Otro agente estresor para perros y gatos que conviven estrechamente con el ser humano, es presenciar conflictos en el seno del núcleo familiar; muchos se esconden debajo de las camas o mesas durante las peleas, o se rascan compulsivamente. Estas y otras variadas reacciones pueden presentarse, sean evidentes o no para el observador desprevenido. En otros casos la casa es a la vez, por ejemplo, un consultorio psicológico, lugar donde se vuelcan miles de problemas, tristezas y angustias. Puntualmente, en esta situación, nuestro paciente forma parte de la consulta psicológica, sin saber que hacer con todo lo que percibe, nadie lo ha preparado para semejante tarea, al final de la cita, la persona se para y se va, pero él queda con un pedacito de cada “visitante”. Creo que estas sutilezas hay que tenerlas en cuenta ya que muchas veces son un obstáculo para la curación; recuerdo el caso de un canino con un problema de piel de larga data, que había pasado por todos los tratamientos dermatológicos conocidos y nada resultaba eficaz, su veterinario desconocía el lugar donde vivía el paciente, siendo el cambio de casa la solución para la dolencia de este perro. Como nadie se enferma de lo que quiere, sino de lo que puede, y no todos se enferman por una misma causa, la ley de la individualidad se hace presente, evidenciándose las formas de reaccionar a diferentes noxas, llevándonos tal situación a elegir los trastornos y síntomas que en cada caso están en juego. Como homeópatas tenemos muchas herramientas para acompañar el camino del enfermo en cada momento de su vida. Hay muchísimas situaciones más donde la Homeopatía demuestra ampliamente sus virtudes en el proceso de la curación.
DOCTORA MARÍA CAROLINA GONZÁLEZ GÓMEZ. Médico Veterinario. Homeópata.
Vanguardia en medicina biológica
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La Homotoxicología Estudio clínico No. 5
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