el final, ya que en ese momento puede tener aún más valor (a raíz de los otros indicios que hayan podido aparecer). Deben recogerse primero las evidencias de naturaleza más frágil, y que por ello son de más fácil pérdida o destrucción. Los indicios se buscarán en: Vestidos. Calzados. Cuerpo humano (tanto de la víctima como del sospechoso, si lo hay). Deben buscarse lesiones, residuos metálicos, pelos, fibras de tejido, manchas (biológicas o no), etc. Otras procedencias: arena, tierra, pintura, otros tejidos, etc. 1.5.- Establecimiento de la data - causa - móvil Del examen del cadáver y de la localización de indicios podemos intentar deducir varias informaciones: Momento y causa de la muerte. Móvil. 1.5.1.- Establecimiento de la data y causa de la muerte Se puede conocer el momento de la muerte con aproximación observando ciertos fenómenos cadavéricos. De ellos se hablará en detalle en el Tema XIV, Tanatología - Estudio del cadáver. No obstante, la determinación definitiva de la data y causa de la muerte la dará a conocer la autopsia del cuerpo. Hasta la conclusión de ésta no puede asegurarse nada al respecto; en cualquier caso, ciertas causas aparentes son apreciables a simple vista: ahorcamiento, disparo por arma de fuego, etc. La investigación de un homicidio o asesinato se inicia realmente cuando se ha establecido con certeza la causa de la muerte. Tanto en la determinación del momento y causa de la muerte, así como en la fijación del móvil en casos de agresión sexual, será imprescindible la actuación cualificada del médico forense. 1.5.2.- Asistencia a autopsia Después de que el forense haya examinado el cadáver y el Juez autoriza su traslado a la morgue, se procederá en esta dependencia a la práctica de la necropsia, a la que es muy conveniente que asistan elementos de investigación criminal. Dichos agentes procederán a:
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