fuertes dolores le atañen y se ve envuelta en situaciones absorbentes que dejan al lector con ganas de seguirla paso a paso en este feliz acontecimiento como es siempre la llegada del primogénito. Un clásico de terror que fue llevado maravillosamente al cine por Roman Polansky una adaptación exquisita que respetó cada uno de los diálogos del libro a la pantalla grande.
Richard Laymon (Chicago 14-01-1947 / 14-02-2001) Apagadas están las luces Cada semana, cuando se apagan las luces, el cine del pueblo proyecta una nueva película de terror. Las escenas impresionan por su realismo: cuerpos desmembrados, vísceras arrancadas, decapitaciones, banquetes antropófagos… todo produce una sensación de autenticidad. Los espectadores reaccionan histéricamente, pero se consuelan pensando que son trucos cinematográficos. O al menos esto sucede hasta que una chica sordomuda cree reconocer en una de las cintas a su desaparecida amiga, observando en la película como las voces han sido superpuestas, los diálogos cambiados, nadie se da cuenta de esto, todos piensan que es una película de horror con magníficos efectos de descuartizamientos y nada más, sin embargo esta chica está dispuesta a todo para dar a conocer a las personas, que se trata de un cine snuff que el pueblo se empeña en proyectar tranquilamente mientras las desapariciones van en aumento en los lugares aledaños y la sangre, el descuartizamiento y la muerte en vivo de estas personas sigue siendo proyectada como un film más.
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