Price of a kiss

Page 59

Pero Mason me miró parpadeando. —Estás… loca. —Sólo los jueves. —Arrugué la nariz ya que contaba las veces que lo hacía. Sonrió… de mala gana, creo, pero bueno, al menos me las había arreglado para aliviar un poco la tensión del momento. Haciendo estallar un tomate con sal entre sus labios perfectos, masticó con vigor... hasta que fui y le pregunté—: Entonces, ¿no das regalos? ¿Nunca? —Aquello sonó tan extraño para mí. Pensarías que un gigoló sería un completo mujeriego, incluso fuera de su horario. Pero su mandíbula se endureció cuando dejó de masticar y me dijo—: ¿Estás... pidiendo uno? —Quería golpearme en la frente. Mierda, no había tenido la intención de hacer que mi pregunta sonara tan esperanzadora. —¿Qué? ¡No! —Entonces por si acaso, hice un sonido de incredulidad—. Dios, no.

página 59

Me miró boquiabierto, diciéndome que no me creía. Me sonrojé y miré hacia otro lado. —No… —Tenía en la punta de la lengua decir que dormir con él rompería mi corazón. Pero admitiendo que no podía acabar bien, repetí—: ¡No! —Para que quede claro—. No soy así. Tengo que estar en, ya sabes, una relación comprometida, monógama, y... enamorada, y esas cosas, antes de... dormir con alguien. Se acercó y colocó un codo en la mesa para estudiarme hasta que me retorcí por dentro y me preguntó en voz baja—: ¿Alguna vez has estado enamorada? Mi boca se abrió. —¿Estás preguntando si soy virgen? Porque no... Levantando la mano, la agitó suavemente para evitar que soltara un montón de palabras embarazosas. —Eso no es lo que estoy preguntando. —Oh. —Me aclaré la garganta y desvié la mirada. Más consciente de mí misma de lo que nunca había estado, me mordí el labio e hice una mueca de dolor—. Bueno... no... —Sacudí la cabeza. Su pregunta era demasiado complicada para contestar con un simple sí o no—. No estoy segura de lo que era, si estúpida o demasiado joven para saber sobre enamoramientos, pero definitivamente no era amor. Y no voy a volver a cometer el error de no saber la diferencia. Sus labios se inclinaron en una sonrisa, casi como si estuviera orgulloso de mí. —Bien. ¿Eh? No estaba segura de qué parte aprobaba, pero el brillo de admiración en sus ojos me lanzó un toque cálido. Volví rápidamente el tema de nuevo a él y a por qué tenía que mantenerme alejada.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.