso el glaciar retrocedió más de 3.2

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kilómetros y su espesor disminuyó en más de 100 metros. Sin embargo, continuaba conectado con su tributario, el glaciar Riggs.

En agosto de 2004, a 63 años de la primera fotografía, el glaciar Muir mostraba cambios muy significativos. Desde el mismo ángulo y distancia que las imágenes anteriores, el glaciar Muir apenas se distingue en la toma. Por su parte, el glaciar Riggs ha retrocedido más de 600 metros, dejando de estar conectado con el glaciar Muir. Su espesor también disminuyó en casi 250 metros. Se observa la presencia de abundante vegetación, que ha ocupado el espacio cedido por el glaciar, así como el aumento de la superficie montañosa expuesta debido al retiro de los hielos.

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Así se podía ver al borde del glaciar Muir en agosto de 1980. En la parte inferior derecha de la fotografía se observan desprendimientos de hielo recientes y varios resquebrajamientos en el borde del glaciar, pese a que esto no debería ocurrir en la época del año en que se tomó la foto.

Veintitrés años más tarde, en septiembre de 2003, una fotografía tomada desde la misma ubicación permite apreciar la dramática disminución del tamaño del glaciar Muir. Una reducción de su espesor de más de 180 metros deja a la vista una montaña cuyo pico cubierto de nubes apenas asomaba en la imagen anterior. MEDIDAS PREVENTIVAS A nivel mundial se ha implementado infinidad experiencias de conservación líneas abajo se adjuntan algunas iniciativas: La creencia apunta a no tocarlos, pero experto afirma todo lo contrario: intervenirlos para asegurar su superviviencia. "Se debe cambiar de verbo. De proteger o conservar, a salvar glaciares de su extinción. Esto implica manejarlos, o en otras palabras, intervenirlos; algo totalmente opuesto a no tocarlos". Esta idea resume la propuesta de Cedomir Marangunic, geólogo y doctor en glaciología, con más de 40 años de experiencia en investigación de glaciares. Socio de la consultora Geoestudios, Marangunic explicó que tanto los glaciares blancos como los glaciares de roca, son susceptibles de ser cuidados con distintas técnicas de manejo que ya se están probando en otros países y que hoy permiten salvarlos o incluso generar nuevos. A la fecha, son varias las tecnologías de manejo de glaciares que se están probando alrededor del mundo. Página 39


En Alemania, por ejemplo, desde hace años y sólo durante el verano, se cubre el glaciar Zugspitze para evitar su reducción. Son 6.000 m2 que se cubren con tela blanca para reflejar la radiación solar, aislar el calor y reducir la tasa de fusión. Esta misma idea la recogieron en Austria, donde al menos 2.000 m2 del glaciar Stubai se cubren desde hace cinco años con una película de polipropileno. Suiza hace lo mismo con su glaciar Gurschen y Groenlandia, hace poco tiempo, también se sumó. Estados Unidos y China han ido más allá y centraron su trabajo en el cielo. Ellos han bombardeado nubes para incrementar las precipitaciones y así aumentar las nieves de algunas montañas. En Chile se ha trabajado con pruebas de vallas de nieve que podrían ser utilizadas para sobrealimentar los glaciares, un proyecto en el que Marangunic ha trabajado principalmente con la División Andina de Codelco. En Perú los estudios sobre el proceso de deglaciación datan de los años 40 del siglo pasado, trabajos iniciados por el Ing. Jorge Broggi, del Instituto de Geología del Perú. Se han realizado 02 inventarios nacionales de glaciares (1970 y1995) en las 18 cordilleras glaciares del país, en la que nos muestra la gran recesión de las superficies glaciares, de la Cordilleras Blanca, Cordillera de Huallanca y Cordillera Huaytapallana, cuya pérdida de masa glaciar oscila entre el 40 al 70%. Durante el año 2007 se han realizado estudios de balance de masas en la lengua glaciar de Chaupimarca, ubicado en la Cordillera Huallanca; los resultados del balance de masas del glaciar resultaron negativos con una pérdida de medio millón de m³ de agua por año con una reducción en el espesor de 5 m y en la zona de ablación o fusión es de 2 m. Se han realizado investigaciones a fin de contener la ablación (fusión) de los glaciares en la lengua glaciar de Chaupimarca en base a la colocación de “briquetas de hielo seco a -78ºC”, en un pozo excavado en el glaciar, del cual no se obtuvieron los resultados esperados debido a que el pozo se lleno de agua de la fusión del glaciar. La prueba experimental de reducción de la fusión glaciar en base a “aserrín” fue realizada por el Patronato del Museo de las Montañas Andinas quien dispuso de dos áreas una de 300 m² y otra de 200 m² ubicadas en diferentes niveles en el glaciar de Chaupimarca; experimento que sería replicado en el glaciar de Pastoruri. El sustento técnico de la prueba experimental está basada en la propiedad aislante que tiene el aserrín a la transmisión del calor de los rayos solares y del ambiente, la capa de aserrín debe tener un espesor entre 12 a 18 cm, para que retenga la ablación del glaciar. El mismo trabajo

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se ha realizado en el glaciar Pastoruri en un área de 150 m², de ambas pruebas experimentales no se han publicado los resultados obtenidos. Otra iniciativa peruana para conservación de los glaciares se lleva a cabo con un peculiar plan para combatir el calentamiento que está provocando la pérdida de los glaciares del país. Animados por la organización no gubernamental Glaciares Perú, un grupo de campesinos está pintando las montañas de blanco. La idea es apelar a la noción básica de que el blanco repele el calor: según explican los responsables del proyecto, el frío genera más frío, provocando un efecto de microclima que podría ser beneficioso para disminuir el aumento de la temperatura en las montañas. Existe un debate entre quienes descartan la idea y quienes consideran que podría ser una solución simple pero brillante. La misma surgió del inventor local Eduardo Gold y fue una de las 26 ganadoras del concurso del Banco Mundial '100 Ideas para Salvar al Planeta' que se llevó a cabo en 2009. Este concurso otorgará al inventor 200 mil dólares para financiarla, aunque el plan ya se puso en marcha en la cima de Chalon Sombrero, a 100 kilómetros de la capital de Ayacucho. RECOMENDACIONES La conservación de los glaciares en el Perú y en el mundo es primordial debido a que son la única fuente de agua dulce que nos queda sin contaminar. Con el objetivo de estudiar el acelerado retroceso de los glaciares en el Perú se ha creado el PATRONATO MUSEO DE LAS MONTAÑAS ANDINAS, cuya tarea principal será realizar el tercer inventario nacional de las 18 cordilleras glaciares del Perú. Se sugiere la creación de un PARQUE NACIONAL DE GLACIARES, cuyos objetivos serían: Conservar una muestra representativa de los ecosistemas andinos asegurando la continuidad de los procesos naturales. Proteger las altas cuencas hidrológicas asegurando el mantenimiento de los procesos de regulación hídrica. Preservar las bellezas escénicas brindando un marco propicio para el desarrollo turístico de la región. Facilitar el desarrollo de actividades turísticas y recreativas en contacto con la naturaleza. Fomentar y facilitar la investigación de los aspectos naturales y culturales del área.

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BIBLIOGRAFÍA • El calentamiento global visto desde los glaciares de los círculos polares. Adolfo Eraso Académico RANS y NYAS (RANS: Russian Academy of Natural Sciences; NYAS: New York Academy of Sciences), Fundación Gómez Pardo, ETSI Minas, UPM, C/ Alenza 1, 28003 Madrid • Cambio Climático y retroceso de los glaciares en la zona Andina: Consecuencias para la Gestión de los Recursos Hídricos. Revista Virtual REDESMA octubre 2008 Vol. 2(3) • DERRUAU, Max. “El sistema de erosión glacial.” En Geomorfología. Sección 3, capítulo 2. Barcelona: Ariel, 2ª ed., 1991. • KASER, Georg; OSMASTON, Henry. Tropical Glaciers. Cambridge University Press, 2001. ISBN 0-521-63333-8 • HAMBREY, Michael; ALEAN, Jürg. Glaciers. Cambridge University Press, 2004. ISBN 0-52182808-2 • MATTERN, Joanne. Antártida: El glaciar más grande del mundo. The Rosen Publishing Group, 2004. ISBN 0-8239-6874-X • STRAHLER, Arthur N. "Landforms made by glaciers". In Physical Geography, chapter 26. New York: John Wiley and Sons, 1960. • STRAHLER, Arthur N. (1992, reimpresión 1997) Geología Física, cap. 18: Glaciares y Glaciaciones del Pleistoceno, Barcelona: Ed. Omega ISBN 84-282-0770-4

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