LA HISTORIA Una vez conocido el tema y elegida la premisa, será necesario escribir la historia que los expondrá. Esta debe contar con tres partes fundamentales; una presentación, un nudo y un desenlace. La presentación es la primera parte de la historia, y en ella se dan a conocer los personajes y el conflicto. En el nudo, las fuerzas antagónicas o en conflicto se enfrentan hasta llegar a su punto álgido o clímax. Finalmente se abre el desenlace, la etapa en que se resuelve el conflicto. El conflicto, por su parte, es el enfrentamiento que se produce en la obra cuando la fuerza antagónica le impide a la fuerza protagónica alcanzar su objetivo. Ejemplo: «Caperucita Roja» PRESENTACIÓN:
La madre le pide a Caperucita (protagonista) que le vaya a dejar a su abuela enferma un canasto con comida (objetivo), advirtiéndole que no hable con el lobo (antagonista). Sin embargo, éste encuentra a Caperucita y ella le confiesa ingenuamente su destino.
NUDO:
El lobo secuestra y suplanta a la abuela. Cuando llega Caperucita éste la engaña para comérsela (clímax).
DESENLACE:
Un par de cazadores escuchan los gritos, salvan a Caperucita y a su abuela y dan al lobo un castigo.
Tiempo y Espacio son aspectos importantes de determinar en esta etapa. Con respecto al tiempo, hay algunas preguntas que pueden ayudar: ¿cuándo transcurre la obra?, ¿cuánto tiempo comprende?, ¿se desarrolla en un solo día o en un tiempo mayor: semanas, meses, años? y también, ¿en qué época está ambientada? Para la determinación del espacio es necesario conocer dónde transcurre la obra (en el campo, la ciudad, en una casa, en una pieza, etc.). Es importante establecer el lugar físico en que la obra transcurre, así como las características de ese lugar (espacioso, oscuro, silencioso, tenebroso, iluminado, etc.). Igualmente importante en esta etapa es la creación de los personajes. Quiénes actúan en la obra, qué relación existe entre ellos (familiar, de amistad, romántica, etc.), cuáles son sus características físicas y psicológicas, quiénes son los protagonistas y quiénes los antagonistas, lo mismo que la determinación de los personajes secundarios. Las fuerzas protagónicas y antagónicas pueden estar representadas por un personaje o por un grupo de personajes, pero deben estar claramente definidas y diferenciadas de modo que no se presenten confusiones que alteren la comprensión del auditorio.
LA ESTRUCTURA Cuando hablamos de estructura de una obra de teatro, nos referimos a la división de ésta en actos y escenas. Cada acto representa una «unidad dramática» que cuenta con presentación, nudo y desenlace y que, a su vez, se encuentra subdividida en escenas, las que se definen por las entradas y salidas de los personajes. Tanto los actos como las escenas deben tener un objetivo claro y definido, que eviten, como ya hemos dicho, desviarse del tema. Además, puede dárseles un título que ayude a definirlos.
EJEMPLO: «CAPERUCITA ROJA» PRIMER ACTO:
«El Error de Caperucita»
OBJETIVO DEL ACTO:
Mostrar que Caperucita desobedece la advertencia de su madre.
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