14 2 el condenado

Page 116

Era un maldito cobarde; merecía morir pero no de aquella forma. No. El mins se lanzó por la ventana y se impulsó para llegar al suelo antes que el humano. Aquel crío chillaba como una niña mientras caía en picado. Lo tomó por la espalda justo antes de que se golpeara contra el suelo. —¿Has visto a la muerte llegar? —Preguntó claramente cabreado Liam—. Tú pudiste parar aquello, tú debiste plantar cara al padre de Erli, pero no lo hiciste, no. Te callaste como una puta. Tampoco me quieres decir dónde está ese bastardo. Bien. —Liam sacó un machete de la cinturilla de su pantalón. El muchacho lloriqueó rogando por su vida. —¿Sabes? Erli era mucho mejor que tú. Ella en ningún momento rogó por su vida. Saluda a la muerte de mi parte. Liam fue rápido en atacar, pero no en matar. Primero se encargó de cortarle la lengua, esa que no hizo absolutamente nada por salvar a su Heilige; y después fue a por las manos y después a por los pies… así hasta que terminó con él. Y que se preparase Kohl. Con él no sería tan bondadoso.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.